lunes, 29 de septiembre de 2014

HACIA UN NUEVO HUMANISMO - LA DENUNCIA


De la misma manera que determinadas dolencias que se resisten a los fármacos requieren las intervenciones quirúrgicas, algunos de los males morales y sociales actuales exigen la mano experta y firme de valerosos cirujanos que, provistos de un bisturí, resanen las zonas afectadas, restituyan el vigor inicial y, si es posible, mejoren el aspecto externo de esta sociedad. A veces, la regeneración ética y la rehabilitación social no se logra si, previamente, no se extrae, aunque sea produciendo algún dolor, una parte del organismo dañado.     
Por estas razones, juzgo que sería necesario que -igual que lo acaba de hacer el Papa Francisco con obispos pedófilos o encubridores- los educadores, los creadores de opinión, los artistas, los escritores y los comunicadores -tanto los creyentes como los demás hombres de buena voluntad-, nos decidiéramos a manejar con habilidad el bisturí para extirpar esos tumores tan invasivos como son, por ejemplo, la hambruna del Tercer Mundo, las oleadas de inmigrantes, las guerras y el terrorismo del Oriente Medio, la violencia generalizada, la drogadicción homicida, el consumismo insostenible de nuestro Primer Mundo e, incluso, el demoledor cambio climático que hunde sus raíces, como ha dicho el secretario de Estado del Vaticano, ante la Asamblea de la ONU, en una injusta distribución de bienes. El cardenal Pietro Parolin no ha dudado en denunciar los alarmantes déficits de "justicia, de respeto y de equidad" que ofenden gravemente a la "dignidad humana" y cuya solución no puede reducirse a un "mero problema técnico". En la actualidad, echamos de menos las voces de los “profetas” que, dotados de valor y de tino, realicen unas intervenciones quirúrgicas que devuelvan el vigor inicial a un organismo social que se deteriora con excesiva velocidad.


José Antonio Hernández Guerrero


LA ÚLTIMA ANDALUCÍA


Alguien ha dicho que “Andalucía es un nombre tan bello como equívoco.” Cuando bajamos de Castilla y entramos en Despeñaperros, un gran indicador informa:” ANDALUCÍA”. Al viajero se le escapa  una exclamación y dice: ¡“Ya estamos  en Andalucía la Bella”! En el puzle del mapa de España, Andalucía es un trozo triangular de la piel de toro, más grande que cualquier país de Europa. Ocupa la sexta parte de la península ibérica, con cerca de cien mil kilómetros cuadrados y las ocho provincias que el ministro Burgos diseñó.

Andalucía comienza en Castilla y termina en el Estrecho de Gibraltar, donde el Atlántico y el Mediterráneo se dan un abrazo y mezclan sus aguas sin racismo de ningún tipo. Son las dos orillas, la de Europa y la de África. La primera es el mito de la cultura, de la industria, de la riqueza, de la prosperidad. La segunda es la naturaleza aún pura, gracias a los desiertos, a la riqueza del oro negro y de los minerales amarillos,  de las selvas cuajadas de vegetación y de animales salvajes en reservas para los opulentos europeos. La llave de la puerta de Europa la tiene España;  la de África, Marruecos.

Los habitantes de Andalucía se llaman andaluces, son españoles, hablan el español y se expresan en el dialecto andaluz. Pero podríamos preguntarnos: ¿De qué Andalucía hablamos? Porque Andalucía hay muchas: la Andalucía prehistórica invadida por los neandertales en Gibraltar, africanos de color que llegaron por el Sur; y los cromañones, celtíberos de piel blanca que vinieron por el Norte.  

El geógrafo andaluz, Bosque Maurel, dice que Andalucía no es una región natural, ni por su relieve, ni por su clima, ni por su vegetación. Es un puzle caprichoso, según se mire. Por tanto, se puede hablar de dos andalucías: la Occidental Baja o la Baja Bética y la Oriental Alta o Esteparia. Otros hablan de tres: la Atlántica, la Mediterránea y la Esteparia. Otros, de cuatro: la Serrana, la Campera, la Costera y la Esteparia. Como consecuencia, se distinguen cuatro tipos de andaluces: serranos, camperos, costeros y esteparios.

José Manuel de Córdoba, en su “Reflexión cristiana sobre las culturas andaluzas”, distingue otras tantas andalucías: la fenicia, la griega, la romana, la moruna, la visigoda, la barroca, la romántica, la anarquista… De ahí que haya andalucías para todos los gustos. Los catalanes nos han vilipendiado por medio de Pujol, en su obra “La inmigración, problema y esperanza de Cataluña”, llamándonos “anárquicos, sin amor al trabajo y sin concepto de arraigo.” El cardenal Pedro Segura y Sáenz no se fiaba de los andaluces y trajo clérigos de Castilla y el País Vasco para misionar la diócesis hispalense.” Los vascos nos han tachado de “país independizado frente a las  leyes y  los derechos”. Y José Ortega y Gaset nos definió como “El país del paro”.

La última Andalucía es la de la última definición. Y se la debemos a los políticos corruptos. Pero los andaluces sabemos que Andalucía es tierra de poetas, de escritores, de descubridores, de misioneros con ébola, de santos líricos y de genios. Es una región pletórica de intensa luz, cubierta de un cielo más ancho que el mar y de una alegría más sonora que una plaza de Toros. Los foráneos quedan prendados de nuestra tierra, de nuestra filosofía y de nuestra solidaridad.
                                                                                                                                       Juan Leiva   


jueves, 25 de septiembre de 2014

VENTORRILLO CARACENA - ALCALÁ DE LOS GAZULES



Un año más abre sus puertas al público el "Ventorrillo Caracena".


Es un lugar acogedor donde serás bien atendido por Paco y su familia.

Para reserva de mesa llama al 618 85 98 98.

NUEVAS FOTOS DE LA ROMERÍA 2014 AL SANTUARIO DE NTRA. SRA. LA VIRGEN DE LOS SANTOS




































































Nuestro agradecimiento a Francisco Álvarez Oliveros "Tenería", por compartir con nosotros estas magníficas fotografías.

El tiempo que hará...