martes, 29 de enero de 2008

LA FÁBRICA DE LA LUZ - ALCALÁ DE LOS GAZULES

1.- El contexto: Alcalá de los Gazules y las iniciativas electrificadoras a principios del siglo XX.

-A principios del siglo XX, Alcalá, con aproximadamente 10.000 habitantes, tenía una base económica sustentada en la ganadería, en la explotación de los montes y, muy particularmente, en la producción de carbón.

-Contaba con algunos servicios de los que hacen ciudad: agua corriente desde 1877; telégrafo desde 1892 y se estaba construyendo una carretera para comunicarlo con Medina Sidonia.

-Como la mayoría de las ciudades de la provincia anhelaba contar con las ventajas de la luz eléctrica.

-Sin embargo, ni el suministro de energía a los domicilios particulares ni al Ayuntamiento para el alumbrado público constituían la razón de ser de las eléctricas locales.

-El fin de aquellas era producir energía para atender otras actividades industriales impulsadas por el mismo propietario, generalmente molinos de aceite o harina como en el caso alcalaíno, si bien luego vendían la energía sobrante tanto a otros industriales de la población como a los abonados particulares y al Ayuntamiento.

-Ante la escasez de recursos, -técnicos y económicos-, de los emprendedores de las iniciativas electrificadoras andaluzas, las ciudades de entre 5.000 y 10.000 habitantes se convertirían en objetivo prioritario tanto porque no era necesario invertir grandes capitales como porque una buena parte de la inversión se podría rentabilizar rápidamente con el abastecimiento del alumbrado público

2.- La Fundación de la Empresa


-El 31 de Octubre de 1906, Manuel Nuche Dolarea, dirige escrito al Ayuntamiento alcalaíno para exponerle su intención y solicitar el apoyo municipal para una iniciativa que entendía reportaría al pueblo tanto ventajas de imagen como un buen número de puestos de trabajo.

-En contrapartida, el Consistorio debía comprometerse a cederles, a perpetuidad, un solar donde edificar las instalaciones necesarias; a no imponerles ningún tipo de arbitrio y a contratarles, por un período de 30 años, el alumbrado público de la ciudad que se compondría de 100 bombillas distribuidas por el pueblo y algunos focos en el Paseo.

-Apenas un año después, el 2 de Enero de 1908, la “Fabrica de Electricidad y Molino Harinero de Manuel Nuche y Compañía” estaban completamente terminadas, equipadas y dispuestas para el acto de inauguración de una empresa que, a tenor de lo reseñado por la prensa provincial debió constituir tanto un importante acto social como una inquietante novedad para los alcalaínos.

-Las vetustas instalaciones, construidas en apenas un año, por las cuadrillas de albañiles de Francisco Valle y los carpinteros de Carlos Barroso, bajo la dirección de Jerónimo de la Corte, constituían un edificio en u con una sola planta en las dos alas laterales y dos alturas en la zona central, rematadas todas por cubierta de tejas a dos aguas.

-Funcionalmente, la fábrica de electricidad se ubicaba en el ala izquierda y el molino harinero en la derecha, al tiempo que la zona central quedaba como espacio para el cuadro de distribución, las dependencias administrativas y la vivienda del administrador, mientras que, en la parte trasera, existía un patio que funcionaba tanto de lugar de acopio para el material combustible de la fábrica de electricidad como de punto de carga y descarga del trigo y la harina del molino maquilero.

-Instalaciones en las que, bajo la dirección del perito gaditano Antonio Costa, se había instalado la más moderna maquinaria existente en aquel momento para permitir tanto que las calles y las viviendas alcalaínas estuviesen mejor iluminadas que con el carburo y los quinqués como para producir harina en todas las épocas del año y generar puestos de trabajo a los recolectores del brezo en las épocas de paro.

-¿Quienes eran “Manuel Nuche y Compañía”?. La respuesta es bien sencilla, bajo dicha denominación mercantil se escondían los industriales gaditanos Manuel Nuche, José Iraola y hermanos de ascendencia alcalaína José, Juan y Antonio Serrano de la Jara que en propiedad era el impulsor de la iniciativa y el llamado a estar al frente de la misma.


3.- La generalización de la luz eléctrica y los primeros problemas con el Ayuntamiento.

-Poco a poco, a fin de contar con una “luz más alegre” en sus domicilios, los vecinos de Alcalá empezaron a contratar“ a tanto alzado” , con la eléctrica lámparas de 5, 10 o 16 vatios, que se pagaban diariamente a los “cobradores” y, al mismo tiempo “ojos” de aquella, que debían velar para que no se produjesen fraudes por parte de los abonados.

-Unos abonados que, pese a lo barato del servicio, no crecían con la progresión prevista por los promotores de la empresa, de modo que el suministro eléctrico sólo se defendía con la facturación por alumbrado público al Ayuntamiento.

-Un Ayuntamiento que, a instancias del Alcalde Ahumada, a principios de 1913, pese a lo acordado en 1906, iniciaría una campaña de persecución a la eléctrica mediante la imposición de multas y dejando de abonarles el fluido eléctrico, tratando de conseguir que fuese la propia eléctrica la que presentase escrito solicitando la rescisión del contrato.

-Es cierto que el Alcalde no se equivocó en la estrategia porque en Julio de aquel mismo año, Manuel Nuche y Compañía le presentaban escrito solicitando rescindir el contrato; pero si se equivocaría en su planificación porque al condicionar el Ayuntamiento la efectividad de la rescisión a tener construida la nueva central que pretendían sustituyese a aquella, propiciaron que Nuche y compañía, convencidos ya de que el proyecto del Alcalde se basaba en deseos de “venganza personales” diesen marcha atrás y se dedicasen a esperar que, ante “inmoralidades escandalosas” como las de aquel Ayuntamiento, las Autoridades Provinciales actuasen al respecto.

-Mientras tanto y, entendido como una medida de presión, acordaron suprimir el alumbrado público a partir del día 27 de Septiembre de dicho año 1913, no sin antes informar a los vecinos del porque de la medida y como las pretensiones del Alcalde, con números en la mano, podrían costar al Ayuntamiento y, consiguientemente, al pueblo, anualmente 2.500 pesetas más de lo que cobra la eléctrica “Nuestra Señora de los Santos” y ello, sin contar las 30.000 a 40.000 pesetas que podría costar la instalación de la referida central y las 12.000 o 15.000 pesetas que supondría cablear, de nuevo, toda la población.


-Afortunadamente, como era de suponer, la intervención de las autoridades provinciales, terminaría por imponer el sentido común entre los munícipes y la eléctrica, sin la injerencia de aquellos, podría seguir prestando su servicio de alumbrado público a la ciudad y de suministro a los vecinos que iban dándose de alta en el suministro de energía eléctrica.


4.- Las necesidades de ampliación en 1926.

-En el año 1926, coincidiendo con un incremento de la demanda, el primitivo motor de gas pobre quedaba inutilizado, por lo que para reflotar la empresa, se hacía necesaria una fuerte inversión que no todos los socios estaban dispuestos a asumir.

- Antonio Serrano, que por su condición de Administrador era el que estaba en el día a día de aquella, decide aprovechar la oportunidad tanto para adquirir las diferentes participaciones de sus hasta entonces socios y hacerse con la titularidad de la misma como para afrontar, en su condición de propietario único, las nuevas y cuantiosas inversiones que, progresivamente, vendrían a mejorar aquella industria.

-La primera de ellas, afrontada en el mismo año 1926, sería la sustitución del motor de gas pobre por otro de combustión, de Gasoil, de la marca Otto Deutz, que con 50 Hp de potencia permitía, entre otras mejoras, prolongar el alumbrado público hasta la salida del sol.

-Con esta innovación, la “Fábrica de la Luz” pasaba a convertirse en una Central Térmica en la que un motor, accionado por correas, hacia funcionar una dinamo que, conectada al primitivo cuadro central, distribuía la electricidad por todo el casco urbano.

-Pero la capacidad de esta central quedaría mermada muy pronto y desde 1932 habría necesidad de un segundo motor que, sin embargo, no entraría en funcionamiento hasta 1934 si bien sus beneficios serian sólo momentáneos, toda vez que tras los graves problemas de abastecimiento de carburante originados por la guerra civil de 1936 primero y por la conflagración mundial a partir de 1941 después, las horas en que la eléctrica podía prestar servicios quedaron reducidas al mínimo sin que se le aumentase la cuota de gasoil ni con la intervención de Alcalde ni con las peticiones de la empresa ante el Gobernador Civil.



5.- La conexión con Medina, el suministro de energía hidroeléctrica y la conversión en empresa revendedora de energía.


-En esas circunstancias, antes de ir a la bancarrota, Antonio Serrano trataría de modernizar, por segunda vez, su industria pasando de ser fabricante de electricidad a convertirse en revendedor toda vez que pretendía introducir en la Ciudad la corriente hidroeléctrica que ya se estaba suministrando en Medina Sidonia, Paterna y otros pueblos vecinos.

-Así pretendía tender una línea que, partiendo desde el centro de transformación de Medina, llegase hasta su antigua fábrica de electricidad, que se convertiría ahora en mero centro de transformación y central de reserva.

-Para ello Serrano debería vencer numerosos obstáculos, políticos y técnicos, que se resolverían, finalmente, a principios de los años 40 cuando consiguió tanto los permisos como el material necesarios para tender una línea de 100 kw a 15.000 voltios que entraría en uso en 1947.

-Lógicamente, para afrontar tan importantes inversiones, Antonio Serrano debió acometer también cambios en la estructura empresarial de la eléctrica y por ello, desde Julio de 1945, se convertiría en una Sociedad Regular Colectiva que perdurará hasta finales de los años ochenta en que adquiriría el formato de Sociedad Anónima que hoy tiene.

-Con todo, pese a las expectativas que se habían depositado en la nueva línea eléctrica, el problema no acabaría de resolverse y diez años más tarde se reiteraban los cortes en el suministro, dando origen, en 1961, a una serie de quejas de empresarios y munícipes locales que, sin embargo, no eran imputables a la eléctrica local sino a Sevillana de electricidad y que se resolverían, tras la intervención del Gobernador Civil, obligando a aquella a acometer una serie de reformas en su centro de Medina que derivarían en la construcción de una nueva subestación que, sin embargo, no estaría operativa hasta Junio de 1964.

-En ese momento, una vez garantizado el abastecimiento, con el objetivo de mejorar el servicio que prestaba a sus abonados, la Eléctrica local trataría de disminuir las averías mediante la sustitución de los ya viejos postes de madera por otros de celosía de hierro que les ocasionasen menos problemas durante los inviernos




6.- La tentativa fallida, en 1950, de municipalizar la Fábrica de Electricidad y Panadería.

-En 1950, tras el fallecimiento de Antonio Serrano de la Jara, sus herederos no tenían intención de hacerse cargo ni de la eléctrica ni de la panadería y se la ofrecen en venta al Ayuntamiento.

-El Ayuntamiento acoge favorablemente la propuesta de municipalización del servicio entendiendo que es la fórmula para “...normalizar el suministro introduciendo las mejoras que sean necesarias para dotar al pueblo de Alcalá de los Gazules de un servicio que cubra las necesidades presentes y futuras… “máxime cuando según los munícipes la carencia de potencia eléctrica, en aquel momento, impedía la creación de tres fábricas: una de ladrillos, otra de curtido de pieles y una tercera de preparación de corchos.

-Instruidos los expedientes oportunos, el pleno de 23 de Diciembre de 1950 acuerda la municipalización de la eléctrica, abonando por ella el precio 1.400.000 pesetas que habían pactado con la propiedad. Cantidad que se abonaría con cargo a un préstamo solicitado al Banco de Crédito Local.

-Un préstamo que pretendían sufragar con los propios beneficios que generaría la venta de energía eléctrica, pues entendían se podían obtener unos beneficios brutos de 80.000 pesetas cuando las cuotas anuales del préstamo sólo ascendían a 60.000.

-Pero en el BCL las cosas se verían de otra forma, máxime después de analizar las cuentas municipales de los cinco años precedentes, por lo que en Julio de 1951 le denegaron el préstamo, no sin antes aconsejar a la Corporación que era “…conveniente dediquen su preferente atención a mejorar los resultados de la gestión económica municipal …”.

-Ante tan duro mazazo para las pretensiones monopolizadoras del Ayuntamiento, los herederos de Antonio Serrano de la Jara deberían plantearse otras propuestas, que finalmente cristalizarán en la venta a dos de los hermanos: Francisco y Josefa Serrano Espinosa, situación que perduraría hasta el fallecimiento de Josefa y de su esposo, Antonio Moreno Gallego, en que la empresa pasó a ser de la titularidad exclusiva de Francisco Serrano.



7.- .- La modernización de la eléctrica.

-Entre 1968 y 1973, utilizando el mismo trazado que tenía la vieja línea de palos de madera, se estableció una nueva con mayor sección en el cableado y apoyada en postes de hierro, lo cual supondría una importante mejora en el servicio

-A partir de ahí, el siguiente objetivo de la empresa se centraría en la sustitución del conjunto de redes de distribución dentro del municipio, organizadas a partir de un centro de transformación principal que seguirá ubicado en la antigua fábrica de la luz y otros secundarios dispuestos por las diferentes zonas del pueblo.

-Unos centros de transformación que permitirían, a principios de la década de los ochenta, que el programa de “Electrificación Rural” pudiese llegar a zonas como el Pozo Abajo, Patrite, los Santos, Cañada de Maina el Puerto de la Parada y que, más recientemente se estableciese una línea, promovida por los propios interesados, que llevaría el fluido electrico hasta el extremo sur del término alcalaíno en la finca el Corzo, después de abastecer al Polígono de la Palmosa y a un buen número de fincas situadas en las proximidades de la antigua carretera de Algeciras.

-Con todo, a mediados la década de los ochenta, pese al importante incremento de abonados y el creciente aumento del consumo experimentado en Alcalá, aún cuando tenía líneas y equipos suficientes para garantizar el abastecimiento, la preocupación de Francisco Serrano estribaba en la búsqueda de una segunda conexión a las redes de su suministradora,, que procedente de una subestación distinta a la de Medina, propiciase que Alcalá tuviese asegurase el suministro por dicha segunda línea cuando en la otra hubiese algún tipo de averías.

-En 1988 se alcanzaría acuerdo con Sevillana por el que la eléctrica alcalaína tendría una conexión con la subestación de Vejer de la Frontera a través de una línea que montaría entre Benalup-Casas Viejas y Alcalá, pero, en contrapartida, la explotación de dicha línea correspondería a Sevillana de electricidad que de esta manera se introducía en el término municipal de Alcalá

-De cualquier forma, la puesta en funcionamiento de esta segunda línea necesitaría de un nuevo centro de transformación en el que ubicar un intercambiador que propiciase que, al saltar una línea, entrase en uso la otra en una cadencia de 30 segundos de modo que Alcalá se convirtió en el único municipio de la provincia de Cádiz con el suministro eléctrico garantizado por dos líneas con fuente de abastecimiento distintas.

-Poco tiempo después, a principio de los años noventa, fallecía Francisco Serrano Espinosa y la empresa pasaba a manos de sus sobrinos Antonio, José y María Josefa Moreno Serrano y, apenas una década después, a los hijos de estos, cuarta generación de la familia Serrano que la regentan actualmente.

8.-El capital humano: cien años de trabajadores de la eléctrica



-Desgraciadamente no disponemos de los registros de personal de los primeros 30 años de la empresa y, por tanto, desconocemos las personas que prestaron sus servicios en ellos.

- Nos consta que la puesta en marcha del primitivo motor de gas pobre, la instalación de los equipos complementarios y el tendido del cableado se realizó bajo la dirección del perito gaditano Antonio Costa, seguramente por personal especializado venido de fuera, pero luego debió contarse, al menos, con un encargado de máquinas, un engrasador y un peón que serían los responsables de mantener operativo y poner en funcionamiento diariamente el motor, así como con la participación de un oficial electricista que se encargaría tanto del mantenimiento de las líneas como de realizar las correspondientes altas y bajas de abonados y, junto a ellos, debería contarse con un administrativo que llevase todo lo relativo a contabilidad como un cobrador que recaudase, diariamente, el importe “ a tanto alzado” que satisfacían los abonados por cada bombilla.

- Desde la puesta en marcha de los Registros de Personal han sido 75 las personas que han tenido una vinculación contractual con la empresa así, los primeros de los que tenemos constancia son Eloy Cerejido como encargado de máquinas; José Pérez Sánchez como engrasador; Juan Fernández Díaz y Alfonso Moreno Puerto de peones y Juan Muriel Guerra como Oficial electricista al tiempo que suponemos que las tareas administrativas eran compartidas por Antonio Serrano de la Jara y Antonio Moreno.

-Respecto de los cobradores, el primero del que tenemos constancia documentada es Francisco Guerra Jobacho al que seguirían en el desempeño de dicha labor, durante muchos años Felix Vázquez Alonso y Diego Puerto Gallego

-Una vez se produjo la conexión con la red de “Sevillana”, la plantilla pasará a estar integrada por 3 electricistas, uno de los cuales se dedicaría básicamente al mantenimiento de los centros de transformación y las instalaciones, tarea desarrollada por mi padre hasta su fallecimiento y en la que sustituyó a Francisco Puerto que a su vez lo había hecho a Eloy Cerejido, mientras los otros dos electricistas compatibilizaban sus trabajos con el cobro de recibos, situación que persistirá hasta bien entrados los años 90 en que dejarían de cobrarse los recibos a domicilio y la empresa se quedó sólo con dos electricistas: Andrés Barrios y mi hermano Manuel Almagro.



-Si nos centramos en la parte administrativa habremos de reseñar que, durante la segunda mitad del siglo XX estuvo atendida básicamente por dos personas: Luís Blanco Benítez y Luis Fernández Gallego a quienes sucederían Mónica Moreno, Moisés Rodríguez, Juan Portillo, Milagros Puerta y Antonio Arjona.


-En lo tocante a la labor Gerencial, según hemos anticipado, aquella fue desempeñada por Antonio Serrano de la Jara desde la creación de la empresa hasta su fallecimiento, siendo sustituido por su yerno Antonio Moreno Gallego primero y por su hijo Francisco Serrano Espinosa después quién cedería el testigo a Luís Blanco Benítez y este, a su vez, a Mónica Moreno Sanjuán que sería reemplazada por Juan Portillo y se mantendría en el cargo hasta Diciembre de 2007 en que dicho cometido ha sido asumido por un tataranieto del fundador: José Alfonso Perales Moreno, quinta generación de la misma familia que, un siglo después, pese a los cambios experimentados en el sector eléctrico en ese largo tiempo y a la tendencia a la concentración de las suministradoras locales en manos de las grandes multinacionales, continua al frente de una empresa centenaria que se mantiene vigorosamente joven y dinámica, con importantes retos de futuro, movida por la misma filosofía que la inspiró aquel lejano día de 1908 en que empezó a funcionar: ofrecer el mejor servicio posible a Alcalá de los Gazules






Gabriel Almagro Montes de Oca
Instituto Sainz de Andino
Medalla de Oro de la Ciudad a: Eléctrica Nuestra Señora de los Santos
Miércoles, 9 de enero de 2008

El tiempo que hará...