viernes, 14 de noviembre de 2014

EL PADRE PACO


Nuestro Párroco, ¡qué denominación tan democrática usamos en estos tiempos! Paco, para el que dirige y lleva toda una Parroquia, la nuestra, la de San Jorge, Francisco, para el que carga sobre sus hombros la dirección, organización y es, al mismo tiempo, jefe de un Estado, como Obama, de Estados Unidos o nuestro Mariano Rajoy. Su gobierno no es como el nuestro, el que rige el Vaticano es eclesiástico, religioso, bueno como el de nuestra Iglesia alcalaína; en  cambio, el de Roma, está compuesto por una Curia de Cardenales, toda su vestimenta de rojo, habiéndolos blancos, negros y de otras razas y latitudes. Mas, quizás tenga más dominio que muchos otros gobiernos y estados.
Pero ciñéndonos a nuestro querido Padre Paco, no tenemos más remedio que cambiar de tercio y ponernos a escribir de sus hechos y su largo recorrido a la superficie de nuestro globo terráqueo. En eso tenemos mucha suerte porque nos beneficiamos de su ya larga y contrastada experiencia sacerdotal, humana y misionera. Sí misionera; porque el que vive en la Victoria, sube a San Jorge y visita el Beaterio es uno solo, no son tres como pudiera creerse.
Tras este ya algo dilatado prólogo debemos pasar a decir alguna cosa sobre su persona y su trayectoria.
En una entrevista que le hago el día 14 de agosto de este año del 2014, me contesta amablemente a todo cuanto le pregunto y me dice su nombre completo que es Francisco Jesús Nuñez Pérez y que nace en Ronda. Naturalmente, asomado en las alturas del tajo que allí existe y que muchos nos hemos asomado, es natural que en su vida, más tarde, no le tuviese miedo a la altura de los aviones que más tarde utilizó.
Estudió, me dice en el Seminario Mayor de Barcelona. Como ya vamos viendo, los tentáculos de su dilatada vida empiezan a alargarse, preludio de lo que más tarde será el poder abarcar casi la mitad de nuestra esfera terrestre, siendo destinado, primero a Camerún, donde estuvo dos años y medio y más tarde al Norte de Méjico donde fue también misionero durante 12 años.
Volvió a España, lo destinan a Algeciras, siéndole adjudicada la Parroquia  de San García Abad en la que estuvo 12 años, donde él construyó esa Parroquia. Es de suponer que se las habilitaría para buscar los medios económicos para un proyecto de esas magníficas magnitudes. Más tarde es de nuevo destinado a la Parroquia de Santiago Apóstol en la Línea de la Concepción en la cual hace de nuevo apostolado otros 12 largos años.
Tengo la impresión de que el número de los 12 apóstoles le persigue con todo honor, pues son 12 los años en los que convive con sus nativos, en México, Algeciras y la Línea, por este orden.
El día 8 de Agosto del año 2012 es nombrado como Párroco de nuestro pueblo, fecha en la que hoy, día de la entrevista, hace 2 años y 6 días y en la que está designado por el tiempo de 6 años, Dios mediante, como él mismo me comunica.
Su ilusión ha sido la de trabajar siempre como Misionero, así con  mayúscula, según sus palabras y su ilusión fueron y de hecho de esta forma sus primeros años en su Sacerdocio. Pero los caminos del Señor no son siempre o muchas veces como los nuestros.
Al poco tiempo de estar ordenado sacerdote lo llamó nuestro Padre a mejor Vida, son siempre sus palabras con sus mismas letras de mayúsculas y demás y al quedarse viudo su padre quiso conocer lo que era una Misión, se fueron los dos durante tres meses, el padre, volviendo su progenitor a Barcelona por asuntos familiares. Pero parece que algo le dijo el Señor que, dejando a sus otros hijos, se marchó de nuevo de Misionero seglar y teniendo 62 años se quedó para siempre en tierras de misiones y, antes de morir le pidió a su hijo, nuestro párroco, que volviera a Andalucía (su tierra).
El vislumbraba que aquí hacía más falta y que aquí, según también su padre, había también mucha más Misión y más dura para Evangelizar; este es el principal motivo de mi estancia en la Diócesis de Cádiz y Ceuta.
Tengo que decir que para mí, los años de Misionero en tierras lejanas, han sido de una felicidad inmensa y fue una gran Cruz dejar aquella Misión para venir a ésta. Allá se viven unos valores más acordes a la Vida de Jesús y el cristiano lo es con todas sus consecuencias.
No es que todo sea perfecto, pero allá, para un cristiano, el Evangelio es su mejor amigo, consejero y su libro de bolsillo y eso me caló a mi, dice, muy hondo. El Párroco me dice que cree que me ha contestado a todo cuanto yo le pedía, que lo ha hecho con mucho gusto y que reviviendo estos acontecimientos lo ha hecho muy feliz y que lo ha hecho con mucho gusto y que le he hecho que reviva los años más felices de su sacerdocio. Me dice  que, gracias a dios sigue muy enamorado de su sacerdocio y que lucha cada día por ser un fiel servidor de nuestra Comunidad Parroquial a pesar de sus limitaciones y debilidades. Pide cada día que sea Él quien viva en él, como bien decía y vivía San Pablo.
No dudo que sabréis discernir lo que son mis preguntas y sus respuestas.
Creo que debíamos alegrarnos todos los alcalaínos de poder tener un párroco tan competente, tan viajero y tan buen predicador como lo observamos en sus misas.


Alcalá de los Gazules, 14 de agosto de 2014

José Arjona Atienza

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