jueves, 22 de abril de 2010

PRESENTACIÓN Y XXIV PREGÓN DE SAN JORGE 2010

PRESENTACIÓN DE DÑA. MARIA JOSÉ GÓMEZ SOTO,
XXIV PREGONERA DE SAN JORGE 2010

Ilustrísimo Sr. Alcalde, dignas autoridades, amigas y amigos todos, buenas tardes. El mes de Abril tiene para los presentes y para muchos ausentes, especial trascendencia por la celebración de esta, nuestra festividad de San Jorge.
Personalmente, el haber pregonado esta fiesta me ha resultado muy gratificante y quiero expresar de nuevo, mi agradecimiento a todas las personas que lo hicieron posible.
Después de un invierno tan lluvioso, que parece que no acaba, la primavera se abre paso con fuerza e iniciamos un nuevo ciclo, cambiamos de vestuario y sentimos el impulso vital que como savia nueva recorre nuestras venas.
El año se me ha ido en un soplo, pues cada vez más, el tiempo parece que se comprime y vuela. Nos ha tocado vivir, un tiempo acelerado, de cambios múltiples; nuestra sociedad se ha vuelto más compleja y global, donde cualquier acontecimiento que sucede a miles de kilómetros, lo sentimos como propio y nos afecta.
El impacto de la globalización en nuestras vidas, es como una fuerza centrífuga que nos impulsa hacia el exterior, hacia lo nuevo y lo desconocido. Para compensarla y encontrar el equilibrio interno, anteponemos una fuerza centrípeta, que localizamos en nuestras raíces. Dicha fuerza, nos conduce, con un tempo más pausado, hacia el redescubrimiento de lo propio, al sentimiento de que formamos parte de algo y al íntimo disfrute de nuestras tradiciones y fiestas más populares, especialmente esta, en honor de nuestro Santo Patrón.
Hoy desde aquí, quiero presentaros a nuestra flamante y XXIV pregonera de esta festividad de San Jorge 2010, Doña María José Gómez Soto, mujer joven, que representa a la generación más formada, de la historia de nuestra tierra.
Maria José, es alcalaína de nacimiento y de militancia. Nació en un mes de Octubre y es hija de dos personas muy conocidas y queridas de nuestro pueblo, Juan José Gómez Monroy y María Soto Sánchez, unos padres que percibieron desde siempre que la formación de sus hijas, era la herencia más importante que le podían transmitir. Tiene dos simpáticas hermanas, Noelia y Alicia, de las que ha sido desde muy pequeña, una responsable cuidadora.
Maria José, inició sus estudios en el Beaterio de Jesús, María y José, del que guarda muchos y buenos recuerdos, pasando a continuación al Instituto Sainz de Andino donde finalizó el bachillerato con notas destacadas y brillantes. Con espíritu inquieto y ambición por ampliar conocimientos y horizontes, se matricula en Sevilla, en la Facultad de Ciencias de la Información, en la que obtiene la licenciatura de Periodismo.
Su actitud y carácter solidario le ha orientado profesionalmente hacia la protección y la defensa de los consumidores, actividad que desarrolla en la actualidad como Redactora Jefe del Gabinete de Prensa de la Federación Andaluza de Consumidores y Amas de Casa “Al-Andalus”.
Contrajo matrimonio en esta Parroquia con el alcalaíno Alejandro Gallego Pérez, relación que empezó a fraguarse desde que coincidieron en el Instituto. Muy recientemente han tenido un precioso niño, que mira por donde, se llama Jorge.
Por cierto Santo Patrón, te acordarás que en la boda de Maria José y Alejandro, tu imagen no pudo estar en la ceremonia por estar restaurándose en aquella época. Parece ser que tomastes nota de este hecho y en compensación y en fecha muy cercana a la festividad de San Jorge del año pasado, le distes la buena noticia de su embarazo.
Durante su adolescencia, María José formó parte del grupo juvenil Cristo Víve, donde puso en práctica sus dotes periodísticas y organizativas, editando el diario informativo de la Pascua, organizando convivencias, talleres infantiles en la Semana Cultural veraniega, maratones en Radio Potoco, Campañas del Kilo para las personas necesitadas y actividades lúdicas como la fiesta del Cotillón de Fin de Año.
Le entusiasma la genealogía y siente una especial predilección por el estudio de los diversos aspectos del lenguaje y la comunicación. Aficionada al cine y la televisión, incansable viajera y senderista, pertenece a la Asociación Excursionista El Pavo Trotón, de la que forma parte desde su origen.
María José se siente muy alcalaína y orgullosa de serlo, enamorada de su Alcalá no deja de venir desde Sevilla donde reside, a cualquier acontecimiento cultural ó festivo que la reclame. Leal amiga de sus amigos, participa y comparte con ellos, nuestras múltiples tradiciones y fiestas. Paseos arriba y abajo por La Playa (la más arraigada tradición local), disfruta con pasión de la Feria, la Romería, la Natividad y el Año Nuevo, pero especialmente, de la festividad de San Jorge. Devota de la Semana Santa alcalaína, es hermana de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Las personas que la conocen, coinciden en definirla como una mujer jovial, solidaria, valiente y comprometida, paciente, comprensiva y vital.
Maria José, como pequeño homenaje, te dedico unos versos de Miguel Hernández, del que celebramos este año el centenario de su nacimiento:
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre su cuna.
Y para tu hijo Jorge:
Ríete siempre
siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Estimada Pregonera, te cedo la palabra y te deseo mucha salud y suerte. Bienvenida a la Casa de las pregoneras y pregoneros.

Tomás Acedo Alberto
Alcalá de los Gazules, 16 de Abril de 2010


XXIV PREGÓN DE SAN JORGE 2010


A mis padres, que diariamente lo dan todo por nosotras.
A mis hermanas Noelia y Alicia, que siempre están ahí.
A Alejandro, por acompañarme en el camino de la vida.
Y a Jorge, que con su profunda mirada llena mi mundo.
Ilmo. Sr. Alcalde, Señoras y Señores Concejales, Autoridades, Sr. Cura Párroco, Rvda. Hermana Mayor y Hermanas del Beaterio, Pregoneras y Pregoneros, representantes de Hermandades, Cofradías, Asociaciones y Peñas, amigos, amigas y familia. Alcalaínos todos.
Es mi deber empezar este discurso agradeciendo al Ilmo. Ayuntamiento que me haya distinguido con el encargo de ensalzar una de nuestras fiestas grandes.
En segundo lugar, he de agradecer, también, las muestras de afecto que he recibido personalmente, y a través de mi familia, por parte de muchos convecinos desde que se conoció mi designación, y sobre todo el apoyo y el cariño de los dos pregoneros que me han precedido: María de los Santos Delgado y Tomás Acedo.
Y no puedo menos que, daros las gracias a todos los que un año más habéis acudido a la cita con nuestro Patrón en la apertura de sus festejos.
Amigo Tomás, gracias por las conmovedoras palabras que me has dedicado en la presentación. Ahora que me cedes este testigo imaginario, ya podemos añadir otra cosa más a las que tenemos en común, además de nuestro amor por Alcalá, el gusto de disfrutar de los amigos y de la familia, el Pavo Trotón, y por supuesto nuestro cuñado Juan Manuel,… Si al final va a ser verdad eso de que la mitad del pueblo son parientes tuyos, como decías el año pasado.
Como otros pregoneros que ocuparon este lugar antes que yo, no puedo resistirme a trasladaros y compartir, con vosotros, el momento en el que el Sr. Alcalde me comunicó que la corporación municipal había pensado en mí para encargarme la tarea de pregonar la fiesta que conmemora a nuestro Patrón.
La noticia me emocionó y me llenó de orgullo, sin embargo mi respuesta fue un "no" rotundo, contundente y además inmediato. Porque, aunque entiendo que para un alcalaíno pocas cosas pueden equipararse a la honor de ser pregonero de San Jorge, las circunstancias no eran las más propicias para abordar esta responsabilidad, ya que estaba al final de mi baja por maternidad y siendo mi incorporación al trabajo inminente, sólo pensaba en el reto que iba a suponer conciliar mi vida familiar y la laborar, una situación a la que se enfrentan a diario millones de mujeres de nuestra época, y en lo que todavía queda mucho por avanzar…
Sin embargo, nuestro Alcalde que en esto de convencer a pregoneros reticentes ya va teniendo alguna experiencia, me dijo: háblalo con tu marido, con tus padres, te lo piensas y dentro de unos días me contestas.
Esta triquiñuela de dejar unos días para pensarlo, que me consta que ya ha empleado en otras ocasiones con buenos resultados, surtió efecto.
Dándole vueltas pensé que, no habría podido soñar una forma mejor de culminar uno de los años más importantes e intensos de mi vida. En “San Jorge” del año pasado mi esposo, Alejandro, y yo comunicamos a nuestros familiares y amigos que habíamos emprendido la aventura de ser padres. La fecha no fue elegida al azar, pues el ambiente festivo invita a compartir buenas noticias. Gracias a Dios, todo el proceso fue muy bien, y en noviembre nació nuestro hijo, al que por nuestro Patrón llamamos Jorge, y el que por cierto durante las fiestas de este año, el día 25 de abril, cumplirá cinco meses.
Ahora mi pueblo me ofrecía este hermoso regalo. Y no, no lo podía rechazar. Pero no por mí, si no por él.
Saben ustedes que, por mi oficio, trabajo con las palabras, lo que pudiera a primera vista hacerme más sencilla la tarea de ensalzar a nuestro patrón y las bondades de su fiesta. Sin embargo, créanme que la experiencia se vuelve torpeza e inseguridad, cuando uno tiene que hablar de algo que ama, ante su gente, que la conoce de toda la vida, a los que aprecia y quisiera dar lo mejor de sí.
Por otra parte, honestamente, no puedo, ni siquiera pretender, igualar los magníficos discursos de los excelentes escritores y oradores que me han precedido en este atril, pues no soy ni poeta, ni literata, ni una experta en la historia de nuestro pueblo, ni acaso una persona ingeniosa o con gracia. Es más, yo diría que, en esta cuestión, mi único mérito es ser una alcalaína, como tantos otros, que ama su pueblo, sus tradiciones, a sus gentes…Lo único que puedo ofrecerles esta noche son un conjunto de sentimientos hilvanados con mucho cariño.
Venerado Patrón, tú que llevas siglos siendo, desde tu privilegiado balcón, testigo silencioso de la gran Historia de Alcalá, la escrita en mayúsculas, y de la pequeña, que es la suma de las vivencias de cada uno de cada uno de nosotros; ya que, nos das la bienvenida al pueblo poco tiempo después de nacer, y sin que apenas nos demos cuenta nos vas acompañando en los momentos más importantes de nuestra vida: en la tierna infancia, cuando tomamos nuestra Primera Comunión, más adelante en la juventud, cuando decidimos confirmar la fe que nuestros padres nos ofrecieron, cuando nos unimos al compañero o compañera que hemos elegido para caminar por la senda de la vida, cada vez que aumentamos la familia, y al final, como el gran amigo que eres, siempre estás ahí para despedirte; permíteme que hoy, cuando estamos escribiendo un nuevo renglón, y me presento ante ti con la gran responsabilidad de pregonar tu fiesta, abuse de tu generosidad e invoque tu protección para todos los nuevos “alcalainitos” que como flores de mayo han ido brotando a lo largo de este año. La comparación está justificada, pues habrás observado cómo, en las contadas ocasiones en las que ha lucido el sol este invierno, el número de carritos iba aumentando y adornando nuestro paseo, que se ha convertido en una simpática pasarela de hermosos bebés, a cual más guapo, y de orgullosos padres, madres y abuelos. Me atrevería, incluso, a decir que este incremento de la natalidad que estamos experimentando, está sirviendo para retomar esa costumbre, tan propia de nuestro pueblo, de dar vueltas en el paseo, y que de unos años acá se estaba perdiendo.
No se me ocurre mejor manera de honrarte, que transmitirle a nuestros hijos nuestras costumbres y tradiciones, y ya que eres su Santo, con tu venia, me gustaría empezar por el mío.

Querido Jorge:

Llegaste como una gotita de agua con las primeras lluvias del otoño, y aunque por circunstancias de la vida naciste a la sombra de la Giralda, tú eres de Alcalá de los Gazules. No sólo porque lo ponga en el Libro de Familia, si no porque, cuando te pregunten eso de “¿Tú de quién eres?”, puedes decir orgulloso: “Soy nieto de José Gallego y de Josefa, por parte de mi padre, y por parte de mi madre de Juan José y de María Soto”.
Seguro que no habrá persona en el pueblo que no sea capaz de reconocerte, pues no serán pocos los alcalaínos que hayan aprendido a leer y escribir, Matemáticas, Lengua, Historia, Naturales... de la mano de tus abuelos José y Josefa en la Safa, en el Beaterio, y en el Juan Armario.
Y que levante la mano aquél al que Juan José no le haya arreglado alguna vez la lavadora, el calentador o la cocina, o le haya cambiado una rueda en lo de Valadés, le haya llenado las de la bicicleta, hinchado un balón o buscado con ingenio la solución a cualquier problemilla mecánico.
Qué te puedo decir de tu abuela María, una mujer muy discreta, que sin haber ido a ninguna universidad es experta en economía, psicología, pedagogía, nutrición, salud, decoración,…, funciones que desempeña en su papel de ama de casa, además de ser una costurera de gran talento y versatilidad, que lo mismo te hace un babi del colegio, que un traje de gitana o un batón de cristianar con sus zapatitos y todo. Siempre de buen grado y sin perspectivas de jubilarse, porque las madres pese a tener una jornada de 24 horas al día, 365 ó 66 días al año, uno tras otro sin vacaciones, no se retiran nunca.
Ellos son ejemplo de esas personas que, con sus granitos, van construyendo la pequeña historia de nuestro pueblo.
Pero además, creo que tus abuelos, siempre con el apoyo incondicional de tus abuelas, han hecho su aportación a la Historia de Alcalá, con letras grandes, junto con un grupo de amigos, que se unió en el empeño de recuperar la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. Y no, sin gran trabajo y esfuerzo, durante más de 20 años, consiguieron que la salida procesional del Jueves Santo sea uno de los eventos significativos en el calendario de nuestro pueblo, tanto en plano de la devoción, como el cultural y el artístico.
Tus padres, por su parte, como tantos otros jóvenes de Alcalá, han disfrutado de su infancia y juventud con la tranquilidad que permiten los pueblos pequeños, donde todo el mundo se conoce y los niños pueden ir andando solos al colegio y las casas de los amigos.
Así, con la única preocupación de sacar buenas notas y entre juegos en los pisos de los maestros con Marrufo y en la Alameda con Pedro Puerto, y en la Barriada del Lario con Pili Fernández, María de los Santos Domínguez y Zoraida, fueron creciendo.
Cursaron la EGB en la Safa y El Beaterio, de donde particularmente guardo magníficos recuerdos: cómo olvidar los concursos de villancicos, las clases en la cerca, las fiestas del DOMUND, y por supuesto el Día del Fundador, que por cierto fue el pasado lunes. Ve Hermana Mayor, tantos años y aún cada 12 de abril me acuerdo de D. Ángel de Viera. También tengo en mi memoria a las Hermanas Cristo Rey, María del Amor y María de los Santos. Recuerdo con especial cariño las clases de segundo curso de párvulos con la Hermana María de la Paz, y los 5 cursos de la primera etapa con la Srta. María Márquez; y ya en la segunda etapa, las clases de Religión con la Hermana Antonia María, las de la Srtas. Amalia, Josefa, Marí Pérez, Petra; y a mis compañeras, con las que compartí estudios y experiencias durante una década.
Después llegó la hora de pasar al Instituto. Cuatro años muy intensos, donde hicimos nuevos y grandes amigos, que venían de los otros colegios -quiero tener un especial recuerdo aquí para Jorge Manuel de la Jara, que este año celebrará su santo en el Cielo-, e incluso amigos que vinieron de fuera y que se quedaron para siempre como, Eduardo Sánchez Sierra, cuyo padre trabajó en la construcción del Pantano. Memorables fueron durante esta época las clases de Dña. Elena, de Jaime Guerra, de Susana la de Inglés, de Jesús “el Filo”, de Jesús el de Latín, de José María de Dibujo, las Matemáticas de Bárbara y Juan Luis, y la Física y Química de Ramón, y de Juana la de Dibujo y Música, que además de descubrirnos que todos tenemos capacidades artísticas dejó a este pueblo el gran legado que es el Pub Lucas, ella fue la que lo montó y le puso el nombre, ya ha pasado tanto tiempo que para algunos es necesaria esta aclaración. Las de tardes que pasamos en la Biblioteca, en el Río Verde, turnándonos para coger los libros con los que nos documentábamos para los trabajos, bajo la mirada inquisitiva de Isabel Coca, que no se cansaba de llamarnos al orden y de repetir “¡Que los libros no son puntillas!”, cuando intentábamos colocarlos a la fuerza en las abarrotadas estanterías. Se me olvidaba decirte, aunque no lo creas, que entonces no existía Internet. A fin de apoyarnos en los estudios, un grupo de amigas, Diana, Sabina, Manoli Sánchez y María Lozano, nos reuníamos casi todas las tardes en la casa de esta última en la Plaza de Toros, a veces también venían Celia Jiménez y Eva Moreno, y así entre problemas matemáticos y de Física, traducciones de Latín y Griego, y para hacerlos más llevaderos la merienda, algún cotilleo y las confidencias propias de la edad, fuimos superando los cursos.
Los fines de semana y las vacaciones las pasábamos en el Centro Juvenil Cristo Vive, un legado que hemos de agradecer a los “mayores del Club” y al Padre Hermida. Allí alternábamos juegos y trabajo duro, por ejemplo, en la Campaña del kilo, en el Cotillón de fin de año, en la Semana Cultural, en el Chiringuito de la subasta... Todo sin más interés que ayudar a los demás, y pasar buenos ratos con otros chavales con los que compartíamos aficiones, al mismo tiempo que profundizábamos en nuestras creencias religiosas y fortalecíamos lazos de amistad. Tino, Luna, Máximo, Silvia, Mariló, Pedro, Jaime y muchos otros coincidiréis conmigo en que sin duda la Pascua era lo mejor.
Cerca ya de la mayoría de edad, y gracias al interés de los profesores y a nuestro esfuerzo, superamos la gran prueba de la selectividad, con el porcentaje de aprobados más altos de la historia, hasta el momento, del Sainz de Andino. Esto nos permitió seguir con nuestro sueño de ir a la Universidad. Emprendíamos una gran aventura, viviríamos fuera de casa, y en una ciudad grande, lo que nos permitía abrir nuestros horizontes, ampliar nuestra formación y adquirir nuevas experiencias, sin embargo también nos alejaba un poco de nuestro querido Alcalá. No obstante, como dice mi admirado Antonio Trujillo “Estando fuera parece como si se quisiera más”. El pueblo se convierte en un refugio cuando tienes problemas, es donde está tu familia, tu hogar, es el encuentro con los amigos, es disfrutar de la vida.
En el desarrollo de nuestras carreras profesionales, por el momento, hemos tenido la suerte de recalar en Sevilla. Y bien digo suerte, porque además de ser una hermosa ciudad, un disfrute para los sentidos, y en la que hemos hecho gran cantidad de amigos, está a una distancia que nos permite venir con frecuencia: es más nosotros vivimos en Alcalá, pero de lunes a viernes trabajamos fuera. Y no deja de asombrarme, pese a que venimos todos los fines de semana, la alegría que me da ir viendo los carteles de la autovía con el nombre de nuestro pueblo, cómo me reconforta el pasar al lado del que anuncia el desvío hacia el Santuario, la emoción que me produce atisbar la pequeña manchita blanca coronada por el campanario, que se vislumbra entre las lomas, a la altura de donde estaba la antigua casilla de los camineros. Ya falta poco..., entrar por el Puerto del Levante significa que ¡ya estamos en casa!
Dentro de unos días, la torre de la Parroquia, la primera vecina que nos saluda cuando volvemos, y la última en decirnos hasta luego cada domingo, engalanada con los colores de nuestra ciudad nos invitará jovialmente a sumarnos a la celebración de “San Jorge”, a la que desde ahora también será tu fiesta.
Poco podría pensar Alfonso X el Sabio que los alcalaínos, 8 siglos después, seguiríamos celebrando con tanta intensidad su entrada victoriosa en la ciudad un 23 de abril de 1264, día de San Jorge, después de habérsela arrebatado a los musulmanes. Fue este monarca el que, además de reconquistarla, le dio su denominación actual. Un nombre bien bonito para un enclave no menos bello, que ha inspirado a grandes autores, desde el propio rey conquistador, hasta otro Alfonso, éste de apellido Ussía, que en uno de sus artículos llegó a decir que el nombre de nuestro pueblo era el más hermoso de los del país, también hizo especial mención de la localidad Federico García Lorca, y ha sido escenario de anuncios e incluso del rodaje de alguna que otra película. Y el nombre de Alcalá ha resonado en más de una ocasión en el Gran Teatro Falla, lo que dice mucho de su buena melodía.
Con sinceridad, cariño, creo que la mayoría no tenemos mucha idea de lo que se conmemora realmente el 23 de abril, pero hace tanto bien al espíritu un poco de diversión, que la verdad no hay que buscar en este caso ninguna justificación.
La coincidencia del acontecimiento histórico con la solemnidad de San Jorge, nos ha favorecido con el patronazgo de un personaje que encarna unos valores que hacen grandes a los hombres: como son la valentía, la entrega, la lucha por la justicia, la nobleza, la piedad y el coraje físico y moral. Sí, porque Jorge, que allá por el siglo II y III, cuando todavía no era Santo, vivía acomodadamente en la Capadocia (por situarnos: al otro lado del Mediterráneo, en la actual Turquía). Según parece la tradición familiar y las circunstancias del momento le hicieron enrolarse en el ejército romano. Su carisma y valentía le convirtieron en miembro de la guardia personal de Diocleciano, que dedicaba por aquel entonces parte de sus esfuerzos a perseguir cristianos. Cuando las órdenes del emperador entraron en conflicto con sus creencias, pues su madre lo había educado en la fe cristiana, se negó a cumplirlas. Esto le supuso el martirio y finalmente le costó la vida un día que coincide en nuestro calendario con el vigésimo tercer día del cuarto mes del año.
Y me tú me dirás vale, muy bien, pero ¿el dragón cuándo sale? Pues verás, cuenta la leyenda que, existía una ciudad atemorizada por un dragón que tenía su nido en la fuente de la que debía abastecerse. Para poder acceder al agua, se veían obligados a apartar al monstruo. No se les ocurrió otra forma de hacerlo que sacrificar cada día a uno de los habitantes, que resultaba elegido en un sorteo. Un día la mala fortuna recayó en la hija del rey. Cuando la joven estaba a punto de ser devorada apareció casualmente Jorge en su blanco corcel, de camino en uno de sus viajes, que se enfrentó al dragón y lo mató, liberando al pueblo del terror al que estaba sometido. Esta hazaña hizo que los ciudadanos, agradecidos, se convirtieran masivamente al cristianismo.
Hijo, el dragón en este caso representa el miedo, la tentación, el pecado, la cobardía ante la injusticia, la tiranía, la maldad, etc., todo aquello que va en contra del hombre, y por lo que hay que estar en constante lucha.
La historia de San Jorge es la de un hombre, que siendo humano se trocó en Santo. Conocer su figura y su simbología puede servirnos de inspiración a la hora de afrontar los retos y las dificultades a las que debemos enfrentarnos en el día a día, y en las cuestiones más trascendentales.
Así pues, tenemos un Patrón con carisma que se merece que lo agasajemos con una gran demostración de júbilo. Ésa es la fiesta de San Jorge.
"San Jorge" es un sinfín de sensaciones. Es olores, colores, sabores, sonidos y sobre todo sentimientos:
Es el olorcito al cafelito de la primera hora de la mañana y de la “rebaná” de pan untada de manteca colorá con zurrapita y de la torta de pellizco, que hay que coger fuerzas para una larga jornada. Y es el aroma que desprende el campo cuando vamos subiendo hacia la Plaza Alta por el paseo de San Juan de Rivera, los filetitos en las planchas de los chiringuitos…
Es la paleta de colores que forman las flores del Valle del Barbate, los farolillos, los pendones de nuestra ciudad, las banderas de España y Andalucía, el río de gente subiendo y bajando por las calles, el rojo de los pañuelos, el albero de la Plaza, y lo morenitos que nos ponemos…
Sabe a gazpacho caliente, a caldereta, a bocadillo de filete de ternera, a “montaíto”, a cervecita y rebujito, y a los primeros helados y “flash” congelados de la temporada…
También suena a diana floreada, a cohetes, al pito del camión, a pasodoble, a orquesta y a algún ¡Uy! entrecortado ante la embestida de la vaquilla.
“San Jorge” es una explosión de emociones: es reencuentro con los amigos de siempre, y también el momento de ampliar nuestro círculo, es una ocasión propicia para enamorarse, es la nostalgia por los que no están y la felicidad por los nuevos que llegan. Es la ilusión de compartir un año más... Es el sentimiento de ser de Alcalá.
¿A qué te va gustando? Pues ya verás lo emocionante que es levantarse el día 23 al son del “Quinto levanta”, interpretado por la banda de música en las calles de la Barriada San Jorge, y ver el cortejo de niños que los van acompañando aún en pijama y zapatillas. Eso significa que la fiesta ya ha empezado.
Luego vienen las carreras para arreglarse, colocarse el pañuelo, y darse el encuentro con los amigos para subir a la Plaza Alta. Apenas llegamos, disparan los cohetes. ¡Ya está el camión en el “Prao”!.
Los primeros acordes del pasodoble indican que ya no falta mucho. Buscamos un sitio protegido, con buena visibilidad, pero que nos permita salir pronto cuando suelten la vaquilla calle abajo,... que, aunque sea un poco de lejos, hay que correrla.
Entre las exclamaciones de ¡qué se vuelve! y la pregunta ¿por dónde va?, y tras algún que otro sustillo, que aporta emoción al recorrido, habremos llegado a la Alameda.
Tras recomponernos de la carrera, emprenderemos de nuevo el ascenso en busca de un tentempié y a esperar a la segunda. Después del gazpacho, empieza la orquesta y esto es un no parar hasta que el cuerpo aguante… ¡Y lo mejor de todo es que son tres días, y que el año que viene hay más!.
Aunque el “San Jorge” Festivo es lo más popular, no podemos olvidarnos del “San Jorge” Religioso, que tiene como acto culminante la celebración de la solemne Función para honrar a nuestro patrón; ni del “San Jorge” Deportivo, que mantiene cada año la tradición de las carreras, en las que por cierto puede participar todo el que quiera; ni por supuesto del “San Jorge” Cultural, cuyo acontecimiento más importante es el acto que hoy celebramos, también por su coincidencia con el “Día del libro”, el fomento de la lectura adquiere cada vez más protagonismo dentro de la programación de las fiestas.
Bueno, Jorge, como eres novato en esto de las fiestas, es mi deber como madre y en este caso pregonera darte una serie de indicaciones para cuando te llegue el momento:
Lo primero y más importante ¡cuidado con la vaquilla! Respeta siempre al animal.
El alcohol ni probarlo hasta los 18.
Hay muchas personas que no pueden disfrutar de la fiesta porque se encargan de la seguridad, de prestar atención sanitaria, de la limpieza o de servirte una consumición. Ten consideración con su trabajo.
No te quedes mucho rato al sol sobre todo si corre viento. Son legendarias las quemaduras de “San Jorge”.
Aplaude a la orquesta y a los cantantes que vengan. El aplauso es el alimento del artista.
Si llueve no te preocupes, habrá más “San Jorges”.
Es tu deber como alcalaíno promocionar la fiesta allá donde vayas. Que como dice el Ayuntamiento: “Alcalá es una ciudad para compartir”.
Tómate algo en cada chiringuito, todos los colectivos o asociaciones necesitan apoyo.
Dedica un momento a pensar en los amigos y familiares que, por encontrarse lejos, por trabajo o estudios no hayan venido. Llámalos, les hará mucha ilusión.
Sé amable y respetuoso con los que te rodean.
Y recuerda: Es obligatorio divertirse.
¡Ah! No podemos por pasar por alto que, este año estamos de suerte, ya que la alegría de “San Jorge” es doble y se extiende más allá de su fiesta, pues es uno de esos especiales en los que nuestra Madre, la Virgen de los Santos viene a su pueblo y se hospeda en la Parroquia, por lo que nuestro Patrón va a estar más acompañadito de lo habitual.
Ni una semana va a transcurrir entre ambos acontecimientos, es más yo diría que María de los Santos está preparando ya la maleta y está en conversaciones con el Hermano Mayor de la Hermandad, Antonio Mansilla, para ver si adelantan el viaje y llega, al menos, a la segunda vaquilla del domingo.
Por tu parte querido Patrón, seguro que no cabes en ti de gozo y estás con los nervios propios del que espera una visita muy especial. Te veo esbozar una sonrisilla al pensar que, lo mismo este año podrías acompañar al Nazareno hasta “El Prado” a lomos de tu briosa jaca blanca y subir luego con la Virgen por las calles del pueblo…
Todo llega y los alcalaínos estamos deseando veros a los dos juntos.
Hijo mío, reserva un sitio en tu corazón para San Jorge y otro para la Virgen. Haz tuyas sus virtudes, y encomiéndate a Ellos ante cualquier dificultad. Recuerda que estés donde estés te acompañan, y que en tu calendario habrá dos días señalados: el 23 de abril y el 12 de septiembre en los que siempre será fiesta. Siéntete orgulloso de que tu origen esté en la muy Noble, Leal e Ilustre Ciudad de Alcalá de los Gazules, procura dejarnos siempre en buen lugar, y lo más importante: sé buena persona. San Jorge, por favor, ayúdalo. María de los Santos, te pido, protégelo.
Creo querido Jorge poco más tengo que decirte, salvo que a partir de ahora debes empezar a acumular tus propias experiencias, ocasiones no te van a faltar, y quién sabe si algún día recordarás mis palabras y expresarás las tuyas propias en este mismo lugar.
Gracias reverenciado Patrón por concederme la gracia de estar hoy aquí, por haberme permitido expresar públicamente lo que significas para mí y lo que supone tu fiesta en nuestras vidas. Ahora sólo queda exclamar y que lo hagamos por muchos años:

¡VIVA SAN JORGE!
¡VIVA ALCALÁ!


En Alcalá de los Gazules, a 16 de abril de 2010
María José Gómez Soto

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El tiempo que hará...