29.- Carnavales en Alcalá
Los Carnavales gaditanos se habían configurado ya, tal como los conocemos hoy, desde el año 1827. Se sucedieron incluso durante la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Cuando el cronista nació, en 1932, los carnavales habían vuelto a tener vigencia abierta con la República. Existían ya algunas agrupaciones que originaban letras y música sobre los acontecimientos económicos, políticos y sociales de Alcalá. Hasta el estallido de la guerra civil, en 1936, se celebraron los carnavales sin interrupción. En Alcalá hay un dato fidedigno, ese mismo año salió la comparsa de “Los Abanderados”, que estaba dirigida por Juan Torres Sánchez, padre de Paco Peneca.
El cronista tiene una idea muy vaga del Carnaval de Alcalá, porque cuando lo prohibieron, sólo tenía cuatro o cinco años. Recuerda algunas letrillas que les cantaba su padre de las murgas y agrupaciones de San Fernando. Allí vivía el tío Pepe, hermano de su padre. Tuvo varios hijos e hijas: Jacinta, Cristóbal, Domingo, Catana y no sabe si alguno más. Se apellidaban Leiva Roa. Creo que han muerto casi todos, pero quedan sus hijos, nietos del tío Pepe. Le invitaba cada año a que fuera a pasar un día de carnaval en la Isla de León, porque a su padre le encantaba oír las agrupaciones del Carnaval.
Sin embargo, desde la imposición del régimen de Franco, se suspendieron los carnavales y se quisieron suplir con el nombre de “Fiestas Típicas Gaditanas”. Aquellos eran unos carnavales “lights”, “sin chicha ni limoná.” Los gaditanos no aceptaron aquel cambio, porque existía una censura que no dejaba a los grupos ejercer la libertad de expresión. No obstante, clandestinamente, entonaban sus tanguillos y coplas cargados de ironía literaria y melodías carnavalescas.
En Alcalá, desde 1960, comenzaron a aparecer nuevos grupos: “Los Piratas”, “Los Moros de Agadir” (Vicente el Churrero), “Los Traperos” (Miguel Coronado de la Cruz), “Los Pistoleros del Oeste (Paco Peneca), “Los Cabreros” (Pipo), “Las Mozas de Servicio” (Eugenio Andrade), “Los Piperos” (Alfonso Rojas) y “Los Apaches” (Luis Pizarro Medina) y otros. Estas comparsas y chirigotas ya actuaban con los rasgos carnavalescos originales, aunque ellos mismo se encargaban de cuidar sus letras.
En 1980, ya en plena democracia, los carnavales recobraron su genuino hálito y surgieron coros, comparsas y chirigotas en todos los pueblos gaditanos. Alcalá se incorporó también a la celebración carnavalesca, con una chirigota llamada “Los Legionarios” y actuaron en el Cine Andalucía. Para ilustrarlo, vinieron de Cádiz la comparsa “Los Segadores” y un cuarteto, que hicieron las delicias del público.
En 1981, se distinguieron en Cádiz “Los Esparragueros” de Alcalá, consiguiendo el 4º Premio Provincial. Era una chirigota con letra, música y afinación de Juan Sánchez Suárez, y dirección de Domingo Ruiz Ruiz. Con este grupo, Alcalá lograba nominarse entre los destacados, meta difícil de conseguir en Cádiz.
Hay que anotar, también, que el primer concurso de Carnaval celebrado en Alcalá fue en el Instituto Sáinz de Andino. El primer premio lo consiguió la chirigota “Los Nenes Caca”, cuyos componentes eran de “Cristo Vive”, integrado por Antonio Manuel Corbacho Vera, Arsenio Cordero Domínguez, Juan Jesús García Córdoba, Aurelio Sotomayor Lozano, Antonio Moreno Grimaldi, José Pedrosa León, Moisés Rodríguez González, Manuel Rodríguez García, Jesús Mansilla Romero, Francisco Cumbre Martínez, José de la Cruz Ligero, Mariano Benítez Pérez y Gabriel Almagro Montes de Oca, aunque no está en la foto.
Así decía un pasodoble.
A este bonito pueblo va mi piropo
Y se lo canto sencillamente por que lo quiero.
Soy andaluz sobre todo
Y es Alcalá lo más bonito del mundo entero.
Lo llevo tan adentro de mis entrañas
Que a mi me duele cuando lo intentan insultar
Diciendo que somos brujos
Y si lo somos, somos gaditanos sin ocultar.
Yo por eso no me apuro,
Porque yo se que en mi pueblo
Nadie piensa de esa forma
Y si alguien lo pensara
Que venga a hablar con nosotros
Que le haremos una reforma.
Desde hace poco tendremos piscina
Y en verano nos podemos refrescar
Pero el que quiere remojarse la gorrina
No tiene más remedio que al “PRAO” bajar.
En la actualidad, el cronista ha podido ver, en los Apuntes históricos de Alcalá, el pregón lírico del Carnaval del 2008, a cargo de Jesús Monje, por lo que pudo comprobar que la fiesta seguía escalando cotas más altas. En el 2009, aparece una agrupación llamada “Si lo sepo no lo meto”. Y, en el Diario de Cádiz, he podido leer la intervención de la comparsa de Alcalá, llamada “Los últimos”, y de la que el periódico dice: “Bonito título el de estos comparsistas de Alcalá de los Gazules, que traen hasta las tablas del Falla el espíritu de los bosques. Le ponen mucha voluntad, aunque le fallan las voces, poco conjuntadas. El público responde con silencio a sus coplas”. Bueno, una crítica cortés y discreta.
Hay que recordar que el Carnaval prendió en Alcalá, como en toda la provincia de Cádiz, muy pronto. En España, el momento de apogeo de los carnavales fue el siglo XIX: en Madrid se hace el entierro de la sardina y, en Barcelona, el entierro del Carnaval. Cádiz y Santa Cruz de Tenerife, sin embargo, son los carnavales españoles de mayor tradición. Es un invento folklórico e ingenioso, para liberar a los pueblos de las presiones que impone la vida laboral, las responsabilidades familiares, la economía, la política e incluso la religión. Lo más sorprendente es que, tras las máscaras y los disfraces, no se esconden recelos, venganzas ni delincuencia. Cuando eso sucede, se debe a visitantes extraños. En Cádiz y su provincia, sólo se camuflan el humor, la chispa y la ironía.
JUAN LEIVA
Los Carnavales gaditanos se habían configurado ya, tal como los conocemos hoy, desde el año 1827. Se sucedieron incluso durante la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Cuando el cronista nació, en 1932, los carnavales habían vuelto a tener vigencia abierta con la República. Existían ya algunas agrupaciones que originaban letras y música sobre los acontecimientos económicos, políticos y sociales de Alcalá. Hasta el estallido de la guerra civil, en 1936, se celebraron los carnavales sin interrupción. En Alcalá hay un dato fidedigno, ese mismo año salió la comparsa de “Los Abanderados”, que estaba dirigida por Juan Torres Sánchez, padre de Paco Peneca.
El cronista tiene una idea muy vaga del Carnaval de Alcalá, porque cuando lo prohibieron, sólo tenía cuatro o cinco años. Recuerda algunas letrillas que les cantaba su padre de las murgas y agrupaciones de San Fernando. Allí vivía el tío Pepe, hermano de su padre. Tuvo varios hijos e hijas: Jacinta, Cristóbal, Domingo, Catana y no sabe si alguno más. Se apellidaban Leiva Roa. Creo que han muerto casi todos, pero quedan sus hijos, nietos del tío Pepe. Le invitaba cada año a que fuera a pasar un día de carnaval en la Isla de León, porque a su padre le encantaba oír las agrupaciones del Carnaval.
Sin embargo, desde la imposición del régimen de Franco, se suspendieron los carnavales y se quisieron suplir con el nombre de “Fiestas Típicas Gaditanas”. Aquellos eran unos carnavales “lights”, “sin chicha ni limoná.” Los gaditanos no aceptaron aquel cambio, porque existía una censura que no dejaba a los grupos ejercer la libertad de expresión. No obstante, clandestinamente, entonaban sus tanguillos y coplas cargados de ironía literaria y melodías carnavalescas.
En Alcalá, desde 1960, comenzaron a aparecer nuevos grupos: “Los Piratas”, “Los Moros de Agadir” (Vicente el Churrero), “Los Traperos” (Miguel Coronado de la Cruz), “Los Pistoleros del Oeste (Paco Peneca), “Los Cabreros” (Pipo), “Las Mozas de Servicio” (Eugenio Andrade), “Los Piperos” (Alfonso Rojas) y “Los Apaches” (Luis Pizarro Medina) y otros. Estas comparsas y chirigotas ya actuaban con los rasgos carnavalescos originales, aunque ellos mismo se encargaban de cuidar sus letras.
En 1980, ya en plena democracia, los carnavales recobraron su genuino hálito y surgieron coros, comparsas y chirigotas en todos los pueblos gaditanos. Alcalá se incorporó también a la celebración carnavalesca, con una chirigota llamada “Los Legionarios” y actuaron en el Cine Andalucía. Para ilustrarlo, vinieron de Cádiz la comparsa “Los Segadores” y un cuarteto, que hicieron las delicias del público.
En 1981, se distinguieron en Cádiz “Los Esparragueros” de Alcalá, consiguiendo el 4º Premio Provincial. Era una chirigota con letra, música y afinación de Juan Sánchez Suárez, y dirección de Domingo Ruiz Ruiz. Con este grupo, Alcalá lograba nominarse entre los destacados, meta difícil de conseguir en Cádiz.
Hay que anotar, también, que el primer concurso de Carnaval celebrado en Alcalá fue en el Instituto Sáinz de Andino. El primer premio lo consiguió la chirigota “Los Nenes Caca”, cuyos componentes eran de “Cristo Vive”, integrado por Antonio Manuel Corbacho Vera, Arsenio Cordero Domínguez, Juan Jesús García Córdoba, Aurelio Sotomayor Lozano, Antonio Moreno Grimaldi, José Pedrosa León, Moisés Rodríguez González, Manuel Rodríguez García, Jesús Mansilla Romero, Francisco Cumbre Martínez, José de la Cruz Ligero, Mariano Benítez Pérez y Gabriel Almagro Montes de Oca, aunque no está en la foto.
Así decía un pasodoble.
A este bonito pueblo va mi piropo
Y se lo canto sencillamente por que lo quiero.
Soy andaluz sobre todo
Y es Alcalá lo más bonito del mundo entero.
Lo llevo tan adentro de mis entrañas
Que a mi me duele cuando lo intentan insultar
Diciendo que somos brujos
Y si lo somos, somos gaditanos sin ocultar.
Yo por eso no me apuro,
Porque yo se que en mi pueblo
Nadie piensa de esa forma
Y si alguien lo pensara
Que venga a hablar con nosotros
Que le haremos una reforma.
Desde hace poco tendremos piscina
Y en verano nos podemos refrescar
Pero el que quiere remojarse la gorrina
No tiene más remedio que al “PRAO” bajar.
En la actualidad, el cronista ha podido ver, en los Apuntes históricos de Alcalá, el pregón lírico del Carnaval del 2008, a cargo de Jesús Monje, por lo que pudo comprobar que la fiesta seguía escalando cotas más altas. En el 2009, aparece una agrupación llamada “Si lo sepo no lo meto”. Y, en el Diario de Cádiz, he podido leer la intervención de la comparsa de Alcalá, llamada “Los últimos”, y de la que el periódico dice: “Bonito título el de estos comparsistas de Alcalá de los Gazules, que traen hasta las tablas del Falla el espíritu de los bosques. Le ponen mucha voluntad, aunque le fallan las voces, poco conjuntadas. El público responde con silencio a sus coplas”. Bueno, una crítica cortés y discreta.
Hay que recordar que el Carnaval prendió en Alcalá, como en toda la provincia de Cádiz, muy pronto. En España, el momento de apogeo de los carnavales fue el siglo XIX: en Madrid se hace el entierro de la sardina y, en Barcelona, el entierro del Carnaval. Cádiz y Santa Cruz de Tenerife, sin embargo, son los carnavales españoles de mayor tradición. Es un invento folklórico e ingenioso, para liberar a los pueblos de las presiones que impone la vida laboral, las responsabilidades familiares, la economía, la política e incluso la religión. Lo más sorprendente es que, tras las máscaras y los disfraces, no se esconden recelos, venganzas ni delincuencia. Cuando eso sucede, se debe a visitantes extraños. En Cádiz y su provincia, sólo se camuflan el humor, la chispa y la ironía.
1 comentarios:
Tambien se debe destacar la presencia de un cuarteto alcalaino en el concurso del falla en 2004 "lo peor cuando las notas" que alcanzaron las semifinales
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