domingo, 29 de noviembre de 2015

LA NECESIDAD DE UN SISTEMA EDUCATIVO


La hoja de ruta del sistema educativo, que le ha encomendado el Ministerio de Educación, requiere algo más que construir el Libro Blanco de la Profesión Docente, puesto que, los profesores son un eslabón más en la cadena educativa o escolar. Pero, antes de expresarle mis pensamientos, desearía rendirle un homenaje y darle las gracias infinitas, a la comunidad dedicada a la enseñanza, por su labor y entrega, no siempre reconocida, y muy señalada como responsable del mal funcionamiento del sistema educativo, mejor dicho, del sistema escolar, que hay implantado en España, y en otros muchos países desarrollados. Y al mismo tiempo, pedirle a usted que, cuando lea dichos pensamientos, no los interprete cómo una crítica destructiva, sino, como la aportación de un colaborador. Dicho esto, no tengo claro que el Libro Blanco de la Profesión Docente sea el único documento que necesite usted para desarrollar el supuesto sistema educativo, si bien, podría ser el lugar donde recoja la planificación, estructura y organización de la profesión docente. Creo, también, que deberían ser los docentes los que confeccionaran su propio Libro Blanco, y así, agregarlo al Libro Blanco sobre la Educación, el cual, debiera recoger, también, los Libros Blancos de otras comunidades educativas como la familiar, la política, la cultural…y así, en su conjunto resultara el único Libro Blanco sobre la Educación que debiera existir. Mi primer pensamiento, y que llevo madurándolo, hace ya muchos años, es que lo que se utiliza, para planificar, estructurar y organizar la Educación, en España y en muchos países desarrollados como EEUU, Alemania, Francia, Japón, Inglaterra…, son sistemas escolares (no sistemas educativos) que escolarizan pero no educan. Se puede decir que son válidos para formar personas, que posteriormente, ocupen ciertos puestos de trabajo. De tal manera que, lo que se hace realmente, es implantar la Escolarización o sistema escolar. Por ello, para entender la diferencia entre ambos sistemas (educativo o escolar), se hace necesario definirlos y plantear sus problemas.
Por una parte, los sistemas escolares públicos, se definen, cada uno de ellos, como el invento que han implantado, en los países desarrollados, las personas ricas, las poderosas, las manipuladoras de pensamientos, y las aprovechadas de las circunstancias, a partir del año 1945, una vez terminada la II Guerra Mundial, para seleccionar a las otras personas, en unas determinadas etapas de sus ciclos vitales, para así, emplearlas en sus cadenas de producción, y obtener los beneficios suficientes como, para que se conviertan cada vez más ricas y poderosas, sin importarles las condiciones de vida de las personas que trabajan ni de las que no han sido seleccionadas. Los sistemas escolares privados, de siempre han existidos, pero solo podían y pueden acceder los ricos y poderosos, y sus descendientes. Desde hace algunos años se han inventado los sistemas escolares concertados, vamos, una mezcla entre los sistemas escolares públicos y privados. Con el desarrollo de estos tres tipos de sistemas escolares, se ha pretendido educar a toda la población española, y a la de los demás países, promulgando leyes tras leyes, sin que diera resultados positivos, en ningún caso. Todo lo contrario, se abre cada vez más la diferencia entre ricos y pobres.
Por otra, los sistemas educativos, que dicen, que están implantados, no están definidos, porque, realmente no existen, aunque en su lugar lo ocupe un sistema escolar nacido del gobierno que presida en esos momentos a la nación. Se inicia cuando un partido político después de unas elecciones generales, gana, entonces, el Presidente elegido designa al Ministro de Educación, no siempre con las capacidades y competencias educativas y/o escolares adecuadas. Dicho Ministro, suele desmantelar lo realizado por su rival anterior por pertenecer a otro partido que no es el suyo, e implanta sus ideas no siempre acertadas a las necesidades educativas del país. Y así, empieza a desgranarse por todo el país, todo el peso burrocrático y administrativo, hasta llegar a los sufridos profesores que han de enseñar unos conocimientos planificados por los cerebros pensantes del Ministerio, aunque eso sí, refrendado por el Parlamento o Congreso de los Diputados, sin saber o sin querer saber, las verdaderas las necesidades de los docentes, de los discentes y de los progenitores o tutores familiares.
Sin embargo, un sistema educativo, real, sería el que contemplara el rol que ha de desempeñar cada ciudadano en el contexto mundial, teniendo en cuenta que, el objetivo de cualquier ciudadano debe ser el alimentarse para poder trabajar en su formación, y posteriormente, poderse educar para el trabajo que le permita sus capacidades, de tal manera que, con sus beneficios obtener los alimentos necesarios para no morir por inanición. Este es el único sentido que tiene cualquier ser humano en la Tierra. Desde el origen de la persona, han existido múltiples formas de alimentarse, requiriendo una planificación, estructura y organización, según el lugar y la época, que le haya tocado vivir. Y también, que las personas han tenido que relacionarse entre ellas, para obtener los valores o cosas valiosas que les permitieran y les permitan obtener alimentos. Esa relación debió estar reflejada en el sistema educativo de cada lugar y época, y a su vez, todos ellos, debían y deben, ir encaminados a preservar la vida de todos los seres vivos. En un momento determinado de la historia de la Humanidad, esos sistemas educativos debían y deben haber sido asimilados por las personas mayores, para transmitírselos a sus descendientes de generación en generación. Sin embargo, la desigualdad física y mental, de un ser vivo respecto a todos los demás, provocó que unas cuantas personas implantaran, en cada lugar y época, el Patriarcado, como modelos de vida y como modelos de hombre, afectando dicho sistema organizativo, a cada grupo social que fue apareciendo en el contexto mundial. El resultado, en los tiempos actuales, es que hay múltiples Patriarcados enfrentados entre sí, e incluso, dentro de cada Patriarcado hay sus diferencias. El Patriarca dicta una serie de leyes y normas para que se cumplan por las buenas o por las malas, existiendo en todas las facetas la bipolaridad de pobres y ricos.
Para ello, las propuestas que puedo presentar para incluir en el Libro Blanco sobre la Educación serían para desmantelar paulatinamente los diferentes Patriarcados, porque éstos no reconocen la posible existencia de sistemas educativos.

Manuel Pérez Andría
Filósofo, Pedagogo y otras cosas
Puerto Real
mpandria@telefonica.net


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