
¡Cuántas veces, cuando llegaban estas fechas, le preguntaba a mi madre ¿que cómo sabían los Reyes Magos donde vivíamos?¡ Sus respuestas siempre fueron muy ingeniosas.
Hasta que creí en ellos me fascinaba que unos personajes tan importantes vinieran a mi casa, una vez al año, a traernos unos regalos; y desde tan lejos...
Me produjo un pequeño trauma saber, con diez años ya, que los Reyes Magos eran mis padres.
Así que con 10 años perdí esa ilusión y me convertí en el paje de mis nuevos Reyes Magos. Estos trabajaban trescientos sesenta días al año, 24 horas diarias, ¡eso sí que era mágico! y con un único reino, el de su casa, pero con cuatro príncipes y una princesa.
¿Que qué me traían los Reyes Magos? sólo me acuerdo de una escopeta con un tapón de corcho atado a una cuerdecita que impedía que el tiro llegara a más de veinte centímetros...
Juan Romero Huerta
8 de Enero de 2010
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