La Virgen de la Soledad se traslada al Cementerio Católico de Alcalá de los Gazules, el domingo 2 de noviembre a las 16:00 horas para presidir la misa de las 17:00 horas por nuestros difuntos.
viernes, 31 de octubre de 2014
NECESITAMOS NUEVAS IDEAS QUE DEPUREN LA ATMÓSFERA
Me permito insistir una vez más en que, para
extirpar los brotes de maldad que contaminan la atmósfera de nuestra sociedad,
los educadores, los sacerdotes, los agentes de pastoral y los profesionales de
la comunicación deberíamos intervenir con mayor, claridad, rapidez y valentía.
El bisturí afilado de la palabra clara, de las denuncias valientes y de las
agudas críticas, constituye una herramienta necesaria para eliminar los tumores
malignos, para restañar las heridas sangrantes y para recomponer los miembros
dañados. Estas intervenciones quirúrgicas son necesarias y urgentes para
limpiar un ambiente contaminado de un consumismo entontecedor y de una cobardía
paralizante que favorece las malformaciones que corroen la vida de los
ciudadanos y de las familias.
Parto del supuesto de
que,
por la cantidad y por la calidad de las
ideas conocemos la valía humana de las personas: de las que carecen de ideas,
de las que poseen malas ideas y de las
que tienen buenas ideas. Pero a condición de que las buenas ideas cumplan su
función explicándolas con nuestras vidas. Las ideas y los comportamientos
coherentes son los motores de nuestro modo de estar presentes en el mundo,
depuran el aire y, cuando son claros y oportunos, facilitan la construcción de
baluartes éticos y de barreras espirituales que nos defienden de un ambiente
social que, a veces, nos resulta irrespirable. En una sociedad que se ha
acostumbrado a ver como normales la injusticia, la pobreza, la superstición, el
paro, las desigualdades, la corrupción, el atropello, la falta de veracidad y
el abuso de los medios de comunicación, ya no son suficientes las cataplasmas,
el árnica ni lo paños calientes.
José Antonio Hernández Guerrero
lunes, 27 de octubre de 2014
HACIA UN NUEVO HUMANISMO - FIDELIDAD Y COMPROMISO
La historia de la humanidad nos
muestra cómo las diferentes ideas, los diversos valores y los distintos hábitos
culturales frecuentemente generan, no sólo divisiones, sino también
enfrentamientos entre los grupos sociales, políticos y religiosos que, a veces,
están en los orígenes de cruentas guerras –siempre- fraticidas. Aún resulta más
doloroso el hecho de que estos conflictos afloren entre los miembros de unas
instituciones que, en sus credos, estatutos o programas, proponen la unión como
principio, como medio y como objetivo de sus servicios a la sociedad.
Una de las fuentes más frecuentes de
estos conflictos es la contradicción entre la estricta fidelidad a las
doctrinas, a los códigos y a los ritos originales, y la adecuada e imprescindible adaptación a las cambiantes
exigencias de los diferentes tiempos y lugares. Ejemplos ilustrativos nos
brindan en la actualidad las irreconciliables discusiones internas en el seno
de las familias, de los partidos políticos, de las instituciones sociales e,
incluso, de los organismos religiosos. En mi opinión, una de las causas de
estas hostiles divisiones es el olvido por parte de los dirigentes y de los
dirigidos de que una de las funciones más importantes de los líderes, jefes,
gobernadores y presidentes, es la de “servir” de “principio de unidad”, ese
factor humano que ha de integrar, conjugar y armonizar la diversidad de funciones,
de servicios, de carismas y de intereses. El problema de la disgregación se
agrava cuando los componentes de los diferentes grupos pretenden ser los únicos
y, no sólo excluyen a los otros, sino que, además, exigen que los líderes se
inclinen de manera descarada a una de las orillas, y que, por lo tanto,
ignoren, menosprecien o condenen a los que están al otro lado. No suelen
advertir que, cuando sólo se ve y se
actúa desde la óptica parcial, se corre el riesgo de convertir al grupo en una “secta”
monocolor olvidando que la realidad humana es plural, compleja, multicolor y
poliédrica
José Antonio Hernández Guerrero
sábado, 25 de octubre de 2014
ANÁLISIS DEL DOMINGO - EL ESPAÑOL, LENGUA VIVA
El pasado jueves, 16 de octubre
de 2014, la Real Academia de la Lengua dio a luz un nuevo Diccionario de Español, después
de un período de 13 años de la edición anterior en el 2001. Esta es la 23ª
edición del Diccionario. En ella han trabajado 22 academias de la lengua del
mundo hispano-parlante. Es, además, el Diccionario con más palabras, 98.111,
frente a las 88.431 de la edición anterior. La publicación coincide con el
tricentenario de la real Academia Española y su destino es abrirse al vasto
mundo de la lengua hispana, ampliado con casi 9.000 entradas nuevas. De ahí que,
ciertamente, podemos decir que el español está más vivo que nunca. La lengua no
la hace la Real Academia, la hace el pueblo. Los académicos dan testimonio de su
gran vitalidad.
Esa lengua - el castellano que
nació en Castilla- es nuestra lengua materna, porque es la que nos enseñan
nuestras madres desde que nacemos. La lengua nace tan estrechamente unida a la
persona que, se puede decir, que es un ser vivo; o sea: nace, crece, se
desarrolla y, a veces, muere por desuso o por el intrusismo de los vocablos de
otras lenguas. Pero seguirá viva, porque lo atestigua el pueblo, el Diccionario
y todo el mundo hispano, hablando, oyendo
y escribiendo.
En los Estados Unidos de América,
el español ocupa el segundo lugar después del inglés. Supera con mucho al
francés y al alemán en las escuelas secundarias. Las razones son domésticas,
comerciales y culturales. Las amas de casa, para entenderse con sus criadas de
lengua hispana; los empresarios, para entenderse con sus trabajadores y
clientes y los jóvenes estudiantes, para utilizar la lengua de Cervantes. Hay
otras razones estéticas, como son la belleza y facilidad del español por ser una
lengua vocálica derivada del latín. Y otra más, por el placer de leer las
bellísimas obras que han dado a luz nuestros poetas, narradores, dramaturgos y
ensayistas.
Más de 500 millones de hablantes
se expresan en español, de manera que nuestra lengua se ha situado en el
segundo lugar de las lenguas que se hablan en nuestro planeta, y por ser el
segundo idioma de comunicación internacional de las redes sociales e
informáticas. El español aumenta en el mundo, mientras el chino y el inglés
descienden. En el año 2050, Estados Unidos será el primer país hispano-hablante
del mundo, con unos veinte millones de alumnos que estudiarán el español como
segunda lengua. Los idiomas más estudiados en todo el mundo, serán los siguientes
por este orden: inglés, francés, español y alemán.
José María Carrascal –decía el
pasado sábado-, que “el mayor desafío del español es su universalidad; es
decir, haber hecho a las Academias Hispanoamericanas partícipes activas en esta última
edición del diccionario. Pero es, al mismo tiempo, uno de sus mayores logros: porque demuestra que el español no es una
propiedad de los españoles, pues ni siquiera somos ya los que más lo hablan por
países; y porque sólo así podrá ganar fuerza, al tiempo que se evita su
fragmentación en lenguas nacionales como le ocurrió al latín.” Añade Carrascal
que Estados Unidos significa para el español una oportunidad tan grande como un
riesgo. Con más de 50 millones de hispano-parlantes, se ha convertido, después
de México, en el segundo país en el que más se habla, a pesar de las otras tres
lenguas.
Juan Leiva