lunes, 31 de mayo de 2010

EVOCACIONES ALCALAÍNAS

40.- El corcho de Alcalá

Los chavales de Alcalá nacíamos familiarizados con el corcho, esa piel protectora que hace del alcornoque un árbol especial. En cualquier casa estaba presente el corcho como un elemento al alcance de todos y complementario para distintas actividades: la panera, para guardar el pan; la pana lavadero, corcho grande y curvo para lavar la ropa; la tabla de corcho que se ponía delante de la mesa y de la cama como abrigo, o de las chimeneas, para impedir que prendieran las chispas; los tapones para cerrar las vasijas, botellas, garrafas; embalajes o corchos refinados para embalar; juguetes y pelotas de corchos para juegos de niño; láminas de corcho para desonorizar habitaciones; bolitas de corcho para balines de pistolas de juego infantil; salvavidas para aprender a nadar; panda, cada uno de los corchos que se utilizan en la almadraba para mantener a flote la relinga superior, de la que penden los paños de red que forman el cuadro y las raberas y otras mil utilidades aplicables a distintas actividades. Después, en Jerez, mi hermano Cristóbal, el mayor de los hermanos, trabajaba como administrativo en el Ayuntamiento jerezano en la década de los 40. Desaparecía una temporada de casa y todos estábamos deseando que volviera, para ver lo que nos traía. Le encomendaban que fuera con un ingeniero y unas cuadrillas de corcheros a los montes “de Propios jerezanos”, allá por El Jautor y el Puerto Gali, para el descorche. Yo creo que iba como administrativo y contador. Todo el Parque de los Alcornocales, a principios de junio y final de agosto, se ponía en movimiento. Cuando volvía, nos traía, a los hermanos más pequeños, algunas curiosidades de los montes. Eran figuras desprendidas de las mismas ramas y raíces de los árboles formando caprichosas figuras que nos regocijaban.
El alcornoque, por su constitución de corcho protector, es distinto a la generalidad de los árboles. Por eso, es apreciado por sus muchos valores ecológicos y protagonista de vidas, culturas y economías, alcanzando épocas muy remotas en la distancia y el tiempo. Es un árbol mediterráneo, cuyos bosques se extienden en los márgenes de Portugal, España, Marruecos y Argelia. Se podría decir con cierto orgullo que el corazón de estos bosques es el Parque Natural de los Alcornocales, cuyo centro es, a su vez, Alcalá de los Gazules. Se asegura que, en la Antigüedad, egipcios, griegos y romanos lo utilizaron como naves, útiles del hogar, ánforas, urnas funerarias y otros recipientes.Pero es en el siglo XVII, cuando se produce el esplendoroso maridaje entre el corcho y el vino, gracias al fraile francés, D. Pierre Pérrignon. Es un proceso ingenioso que se inicia con el descorche, unido a la cultura y economía de los municipios del Parque. Cuando llegan las cuadrillas, se introducen en el arbolado para conseguir las preciadas panas. Los camiones corcheros acercan el material a las industrias del Parque. Una vez en la planta, es refugado y estivado en sus patios, de donde se traslada a las calderas para su cocido, con el que mejora su elasticidad y aumento de calibre y deja en el agua hirviente elementos indeseables. Al raspado, le sigue el recorte de los bordes y, con una pericia y habilidad formidables, el escogeor o pajolí calibra y escoge las panas, clasificándolas por espesores y calidades.
Finaliza la etapa con el prensado y el enfardado con los que el corcho queda empaquetado para otros procesos industriales, desafortunadamente lejos del Parque Natural de los Alcornocales. Su principal destino es la industria vinícola. Es ahí donde alcanza “la esencia ritual” en torno a una buena botella. Le aporta un carácter insustituible, como es la nobleza y distinción a los mejores caldos, y la garantía y confianza a todos los que le acompañan. Esos usos industriales son revestimientos, artesanías, aislantes, parquets y pavimentos, tejidos, accesorios para la industria automovilística o espacial, mobiliarios...Buena cuenta de estos usos los tenemos en la oferta artesanal de diversos talleres del Parque Natural. Este es uno de los principales retos de los Alcornocales.Igual que dijimos de los arrieros y camiones carboneros, hay que decir ahora de los arrieros y camiones corcheros. Los arrecogeores reúnen las panas de corcho, mientras el rajador raja las panas grandes para darles un tamaño adecuado para la industria. Una vez apiladas las panas, llegan los arrieros con sus bestias y cargan los fardos sobre los adoques de los mulos. Y allá se van los mulos con el zagal hacia el patio, donde les espera el pesaor y el apuntaor. Se utilizaba el trípode con la romana y el plato para estimar la producción. Eso lo hacen los fieles, personas de confianza de la propiedad y del comprador. Y ya sólo queda el camión para que los cargaores realicen las espectaculares cargas sobre las bateas y salgan de las fincas camino de las fábricas. Parece imposible que puedan llegar a su destino sin que las panas salgan volando. Pero los cargaores saben bien lo que hacen. Los caminos de Alcalá se convierten entonces en acuarelas de recuas camino de los patios. Y las carreteras, en óleos de camiones cargados más allá de sus posibilidades.
Dice el Grupo de Desarrollo Rural, cuyo presidente es Luis Romero Acedo, que “Con la llegada de las calores de mayo, en los pueblos de los Alcornocales, se percibe el rumor del descorche que se aproxima. Son los preparativos de la batalla cuerpo a cuerpo que tendrá lugar en los montes cercanos. Se agrupan las cuadrillas, con el capataz buscando los mejores hombres, se arreglan los aparejos y se tratan las vituallas. Se pasa revista a las bestias y se afilan las hachas. El campo está visto, el trato hecho y los chaparros esperan en las agrestes mojeas.”



JUAN LEIVA

domingo, 30 de mayo de 2010

TRASLADO DE LA VIRGEN DE LOS SANTOS A LA PARROQUIA DE SAN JORGE

















Siempre estaremos agradecidos a Jesús García García, por enviarnos estas fotografías que quiere compartir con todos los que visitamos este blog.

BIENVENIDA A LA VIRGEN DE LOS SANTOS EN LA PLAZA ALTA


¡Bienvenida Santísima Virgen de los Santos!

La Asociación de Vecinos de la Plaza Alta y con ella el pueblo de Alcalá y tantos devotos congregados aquí esta noche, nos sentimos felices de acogerte una vez más en este corazón espiritual, testigo mudo de tantos grandes acontecimientos.

Se une esta noche las devociones de los alcalaínos y especialmente los vecinos de este sufrido barrio, con San Jorge y la Virgen de los Santos, unidos y reconocidos como Patrones por nuestro Cabildo Municipal y por el pueblo desde el siglo XVIII, hace ya más de 250 años.

Hemos tenido los vecinos de esta Plaza Alta las dificultades propias por los que los avatares de la Historia ha sumido a nuestro Alcalá. Pero la nuestra si cabe, siempre ha sido más difícil, sobre todo más olvidada, más desconsiderada, a partir sobre todo del traslado de la administración municipal y eclesiástica a la Alameda, a partir de que el pueblo comenzó a desparramarse por la ladera del cerro y comenzó a asentarse la Alameda como núcleo central del pueblo.

Esa dificultad ha hecho de nuestras gentes más luchadoras, más solidarias, más maduras para afrontar las dificultades. Pero sobre todo las ha hecho menos materialistas y más espirituales. Nunca nos ha faltado el orgullo sano de sentirnos privilegiados por vivir en la zona alta porque nunca nos ha faltado la protección de San Jorge y de Ti, Madre de Dios, generosa y comprensiva. Para ello tuviste a bien que tantos los Beneficiados de la parroquia como el Beaterio de Jesús, María y José fueran tus brazos ejecutores a la hora de aliviar tanta pena y tanta hambre.

Pero hoy no toca hacer reivindicaciones ni de pedirte nada. Tu presencia hoy aquí, entre nosotros, ilumina más si cabe la cal de nuestras casas y durante muchos días vamos a sentirnos más protagonistas.

Tu sabes, Santísima Patrona, como somos las gentes humildes. Lo que tenemos lo entregamos. Por eso la Asociación de Vecinos de la Plaza Alta ha trabajado desde hace meses para adecentar nuestro barrio, que es tu casa, y nos hemos empeñado hasta donde hemos podido, para ofrecerte esta plaza renovada y vistosa. Nos hemos engalanado con nuestras mejores galas y te hemos ofrecido con ello nuestra más cariñosa bienvenida. Sin embargo somos conscientes de que a Ti lo que te alegra esta noche es ver a tus hijos e hijas unidos en un pensamiento común de Amor, de Amor con mayúsculas, de devoción sincera que sale de corazones agradecidos.

Tú nos has visto trabajando por Tii y para Ti. Sabes la alegría con que lo hemos hecho. Niños, adultos, ancianos con los ojos iluminados por tu Luz, despertando en todos una ilusión que hoy compartimos con nuestros vecinos, con todo Alcalá de los Gazules.

Lejos quedan los días en que esta Plaza Alta estuvo habitada por los Duques de Ribera, las Monjas Clarisas, los Collados, Diosdados, Villanueva, Viera, Villegas... Nombres importantes e históricos. Algunos han permanecido. En otras ocasiones han sido sustituidos por otros que ocupan su lugar como los Expósitos, Gómez, Salcedos, Navarro, Pizarro, Cózar, Ramírez, Oliva, Sánchez, Richartes...

En el camino han quedado muchos. Unos se marcharon buscando mejores oportunidades, otros nos dejaron para siempre. Todos forman parte de nuestra idiosincrasia, porque han sido y son la esencia de un barrio que ha bebido siempre de su sabiduría popular y los ha respetado y querido como catedráticos de la Universidad de la vida. Por eso en nuestro corazón están siempre y por eso viven en nuesra memoria. Para ellos va ese cartel que hemos simbolizado en dos personas, pero que recoge el espíritu y el agradecimiento que sentimos por nuestros predecesores, por nuestros bienhechores.

Son testigos de sus quehaceres cotidianos sus calles: San Jorge, San Francisco, Monjas, San Vicente, Soledad. Ninguna zona del pueblo con más nombres religiosos, nombres que ha sobrevivido a las modas y a los avatares políticos. Nombres identificados con la espiritualidad de este barrio por ende de nuestro pueblo.

En ellas también tantos recuerdos a Ti, tantos azulejos con tu imagen. Aquí en la Plaza Alta se colocó el mayor exvoto, el altar que levantó Francisco Diosdado bajo la Puerta del Sol. Cuántos de nosotros tuvimos oportunidad de rezarte, de pedirte, de consolarnos ante tu imagen en esa capilla, privilegio de este barrio, hoy ya desaparecida.

Y hoy te tenemos presente, te sentimos presente, y notamos también tu alegría, por vernos a todos contentos y felices.

Podríamos decirte muchas cosas, que tu ya sabes, pero ya cada uno, con tiempo y con el silencio protector que nos brinda tu manto, te iremos contando.

Hoy nos volvemos a felicitar. Te volvemos a dar la bienvenida y reiteramos ante Ti y ante nuestro pueblo el voto de fe y devoción que siempre te hemos profesado.

Danos siempre tu protección. Ayuda a nuestras familias y vecinos porque falta nos hace, y no olvides, que aquí en esta parte alta del pueblo tienes tu segunda casa.

En nombre de la Asociacion de Vecinos de la Plaza Alta, ¡bienvenida Patrona!

¡¡Viva la Virgen de los Santos!!


Antonio Salcedo
1 de mayo de 2010

PROCESIÓN MAGNA EN ALCALÁ DE LOS GAZULES



























Nuestro agradecimiento a mi amigo Jesús García García, por compartir con nosotros estas fotografías tan bonitas.

El tiempo que hará...