Ya se han
cumplido tres años
de la muerte
de PACO DE
LUCÍA. Con la desaparición del
genial guitarrista gaditano,
se nos fue
uno de los
mejores artistas de
la Historia del
Flamenco.
Francisco Sánchez
Gómez, que era
el nombre del genial músico, había
nacido en Algeciras (Cádiz) un
21 de diciembre
del año 1947
y falleció en Playa del
Carmen, Quintana Roo (México)
el 25
de febrero de
2014. Paco nació
en el seno
de una familia
de guitarristas, su padre
lo era y
también lo son
sus hermanos Pepe
de Lucía y
Ramón de Algeciras, con los
que formó el
Grupo “Los chiquitos de
Algeciras”. Los ídolos
de su juventud
que influyeron más
en su música
fueron Manuel Serrapí (“Niño Ricardo”)
y “Sabicas”. Con
quince años se
dio a conocer
en el Concurso
Internacional Flamenco de
Jerez de la
Frontera (1962). Tocó a
Antonio Fernández “Fosforito”
y a Juan
Peña “El Lebrijano”
y desde 1969
a Camarón. Durante los
cincuenta años de
artista flamenco grabó
38 discos, entre
ellos tres Antologías. En su
vida privada era un
hombre hogareño que
gustaba disfrutar de
la compañía de su familia.
Adoraba a sus
hijos. Casó en
primeras nupcias con
Casilda Varela Ampuero, hija
del laureado general José
Enrique Varela (Marqués de San
Fernando), ministro del Ejercito
con Franco y Alto Comisario
en Marruecos, y
de Casilda Ampuero
de la alta
burguesía vasca, familia de
banqueros del barrio
bilbaíno de Neguri, El
general había fallecido hacía años (1951) y
su viuda, se
opuso frontalmente a
la relación de
su hija con
un guitarrista. La
boda se celebró, por
la Iglesia, en
Amsterdan (Holanda) sin la
presencia de ningún
miembro de la
familia de la
novia. Su matrimonio
dio sus frutos
con el nacimiento
de tres hijos, Casilda, Lucía y
Curro. Terminada su
historia de amor (1977-1997), se divorciaron
y Paco se
volvió a casar
tres años después
por lo civil
con la mejicana
Gabriela Canseco, y de
esta nueva unión
nacieron dos hijos
más, Antonia y Diego.
Tras su muerte
y por expreso
deseo del guitarrista,
sus restos reposan
en el cementerio
de Algeciras en
un bello mausoleo
presidido por un
busto del genio, dos
manos enlazadas y
una guitarra, en la
que podemos leer
lo que de
él dijo el
escritor y flamencólogo
Félix Grande : “Acepto siempre
la tradición pero
la desobedeció”.
Paco de Lucía
fue un artista
que sacó de
los tablaos españoles
el cante jondo
y lo llevó a los más importantes
escenarios de Europa,
América y Japón.
Popularizó y modernizó la
guitarra española, la guitarra
flamenca española. Quizás haya
sido el artista
flamenco con mayor
proyección internacional. Con su indiscutible
calidad de genio
de la música,
no dudó en
incorporarle aires que
no eran del
flamencos tradicional, como el
jazz o la
bossa nova. Paco consiguió que
se reconociera en
su persona y
se rindiera homenaje a la
enorme categoría y
entrega de los
grandes artistas gaditanos,
que elevaron el
cante flamenco a
la distinción de
“bien cultural”. Ese
inagotable manantial de
arte y de
cultura viva que
es el flamenco,
y en particular
el que se
escucha en este
rincón de Andalucía
la Baja, es el
resultado de cientos
de años de
expresión artística de
extraordinarios
profesionales del cante
flamenco. En Paco
se concentró toda
la herencia y
toda la esencia del
flamenco gitano-andaluz. El
maestro no era
gitano, pero su
música si tenía,
y mucho, del duende gitano. En él
se plasmó toda
la historia de
la música del
cante andaluz, grande e
inmortal. Paco era un
artista gaditano. No podemos
nombrar a todos
los grandes cantaores
y tocaores gaditanos
de los que
Paco heredó conocimientos, pero
si podemos acordarnos
de los más
conocidos por el
gran público. Gaditanos
fueron : Manuel Torre (Niño de
Jerez), D. Antonio Chacón, Aurelio Sellés, Camarón de
la Isla, La
Paquera, Lola Flores, Chano
Lobato, El Torta,
Beni de Cádiz, Paco
Cepero, Manolo Sanlúcar,
Rocío Jurado, Rancapino, Juanito Villar
o El Perro
de Paterna.
Paco tuvo
en vida el
reconocimiento internacional de
su enorme calidad
artística. Recibió numerosos
premios de ámbito
mundial, entre ellos
destacamos el Premio
Príncipe de Asturias
de las Artes
el año 2004,
y el de Doctor Honoris
Causa de la
Universidad de Cádiz
en el 2009.
Tuve el honor
de conocerlo personalmente
y me pareció
un hombre sencillo,
normal, poco hablador y
un poco tímido. Como
lo era su
amigo José, el gran Camarón, como
lo suelen ser
los genios, las
grandes figuras de
verdad.
Quiero rendirle mi
humilde homenaje de
admiración y de respeto, con
un poema en
el que trato
de explicar la
impresión que sentí al conocer, un
día en Sevilla, al
genial guitarrista algecireño,
al mito : PACO
DE LUCIA.
“Hoy
me he vuelto
a recordar
de
aquella noche de
abril
que
me llevó Peregil,
mi
amigo tan singular,
a
conocer y escuchar
al
gran Paco de
Lucía.
El
duende de Andalucía
embrujó
nuestra caseta,
y
al resonar la
falseta
hasta
la luna sentía…
Vibró
el bordón en
su mano
cuando arrancó
el guitarrista;
hombre
sencillo y humano;
para
aplaudir al artista
al
gran genio gaditano.
Y
el aire susurró
cantes,
la
luz nerviosa bailaba …
mientras
Paco enamoraba
con
sus toques deslumbrantes
hechizando
a los amantes
de
cañas y bulerías,
de
fandangos y alegrías,
seguiriyas
y soleares …
que
son los grandes
pilares
del
cante de Andalucía.
Francisco
Teodoro Sánchez Vera
2017
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