sábado, 24 de marzo de 2012

CARTA A PEDRO FERNÁNDEZ SÁNCHEZ



SR. D. PEDRO FERNÁNDEZ SÁNCHEZ

LA GLORIA


Tener amigos es una suerte.

Conservar los amigos es una virtud.

Ser tu vecino y amigo ha sido un honor.


Alcalá de los Gazules, 23 de Marzo de 2.012


Estimado y querido amigo: Espero que al recibo de la presente te encuentres bien, nosotros por aquí quedamos bien (dentro de lo que cabe), aunque un poco tristes.

Pedro, el motivo de ésta es para expresarte que nos hemos quedado tristes, como te decía, además de sorprendidos, pues la verdad es que no esperábamos que adelantaras tu marcha, ya que, al parecer, y según tenemos entendido, no estaba previsto que lo hicieras tan pronto.

También te diré que esta tarde hemos estado charlando un buen rato un grupo de tus muchos amigos: Andrés Moreno, Pepe Herrera, Matías (tu fiel escudero, tu zagalillo grande y bonachón), Emilio El Fotógrafo, Juan Florín, Antonio Ponce, Francisco Hita (tu compadre), Pepe El Sastre, Paco Candelera, Diego Ramírez, Baltasar… y compartíamos nuestro disgusto, pero al mismo tiempo alguien también aseguró de lo contentos que se sentirían tus padres (Ricardo y Ana), tu cuñado Juanito Agüera, tus tíos y otros familiares y vecinos por tenerte a su vera. También tus amigos Pepe Hita, Paco Alex, Trujillo El Capataz, Juan Ramírez (El Maestro Rana), Antonio Morales, Antonio Ruiz, Francisco Reyes y muchos más de los que se fueron antes, estarán ahora encantados de que estés junto a ellos, quizás recordando con algunos aquellos días inolvidables de pesca en la barranca del río o aquellas amenas tertulias tomando una copita de vino “para hacer ganas de comer” en las Tres Salidas. Y es de lo que se lamentaba uno de los asistentes del grupo que estábamos reunidos hoy: ¡Cómo es esta vida! ¡Parece que a los mejores se los lleva Dios para tenerlos allí a su lado!

También hemos recordado a aquel pequeño que asistía, entre tímido y aplicado, a las clases como alumno del Convento. Y que más tarde entraba a formar parte del disciplinado Batallón de los Tarsicios que intentaban imitar al piadoso santo. O al chico despierto y muy joven, casi un niño todavía, que empezó haciendo recados y copias en el Juzgado (Pedro el del Juzgado), y llegó a convertirse en poco tiempo en un eficiente Oficial. Todos dábamos por seguro que conseguiste el record de ser “el más rápido escribiendo en aquellas antiguas máquinas de escribir”.

Otro comentó aquellos cuatro años y medio de servicio a la Patria en los que alcanzaste la graduación de Cabo 1º en la Gloriosa Armada Española, el respeto de tus superiores y la amistad y el cariño de tus compañeros, entre ellos Francisco Suárez.

Hubo quien trajo a la memoria tu incorporación como Empleado de la Caja de Ahorros de Cádiz (Pedro el de la Caja de Ahorros), donde estuviste hasta tu jubilación y dejaste constancia de un trabajo ejemplar y de excelente atención a los clientes.

-Aún recuerdo como si fuera ayer el día de su boda con María y el nacimiento de sus hijos Ricardo, Tere y Ana Belén. ¡Cuánto amor hacia ellos! ¡Cuánto cariño a su familia y de su familia hacia él! – aseguré yo.

-¿Y qué me dicen ustedes de la magnífica labor que llevó a cabo en Cáritas en beneficio de los más necesitados?- apostilló otro de los presentes.

-Nosotros hemos tenido el privilegio de tenerlo como Tesorero de la Asociación de Antiguos Alumnos de la SAFA desde el año 1.988- comentó su Presidente.

Alguien expuso la huella que dejó tu paso como excelente Mayordomo en la Hermandad de Nuestra Señora de los Santos, mientras el Presidente de la Peña Amigos del Camino se enorgullecía de haberte tenido como Socio y Colaborador de la misma desde sus orígenes.

- ¡Y también fue Hermano de mi Cofradía del Cristo del Perdón!

-¡Y del Nazareno!

-¡Y del Atado a la Columna!

-¡Y del Santo Entierro! -afirmó Andrés, matizando que ya contigo repartía y cobraba los recibos de la Cofradía en la década de los cincuenta cuando la dirigía el recordado fundador Manuel Puerta (Botones).

-¡Ah, pues yo debo decir que estuvo al frente de la Comunidad de Regantes de Las Porquerizas!

-¡Y de la Comunidad de Propietarios de Garajes del Indiano!

En fin, Pedro, que tú nunca decías que no, que siempre estabas en disposición de servicio a los demás, siempre con buen “temple” y siempre desinteresadamente. Por eso hoy ha tocado hablar de ti. Tú ya sabes lo que has significado para todos nosotros, para tu familia y para mucha gente, y de una o de otra forma te hemos demostrado nuestro aprecio y nuestro cariño y tú, que eres inteligente, lo habrás notado, porque esos sentimientos se intuyen. Antes de terminar esta improvisada Asamblea, todos estábamos de acuerdo en afirmar que has sido y seguirás siendo una persona Especial: educada, honesta, servicial, humilde, responsable, solidaria, noble, formal, transparente, dispuesta, bondadosa…Y para colmo, hasta con sentido del humor. En una ocasión leí que “La humildad consiste en callar nuestras virtudes para que otros las descubran”, y yo estoy seguro que todos hemos ido descubriendo en ti todas esas virtudes que además de humilde han hecho que seas para el prójimo un Ser Humano con mayúsculas. Porque tú, Pedro, fuiste el hijo, el hermano, el esposo, el padre, el abuelo, el tío, el sobrino, el primo, el cuñado, el suegro, el compadre, el amigo, el compañero y el vecino (de Santo Domingo o del Larios) que todos hubieran soñado y que todos nosotros hemos tenido la suerte de tener contigo.

Bueno, Pedro, por hoy nada más. Sólo decirte que aunque respetamos la situación, estamos bastante desolados, pero te comprendemos, pues con los años ya se sabe, intentas sacar un billete para llegar hasta la próxima Estación y, sin saber por qué, te dan uno que te lleva a otra Estación lejana y desconocida. Estamos convencidos que adonde quiera que llegues te sentirás bien y serás bien recibido.

Por cierto, podíamos haber continuado la tertulia y hablando de cosas y anécdotas todas positivas hacia tu persona, pero la tarde ha ido cayendo y ya se iba notando el fresquito. ¡Pero de llover, nada! ¡Hay que ver! ¡Con la faltita que está haciendo el agua y que no cae ni una gota! Bueno, las únicas gotas que han caído han sido las lágrimas de muchos alcalaínos, y de otros que sin serlo, te hemos apreciado y seguiremos recordándote y teniéndote como ejemplo.

Pedro, da un fuerte abrazo a alguien que merece el mejor Destino y que posiblemente hayas visto ya por ahí, pues partió el mismo día que tú. Se trata de Juan Jiménez Huerta (Juan Tocino), que también merece estar en esa nueva etapa al lado de los elegidos.

Ojalá que algún día nos veamos. Muchos besos de los tuyos y recibe el abrazo de tu vecino y, sin embargo amigo.

Paco Gil

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