sábado, 29 de octubre de 2011

EVOCACIONES ALCALAÍNAS


Noviembre romántico en Alcalá

“No es que hayan muerto, es que se han ido antes”. Los alcalaínos convivíamos con el cementerio como con la gran esperanza. Era un lugar frecuentado durante todo el año, pero en noviembre resultaba una obligación visitar a los muertos e invadir el recinto de flores y luces. El tema de la muerte siempre fue respetado en Alcalá, porque los alcalaínos creían en el más allá. Los ingleses tienen un proloquio que dice: “Not deat, but gone before” (No murieron, es que se fueron antes). No podemos llorar a los muertos como si los que quedamos fuéramos eternos. Sólo es que nos encontraremos un poco después. Sería más eficaz preparar el equipaje.

Para muchos, la muerte es lo más terrible; para otros, la muerte es un trance, como el puente para la otra vida; para algunos, la muerte es la puerta por donde se pasa al paraíso. San Francisco de Asís, la llamaba “hermana muerte”; Santa Teresa, le cantaba con las letrillas, “que muero porque no muero”; para San Pablo, es la enemiga de Dios, que es la vida”; una amiga nuestra decía en sus últimos momentos: “No lloréis por mí, dentro de una hora estaré en la casa del Padre y restañaré mis heridas de los pies cansados de tanto caminar.”

Ahora los jóvenes se ponen máscaras para remedar a la muerte: unos le ponen el rostro triste; otros, alegres; algunos, ridículos; los más, gesticulantes y malhumorados… Cada año, una nueva máscara va cambiando nuestra cara, nuestro cuerpo, nuestros miembros, pero el “YO” sigue siendo el mismo, sólo que, al verse en el espejo, se dice a sí mismo: “¡Qúe cara, es una máscara de lo que era”.

A través de nuestras andaduras, subiendo por los vericuetos de las calles del pueblo, bajo el hermoso cielo de Alcalá y por los verdes campos del entorno, han surgido muchos enigmas sobre el Universo, sobre las personas, sobre las cosas. No merece la pena inquietarse, porque muy pronto tendremos ocasión de que la muerte nos dé contestación de todos ellos. Día a día marchamos hacia el gran misterio que nos aguarda inmóvil.

No tenemos que temer, porque la fe nos abre los caminos de la morada. La duda es el malezal por donde pasan los enemigos del bien. Tenemos en la ermita una abogada que corta las malezas y asegura el escudo de nuestra fe. Veremos cuán espaciosa se torna la ruta y convida a recorrer todas las venturas. Mientras tanto, el cementerio es el lugar romántico donde guardamos nuestra historia, donde desahogamos nuestras tristezas y donde reconfortamos la espera.

Antes, en cada ermita o capilla de Alcalá había un cementerio donde cada núcleo de población enterraba a sus muertos. Ahora tenemos uno sólo, pero suficiente y confortable para el número de habitantes que somos. Y es posible que, dentro de poco, tras las incineraciones, se reduzca aún más y sólo sea necesaria una capilla convertida en columbario, para guardar los cofres que conservan las cenizas. Es la vida que hace que la historia nunca se repita. No receles que el destino te contradiga; el destino nunca contradice a las personas que tienen fe en él y siempre cumple las promesas que, en nombre de la fe, nos ha hecho.

JUAN LEIVA

sábado, 22 de octubre de 2011

miércoles, 19 de octubre de 2011

TALLER DE INICIACIÓN A LA MÚSICA ELECTRÓNICA

Este viernes 21 y el próximo viernes 28 de Octubre, de 18:00 a 22:00 horas, en el espacio joven de Alcalá se desarrollará un Taller de "Iniciación a la música electrónica".

Entendiendo que la música electrónica es el futuro sonoro de nuestra sociedad, queremos introducir a l@s jóvenes y a l@s no tanto en esta vertiente musical. Para ello nos hemos traído a unos experetos en la materia, pertenecientes a la Asociación "La Miga", de Granada, para que nos expliquen todos los secretos.

Si queréis participar podéis formalizar vuestra inscripción llamando al 956413181, fundamentalmente porque solo tenemos doce plazas.

Esperamos que os guste la iniciativa y que os animéis.

Delegación de Cultura del Ilustrísimo Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules.

sábado, 15 de octubre de 2011

PEÑA TAURINA "RUTA DEL TORO" - ALCALÁ DE LOS GAZULES

Se recuerda a todos los socios de la Peña Taurina "Ruta del Toro", de Alcalá de los Gazules, que el domingo 16 de Octubre, a partir de las 14:30 horas, en la sede sita en Bar "Los Ponis", habrá degustación gratuita, para socios, de:

Berza de Coles

jueves, 13 de octubre de 2011

EVOCACIONES ALCALAÍNAS


I FERIA DE PRODUCTOS Y ARTESANÍA DE LOS ALCORNOCALES

El sinuoso paseo desde San Antonio a La Playa, llamado Avenida de los Alcornocales, es un formidable regalo para los alcalaínos y para los visitantes. En mis tiempos era una estrecha carretera en mal estado, que exigía precaución a los autobuses de línea –Transportes Comes, La Valenciana y los Amarillos-, que llegaban al Bar Parada de la Playa; a los camiones del carbón, que iban y volvían de la Peña; y a los automovilistas, que llegaban a la Alameda de la Cruz. Esta mañana de la segunda semana de octubre del 2011, el paseo es una formidable avenida, ancha y bien asfaltada, que recibe a los automovilistas y vehículos que vienen a la I Feria de productos y artesanía de los Alcornocales.

Preferimos dejar el coche en San Antonio y subir andando hasta la Playa. La mañana sabatina y otoñal invita a hacerlo y a disfrutarlo. Apenas supone un kilómetro desde el Puerto de Levante hasta el Parque Municipal Félix Rodríguez de la Fuente. Dejamos atrás el surtidor, los restaurantes, los supermercados y el viejo molino, manco de aspas y lleno de orgullo en su atalaya, tras el nuevo Colegio Público de “Juan Armario”.

“Dios está azul” –que diría Juan Ramón-, y los campos van dejando sus verdores para dar paso al pardo de las colinas, a los grises de las peñas y a los gualdas de los prados. A la izquierda, las casas ya han abierto sus puertas y ventanas para recibir la brisa que sube del “Prao” y baja del Lario. Los campos tienen sed y ansias de recibir las primeras aguas. Alcalá sabe que el otoño es fundamental para su vida y para su mejor tesoro, el Parque Natural de los Alcornocales. Sus pantanos, sus ríos y sus bosques esperan llenarse de vida. Todo culminará en primavera y dará sus frutos en verano.

Alcalá es la puerta de Los Alcornocales, pero el Parque está compuesto por dieciséis municipios gaditanos: Alcalá de los Gazules, Algar, Algeciras, Arcos, Benalup, Benaocaz, Castellar, El Bosque, Jerez, Jimena, Los Barrios, Medina Sidonia, Prado del Rey, San José del Valle, Tarifa y Ubrique; y uno malagueño, Cortes de la Frontera. Por eso, la I Feria le corresponde abrirla a Alcalá. De los Alcornocales dependen, además, muchas de las personas que integran su población. El Parque Natural está llamado a potenciar toda la riqueza que la Madre Naturaleza ha volcado sobre su geografía. No podemos olvidar que es el mayor alcornocal de la Península Ibérica y uno de los más importantes del mundo.

Sus actividades tradicionales son: la riqueza forestal de sus bosques; la caza mayor y menor; la industria y el mercado de su descorche; la flora, plantas y vegetación autóctona; el turismo y senderismo, el descenso de cañones, las escaladas, el barranquismo; la zoología, con una fauna de animales domésticos y animales semisalvajes. Una de las celebraciones más genuinas y curiosas es la berrea de los ciervos y venados en el otoño. Un concierto que se inicia en septiembre, inunda de sonidos el Parque y se prolonga hasta el mes de noviembre. Los celos provocan las peleas entre los ciervos machos por ganarse a sus hembras y cubrirlas para asegurar la especie.

En la Feria estaban también las actividades artesanales: el zapatero, el barbero, el médico, las mujeres con sus tradicionales palillos de encajes de bolillo, las escardadoras de lana, las cernidoras de harina, las cocineras de gañanía, las expertas del gazpacho caliente alcalaíno, las jaboneras y los jaboneros...Y los elementos simbólicos de los productos transformados: el corcho y sus protagonistas los corcheros, el descorche, el horno de carbón, los tizos y las cenizas; los mulos y fardos; los juncos y brezos para techar y vallar; la ganadería alcornocaleña con sus jabalíes, cerdos, cabras y ovejas; sus derivados de la matanza y la carne, los embutidos y chacinas; las cabras y las ovejas con el queso y el requesón; la molienda con las panaderías y pastelerías alcalaínas; las mieles y melojas de la sierra gaditana; la bisutería con sus elementos autóctonos; la alfarería y la cerámica; la cestería con sus cestas y capachos; los productos del corcho refinado e industrializado y otros muchos productos y actividades artesanales; y la historia de siglos con el bronce de Lascuta hasta la Federación Andaluza de caza, el Grupo de Desarrollo Rural de los Alcornocales, el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía.

Y, sobre todos, el hombre y la mujer alcalaínas. Calculan los historiadores que son más de cien mil años los que el hombre y la mujer llevan habitando nuestra zona. Los primeros cazadores y recolectores deambulaban por estas sierras, por estos ríos y por estos bosques en busca de la caza y la pesca. Y por las alturas, alamedas y riberas, en busca de frutos como el madroño, la aceituna, la mora, la peruitina, el escaramujo, la murta, la seta, el bulbo, el espárrago, la verdolaga y las demás verduras silvestres. Después arañarían la tierra para sembrarla y almacenar sus productos y domesticar a los animales para recoger sus huevos y comer su carne.

La “I Feria de productos y artesanía de los Alcornocales” ha demostrado que pocos lugares pueden ofrecer un hábitat más variado y rico que el que encontrarán al entrar por su puerta en Alcalá de los Gazules, atravesar el Parque Natural y contemplar sus paisajes. Las próximas ferias están llamadas a profundizar aún más en lo que hay que hacer para salvaguardar toda esta riqueza, explotarla y potenciarla. Sería triste pasar a la historia como carroñeros, depredadores o destructores de la naturaleza.

De transportar los productos de los Alcornocales a las poblaciones se encargaba la arriería. Se ha dicho que “los arrieros era gente agradable, inteligente, activa y sufrida; resistente al hambre y a la sed, al calor y al frío, a la humedad y al polvo; trabajador tanto como su ganado y nunca roba ni le roban. Mientras los que se tienen por mejores en este país dejan todo para mañana, excepto la quiebra, él es puntual y honrado, de temple y nervios de acero, y típico en el traje.” Todo esto y mucho más es el Parque Natural de los Alcornocales. Nos lo ha dicho la I Feria de sus productos y artesanía esta semana pasada.

Juan Leiva

viernes, 7 de octubre de 2011

I FERIA DE MUESTRAS DE PRODUCTOS Y ARTESANÍA DEL PARQUE NATURAL DE LOS ALCORNOCALES - ALCALÁ DE LOS GAZULES


















domingo, 2 de octubre de 2011

Web de la Parroquia de San Jorge - Alcalá de los Gazules

Hemos puesto en marcha una web de la parroquia:

El tiempo que hará...