martes, 25 de febrero de 2014

EL PUEBLO DE ALCALÁ Y LA VIRGEN DE LOS SANTOS - EL PESO DE LA TRADICIÓN II


Los efectos políticos y sociales de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la crisis de 1917 en España (militar, política y social) constituyeron un punto de inflexión en el régimen de la Restauración Borbónica provocando la crisis de la Monarquía.

La neutralidad en la guerra provocó una espectacular expansión de la economía que enriqueció a la burguesía industrial y financiera mientras las clases trabajadoras sufrieron un descenso de su nivel de vida a pesar del alza, con retraso, de los salarios, por la escasez y por la subida vertiginosa de los precios de los productos de primera necesidad. Más grave fue la situación en las zonas agrarias donde se acentuó la precaria situación de los campesinos, forzándolos a la emigración o a vivir en la incertidumbre y la miseria lo que provocó una gran agitación social del mundo obrero.

Alcalá de los Gazules no era ajeno a este estado de cosas, acentuadas por las disputas políticas, envueltas en el caciquismo y el pucherazo, y que provocaban continuas denuncias en las elecciones de concejales. Esta corrupta práctica política y la estructura de la propiedad de la tierra, junto con las arbitrarias fórmulas de “contratación” llevaron a los trabajadores del campo de Alcalá a una paupérrima situación económica a la que hicieron frente recurriendo a las huelgas, al socorro público, a las negociaciones con los patronos, etc. (1)

Todo ello se agravaba con la caprichosa situación meteorológica que alternaba periodos de muchas lluvias con periodos de sequías. Unas veces porque no se podía trabajar y otras porque no había trabajo, los más de 9.000 habitantes de Alcalá, la mayoría dependientes del campo, malvivían en una ciudad en la que alternaba el duro contraste de la riqueza y la pobreza.

En esa situación se encuentra un artículo publicado en El Correo de Cádiz con fecha 15 de mayo de 1917., que reproduzco literalmente:

         “Con motivo de la sequía que experimentábamos en esta ciudad, acudieron los vecinos al alcalde, pidiéndole viniese en procesión de rogativas Nuestra Amadísima Patrona, confiando en que ella como madre toda bondad para con sus hijos, conseguiría del Altísimo el remedio a la necesidad de este pueblo.
       Por tanto, reunido el Excmo. Ayuntamiento el 28 del pasado, acordó que se trajese tan veneranda imagen y siguiendo la tradicional costumbre en estos casos, se nombraron por el Municipio dos diputados que fueron D. Gonzalo Carrillo y D. José Quijada, oficiando acto seguido el señor Arcipreste dándole cuenta del acuerdo tomado y para que dicho señor a su vez nombrase otros dos diputados eclesiásticos, siendo designados los Coadjutores D. Pedro Iglesias y D. Pedro Montemayor.
       Al siguiente día los cuatro citados señores, acompañados de otros muchos recorrieron el pueblo para hacer una colecta a fin de recaudar fondos, terminada la cual acordaron en la mañana del día 30 dar una limosna a los pobres en dicho Santuario, y en la tarde del mismo día sacar procesionalmente a Nuestra Amada Patrona, para traerla a la ciudad.
       Imposible es describir el entusiasmo del pueblo al llegar la procesión al río, viéndose una compacta masa de gentes que no cesan de prorrumpir en vivas entusiastas a la Virgen de los Santos.
       Pero sobre todo merece especial mención la llegada de la procesión al puente, donde espera la veneranda efigie de Ntro. Padre Jesús, siendo aquel un momento solemne, viendo a todo un pueblo postrado en tierra en medio del campo, mientras se hacían las rogativas para conseguir el remedio a la calamidad que nos amenaza.
       Sigue la procesión hasta llegar al pueblo, aumentando más el número de personas que la sigue hasta el hermoso templo parroquial, donde hace su entrada próximamente a las nueve de la noche, entre los acordes de la Marcha real, un alegre repique de campanas y las aclamaciones de la multitud, en cuyos momentos y estando la Iglesia rebosante de personas, sube al púlpito el Sr. Arcipreste para darle la bienvenida, entonándose acto seguido la Salve.
       El día 1º de Mayo, al toque de oraciones, dio comienzo la Novena de rogativas, estando los sermones a cargo del antedicho Sr. Arcipreste, el que durante nueve noches ha explanado de un modo magistral el salmo De profundis (2)
       Y como era de esperar, Nuestra Amadísima Patrona no desatendió los ruegos de sus hijos, pues al segundo día de Novena ya las nubes anunciaban que el agua estaba próxima y en efecto, los días tercero y cuarto caía en abundancia, remediando la calamidad que afligía a nuestro pueblo.
       El domingo 13, a las doce de la mañana, con asistencia del Excmo. Ayuntamiento, tuvo lugar la solemne función de acción de gracias, celebrando la Misa el M.I. Sr. Lectoral de Ceuta don Antonio Romero Barea, ministrado por los señores Gámez e Iglesias.
       El sermón, que como los de la novena, estuvo a cargo del señor cura propio de esta parroquia don Pedro Martínez Machado, fue muy elocuente, como todos los suyos, desarrollando el tema Monstra te esse Matrem(3) y exponiendo el patrocinio que la Virgen de los Santos ejerce sobre este pueblo, que no debiera llamarse, dice el orador, Alcalá de los Gazules sino Alcalá de la Virgen de los Santos, terminando con una fervorosa súplica, que conmovió profundamente a los numerosos fieles que llenaban las naves del hermoso templo parroquial.
       Durante la Novena ha estado la parte musical a cargo de los señores D. José Cobos y D. Manuel Rodríguez, sochantre y organista de la parroquia, manifestando dichos señores su maestría en dicho arte.
       En la función de acción de gracias, por los antedichos señores y el señor Peñalver, se cantó una escogida misa que obtuvo una esmerada interpretación como igualmente un “Ave María” después del ofertorio y “O sacro convivium” (4) después de alzar, cantado por el Sr. Peñalver.
       Todas las noches viene celebrándose el mes de María, ante el altar de la Patrona, terminándose con letanía y Salve cantada.
       El día 31 (D.M.), saldrá procesional tan veneranda Imagen a las dos de la tarde para visitar el Convento de Clarisas y el Beaterio de Jesús, María y José y en la mañana del siguiente día, primero de Junio, regresará a su Santuario.
       Una vez más ha recibido este pueblo una prueba del cuidado con que vela la Virgen de los Santos por sus muy amados hijos.”


El Corresponsal
15-5-1917


Alcalá de los Gazules, en su desesperación, ante un periodo de prolongada sequía, vuelve su vista hacia el Santuario de Nuestra Señora de los Santos, implorando clemencia y ayuda.

Es la vieja costumbre, que por reiterativa, no deja de ser novedosa, sobre todo porque de ella se extraen datos de lo que ha sido el PESO DE LA TRADICIÓN en la relación del pueblo de Alcalá y la Virgen de los Santos.

Varios datos me llaman la atención

  1. Los vecinos acuden al alcalde (Manuel Ahumada Granara) pidiéndole que viniese la Virgen del pueblo. Seguramente la Hermandad, refundada en 1910 por el Padre Pedro Martínez Machado, había dejado de funcionar hacía tiempo por falta de hermanos interesados, pues dos años después de este acontecimiento, cuando el Párroco realiza el ELENCO DE 1919, no nombra a la Hermandad entre las hermandades y cofradías de Alcalá. ¿Pero por qué no se dirigen en primer lugar al Párroco?
  2. Es el Ayuntamiento de Alcalá el que acuerda traer la Virgen al pueblo y se lo comunica al Arcipreste.
  3. Como es costumbre se nombran para dicho traslado dos representantes del Ayuntamiento (don Gonzalo Carrillo Salcedo y don José Quijada Hidalgo, 2º y 3º tenientes de alcalde)  y dos de la Iglesia (Desconozco los nombre, pero supongo que serian el Párroco y otro sacerdote))
  4. Los gastos de la venida de la Virgen se sufragan con las limosnas del pueblo.
  5. El camino es la cañada de Barbate, donde en el Puente del Prado espera Nuestro Padre Jesús Nazareno.
  6. Martínez Machado en los escasos años que lleva en Alcalá ha comprendido que la devoción de este pueblo trasciende cualquier organización hasta el punto de proclamar que el pueblo debería llamarse “Alcalá de los Santos”.

Como se ve una vez más, el pueblo de Alcalá ha tenido en su Virgen un consuelo permanente y ha canalizado su devoción a la Virgen tanto a través del Ayuntamiento como de la Iglesia. Por algo será.

NOTAS

  • (1) ABC – Viernes, 26 de enero de 1.917 página 17

Crisis obrera – Cádiz 26.- Comunican de Alcalá de los Gazules que varios grupos obreros solicitaron socorro, dando motivo a que se alterase el orden público. Intervino la Guardia Civil, quedando restablecido el orden.

    La Vanguardia, 3 de febrero de 1915, página 15.
    En Alcalá de los Gazules, más de 500 obreros han pedido socorro ante su precaria situación.

La Vanguardia, 3 de febrero de 1915, página 15.
    Se ha resuelto la crisis obrera de Alcalá de los Gazules, que ha durado 40   días y a la cual ha hecho frente solamente el pueblo.

La Vanguardia, 21 de junio de 1915, Página 8.
Los obreros agrícolas de Medina Sidonia y Alcalá de los Gazules, han presentado a los patronos respectivos unas bases de trabajo para un año. En caso de no aceptarlas irán a la huelga. Los alcaldes han convocado a los patronos.


(2)             Salmo “De profundis” Aunque es un salmo penitencial es aún más un salmo de esperanza. Es una oración en la que se expresa la confianza en Dios. El salmista reconoce sus pecados y espera la rehabilitación de la misericordia divina. Confiado en su bondad el salmista implora perdón y protección para él y su pueblo.

(3)             Monstra te esse Matrem – Muéstrate Madre.

(4)     O sacro convivium – Oh banquete sagrado. Texto latino en honor del Santísimo Sacramento.


En el año 1917 se produce un incremento en la mortalidad infantil (Ismael Almagro Montes de Oca. Historia de Alcalá de los Gazules. La mortandad infantil (1916-1921)
Durante el año 1917 la Virgen vino al pueblo al menos en dos ocasiones más (Septiembre y Noviembre).




 Jaime Guerra Martínez
25 de Febrero de 2014

REUNIÓN DE ALCALAÍNOS EN MADRID















ASOCIACIÓN AMIGOS DE MINTZ - BENALUP-CASAS VIEJAS


Querido paisano, querida paisana:

Para la asociación Amigos de Mintz es un placer invitarle a las actividades que hemos organizado coincidiendo con la visita de Carla y Paul Mintz, prosiguiendo así con el objetivo de profundizar, difundir y valorar la obra de Jerome Mintz en Benalup-Casas Viejas. 



Estas actividades comenzaron en 2005, siendo 2010 cuando instauramos el galardón La Gorra de Mintz. Aquel año se otorgó a su hija Carla, en representación de la familia; en 2011 a Jesús Mañez (reconocido carnavalero, amigo y cicerone de "El Americano" para su libro Las coplas del carnaval y la sociedad gaditana); en 2012 a los miembros de las agrupaciones locales carnavalescas de 1966 Los niños llorones y Los turistas del Figuras, de cuyos repertorios se valió Jerome para el libro citado; y en 2013 a la memoria de cinco benalupenses: José Monroy, Pepe Pilar, José Rodríguez Quirós (Pepe Pareja), Andrés Candón Quirós y Francisco Estudillo Orellana, que con sus testimonios ayudaron al antropólogo americano en la escritura de Los anarquistas de Casas Viejas. A nuestro entender, el mejor y más completo libro sobre los sucesos de Casas Viejas. 

Para esta edición de 2014, hemos decidido otorgarle la Gorra de Mintz a losprotagonistas de cuatro de los seis documentales que Jerome Mintz grabó en su estancia en nuestra comarca: Juan Castillo Casillas y Petronila Moreno Barberán (La familia de Pepe)Demetrio Mateos Manchón y Antonia Montiano Vera (La familia del pastor)Pedro Montes de Oca Mateo (El dornilleroy Juan Moreno Vidal (El zapatero).

La decisión nos parece importante pues implica un homenaje a todo un colectivo que con sus testimonios ayudó a que mundos como el de la emigración exterior o interior, el del campo o el de los artesanos, no se perdieran del todo, pudiendo ser estudiados en aquellos tiempos y en la actualidad. Gracias a su colaboración hoy conocemos un mundo que de otra forma se hubiera perdido. 

Para tal ocasión, contaremos con la presencia de algunos de losprotagonistas de los documentales y sus familiares, y escucharemos y veremos extractos de audio y vídeo grabados por Mintz.   

Cerrará este acto la actuación del cuarteto infantil del Carnaval de Benalup-Casas Viejas 2014 Había una vez, que incluye una maravillosa parodia, a modo de homenaje, sobre El Americano

Al finalizar el acto, inauguraremos la exposición Lo que el Levante se llevó,con fotografías, audios y vídeos de Jerome Mintz.  

Las veinte fotografías de este año reflejan un mundo que estaba cambiando a gran velocidad, que desaparecía y que Jeorme consiguió retener para la eternidad. 

Pero las fotografías son sólo una parte de su trabajo como antropólogo. Este año la novedad de la exposición es que mostramos además fragmentos deaudios y vídeos, ofreciendo así una panorámica global de su metodología. 

Es, en definitiva, una magnífica ocasión para intuir y ver el espléndido tesoro que constituye el inmenso trabajo que Jerome Mintz desarrolló en y sobre Benalup-Casas Viejas. 

En espera de su colaboración, complicidad y compañía en este acto del sábado 1 de marzo a las 12 horas, adjuntamos invitación y cartel-programa. 

Reciba un cordial saludo.

Atentamente, la asociación Amigos de Mintz.

lunes, 24 de febrero de 2014

RECORTES DE PRENSA - ALCALÁ DE LOS GAZULES





domingo, 23 de febrero de 2014

CARTEL DE 1966


UNA VISIÓN TORPE, SIN ÁNIMO DE OFENDER A NADIE, SOBRE LA POLÉMICA DE LOS SANTOS


Sanctus, Sanctus, Sanctus, Dominus Deus, Sabaoth, Pleni sunt coeli et terra gloria tua. Hosanna in excelsis. Benedictus qui venit in nomine Domini. Hosanna in excelsis.                   
Así reza el trisagio que en el Ordinario de la misa católica, cierra el Prefacio. Sus tres primeras palabras aparecen de antiguo en la ermita de nuestra Señora de los Santos, no con el significado de aclamación y alabanza a la Santísima Trinidad, sino como una advocación de la madre de Dios.
Y ahora, cuando la más feroz de las crisis económicas azota nuestro pueblo, salta la polémica, ya que “el Cabildo de la Virgen de los Santos, por 20 votos a favor y 11 en contra, ha aprobado la entrega al Obispado del Santuario de la Virgen, la cerca, el olivar y la explanada, es decir, la propiedad que hasta entonces había ostentado la Hermandad”.
Y han empezado, los que están en contra y los que están a favor, a desarrollar una mal disimulada controversia en la que no sale vivo ni el apuntador. (Entiéndase esto como el injusto reproche que ha recibido Andrés Moreno Camacho por dar acogida en su blog a todas y cada una de las opiniones que se han pronunciado al respecto. Más parece que se quiera matar al mensajero, que rebatir el mensaje). Lo que sí puedo afirmar sin pudor es que los que están en contra jamás lo han estado de la Virgen o de la Iglesia, como algunos se empeñan en presentar. Los alcalaínos presumimos de nuestra Señora de los Santos. Muchos, muchos, la única fe que mantienen es en su Madre, su Virgen de los Santos. No se quieran ver fantasmas donde no los hay ni se azucen falsas polémicas. Estoy seguro que si se nos hubieran expuesto razones convincentes para esa entrega, mucho camino llevaríamos andado y mucha porfía inútil habría desaparecido.
Pero, hoy quiero, sin apasionamiento, -sólo con el que me da sentirme hijo de mi Madre de los Santos-, exponer también mis ideas sobre este caldeado asunto.
Creo que estaremos de acuerdo en apreciar tres particularidades en esta porfía: una de carácter cultural-religiosa, otra histórica y una última jurídica.
Tenemos la suerte de contar entre nuestros ilustres paisanos a insignes historiadores, que han tenido la curiosidad científica de indagar en las entrañas de nuestro pueblo, su historia, sus costumbres, tradiciones, leyendas y demás estudios que nos acercan al conocimiento pleno de su pasado: Jaime Guerra Martínez, los hermanos Gabriel e Ismael Almagro Montes de Oca y nuestro siempre recordado y maestro, que ya no está con nosotros, Don Fernando Toscano de Puelles.
Jaime Guerra nos dice, con buen criterio y conocimiento de causa, que “la devoción a la Virgen de los Santos trasciende cualquier tipo de organización, llámese Confraternidad, Cofradía, Hermandad… aunque hayan existido y sean necesarias para la creación, sostenimiento y desarrollo del Santuario, porque la Virgen para sí no necesita nada. Los primeros devotos acudirían a un descampado con una Cruz, una Imagen y cuatro chozas, que ni en su representación formal ni en el boato, tenían nada que ver con los de ahora. Es lo de menos.
Lo de más es que el pueblo de Alcalá hace suya de manera colectiva a la Virgen y han empleado sus esfuerzos y donativos no sólo para levantar en lo material el Santuario sino (y esto es lo más importante) considerar a su Virgen como soporte espiritual y extender por muchos sitios la devoción a la Virgen. Donde hay un alcalaíno, allí hay una Imagen de la Virgen y un corazón que suspira por venir a su pueblo y visitar el Santuario, porque venir a Alcalá-Santuario o Santuario-Alcalá es venir a su casa, porque con ese sentido de propiedad lo sentimos”.
Por tanto, a estas alturas de la historia, nadie discute la vinculación de los naturales de Alcalá de los Gazules con su Virgen de los Santos y, por ende, nadie debería discutir la de la Virgen con estos sus humildes servidores. Desde ese único punto de vista es entendible la polémica suscitada. Nos duele todo lo relativo a Nuestra Señora. Y hemos/han creído ofensivo el referido acuerdo del Cabildo.
Porque nuestra Virgen de los Santos tiene una significación especial en el corazón de todos los alcalaínos y se ha trocado en el principal nexo de unión de esa devoción mariana tan honda que se respira en Alcalá. Sin embargo, es a partir del siglo XVIII, cuando esa devoción se concreta con la construcción del Campanario, Camarín, concesión del Jubileo y la aparición de los primeros exvotos.
Y, cada año, el pueblo de Alcalá, peregrina en romería hasta su Santuario. Peregrinación que cuenta con más de trescientos años de historia y que, para entenderla, habrá que hacer unos sencillos apuntes sobre esta tradición.
Así, -y siguiendo a Almagro Montes de Oca-, “la festividad del Dulce Nombre de María se celebró por primera vez en España en 1513, pero no será hasta el 25 de noviembre 1683 cuando el Papa Inocencio XI decrete que toda la Iglesia de occidente celebre solemnemente esta fiesta para conmemorar la victoria que austriacos y polacos, al mando del rey polaco Juan III Sobieski, consiguieron sobre los turcos ese mismo año en Viena. Y, seguramente, aquí esté el origen de la romería, al hacerse eco el estamento eclesial de Alcalá de los mandatos del Papa.
Entre los diferentes mandatos que los obispos de la diócesis de Cádiz han ido dejando en los libros de visitas del Archivo Parroquial de Alcalá, se encuentran los que el Obispo Fr. Alonso de Talavera ordena en su visita el 30 de abril de 1700 y en ellos encontramos un mandato prácticamente desconocido pero bastante importante sobre la romería por varios aspectos: en primer lugar por su antigüedad, ya que, como hemos mencionado, es de 1700, o sea, 17 años después de la institución oficial del Dulce Nombre de María, por lo que estaríamos hablando de uno de los documentos más antiguos que mencionan la romería de Nuestra Señora de los Santos.
En segundo lugar, por su rango de documento “oficial”, ya que al tratarse de palabras en primera persona del obispo, no dejan margen para  que lo narrado no sea cierto.
Y en tercer lugar, y no menos importante, es por la cantidad de información que nos ofrece:
- La existencia de una cofradía que rinde culto a la virgen de los Santos en 1700.
- El carácter oficial de la fiesta, con la asistencia de los poderes eclesiásticos y civiles, exactamente igual que hoy día, asistiendo además muchos particulares.
- La celebración de una “combite esplendido” pagado por la cofradía para los asistentes que se quedan a celebrar una jornada campestre. Vemos aquí el origen de lo que hoy conocemos como “Rancho”.
Hasta 1911 no se estableció como día fijo de la fiesta el 12 de septiembre. Con anterioridad el nombre de María se llegó a celebrar en diferentes días como el 15 o el 17 de septiembre. Otros años, como en 1849 la romería se celebró el 9 de septiembre (J. C. L; “Diario puntual de Fiestas Sagradas para el año de 1849”. Madrid 1848 página 191. ).
Ya en época relativamente reciente, la romería se celebra el domingo más próximo a la festividad del Dulce Nombre de María, el 12 de septiembre.
Gracias a este documento podemos asegurar que la romería de Nuestra Señora de los Santos es tricentenaria, pues supera al menos los 312 años de existencia”.
Como particularidades históricas más importantes nos encontramos con:
-Nombramiento de Nuestra Señora de los Santos como Patrona de Alcalá de los Gazules por el Papa Pío IX en 1877.
-Nombramiento de Nuestra Señora de los Santos como “Alcaldesa de Honor”, según se desprende del acuerdo recogido en el punto 10 del Orden del Día, del pleno del Ayuntamiento de Alcalá celebrado el día 15 de febrero de 1954.
Pero existen acontecimientos históricos muy anteriores, respecto a Nuestra Señora, a su romería y a la participación, tanto del cabildo municipal, como del eclesial. Así, en 1773 el Obispo Fray Tomás del Valle interviene en una polémica entre ambos Cabildos, determinando que en la traída de la Virgen al pueblo, es indispensable el concurso de la Villa y, que los diputados de la Villa y clero, procederán en armonía bajo el Vicario.
En 1834, ante una polémica semejante, el Obispo Fray Félix María de Arriete se manifiesta de igual forma que el Obispo Fray Tomás.
Por último, y respecto a las peculiaridades jurídicas de esta polémica, he de decir que realizar un estudio y pronunciamiento jurídico sobre la propiedad del Santuario y de sus tierras afines es un poco más complicado, por la sencilla razón del desconocimiento que este humilde opinante tiene respecto a ellas.
La primera sorpresa recibida, después de suscitada la polémica, es conocer que el Pleno del Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules, de fecha 30 de enero de 2014, ha aprobado una MOCIÓN PARA LA INMATRICULACIÓN DE LA FINCA “EL RODEO DE LOS SANTOS” a nombre del Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules, para lo cual “Solicita la colaboración del organismo competente para la realización de una medición exacta y delimitación  de las propiedades que rodean el Santuario de Nuestra Señora de los Santos al día de la fecha, con expresión específica de los del Rodeo originario de los propios de este Ayuntamiento. Acuerda iniciar el expediente para la inmatriculación de los terrenos del rodeo  a favor de este Ayuntamiento, acreditándose tanto con la documentación existente en el Archivo municipal como con cuantas pruebas sean necesarias para tal fin, habida cuenta que, desde 1848 en que se enajenaron los terrenos de la Dehesa de los Santos de la que se segregaron estos del rodeo, han quedado para el uso y disfrute de cuantos acuden al Santuario. Y una vez inscritos dichos terrenos en el Registro de la Propiedad de Medina Sidonia, con expresión de su carácter originario de “Bien de Propios”, que se mantendrá como garantía de su inalienabilidad, se pondrán a disposición de la Hermandad de Nuestra Señora de los Santos para que los gestione mientras dicha entidad se mantenga al frente de los designios del Santuario”.
Este opinante ya conocía, porque así lo he leído reiteradamente en artículos y estudios de nuestros ilustres historiadores anteriormente citados, que Eloy Sánchez del Arco, a finales del siglo XIX (Monografía de Alcalá de los Gazules, 1.893) recoge que: "es de notar el patronazgo que sobre el templo (Santuario de Nuestra Señora de los Santos) ejerce el Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules teniendo en el edificio sala propia para sus cabildos, bien es cierto que se levantó en una dehesa de labor de sus propios la cual tenía de cabida: 10 fanegas de primera , 20 fanegas de segunda , 10 fanegas de tercera, 360 fanegas de pastos”.
Pero es que también tenemos conocimiento, siguiendo a Jaime Guerra, de que “el alcalde alcalaíno Don José María Espinosa y Ramos en nombre de su Majestad la Reina doña Isabel II vende, a don Fernando Villanueva Fernández, con fecha 13 de febrero de 1849 la finca en la que se encontraba enclavada las tierras que constituían el Santuario y su rodeo. Lógicamente no vende al Sr. Villanueva las tierras del Santuario, cuyos límites estaban marcados por los mojones correspondientes, aunque estuviesen enclavadas en sus tierras.
Tras la muerte de Villanueva la finca la hereda su hermana Ana Engracia (escritura otorgada en Medina ante el Notario don Miguel María Marín y Moguel el día 3 de enero de 1867). Doña Ana Engracia vende la finca a don Pedro Visglerio González según escritura de fecha 5 de junio de 1869, otorgada en Cádiz por el notario don Ramón María Pardillo Martínez. Don Pedro a su vez se la vende a don Alberto Ruiz Sentes el 6 de julio de 1886 (Escritura otorgada en Medina Sidonia ante el licenciado don Eduardo del Castillo e Infante).
Seguidamente la finca es comprada por don José María de Puelles y Centeno en virtud de escritura pública otorgada en Algeciras el 13 de julio de 1896 ante el notario don José Jiménez Prieto”.
Entendemos que en todas esas transmisiones de un bien de propios, -de las que en todas ellas se exceptuó “las tierras del Santuario”, al menos así se ha entendido siempre-, enajenado por el Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules, donde intervino en todas ellas un Notario público, se hubo de probar la legítima propiedad de las tierras que se transmitían y se hubieron de dar, en buena ley, los datos de inscripción de esa propiedad en el Registro, con objeto de que se pudiese continuar el tracto sucesivo.
Continúa Jaime Guerra diciendo, en “El deslinde del Santuario de Nuestra Señora de los Santos (Apuntes Históricos 2.012), que “esta situación de "enclavado" planteó problemas entre el Santuario y los propietarios o colonos que dirigían la propiedad. La indefinición de los linderos, el no estar cercado hacía fácil la intromisión de unos y otros. Los animales si no hay algo que los frene no entienden de propiedades, los hombres tampoco, y aunque los abusos serían mutuos es verdad que el más perjudicado es quien menos terrenos tiene, pues el daño le supone un mayor coste relativo.
La cuestión no fue fácil y hubo que ir a un largo proceso. Y no lo fue porque en un principio el Sr. Puelles asesorado por el colono (que no quería perder parte del aprovechamiento de las tierras arrendadas), solo estaba dispuesto a ceder una pequeña parcela aproximadamente la mitad de lo que señalaban los mojones antiguos que marcaban los límites del Santuario, a pesar de que por parte de la Hermandad se había intentado resolver amigablemente el asunto, sin resultado alguno. Es más, aprovechando que el terreno en cuestión no tenía titulación a favor de nadie, el dueño del cortijo colindante, desmontó y sembró parte del mismo.
La Hermandad recurrió para su defensa a los servicios del abogado de Medina don Indalecio de Coca. Tras varios encuentros el Sr. Puelles manifestó que su voluntad en absoluto era ir en contra de los intereses de la Hermandad y de la Virgen y que era conocedor de que el rodeo del Santuario nunca había sido de su propiedad y que por tanto estaba claramente dispuesto a deshacer los malentendidos que habían surgido a causa del error de los anteriores propietarios, que consideraron que la propiedad de la tierra era de ellos y así le había llegado a él al no medirse bien la propiedad. No obstante una vez llevada a cabo las medidas correspondientes, efectivamente estaba claro que la extensión de su finca más el santuario era mayor que lo que le correspondía, y en consecuencia en su finca estaba la propiedad del Santuario. Decide definir perfectamente los límites de su propiedad y los de Santuario, cuya superficie es de 12 fanegas de tierra, señaladas por una mojonera de piedra labrada. El 11 de octubre de 1916 comenzó la operación de deslinde en la que participaron don Indalecio de Coca en representación de la Iglesia y don Juan Olmedo en representación de las tierras colindantes, asistiendo el perito agrimensor y varios operarios. El 16 de noviembre de 1916, festividad de la presentación de la Virgen se concluyó la operación de deslinde de las tierras que rodean el Santuario.
En el acuerdo final se estableció permutar una fanega de tierra de la Hermandad, que había sido cercada y puesta de viña y árboles frutales por el colono del cortijo, por otra situada al otro lado de la vereda que conduce al Santuario.
Los linderos establecidos fueron:
Norte: Cortijo de los Santos
Sur y Oeste: Cañada Real del Esperón que va a Tablada
Este: Colada y vereda antigua que desde las Cobatillas, cruzando la cañada, conduce al Santuario.
            De esta manera el Sr. Puelles otorga nueva escritura de sus propiedades, desgajando de su finca las 12 fanegas del rodeo del Santuario. El documento notarial de deslinde quedó plasmado el 8 de febrero de 1917 con el título de: "Ratificación de la escritura de la finca rústica y agrupación de esta con otras colindantes en Alcalá de los Gazules", otorgada por don José María de Puelles y Centeno a favor del Santuario de Nuestra Señora de los Santos”.
De siempre hemos tenido entendido que, en toda la cara noroeste del edificio, se extiende el olivar, que ocupa una extensión aproximada de 10 fanegas de tierra. Sobre sus orígenes hay otras distintas opiniones, así  M. Ramos en su libro «Alcalá,...» mantiene un origen municipal y nos dice que “las 10 fanegas de olivar frente al Santuario, donación del ayuntamiento de 1854 de tierras de propio”.... Pero, por otro lado, en la historia de los Puelles se defiende que “la familia donó el terreno e hizo el camino”.
Arsenio Cordero, en la Revista de Apuntes históricos de 1.995, apunta que “en una conversación mantenida con D. Fernando Toscano, ejemplo viviente de constancia investigadora y científica, nos comentaba que desde su punto de vista, el olivar era “una finca de propios del Ayuntamiento de Alcalá, desamortizada hacia 1851, y que a principios de siglo pasa a José María Puelles Centeno, quien posteriormente la cederá a la Hermandad para disfrute de todas las personas que acuden al Santuario”.
Es decir, hemos pasado de que el Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules era propietario de la finca, por ser parte de “bienes de propios”, amojonada y no vendida a la primera persona a la que se hizo transmisión del resto de la finca, Fernando Villanueva Fernández, a que sea una donación del Sr. Puelles Centeno, que la cede para disfrute de las personas que acudan al Santuario.
¿Es el Ayuntamiento propietario del Santuario y finca aneja o lo es la Hermandad de Nuestra Señora de los Santos? ¿Qué dicen los Registros de la Propiedad al respecto? ¿Y los archivos municipales? No hemos de olvidar que en las transacciones referidas intervinieron Notarios públicos y hemos de suponer, con buen criterio, que esos documentos notariales tuvieron acceso al Registro de la Propiedad correspondiente. 
Y si es propiedad del Ayuntamiento, ¿es un bien de dominio público o demanial, o es un bien de dominio privado o patrimonial?
Las Administraciones Públicas, al igual que otras personas físicas y jurídicas, cuentan con una serie de bienes y derechos que conforman su patrimonio. Sin embargo, éste tiene algunas peculiaridades que se reflejan, sobre todo, en la existencia de los bienes demaniales. ¿Cuáles son sus singularidades? ¿Qué son los bienes demaniales?
Aunque la categoría aparece ya en el art. 132 de la Constitución Española, su conceptuación se halla en la Ley 32/2003, de Patrimonio de las Administraciones Públicas, norma donde se regula esta materia. En su art. 4 realiza la primera distinción entre los bienes y derechos de aquéllas; existen, así, dos grandes grupos: los bienes de dominio público o demaniales y los bienes de dominio privado o patrimoniales (cuyo régimen se aproxima a la propiedad privada).
Los bienes demaniales se caracterizan porque sirven al uso general (por ejemplo, una calle, una playa o un río) o a un servicio público (un hospital o una sede administrativa, por ejemplo). El hecho fundamental que convierte a un bien en demanial es la afectación, que consiste en destinarlo a alguna de las dos finalidades que hemos mencionado. El instrumento para llevar a cabo la afectación puede ser una ley (por ejemplo, la Ley de Minas) o un acto administrativo.
Frente a la propiedad privada y a los bienes públicos patrimoniales, los bienes demaniales son, por exigencia constitucional, inalienables, imprescriptibles e inembargables. La inalienabilidad implica que no pueden cambiar de titularidad: no pueden venderse ni comprarse, ni ser objeto de derechos reales u obligaciones. La imprescriptibilidad significa que los bienes demaniales no pueden adquirirse, como consecuencia del paso del tiempo, por usucapión. Finalmente, la inembargabilidad se traduce en la prohibición de dictar títulos ejecutivos administrativos o judiciales sobre el demanio (o, dicho de otro modo, la prohibición de embargarlo).
A día de hoy el demanio engloba la mayor parte del patrimonio de las Administraciones Públicas, si bien los bienes incluidos en esta categoría son, como hemos visto, muy diversos.
Pero en lo que respecta a los bienes objeto de esta controversia, ¿están afectos por alguna ley o acto administrativo a uso público y por tanto son inalienables, imprescriptibles e inembargables?
Sin son producto de una donación ¿esa donación es condicionada? ¿Alguien ha dictado alguna norma para declararlos de uso público? ¿Está inscrita esa donación en el Registro de la Propiedad?
Y, ¿cómo podemos afirmar, -con frecuencia lo hacemos así-, que son propiedad de la Virgen de los Santos? La Virgen carece de propiedades y de capacidad y personalidad jurídica para adquirirlas por cualquier título. He de suponer que cada vez que decimos que los bienes son de la Virgen, queremos referirnos a que son propiedad de la Hermandad de Nuestra Señora de los Santos, -que ésta sí, creo, tiene capacidad y personalidad jurídica-, que los usa y emplea para el mejor servicio de la Señora. Y si eso fuera así es lo cierto que su Cabildo, su Asamblea General, podría decidir democráticamente que se puede hacer con todos y cada uno de esos bienes, sin perder en ningún caso el destino, que no ha de ser otro, reitero, que el mejor servicio a la Señora.
Todas estas interrogantes tienen su origen en el desconocimiento. Desconocimiento que creo es común entre la mayoría de los alcalaínos, pues si tuviéramos delante de nosotros una nota simple del Registro de la Propiedad indicando a que nombre están inscritos esos bienes inmuebles nada de esta polémica se hubiera suscitado.
Estoy seguro que, como siempre, todos los alcalaínos estaremos en la misma barca, remando hacia un destino común que no puede ser otro que la mayor gloria a Nuestra Señora de los Santos.

Ese es mi deseo y mi esperanza, y ese es el único objeto de esta humilde opinión.



Francisco Jiménez Vargas-Machuca
Marbella, 22 de Febrero de 2014

viernes, 21 de febrero de 2014

LA NIÑA DE LOS GERANIOS



A  todos  los alcalaín@s   que nos
reuniremos  el  30  de  marzo en
Santa Margarita y los Monjos para
celebrar el I Encuentro.

Hoy  te  he  visto  en  la  ventana
regando  un  geranio  en  flor;
con  el  sol  en  los  cristales,
reflejando  tu  candor.

Tus  brazos  aspas  al  viento
moviéndose  con  soltura,
dibujando  sobre  el  aire
un  desplante  de  frescura.

Venus  de  Milos  con  manos
dándole  vida  a  las  flores,
que  abren  pétalos  al  sol
enseñando  sus  colores.   

De  repente  me  paré
al  sentir  tu  risa  clara,
y  alzando  la  vista  vi,
la  belleza  de  tu  cara.

  Y  en  tu  cara  esa  boquita
de  blancura  nacarada,
prometedora  de  sueños
cuando  estés  enamorada.

Dos  hermosas  esmeraldas
son  tus  ojos  soñadores;
¡ay, niña  quien  fuera  dueño
de  tus  primeros  amores!

La  calle  estaba  desierta
mientras  que  yo  te  miraba,   
  ansioso  por  contemplar
la  sonrisa  que  esperaba.

Pero  no  me  hiciste  caso. . .
me  alejé  como  un  mendigo,
y  cuando  volví  a  mirarte,
ya  habías  cerrado  el  postigo.

El  sol  se  estaba  marchando,
tiñendo  tejas  de  plata,
y  en  mi  recuerdo  perduran
tus  ojos  verdes  de  gata.

Verdes  tonos  del  Picacho,
con  lentejuelas  doradas,
bailando  sobre  las   aguas
de  la  fuente  La  Salada. . .

He  pasado  por  tu  calle
y  he  mirado  a  la  ventana,
no  hay  macetas  de  geranios
ni  está  tu  imagen  lozana.

¿Ya  no  estás  en  Alcalá?
¿te  has  ido  a  tierras  lejanas?
Espero  que  donde  estés,
tengan  flores  tus  ventanas.



Francisco  Teodoro  Sánchez  Vera
2014

lunes, 17 de febrero de 2014

II CONVIVENCIA ASOCIACIÓN JINETES DE SAN JORGE - ALCALÁ DE LOS GAZULES


EVOCACIÓN ALCALAÍNA - LA HAMBRUNA

                        
En aquellos años de la década de los 40, en Alcalá había muchos pobres. Así se explica que  llamaran a estos quince años de posguerra –de 1940 a 1955- “los años del hambre”; otros le decían la hambruna. El hambre era mala, tan mala que obligaba a muchas personas a buscar la subsistencia con acciones que estaban perseguidas por la guardia civil y consideradas como delincuencias: furtivos, esparragueros, tagarniceros y buscadores de plantas silvestres. Salían de mañana a conseguir un sueldo de conejos, de espárragos, de tagarninas, de cardos…Recuerdo tres casos que no puedo olvidar, porque los viví en mi preadolescencia, cuando quedan más grabadas las vivencias.

Era un hombre bajito, con pelos blancos, alborotados, sucios…El padre Manuel le había concedido hacer escobas en el convento de Santo Domingo, abandonado por aquellas fechas. Allí tenía el hombre las cañas, las palmas, las tomizas y los brezos para hacer los escobones y las escobas. El padre Manuel le dejaba la llave del convento y el hombre se pasaba la mañana trabajando y haciendo instrumentos para barrer. Por la tarde, los vendía por las casas y se sacaba un sueldecillo “de escoba”, para sostener a la familia. Un día pasé por allí, vi la puerta abierta y entré. El hombre, con un candelabro de la iglesia, daba golpes a las palmas para aplastarlas y hacer las cabezas de las escobas. Se lo dije al padre Manuel y, desde entonces, ya no le dejó hacer escobas en Santo Domingo. Yo no sabía qué hacer, me quedé desconcertado, con la mala conciencia de haberle quitado el único medio de ganar la comida de la familia. Aún hoy, después de más de setenta años, lo tengo ahí, en el filo del alma.

Otro caso lo viví en la puerta de mi casa de la calle la Amiga. Era un día de lluvia terrible. Un río de agua y piedras bajaban desde la Plaza Alta, arrastrando basuras y todo lo que encontraba a su paso. Mi hermano Pepe y yo jugábamos a las bolas en la casa- puerta de nuestra casa. Un chavalito bajó corriendo con una botella para comprar aceite en la tiendecilla de Vicenta Mancilla en la calle Real. Vicenta vendía aceite, queso emborrado y otros productos alimenticios alcalaínos. Al poco tiempo, el niño subía llorando desconsoladamente. Había resbalado y se le había roto la botella derramando el aceite y arrastrándolo el agua formando grandes manchas verdes. Le preguntamos por qué lloraba y nos contó lo ocurrido. No se atrevía a llegar a su casa, porque lo matarían de una paliza. Era lo único que tenían para comer aquel día, pan con aceite y azúcar. Lo subimos a casa y se lo contamos a mis padres. Mi madre le dio una botella vacía y mi padre el dinero para que llenara la botella de aceite en casa de Vicenta. Mi madre secó al niño y le puso una ropa limpia. Aquel gesto de mis padres también quedó grabado en mi conciencia para siempre.

El tercero me parece que fue en una calleja de la Cuesta de la Salá. Vivía allí una familia muy pobre, compuesta de una mujer anciana, enferma y con un hijo mayor, también enfermo. Por aquellas fechas, la mayoría de los pobres engañaban la comida con unas gachas de harina espoleada, a las que llamábamos “espoleá”. Yo era monaguillo del padre Manuel y salía con él para visitar familias pobres. Siempre, al irse,  les daba alguna limosna. Cuando llegamos, vimos un espectáculo muy triste, tercermundista. Comían gachas y se pegaban porque el hijo decía que la madre comía más que él. Cuando nos vieron, dejaron de pegarse. El padre Manuel les obligó a comer con orden, haciendo que cada uno cogiera una cucharada cada vez, pero no los dos a la vez. Les dio una limosna y les dijo que no volvieran a pelearse. Aquello también se me quedó grabado para siempre. La hambruna traía estas estampas mezquinas y encuentros miserables, por falta de alimentos, por la hambruna.


JUAN LEIVA
                                                                                                                  




El tiempo que hará...