El Puerto son sus calles
Llega a las librerías una obra que recorre minuciosamente la ciudad a través de sus vías, su gente y sus playas a cargo del profesor, periodista y escritor, Juan Leiva Sánchez.
El periodista y escritor, Juan Leiva, posa con el libro que acaba de publicar, un volumen de más de 700 páginas. Tres años de idas y venidas, de bucear en los archivos y la abundante bibliografía que existe sobre la ciudad, pero sobre todo, tres años de recorrer las calles de El Puerto una y otra vez en busca de sus secretos, del detalle escondido, de las historias que guardan los nombres de sus calles, de escuchar el consejo y los recuerdos provenientes de la sabiduría popular. Muchos meses de trabajo de los que ha salido el libro 'El Puerto de Santa María a través de sus gentes, sus calles, sus tierras, sus playas...'. Una obra que Juan Leiva, profesor, periodista y escritor nacido en Alcalá de los Gazules y afincado en El Puerto desde hace una década, ha puesto en pie no para una minoría de especialistas, sino para que los ciudadanos se reconozcan en las calles por las que cada día transitan y de las que no siempre conocen las anécdotas e historias que entre sus aceras y edificios han transcurrido, casi borradas por el paso del tiempo. "La historia de las calles nos da una pista de lo que realmente ha sido el pasado de El Puerto, de sus políticos, de la ironía ciudadana a la hora de adjudicar nombres. Como dice Pilar Paz, es uno de los municipios de la provincia con una nomenclatura más bonita, el lugar que mejor ha sabido encontrar la denominación".En sus páginas no solo se remonta al origen de las calles, sino que indaga en su cultura, en sus tradiciones, en sus edificios más notables y en sus comercios de ayer y hoy, dando como resultado un mosaico lleno de anécdotas, curiosidades y descripciones de zonas de la ciudad a cargo de ilustres dramaturgos que la visitaron, como Baroja, o que la incluyeron en sus páginas, como Miguel de Cervantes en su relato 'Las dos doncellas'. Junto a ellos hay referencias a personajes como Rafael Alberti "que ha elevado todo lo que es popular en El Puerto a una categoría clásica". Entre los momentos vividos durante su investigación, que le hizo departir y compartir recuerdos y denominaciones populares con muchos ciudadanos, Leiva recuerda especialmente su visita a una zapatería en la barriada de los Toreros, en la que al preguntar al zapatero sobre su conocimiento de la zona y de la ciudad, éste pasó un momento al interior para volver cargado de libros, pinturas y fotografías, un hecho que le desconcertó. "No me imaginaba que hubiera gente sencilla que tuviera ese olfato para descubrir lo que es El Puerto". Un material que además le fue de ayuda y que hizo que el citado zapatero aparezca en una de las fotografías del libro, que han corrido a cargo de Cristóbal Leiva. El director del Archivo Histórico, José Ignacio Buhigas, ha sido también activo colaborador de Leiva.Otro momento que guarda de sus andares por la ciudad transcurrió en plena Feria en el Barrio Alto, cuando aprovechando la masiva asistencia a la celebraciónse lanzó a pasear por las calles desiertas con tranquilidad antes de toparse en una casapuerta con una niña que bailaba sevillanas junto a una radio. "Le hablé y no me echaba cuenta porque bailaba, y dentro del patio le tocaban las palmas. Les pregunté por qué no iban a la Feria y me respondieron que solo podían ir un día como corresponde, ya que no tenían para más, era un cuadro costumbrista precioso que no olvidaré", cuenta Leiva.Después de recorrer las calles de El Puerto con tanto ahínco, el escritor se queda con Larga, Palacios, Luna, y sobre todo Federico Rubio, por la que siente especial predilección. "Es preciosa desde que se coge casi en el río hasta terminar en el Barrio Alto y avenida de Sanlúcar, contiene todos los elementos clásicos del XVIII, de la ciudad renovada de El Puerto, balconaje, portadas, patios recónditos, nobleza...".Una obra en la que se saborea a fondo una ciudad que con sus virtudes y defectos, es la nuestra, y que Leiva nos hace redescubrir desde su primera página, que comienza con la frase: "Cuando visitamos por primera vez El Puerto, aún éramos niños".
El periodista y escritor, Juan Leiva, posa con el libro que acaba de publicar, un volumen de más de 700 páginas. Tres años de idas y venidas, de bucear en los archivos y la abundante bibliografía que existe sobre la ciudad, pero sobre todo, tres años de recorrer las calles de El Puerto una y otra vez en busca de sus secretos, del detalle escondido, de las historias que guardan los nombres de sus calles, de escuchar el consejo y los recuerdos provenientes de la sabiduría popular. Muchos meses de trabajo de los que ha salido el libro 'El Puerto de Santa María a través de sus gentes, sus calles, sus tierras, sus playas...'. Una obra que Juan Leiva, profesor, periodista y escritor nacido en Alcalá de los Gazules y afincado en El Puerto desde hace una década, ha puesto en pie no para una minoría de especialistas, sino para que los ciudadanos se reconozcan en las calles por las que cada día transitan y de las que no siempre conocen las anécdotas e historias que entre sus aceras y edificios han transcurrido, casi borradas por el paso del tiempo. "La historia de las calles nos da una pista de lo que realmente ha sido el pasado de El Puerto, de sus políticos, de la ironía ciudadana a la hora de adjudicar nombres. Como dice Pilar Paz, es uno de los municipios de la provincia con una nomenclatura más bonita, el lugar que mejor ha sabido encontrar la denominación".En sus páginas no solo se remonta al origen de las calles, sino que indaga en su cultura, en sus tradiciones, en sus edificios más notables y en sus comercios de ayer y hoy, dando como resultado un mosaico lleno de anécdotas, curiosidades y descripciones de zonas de la ciudad a cargo de ilustres dramaturgos que la visitaron, como Baroja, o que la incluyeron en sus páginas, como Miguel de Cervantes en su relato 'Las dos doncellas'. Junto a ellos hay referencias a personajes como Rafael Alberti "que ha elevado todo lo que es popular en El Puerto a una categoría clásica". Entre los momentos vividos durante su investigación, que le hizo departir y compartir recuerdos y denominaciones populares con muchos ciudadanos, Leiva recuerda especialmente su visita a una zapatería en la barriada de los Toreros, en la que al preguntar al zapatero sobre su conocimiento de la zona y de la ciudad, éste pasó un momento al interior para volver cargado de libros, pinturas y fotografías, un hecho que le desconcertó. "No me imaginaba que hubiera gente sencilla que tuviera ese olfato para descubrir lo que es El Puerto". Un material que además le fue de ayuda y que hizo que el citado zapatero aparezca en una de las fotografías del libro, que han corrido a cargo de Cristóbal Leiva. El director del Archivo Histórico, José Ignacio Buhigas, ha sido también activo colaborador de Leiva.Otro momento que guarda de sus andares por la ciudad transcurrió en plena Feria en el Barrio Alto, cuando aprovechando la masiva asistencia a la celebraciónse lanzó a pasear por las calles desiertas con tranquilidad antes de toparse en una casapuerta con una niña que bailaba sevillanas junto a una radio. "Le hablé y no me echaba cuenta porque bailaba, y dentro del patio le tocaban las palmas. Les pregunté por qué no iban a la Feria y me respondieron que solo podían ir un día como corresponde, ya que no tenían para más, era un cuadro costumbrista precioso que no olvidaré", cuenta Leiva.Después de recorrer las calles de El Puerto con tanto ahínco, el escritor se queda con Larga, Palacios, Luna, y sobre todo Federico Rubio, por la que siente especial predilección. "Es preciosa desde que se coge casi en el río hasta terminar en el Barrio Alto y avenida de Sanlúcar, contiene todos los elementos clásicos del XVIII, de la ciudad renovada de El Puerto, balconaje, portadas, patios recónditos, nobleza...".Una obra en la que se saborea a fondo una ciudad que con sus virtudes y defectos, es la nuestra, y que Leiva nos hace redescubrir desde su primera página, que comienza con la frase: "Cuando visitamos por primera vez El Puerto, aún éramos niños".
0 comentarios:
Publicar un comentario