domingo, 27 de agosto de 2017

PREGÓN DE LA FERIA 2017 DE ALCALÁ DE LOS GAZULES




Hace unos años, a un extranjero que por su trabajo había viajado por todo el mundo, le pregunté qué porqué había elegido nuestro pueblo como lugar para vivir. Y me contestó que porque Alcalá era el mejor lugar del mundo y nosotros los alcalaínos no lo sabíamos.

Querido Sr. Alcalde
Corporación Municipal
Romera Mayor y Romeras de Honor
Estimado Sr. Cura Párroco
Compañeros de la Junta de Gobierno de la Hermandad
Autoridades Civiles y Militares
Representantes de Asociaciones y Entidades Locales
Alcalaínos y visitantes
Amigos todos

Quiero en primer lugar agradecer al Equipo de Gobierno del Ayuntamiento y especialmente a nuestro Alcalde, Javier Pizarro, la confianza depositada en una Institución tan señera e importante como es la Hermandad de Nuestra Señora de los Santos y en su caso a su máximo órgano, a la Junta de Gobierno, para la realización del Pregón de la Feria. Grandísimo compromiso del que espero salir airoso.

De la misma forma, quiero mostrar mi enorme gratitud a la Junta de Gobierno de la Hermandad, por haber confiado en mi capacidad y en mis palabras para ejercer la tremenda responsabilidad que supone pregonar la Feria de nuestro pueblo.

También quiero dar las gracias a nuestro presentador por esas cariñosas palabras que sobre mí ha expresado, alguna de ellas totalmente exageradas.

Cuando a la Junta de Gobierno de la Hermandad nos llegó el encargo de dar el pregón de la Feria y la Junta me encomendó la responsabilidad de realizarlo, me entró la habitual duda en los pregoneros:

¿Cómo realizo el pregón? ¿Qué tipo de pregón hago? Tuve claro que tenía que hablar de Alcalá, que tenía que hablar lógicamente de la Feria y por último que tenía que hablar de la Virgen de los Santos y de la Hermandad.

Pero… ¿Cómo lo hacía?

A ver qué os parece este enfoque…

Ayer por la tarde me llamó la Concejala de Turismo, María Almagro y me comentó que tenía un compromiso muy fuerte. Que hoy jueves, venían a visitar Alcalá un grupo de visitantes extranjeros y que si no me importaba hacerles   de guía por nuestro pueblo. Yo a María no podía negarle el favor y este ha sido el resumen de lo que hemos vivido.

Le dije a María que los esperaba en la Plaza Alta y efectivamente sobre las 10 de la mañana estaban allí
.
Eran dos parejas de mediana edad, una inglesa y otra alemana, ambas con un buen nivel de español. Tras las presentaciones nos dirigimos al Castillo. Desde lo alto de la Torre del Homenaje se quedaron prendados del paisaje y de las vistas que desde allí se divisan.

Y empecé por explicarles que nuestro pueblo, como es evidente, se asienta sobre un cerro, que se alza en medio del río más importante de la comarca, del río Barbate. Porque en nuestra zona aunque ahora el paisaje esté seco, llueve mucho y tenemos varios ríos que vierten todos a esa inmensa cantidad de agua que estáis viendo al sur que es el embalse del Barbate. Y disfrutamos de un clima suave que sólo se ve perjudicado por nuestras enormes levanteras…

Este valle está rodeado al norte por las lomas de Maina, al oeste por las sierras del Aljibe con el Picacho como símbolo diferenciador de nuestro paisaje, al sur por otro monte más alto que Alcalá denominado el Lario y al Oeste por la apertura del Valle del Barbate. A pesar de ser verano la belleza de las vistas eran espectaculares y yo les dije que ya en invierno eran las vistas del paraíso.

Entonces la señora inglesa me preguntó que cual era la extensión del término de Alcalá y yo le dije que era el cuarto más extenso de la provincia de Cádiz con casi 48.000 has. Tuve que repetirle las cifras porque en Inglaterra los municipios no tienen unos términos tan grandes, tan gigantescos.  Ya por ahí aproveché para aclararle que en nuestro término había mucho monte y también zonas llanas. Y que lo que lo caracterizaba era esa masa verde de bosque. El bosque de los Alcornocales. Ellos mostraron su asombro, pues no creían que tan al sur de Europa pudiese haber esa enorme extensión forestal. Les comenté lo importante que era el alcornoque para nuestro pueblo, pues muchas familias podían vivir mejor gracias al trabajo del monte. El señor alemán me dijo que el bosque era enorme y yo les expuse que Alcalá es el municipio que más has. aportaba al parque natural del mismo nombre, con más de 19.000 has de su término. Y les hablé de alcornoques y del corcho, de los quejigos, de los acebuches, de los rododendros y de todos esos árboles que componen el bosque mejor conservado de Europa. Y les expliqué la fauna que ahora tenemos, como el corzo, el venado, los jabalíes, la gineta, la comadreja, y muchos más y les recordé que estos bosques fueron cazaderos de los Reyes de Castilla pues en ellos, ya Alfonso XI cazaba osos y los lobos eran abundantes…

Ya me estaba yo enrollando, cuando la señora alemana me interrumpió y me dijo que con tanta agua, tanta vegetación y tantos animales, aquí habría vivido gente desde siempre.

Y claro, ahí entramos a conversar de nuestra historia, y les conté que había constancia de la presencia humana en Alcalá desde la Prehistoria, con restos arqueológicos importantísimos como la Laja de los Hierros o los yacimientos del embalse del Barbate. Los extranjeros abrieron los ojos como platos pues estábamos hablando de miles de años de antigüedad.

Les hablé del valor de la presencia del Imperio Romano en Alcalá y de la cantidad de vestigios que han llegado a nuestros días. Así, desde allí arriba les mostré los restos del puente romano del Prado y les indiqué por donde va el camino que baja a la Fuente de la Salada, un complejo hidráulico que 2000 años después sigue funcionando a la perfección. En la Fuente de la Salada todavía se puede observar con todo detalle la maravillosa técnica de las construcciones romanas, con sus arcos de medio punto. Y sobre todo les hablé del Bronce de Lascuta, ese pasaporte de libertad que los romanos dieron a los habitantes de estas tierras y que 2200 años después, desde el museo del Louvre, es el resto arqueológico romano escrito más antiguo de toda España.

Llegados a este punto el señor alemán me preguntó por la Torre en la que estábamos. Ahí les tuve que decir que durante la Edad Media,  durante más de  500 años, Alcalá fue musulmana y posteriormente cristiana, pero al ser tierra de frontera, muy a menudo nuestro pueblo pasaba de unas manos a otras. Cuando la reconquista acabó, nuestra población fue entregada por los Reyes a órdenes militares y luego a los Marqueses de Tarifa y posteriormente Duques de Alcalá de los Gazules.

A estas alturas de la charla descendimos desde lo alto de la Torre y les enseñé sus salas y habitaciones y les hablé del resto del recinto amurallado, de sus puertas de acceso y del funcionamiento del propio Castillo. Ellos de manera unánime me trasladaron la felicitación para el Ayuntamiento, por lo bien que había quedado la Torre tras las restauración.

Pasando por la calle del Castillo, escuchamos unas voces femeninas cantando, y yo les referí la historia de las monjas del Beaterio de Jesús, María y José. Y conversamos sobre sus casi 250 años de existencia, dedicados a la oración, a cuidar de las ancianas, a ayudar a los pobres y a educar a miles de niños. Ellas ofrecen oración, trabajo y la lucha por los más desfavorecidos con un inmenso amor por Alcalá.

De allí nos fuimos para la Plaza Alta y entramos en la Parroquia, donde pudieron admirar nuestro principal monumento, con su arquitectura, sus preciosas fachadas especialmente la gótica, sus retablos, sus esculturas, sus pinturas, el coro, la sacristía y los ropajes antiguos y todos los objetos de plata que conforman el tesoro parroquial. A esto la señora inglesa, me señaló el altar mayor y me preguntó que quien era el santo que montado en un caballo blanco estaba matando un dragón.

Ofuuuuu!!!!

Le dije que San Jorge, nuestro patrón y el mejor Santo conocido. Y directamente les invité a venir el 23 de abril para disfrutar de sus fiestas, tan únicas y tan especiales para los alcalaínos.

Salimos de la parroquia y les señalé la fachada de la Casa del Cabildo, de nuestro antiguo Ayuntamiento. Que con casi 500 años es un ejemplo muy raro de renacimiento andaluz.

Íbamos a descender hacia la Alameda, cuando el señor alemán me interrogó por otra Torre que se veía al fondo de la plaza. Los llevé al antiguo convento de las Clarisas y disfrutaron del precioso claustro blanqueado de cal. Les conté que hace 7 décadas las monjas se fueron por falta de vocaciones y que desde hace 62 años es un colegio bajo la dirección de la Compañía de Jesús, llamado la SAFA.  Y que es el centro educativo con más alumnos de Alcalá y que comprende desde la Educación Infantil hasta la F.P., con Primaria y Secundaria, por el que a lo largo de su historia habían pasado miles de niños y niñas…

-         ¡!Otro colegio, aquí arriba!¡ ¡! Hay otro colegio!!. ¡!2 colegios en la parte más alta y difícil de llegar del pueblo!! Me comentó la señora alemana.

Y les expliqué que ahora, por el descenso de los nacimientos, estos colegios estaban pasando por una situación delicada, pero también les transmití mi esperanza y mi convencimiento de que al ser dos centros hermanos se llegará a un acuerdo que permita que ambos colegios puedan seguir abiertos muchos años más. Porque ningún pueblo y menos Alcalá puede permitirse el lujo de perder a ninguna de las dos instituciones. Y creo que eso no va a ocurrir.

Decidimos bajar de la plaza Alta por las calles S. Francisco, Sánchez Díaz, Arcipreste Roa, Sáinz de Andino…..

-         ¡!Había calles!!, me dijo el señor alemán. ¡!Y es que cuando uno entra en el pueblo, parece como si no las hubiera!!.

Así, bajando pudieron observar el original y extraordinario urbanismo alcalaíno, donde las casas montan unas encima de otras, dando lugar a nuestro inconfundible caserío.

De la Plazuela los llevé a Santo Domingo, donde se quedaron prendados del precioso y funcional Centro Cultural y yo aproveché para explicarles lo que debió ser el magnífico convento dominico.

Por la calle Real, llegamos a la Alameda, y en el antiguo convento de la Victoria entramos para admirar la magnífica talla del Nazareno.

Al bajar Río Verde, escucharon una reunión de personas mayores. Entramos en el Centro de Educación de Adultos de Alcalá. Les expliqué quiénes eran y a qué se dedicaban, y desde luego les hice ver la maravillosa labor que desde hace muchos años Mercedes, Inma y Maribel, vienen realizando junto a sus alumnas y alumnos. Allí tuvimos la suerte de probar uno de sus extraordinarios Gazpachos calientes, que las alumnas estaban preparando y es que a esa hora mis amigos visitantes agradecieron ese primer tentempié. El personal se animó, y Antonia la Cantaora empezó a cantar la tonilla del Gazpacho e inmediatamente varias alumnas se pusieron a bailar... Mis amigos se sorprendieron al ver el espectáculo y al comprobar que tanto el cante como el baile eran propios y naturales de Alcalá.

A estas alturas del día, mis queridos acompañantes estaban muertos de hambre. Les indiqué uno de nuestros principales restaurantes y allí pudieron probar lo más selecto de nuestra gastronomía… Y aunque algunos productos no se dan ahora en verano, hablamos de espárragos y tagarninas, de guisos, de carne de retinto, de venado, de corzo y de jabalí… De boquerones, de atún, de sardinas, de cazón y de cantidad de pescados dada la cercanía al mar. Les hablé de los productos de las huertas, y sobre todo de brevas, de higos chumbos, de moras y de gran cantidad de frutos silvestres… Y por último les hablé de la repostería y de los dulces alcalaínos. Creo que su hambre quedó saciada ante los maravillosos productos de la tierra.

Al entrar habían visto un cartel que ponía Feria de Agosto en honor de Nuestra Señora de los Santos. Y vieron que en el parque se estaba montando unos decorados en el escenario y me preguntaron que qué era todo esto.

Esperé a la sobremesa para hablarles de le Feria.

-         ¿Y que es una feria? ¿Y por qué se celebra una feria? Me interrogaron…

Les expliqué que la actual feria de agosto se celebra desde 1851, y originalmente se organizaba en torno al 12 de septiembre, festividad de nuestra patrona.

Antiguamente las ferias eran como exposiciones de compraventa principalmente de ganado en las que también se aprovechaba para instalar como unas tiendas portátiles o chiringuitos para atender a los visitantes. Con el tiempo aquello derivó en algo más, a lo que se le iban agregando circos, casetas de turrones y dulces y las primeras atracciones mecánicas…

Les conté las ferias de mi niñez y de mi adolescencia, cuando el recinto ferial se distribuía por el Paseo de la Playa, en un batiburrillo de casetas de turrón, atracciones y pistas de coches-choques, cuyo eje central giraba en torno al Parque Félix Rodríguez de la Fuente que ejercía de Castea Municipal, y que con sus altos muros parecía una especie de fortín, que había que escalar para colarse en el Parque, dado el alto precio de las entradas de las actuaciones de las mejores estrellas del firmamento musical nacional…

Eran tiempos de las cunitas con freno manual de Andrés, las atracciones de la alcalaína familia Cecilia, con los caballitos sube y baja de Pepín, y el Baby de los Mellis, que con tanto trabajo y horas regentaba el recordado Juan Cecilia y sus hijos, mis compañeros de clase y buenos amigos, Juan José y José Manuel, quienes tristemente ya no se encuentran entre nosotros y a los que siempre tendremos en el recuerdo por luchar por un Alcalá y por una feria mejor. Venían los coches choques de última generación de Montiel y algunas últimas novedades como el tren de los escobazos o el látigo…

Y también eran tiempos de las casetas de turrón, algunas de las cuales, como la de Dolores la turronera, todavía sigue montando su caseta en el nuevo Real de la Feria… Y les conté que había que administrarse, como decía mi madre, pues no se podía gastar el dinero del tirón, pues sino, que hacías luego toda la noche?...

Aquella era una feria muy local y muy familiar, pero al mismo tiempo muy incómoda, pues todo estaba separado y muy disperso, y por ejemplo no había casi sitio para aparcar. Todo eso hizo que cada vez nuestra feria fuese menos atractiva para el visitante a pesar de que por ejemplo a mediados de los año 80 se fundaran las dos principales peñas de la localidad, la peña Taurina y la peña Amigos del Camino, que montaban sus casetas donde buenamente podían, la Taurina en la antigua Plaza de Toros y la de los Amigos del Camino enfrente de lo de Valadés. Había llegado a Alcalá el concepto de las casetas privadas y de socios.

Al mismo tiempo, el domingo de Feria coincidía con el domingo de la Romería, con lo cual mucha gente no disfrutaba ni del día grande de la feria que es el sábado, ni del domingo de Romería.

Por todo ello a finales de los años 90 era un clamor que nuestra feria necesitaba un giro, un gran revulsivo, para darle un cambio total. Y fue el equipo de gobierno que comandaba el Alcalde Luís Romero y al que yo pertenecí, el que tomó dos decisiones trascendentales. La primera trasladar la feria al llamado Monte Ortega, un lugar situado a 500 metros del Pabellón saliendo por la carretera de Algeciras. Para ello, el Ayuntamiento compró las tierras, aprovechando las obras de la autovía se desmontó el Cerro y se preparó el llano como recinto ferial.  Y la segunda decisión fue la de separar la Feria de la Romería y de adelantar la Feria al último fin de semana completo de agosto, para poder disfrutar de ambos eventos por separado y con intensidad.

Ambas decisiones, plasmadas en la primera Feria celebrada en el Monte Ortega, en el 2002, fueron muy arriesgadas, y criticadas en su momento. Pero pasados 15 años, creo que todos estamos de acuerdo en que gracias a ello, nuestra Feria es ahora una de las principales ferias de la provincia.

-    Espera, espera, me dijo el señor Inglés. ¿Me estás diciendo que ahora la feria se traslada a un recinto hecho solamente para esos días? Me volvió a preguntar.

Efectivamente, le respondí. Ahora la feria es una pequeña ciudad efímera, que se monta únicamente para los 4 días que dura esta fiesta. Y entonces les describí el día a día de la feria, la elección de la Romera Mayor y sus damas de quienes aprovecho su presencia en el escenario, para que os fijéis en su belleza, en su simpatía y también en su preparación, pues a la mayoría las conozco muy bien, al haber sido su profesor durante varios años.

Luego hablamos del pregón y de la inauguración del alumbrado extraordinario.

A partir de ahí los actos públicos, como la comida homenaje a la Tercera Edad, o el día de la Mujer. O las actividades privadas de cada caseta, especialmente la de los Amigos del Camino y sus orquestas y su aire acondicionado, la de la Peña Taurina con su ambiente de sevillanas y flamenquito y la de la Peña Caballista la más joven y reciente. Y es que no se puede entender una feria como la de Alcalá, sin la influencia del caballo. Les describí el recinto, el amplio recinto que cuenta con un precioso paseo, las casetas, la calle del infierno y los aparcamientos. Aquí me tengo que detener para reconocer el magnífico e imprescindible trabajo que todos los años realizan los trabajadores del Ayuntamiento, la Policía Local y la Guardia Civil, los bomberos y los servicios médicos, pues sin ellos la celebración de la preciosa feria que tenemos no sería posible.

-         ¿Y qué se hace en la feria? Me dijo el señor alemán.

Pues disfrutar. Los pequeños en los cacharritos, los jóvenes con el botellón y todo el mundo en las casetas. Pasear, dar una vuelta, encontrarte a alguien al que a lo mejor hace meses o años que no ves, y celebrar la alegría del reencuentro. Incluso ha habido años en los que se han celebrado corridas de toros. Ahora que Manolito Vera está hecho un fenómeno novilleril y Alcalá puede tener un torero, ¡hay que animarse a volver a dar toros, Alcalde!

Es también la feria de los emigrantes, de aquellos que un día tuvieron que abandonar esta bendita tierra por un futuro mejor, a la búsqueda de un trabajo y que aprovechan estos días para volver a su pueblo, a su casa y al calor del hogar. Volver para reencontrarte con tu familia, con tus amigos, con tu ambiente, con tus comidas y con tu pueblo en definitiva. Por ejemplo, ahí está mi hija, emigrante y recién llegada de Inglaterra para pasar estos cuatro días con nosotros.

Hablar, compartir, saludar, y comer y tapear y tomar una copa con la familia y con los amigos. Y hablando de amigos, porque amigos son los directivos, entrenadores y jugadores, tengo que hablar ahora de los dos grandes clubes alcalaínos. El Alchoyano y el Baloncesto. De la amistad entre sus entrenadores y directivos, nacen estos clubes, los cuales llevan más de 30 años siendo un ejemplo de educación y trabajo deportivo. Porque, ¿qué pueblo de la provincia de Cádiz puede presumir de tener algo parecido a lo que nos ofrecen estos equipos? Mi enhorabuena, porque sois el orgullo de nuestro pueblo.

Decía que la Feria es la fiesta de la amistad.  El alcalaíno es así: transparente, hospitalario y acogedor. Y quiere que como él lo pasa bien, sus amigos e invitados lo pasen igual de bien. Y hablando de amigos, quiero recordar a un alcalaíno nacido en Cartagena, que tristemente falleció este verano. Él no era muy feriante, pero bajaba todos los días a la feria, se daba sus vueltecitas y se tomaba algo sin alcohol. Pero lo que si era, era muy de Alcalá para todo. Con su trabajo y su ilusión, siempre y en todos los ámbitos luchó por un pueblo mejor.

Ya hoy en este acto, te echo de menos, Paco López.

Con el nuevo recinto y las nuevas fechas, tenemos feria de tarde y feria de noche, especialmente el sábado y el domingo.  Y esto hace que de unos años para acá el ambiente sea impresionante, y que cada vez sean más los que unan la tarde y la noche en un agotador ritmo festivo… Y para pasarlo aún mejor, nuestro Equipo de Gobierno, ha recuperado el tren de la Feria, lo que nos va a hacer más cómoda la ida y la vuelta y nos va a posibilitar que nos olvidemos de coger el coche…

-         Entonces terminaréis reventados, no? me dijo la señora inglesa…

Pues sí, le contesté yo. Reventados pero a gusto por pasarlo tan bien y disfrutar como queremos hacerlo, en compañía de nuestra gente.

Estábamos acabando la sobremesa y yo creía que se habían acabado las preguntas por parte de mis acompañantes, cuando el caballero inglés me soltó a bocajarro:

-         Y porqué la feria es en honor de la Virgen de los Santos. Quién es esa Virgen. Dónde está?

Inmediatamente nos levantamos y les dije: Acompañadme.

Y de allí nos fuimos para el Santuario.

En la calidez de la tarde, se quedaron asombrados por el conjunto de edificios luminosamente blanqueados de cal. Al entrar les expliqué el origen del Santuario, que se remonta al siglo XIV, pues se construyó en sus inicios como un humilladero o pequeña ermita como acción de gracias por la victoria cristiana en la batalla de Pagana. Y de cómo poco a poco todo el conjunto fue creciendo hasta alcanzar la forma actual a mediados del siglo XVII.

Luego pasamos por el patio del aljibe, al que luego volveríamos, y entramos en la Iglesia.

Un ohhhhh alargado resonó en la Iglesia. Las caras de asombro de mis acompañantes eran evidentes.

-         Qué son todos esos cuadros pequeños? Me preguntaron.

Entonces yo les expliqué qué eran los exvotos. Testimonio de fe y de gratitud de los creyentes en la Virgen de los Santos a lo largo de cientos de años. Ellos me dijeron que no habían visto nada igual en ningún sitio. Los cuatro visitantes rápidamente se pusieron a ver los exvotos. Su forma, su temática, el tipo de pintura, la calidad de las mismas… Ellos no se esperaban que en este rincón de la provincia de Cádiz, se conservara la más importante colección de exvotos de Andalucía y una de las más impresionantes de España.

Cuando miraron el altar mayor de la Capilla, allí empezaron a entender el motivo de la visita. Subieron al Camarín, y bajo los mágicos efectos de los espejos y de las luces de las vidrieras contemplaron la imagen de nuestra Madre, la Virgen de los Santos. Lo primero que les llamó la atención fue las espectaculares andas de plata de 1675, y se quedaron prendados de su extraordinario labrado de orfebrería. Posteriormente se fijaron en la imagen de nuestra patrona. Esa imagen dulce y sonriente propia de una Madre. 

Me preguntaron por su antigüedad y por los mantos. Les señalé que la imagen era muy antigua, de finales de la Edad Media, y que había sido adaptada para poder vestirla con diferentes mantos, de los cuales la Virgen tenía una gran cantidad, unos antiguos y otros más recientes, unos mejores y otros de menor calidad. Les expliqué que los mantos se iban cambiando durante el año y que la más bonita tradición para un alcalaíno o para un peregrino es meter la cabeza debajo del manto e implorar y rogar a la Virgen por alguna dificultad o dar gracias por algún favor recibido. Y que por todo ello, nuestra Patrona tenía fama de milagrosa, no solo en nuestro pueblo, sino en la provincia de Cádiz y en toda Andalucía.

En el silencio de la tarde y de la soledad de la Iglesia, el señor alemán me dijo:

-         Este es un lugar mágico…

Y yo le di toda la razón. ¡!Cuantas cientos de miles de personas han visitado este santo lugar en busca del consuelo o de la ayuda de nuestra Madre…¡Cuánta fe, cuánto cariño derramado…¡

Entonces aproveché para expresarles una reflexión. Los alcalaínos podremos ser de un partido político o de otro, podremos ser de diferentes equipos, podremos ser de diferentes cofradías, incluso podremos ser creyentes o no creyentes, pero lo único que nos une a todos por igual es el amor y la fe en María de los Santos. Y ese es su milagro más grande. La unión de todo un pueblo en torno a ella.
Salimos de nuevo hacia el patio del Aljibe y mis acompañantes andaban totalmente sorprendidos por el torrente de emociones que habían recibido.

Al estar de nuevo en el patio, nos sentamos a la sombra delante de la Mayordomía, y pasé entonces a contarles porqué la feria era en honor de la Virgen de los Santos. Y les recordé lo que les había explicado comiendo, de que antes la feria y el domingo de la Romería coincidían. Era la fiesta de todo un pueblo en honor de su patrona.

Aunque claro, estando en aquel patio, ya les relaté las fiestas propiamente dichas en honor de la Virgen.

-         Más fiestas me dijeron

Sí, muchas más, les dije yo…

La Romería, el día de la Virgen y la Octava conforman el trío festivo que en septiembre se celebra en torno a la Virgen de los Santos.

Les hablé de la Romería, de la peregrinación que desde Alcalá y desde toda la provincia hace que miles de personas vengan a la procesión, del desfile de cientos de caballos ante la Bendita Imagen, de ese histórico ejercicio de caridad y ahora ya consagrada tradición que es el reparto del rancho, y de los cuartos, esa costumbre de camaradería y hospitalidad tan única, que se celebra posteriormente en torno al patio en el que estábamos…

Después seguimos hablando del día 12 de septiembre, del día de la Patrona, un día para los alcalaínos, donde se presentaban a la Virgen los niños nacidos en el último año y por último hablamos de la Octava, que era el último día de fiesta en torno a nuestra Patrona.
-         Y todo esto quién lo organiza? Quién lo dirige? Me preguntaron
La Hermandad, le respondí yo.

-         Y que es la Hermandad? Me siguieron interrogando

Pues la unión de unos Hermanos y devotos en torno a la imagen de Nuestra Señora de los Santos, con el fin de promocionar su culto, y de cuidar y conservar todos sus bienes ya sean muebles (como mantos, joyas, cálices, etc.), como inmuebles (el Santuario, las tierras de alrededor, la Casa Hermandad, la Capilla de la Salada…)
A ella puede pertenecer todo el mundo y su antigüedad en su formato actual data del año 1949, aunque ya antes habían existido unos estatutos en el año 1910. Actualmente son más de 1500 los hermanos que la componen y la dirige durante cuatro años una Junta de Gobierno formada por 12 miembros y presidida por el Hermano Mayor.

El trabajo de la Hermandad es intenso, pues son muchos los frentes que hay que atender. Pero todo lo hacemos por amor a María de los Santos.

Quiero aprovechar este momento del pregón para agradecer el esfuerzo y la dedicación de mis actuales compañeros de Junta, aquí presentes. Sin su apasionada entrega, nada de lo que hacemos tendría sentido. ¡Muchas gracias compañeros!

Pero esta organización no ha sido siempre igual. Durante siglos, las salidas procesionales las han organizado siempre el Ayuntamiento y el clero eclesiástico de Alcalá.  E innumerables veces a lo largo de la historia estas dos Instituciones han chocado por la organización de las mismas.

Ahora he de decir que desde hace muchísimos años las relaciones entre el Ayuntamiento y la Hermandad son extraordinarias y la colaboración siempre es continua y fluida. Y esa relación es otra prueba evidente de que la Virgen de los Santos une a todos los alcalaínos.

Y por eso, todos los que somos de esta bendita tierra, estemos donde estemos, siempre suspiramos por ella. Cuando pasamos muchos días sin ir al Santuario es como si nos faltase algo. Necesitamos ir a verla.

Porque si una cosa tengo clara, es que la Virgen de los Santos, no es de nadie. Bueno sí, es de la gente, de sus fieles y creyentes. De los alcalaínos y de los peregrinos.

Es de TODOS, con mayúsculas.

La Virgen es Alcalá y Alcalá es de su  Virgen¡¡¡

Y emocionado, les trasmití a mis invitados la esperanza en que todas las familias de Alcalá leguen de generación en generación esa Fe en la Virgen de los Santos, como mis padres me lo transmitieron a mí y a mis hermanos y a su vez yo se lo intento transmitir a mis hijos.

Cuando me di cuenta era tardísimo… Tenía que volver a Alcalá, ducharme y ponerme el traje para dar pregón de la Feria. Los cuatro visitantes se volvieron conmigo y se quedaron en el paseo. Me dieron las gracias y me transmitieron su intención de comprarse una casa y quedarse a vivir en nuestro pueblo. Allí al fondo están, como unos alcalaínos más, dispuestos a disfrutar con nosotros de la Fiesta.

Y ya termino este pregón para que comience la Feria. Por ello, quiero desearos que lo paséis muy bien. Que disfrutéis de la celebración de la alegría. Y que viváis intensamente este mes de fiesta continuada que suponen la Feria y la Romería.

Y que siempre, allí donde estéis os acordéis de este rincón del sur, del mejor lugar del mundo para vivir, y penséis en la suerte que tuvisteis de nacer aquí. Y de la suerte de tener una patrona que nos quiere y de pertenecer a un pueblo maravilloso.

Por todo ello, gritad conmigo ¡! Viva la Virgen de los Santos!!     ¡!Viva Alcalá de los Gazules¡¡







Arsenio J. Cordero Domínguez
Jueves, 24 de Agosto de 2017
Alcalá de los Gazules



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El tiempo que hará...