miércoles, 7 de noviembre de 2012

RECORDANDO A FERNANDO TOSCANO DE PUELLES


FERNANDO TOSCANO DE PUELLES


         Hace unos días, nuestro querido amigo Fernando, murió, después de una larga enfermedad. Pocos fuimos los que pudimos estar con él y con su familia porque lo hizo en tal estado de silencio que solo lo acompañó un “tremendo aguacero” y sus familiares y amigos más íntimos.
         Dejando a un lado este hecho, pues cada uno dispone libremente de su voluntad, yo, como amigo de Fernando, sin ser de los más íntimos puedo dar fe de lo que Fernando ha hecho por Alcalá. No puedo decir lo mismo de lo que Alcalá ha hecho por Fernando.
         Fernando era una de las personas más eruditas que ha dado el pueblo, y su vida se fue como una brisa entre papeles.
         Vivió sin más interés que sus libros y sin más apego que a la historia y cualquier hecho que ocurriera o haya ocurrido en Alcalá. Él puede ser la muestra del hombre estudioso, humilde y poniendo siempre la oreja para todo aquel que quisiera contarle o comentarle algo. Su gran afición al estudio del Beaterio le ocupó gran parte de su vida. Uno, a su lado, se sentía importante porque parecía que le estabas contando algo, que a lo mejor él ya sabía, pero al que le prestaba una atención como si fuera la primera vez que lo oía. El legado cultural que deja apenas es conocido por la mayoría de los alcalaínos y no hay un hecho cultural que no haya pasado por las manos de Fernando. Harán falta muchos años para poder descifrar todos sus escritos y toda su documentación que abarca más de cuarenta años. Él tenía una gran fe en la Sa.Fa. (Sagrada Familia). Seguramente sus discípulos se encargarán de terminar, si no surgen inconvenientes y de reconducir los miles de documentos que poseía, esperando que el Ayuntamiento facilite su memoria y su estudio en los centros escolares para conocer una de las mentes más preclaras que ha dado Alcalá de los Gazules en los últimos años y que se ha ido sin hacer ruido, llevándose con su muerte media historia o la historia entera de los últimos quinquenios de nuestro Alcalá.
         Como deseo personal podría pedirle al Ayuntamiento le dedicara una calle, por que verdaderamente se lo merece, antes de folclorear con mediocridades populares.





Manuel Guerra Martínez
7 de noviembre de 2012

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El tiempo que hará...