Hace unos años, a un extranjero que por su trabajo
había viajado por todo el mundo, le pregunté qué porqué había elegido nuestro
pueblo como lugar para vivir. Y me contestó que porque Alcalá era el mejor
lugar del mundo y nosotros los alcalaínos no lo sabíamos.
Querido
Sr. Alcalde
Corporación
Municipal
Romera
Mayor y Romeras de Honor
Estimado
Sr. Cura Párroco
Compañeros
de la Junta de Gobierno de la Hermandad
Autoridades
Civiles y Militares
Representantes
de Asociaciones y Entidades Locales
Alcalaínos
y visitantes
Amigos
todos
Quiero en primer lugar agradecer al Equipo de Gobierno
del Ayuntamiento y especialmente a nuestro Alcalde, Javier Pizarro, la
confianza depositada en una Institución tan señera e importante como es la
Hermandad de Nuestra Señora de los Santos y en su caso a su máximo órgano, a la
Junta de Gobierno, para la realización del Pregón de la Feria. Grandísimo
compromiso del que espero salir airoso.
De la misma forma, quiero mostrar mi enorme gratitud a
la Junta de Gobierno de la Hermandad, por haber confiado en mi capacidad y en
mis palabras para ejercer la tremenda responsabilidad que supone pregonar la
Feria de nuestro pueblo.
También quiero dar las gracias a nuestro presentador
por esas cariñosas palabras que sobre mí ha expresado, alguna de ellas
totalmente exageradas.
Cuando a la Junta de Gobierno de la Hermandad nos
llegó el encargo de dar el pregón de la Feria y la Junta me encomendó la
responsabilidad de realizarlo, me entró la habitual duda en los pregoneros:
¿Cómo realizo el pregón? ¿Qué tipo de pregón hago?
Tuve claro que tenía que hablar de Alcalá, que tenía que hablar lógicamente de
la Feria y por último que tenía que hablar de la Virgen de los Santos y de la
Hermandad.
Pero… ¿Cómo lo hacía?
A ver qué os parece este enfoque…
Ayer por la tarde me llamó la Concejala de Turismo,
María Almagro y me comentó que tenía un compromiso muy fuerte. Que hoy jueves,
venían a visitar Alcalá un grupo de visitantes extranjeros y que si no me
importaba hacerles de guía por nuestro
pueblo. Yo a María no podía negarle el favor y este ha sido el resumen de lo
que hemos vivido.
Le dije a María que los esperaba en la Plaza Alta y
efectivamente sobre las 10 de la mañana estaban allí
.
Eran dos parejas de mediana edad, una inglesa y otra
alemana, ambas con un buen nivel de español. Tras las presentaciones nos
dirigimos al Castillo. Desde lo alto de la Torre del Homenaje se quedaron
prendados del paisaje y de las vistas que desde allí se divisan.
Y empecé por explicarles que nuestro pueblo, como es
evidente, se asienta sobre un cerro, que se alza en medio del río más
importante de la comarca, del río Barbate. Porque en nuestra zona aunque ahora
el paisaje esté seco, llueve mucho y tenemos varios ríos que vierten todos a
esa inmensa cantidad de agua que estáis viendo al sur que es el embalse del Barbate.
Y disfrutamos de un clima suave que sólo se ve perjudicado por nuestras enormes
levanteras…
Este valle está rodeado al norte por las lomas de
Maina, al oeste por las sierras del Aljibe con el Picacho como símbolo
diferenciador de nuestro paisaje, al sur por otro monte más alto que Alcalá
denominado el Lario y al Oeste por la apertura del Valle del Barbate. A pesar
de ser verano la belleza de las vistas eran espectaculares y yo les dije que ya
en invierno eran las vistas del paraíso.
Entonces la señora inglesa me preguntó que cual era la
extensión del término de Alcalá y yo le dije que era el cuarto más extenso de
la provincia de Cádiz con casi 48.000 has. Tuve que repetirle las cifras porque
en Inglaterra los municipios no tienen unos términos tan grandes, tan
gigantescos. Ya por ahí aproveché para
aclararle que en nuestro término había mucho monte y también zonas llanas. Y
que lo que lo caracterizaba era esa masa verde de bosque. El bosque de los
Alcornocales. Ellos mostraron su asombro, pues no creían que tan al sur de
Europa pudiese haber esa enorme extensión forestal. Les comenté lo importante
que era el alcornoque para nuestro pueblo, pues muchas familias podían vivir
mejor gracias al trabajo del monte. El señor alemán me dijo que el bosque era
enorme y yo les expuse que Alcalá es el municipio que más has. aportaba al
parque natural del mismo nombre, con más de 19.000 has de su término. Y les
hablé de alcornoques y del corcho, de los quejigos, de los acebuches, de los
rododendros y de todos esos árboles que componen el bosque mejor conservado de
Europa. Y les expliqué la fauna que ahora tenemos, como el corzo, el venado,
los jabalíes, la gineta, la comadreja, y muchos más y les recordé que estos bosques
fueron cazaderos de los Reyes de Castilla pues en ellos, ya Alfonso XI cazaba
osos y los lobos eran abundantes…
Ya me estaba yo enrollando, cuando la señora alemana
me interrumpió y me dijo que con tanta agua, tanta vegetación y tantos
animales, aquí habría vivido gente desde siempre.
Y claro, ahí entramos a conversar de nuestra historia,
y les conté que había constancia de la presencia humana en Alcalá desde la
Prehistoria, con restos arqueológicos importantísimos como la Laja de los Hierros
o los yacimientos del embalse del Barbate. Los extranjeros abrieron los ojos
como platos pues estábamos hablando de miles de años de antigüedad.
Les hablé del valor de la presencia del Imperio Romano
en Alcalá y de la cantidad de vestigios que han llegado a nuestros días. Así,
desde allí arriba les mostré los restos del puente romano del Prado y les
indiqué por donde va el camino que baja a la Fuente de la Salada, un complejo
hidráulico que 2000 años después sigue funcionando a la perfección. En la Fuente
de la Salada todavía se puede observar con todo detalle la maravillosa técnica
de las construcciones romanas, con sus arcos de medio punto. Y sobre todo les
hablé del Bronce de Lascuta, ese pasaporte de libertad que los romanos dieron a
los habitantes de estas tierras y que 2200 años después, desde el museo del
Louvre, es el resto arqueológico romano escrito más antiguo de toda España.
Llegados a este punto el señor alemán me preguntó por
la Torre en la que estábamos. Ahí les tuve que decir que durante la Edad Media, durante más de 500 años, Alcalá fue musulmana y
posteriormente cristiana, pero al ser tierra de frontera, muy a menudo nuestro
pueblo pasaba de unas manos a otras. Cuando la reconquista acabó, nuestra
población fue entregada por los Reyes a órdenes militares y luego a los Marqueses
de Tarifa y posteriormente Duques de Alcalá de los Gazules.
A estas alturas de la charla descendimos desde lo alto
de la Torre y les enseñé sus salas y habitaciones y les hablé del resto del
recinto amurallado, de sus puertas de acceso y del funcionamiento del propio
Castillo. Ellos de manera unánime me trasladaron la felicitación para el Ayuntamiento,
por lo bien que había quedado la Torre tras las restauración.
Pasando por la calle del Castillo, escuchamos unas
voces femeninas cantando, y yo les referí la historia de las monjas del
Beaterio de Jesús, María y José. Y conversamos sobre sus casi 250 años de
existencia, dedicados a la oración, a cuidar de las ancianas, a ayudar a los
pobres y a educar a miles de niños. Ellas ofrecen oración, trabajo y la lucha
por los más desfavorecidos con un inmenso amor por Alcalá.
De allí nos fuimos para la Plaza Alta y entramos en la
Parroquia, donde pudieron admirar nuestro principal monumento, con su
arquitectura, sus preciosas fachadas especialmente la gótica, sus retablos, sus
esculturas, sus pinturas, el coro, la sacristía y los ropajes antiguos y todos
los objetos de plata que conforman el tesoro parroquial. A esto la señora
inglesa, me señaló el altar mayor y me preguntó que quien era el santo que
montado en un caballo blanco estaba matando un dragón.
Ofuuuuu!!!!
Le dije que San Jorge, nuestro patrón y el mejor Santo
conocido. Y directamente les invité a venir el 23 de abril para disfrutar de
sus fiestas, tan únicas y tan especiales para los alcalaínos.
Salimos de la parroquia y les señalé la fachada de la
Casa del Cabildo, de nuestro antiguo Ayuntamiento. Que con casi 500 años es un
ejemplo muy raro de renacimiento andaluz.
Íbamos a descender hacia la Alameda, cuando el señor alemán
me interrogó por otra Torre que se veía al fondo de la plaza. Los llevé al
antiguo convento de las Clarisas y disfrutaron del precioso claustro blanqueado
de cal. Les conté que hace 7 décadas las monjas se fueron por falta de
vocaciones y que desde hace 62 años es un colegio bajo la dirección de la
Compañía de Jesús, llamado la SAFA. Y
que es el centro educativo con más alumnos de Alcalá y que comprende desde la
Educación Infantil hasta la F.P., con Primaria y Secundaria, por el que a lo
largo de su historia habían pasado miles de niños y niñas…
-
¡!Otro colegio, aquí arriba!¡ ¡! Hay otro colegio!!. ¡!2
colegios en la parte más alta y difícil de llegar del pueblo!! Me comentó la
señora alemana.
Y les expliqué que ahora, por el descenso de los nacimientos,
estos colegios estaban pasando por una situación delicada, pero también les
transmití mi esperanza y mi convencimiento de que al ser dos centros hermanos
se llegará a un acuerdo que permita que ambos colegios puedan seguir abiertos
muchos años más. Porque ningún pueblo y menos Alcalá puede permitirse el lujo
de perder a ninguna de las dos instituciones. Y creo que eso no va a ocurrir.
Decidimos bajar de la plaza Alta por las calles S.
Francisco, Sánchez Díaz, Arcipreste Roa, Sáinz de Andino…..
-
¡!Había calles!!, me dijo el señor alemán. ¡!Y es que cuando uno
entra en el pueblo, parece como si no las hubiera!!.
Así, bajando pudieron observar el original y
extraordinario urbanismo alcalaíno, donde las casas montan unas encima de
otras, dando lugar a nuestro inconfundible caserío.
De la Plazuela los llevé a Santo Domingo, donde se quedaron
prendados del precioso y funcional Centro Cultural y yo aproveché para
explicarles lo que debió ser el magnífico convento dominico.
Por la calle Real, llegamos a la Alameda, y en el
antiguo convento de la Victoria entramos para admirar la magnífica talla del
Nazareno.
Al bajar Río Verde, escucharon una reunión de personas
mayores. Entramos en el Centro de Educación de Adultos de Alcalá. Les expliqué quiénes
eran y a qué se dedicaban, y desde luego les hice ver la maravillosa labor que
desde hace muchos años Mercedes, Inma y Maribel, vienen realizando junto a sus
alumnas y alumnos. Allí tuvimos la suerte de probar uno de sus extraordinarios
Gazpachos calientes, que las alumnas estaban preparando y es que a esa hora mis
amigos visitantes agradecieron ese primer tentempié. El personal se animó, y
Antonia la Cantaora empezó a cantar la tonilla del Gazpacho e inmediatamente
varias alumnas se pusieron a bailar... Mis amigos se sorprendieron al ver el
espectáculo y al comprobar que tanto el cante como el baile eran propios y
naturales de Alcalá.
A estas alturas del día, mis queridos acompañantes
estaban muertos de hambre. Les indiqué uno de nuestros principales restaurantes
y allí pudieron probar lo más selecto de nuestra gastronomía… Y aunque algunos
productos no se dan ahora en verano, hablamos de espárragos y tagarninas, de
guisos, de carne de retinto, de venado, de corzo y de jabalí… De boquerones, de
atún, de sardinas, de cazón y de cantidad de pescados dada la cercanía al mar.
Les hablé de los productos de las huertas, y sobre todo de brevas, de higos
chumbos, de moras y de gran cantidad de frutos silvestres… Y por último les
hablé de la repostería y de los dulces alcalaínos. Creo que su hambre quedó
saciada ante los maravillosos productos de la tierra.
Al entrar habían visto un cartel que ponía Feria de Agosto
en honor de Nuestra Señora de los Santos. Y vieron que en el parque se estaba
montando unos decorados en el escenario y me preguntaron que qué era todo esto.
Esperé a la sobremesa para hablarles de le Feria.
-
¿Y que es una feria? ¿Y por qué se celebra una feria? Me
interrogaron…
Les expliqué que la actual feria de agosto se celebra
desde 1851, y originalmente se organizaba en torno al 12 de septiembre,
festividad de nuestra patrona.
Antiguamente las ferias eran como exposiciones de
compraventa principalmente de ganado en las que también se aprovechaba para
instalar como unas tiendas portátiles o chiringuitos para atender a los
visitantes. Con el tiempo aquello derivó en algo más, a lo que se le iban
agregando circos, casetas de turrones y dulces y las primeras atracciones
mecánicas…
Les conté las ferias de mi niñez y de mi adolescencia,
cuando el recinto ferial se distribuía por el Paseo de la Playa, en un
batiburrillo de casetas de turrón, atracciones y pistas de coches-choques, cuyo
eje central giraba en torno al Parque Félix Rodríguez de la Fuente que ejercía
de Castea Municipal, y que con sus altos muros parecía una especie de fortín,
que había que escalar para colarse en el Parque, dado el alto precio de las
entradas de las actuaciones de las mejores estrellas del firmamento musical
nacional…
Eran tiempos de las cunitas con freno manual de Andrés,
las atracciones de la alcalaína familia Cecilia, con los caballitos sube y baja
de Pepín, y el Baby de los Mellis, que con tanto trabajo y horas regentaba el
recordado Juan Cecilia y sus hijos, mis compañeros de clase y buenos amigos,
Juan José y José Manuel, quienes tristemente ya no se encuentran entre nosotros
y a los que siempre tendremos en el recuerdo por luchar por un Alcalá y por una
feria mejor. Venían los coches choques de última generación de Montiel y algunas
últimas novedades como el tren de los escobazos o el látigo…
Y también eran tiempos de las casetas de turrón,
algunas de las cuales, como la de Dolores la turronera, todavía sigue montando
su caseta en el nuevo Real de la Feria… Y les conté que había que administrarse,
como decía mi madre, pues no se podía gastar el dinero del tirón, pues sino,
que hacías luego toda la noche?...
Aquella era una feria muy local y muy familiar, pero
al mismo tiempo muy incómoda, pues todo estaba separado y muy disperso, y por
ejemplo no había casi sitio para aparcar. Todo eso hizo que cada vez nuestra
feria fuese menos atractiva para el visitante a pesar de que por ejemplo a
mediados de los año 80 se fundaran las dos principales peñas de la localidad,
la peña Taurina y la peña Amigos del Camino, que montaban sus casetas donde
buenamente podían, la Taurina en la antigua Plaza de Toros y la de los Amigos
del Camino enfrente de lo de Valadés. Había llegado a Alcalá el concepto de las
casetas privadas y de socios.
Al mismo tiempo, el domingo de Feria coincidía con el
domingo de la Romería, con lo cual mucha gente no disfrutaba ni del día grande
de la feria que es el sábado, ni del domingo de Romería.
Por todo ello a finales de los años 90 era un clamor
que nuestra feria necesitaba un giro, un gran revulsivo, para darle un cambio
total. Y fue el equipo de gobierno que comandaba el Alcalde Luís Romero y al
que yo pertenecí, el que tomó dos decisiones trascendentales. La primera
trasladar la feria al llamado Monte Ortega, un lugar situado a 500 metros del Pabellón
saliendo por la carretera de Algeciras. Para ello, el Ayuntamiento compró las
tierras, aprovechando las obras de la autovía se desmontó el Cerro y se preparó
el llano como recinto ferial. Y la
segunda decisión fue la de separar la Feria de la Romería y de adelantar la
Feria al último fin de semana completo de agosto, para poder disfrutar de ambos
eventos por separado y con intensidad.
Ambas decisiones, plasmadas en la primera Feria
celebrada en el Monte Ortega, en el 2002, fueron muy arriesgadas, y criticadas
en su momento. Pero pasados 15 años, creo que todos estamos de acuerdo en que
gracias a ello, nuestra Feria es ahora una de las principales ferias de la
provincia.
- Espera, espera, me dijo el señor Inglés. ¿Me estás diciendo
que ahora la feria se traslada a un recinto hecho solamente para esos días? Me
volvió a preguntar.
Efectivamente, le respondí. Ahora la feria es una
pequeña ciudad efímera, que se monta únicamente para los 4 días que dura esta
fiesta. Y entonces les describí el día a día de la feria, la elección de la
Romera Mayor y sus damas de quienes aprovecho su presencia en el escenario, para
que os fijéis en su belleza, en su simpatía y también en su preparación, pues a
la mayoría las conozco muy bien, al haber sido su profesor durante varios años.
Luego hablamos del pregón y de la inauguración del
alumbrado extraordinario.
A partir de ahí los actos públicos, como la comida
homenaje a la Tercera Edad, o el día de la Mujer. O las actividades privadas de
cada caseta, especialmente la de los Amigos del Camino y sus orquestas y su
aire acondicionado, la de la Peña Taurina con su ambiente de sevillanas y
flamenquito y la de la Peña Caballista la más joven y reciente. Y es que no se
puede entender una feria como la de Alcalá, sin la influencia del caballo. Les
describí el recinto, el amplio recinto que cuenta con un precioso paseo, las
casetas, la calle del infierno y los aparcamientos. Aquí me tengo que detener
para reconocer el magnífico e imprescindible trabajo que todos los años
realizan los trabajadores del Ayuntamiento, la Policía Local y la Guardia
Civil, los bomberos y los servicios médicos, pues sin ellos la celebración de
la preciosa feria que tenemos no sería posible.
-
¿Y qué se hace en la feria? Me dijo el señor alemán.
Pues disfrutar. Los pequeños en los cacharritos, los
jóvenes con el botellón y todo el mundo en las casetas. Pasear, dar una vuelta,
encontrarte a alguien al que a lo mejor hace meses o años que no ves, y
celebrar la alegría del reencuentro. Incluso ha habido años en los que se han
celebrado corridas de toros. Ahora que Manolito Vera está hecho un fenómeno
novilleril y Alcalá puede tener un torero, ¡hay que animarse a volver a dar
toros, Alcalde!
Es también la feria de los emigrantes, de aquellos que
un día tuvieron que abandonar esta bendita tierra por un futuro mejor, a la
búsqueda de un trabajo y que aprovechan estos días para volver a su pueblo, a
su casa y al calor del hogar. Volver para reencontrarte con tu familia, con tus
amigos, con tu ambiente, con tus comidas y con tu pueblo en definitiva. Por
ejemplo, ahí está mi hija, emigrante y recién llegada de Inglaterra para pasar
estos cuatro días con nosotros.
Hablar, compartir, saludar, y comer y tapear y tomar
una copa con la familia y con los amigos. Y hablando de amigos, porque amigos
son los directivos, entrenadores y jugadores, tengo que hablar ahora de los dos
grandes clubes alcalaínos. El Alchoyano y el Baloncesto. De la amistad entre
sus entrenadores y directivos, nacen estos clubes, los cuales llevan más de 30
años siendo un ejemplo de educación y trabajo deportivo. Porque, ¿qué pueblo de
la provincia de Cádiz puede presumir de tener algo parecido a lo que nos
ofrecen estos equipos? Mi enhorabuena, porque sois el orgullo de nuestro
pueblo.
Decía que la Feria es la fiesta de la amistad. El alcalaíno es así: transparente,
hospitalario y acogedor. Y quiere que como él lo pasa bien, sus amigos e
invitados lo pasen igual de bien. Y hablando de amigos, quiero recordar a un
alcalaíno nacido en Cartagena, que tristemente falleció este verano. Él no era
muy feriante, pero bajaba todos los días a la feria, se daba sus vueltecitas y
se tomaba algo sin alcohol. Pero lo que si era, era muy de Alcalá para todo.
Con su trabajo y su ilusión, siempre y en todos los ámbitos luchó por un pueblo
mejor.
Ya hoy en este acto, te echo de menos, Paco López.
Con el nuevo recinto y las nuevas fechas, tenemos
feria de tarde y feria de noche, especialmente el sábado y el domingo. Y esto hace que de unos años para acá el
ambiente sea impresionante, y que cada vez sean más los que unan la tarde y la
noche en un agotador ritmo festivo… Y para pasarlo aún mejor, nuestro Equipo de
Gobierno, ha recuperado el tren de la Feria, lo que nos va a hacer más cómoda
la ida y la vuelta y nos va a posibilitar que nos olvidemos de coger el coche…
-
Entonces terminaréis reventados, no? me dijo la señora
inglesa…
Pues sí, le contesté yo. Reventados pero a gusto por
pasarlo tan bien y disfrutar como queremos hacerlo, en compañía de nuestra
gente.
Estábamos acabando la sobremesa y yo creía que se
habían acabado las preguntas por parte de mis acompañantes, cuando el caballero
inglés me soltó a bocajarro:
-
Y porqué la feria es en honor de la Virgen de los Santos. Quién
es esa Virgen. Dónde está?
Inmediatamente nos levantamos y les dije: Acompañadme.
Y de allí nos fuimos para el Santuario.
En la calidez de la tarde, se quedaron asombrados por
el conjunto de edificios luminosamente blanqueados de cal. Al entrar les
expliqué el origen del Santuario, que se remonta al siglo XIV, pues se
construyó en sus inicios como un humilladero o pequeña ermita como acción de
gracias por la victoria cristiana en la batalla de Pagana. Y de cómo poco a
poco todo el conjunto fue creciendo hasta alcanzar la forma actual a mediados
del siglo XVII.
Luego pasamos por el patio del aljibe, al que luego
volveríamos, y entramos en la Iglesia.
Un ohhhhh alargado resonó en la Iglesia. Las caras de
asombro de mis acompañantes eran evidentes.
-
Qué son todos esos cuadros pequeños? Me preguntaron.
Entonces yo les expliqué qué eran los exvotos.
Testimonio de fe y de gratitud de los creyentes en la Virgen de los Santos a lo
largo de cientos de años. Ellos me dijeron que no habían visto nada igual en
ningún sitio. Los cuatro visitantes rápidamente se pusieron a ver los exvotos.
Su forma, su temática, el tipo de pintura, la calidad de las mismas… Ellos no
se esperaban que en este rincón de la provincia de Cádiz, se conservara la más
importante colección de exvotos de Andalucía y una de las más impresionantes de
España.
Cuando miraron el altar mayor de la Capilla, allí
empezaron a entender el motivo de la visita. Subieron al Camarín, y bajo los
mágicos efectos de los espejos y de las luces de las vidrieras contemplaron la
imagen de nuestra Madre, la Virgen de los Santos. Lo primero que les llamó la
atención fue las espectaculares andas de plata de 1675, y se quedaron prendados
de su extraordinario labrado de orfebrería. Posteriormente se fijaron en la
imagen de nuestra patrona. Esa imagen dulce y sonriente propia de una
Madre.
Me preguntaron por su antigüedad y por los mantos. Les
señalé que la imagen era muy antigua, de finales de la Edad Media, y que había
sido adaptada para poder vestirla con diferentes mantos, de los cuales la Virgen
tenía una gran cantidad, unos antiguos y otros más recientes, unos mejores y
otros de menor calidad. Les expliqué que los mantos se iban cambiando durante
el año y que la más bonita tradición para un alcalaíno o para un peregrino es
meter la cabeza debajo del manto e implorar y rogar a la Virgen por alguna dificultad
o dar gracias por algún favor recibido. Y que por todo ello, nuestra Patrona
tenía fama de milagrosa, no solo en nuestro pueblo, sino en la provincia de
Cádiz y en toda Andalucía.
En el silencio de la tarde y de la soledad de la
Iglesia, el señor alemán me dijo:
-
Este es un lugar mágico…
Y yo le di toda la razón. ¡!Cuantas cientos de miles
de personas han visitado este santo lugar en busca del consuelo o de la ayuda
de nuestra Madre…¡Cuánta fe, cuánto cariño derramado…¡
Entonces aproveché para expresarles una reflexión. Los
alcalaínos podremos ser de un partido político o de otro, podremos ser de
diferentes equipos, podremos ser de diferentes cofradías, incluso podremos ser
creyentes o no creyentes, pero lo único que nos une a todos por igual es el
amor y la fe en María de los Santos. Y ese es su milagro más grande. La unión
de todo un pueblo en torno a ella.
Salimos de nuevo hacia el patio del Aljibe y mis
acompañantes andaban totalmente sorprendidos por el torrente de emociones que
habían recibido.
Al estar de nuevo en el patio, nos sentamos a la
sombra delante de la Mayordomía, y pasé entonces a contarles porqué la feria era
en honor de la Virgen de los Santos. Y les recordé lo que les había explicado
comiendo, de que antes la feria y el domingo de la Romería coincidían. Era la
fiesta de todo un pueblo en honor de su patrona.
Aunque claro, estando en aquel patio, ya les relaté
las fiestas propiamente dichas en honor de la Virgen.
-
Más fiestas me dijeron
Sí, muchas más, les dije yo…
La Romería, el día de la Virgen y la Octava conforman
el trío festivo que en septiembre se celebra en torno a la Virgen de los
Santos.
Les hablé de la Romería, de la peregrinación que desde
Alcalá y desde toda la provincia hace que miles de personas vengan a la
procesión, del desfile de cientos de caballos ante la Bendita Imagen, de ese
histórico ejercicio de caridad y ahora ya consagrada tradición que es el
reparto del rancho, y de los cuartos, esa costumbre de camaradería y hospitalidad
tan única, que se celebra posteriormente en torno al patio en el que estábamos…
Después seguimos hablando del día 12 de septiembre,
del día de la Patrona, un día para los alcalaínos, donde se presentaban a la
Virgen los niños nacidos en el último año y por último hablamos de la Octava,
que era el último día de fiesta en torno a nuestra Patrona.
-
Y todo esto quién lo organiza? Quién lo dirige? Me
preguntaron
La Hermandad, le respondí yo.
-
Y que es la Hermandad? Me siguieron interrogando
Pues la unión de unos Hermanos y devotos en torno a la
imagen de Nuestra Señora de los Santos, con el fin de promocionar su culto, y
de cuidar y conservar todos sus bienes ya sean muebles (como mantos, joyas,
cálices, etc.), como inmuebles (el Santuario, las tierras de alrededor, la Casa
Hermandad, la Capilla de la Salada…)
A ella puede pertenecer todo el mundo y su antigüedad
en su formato actual data del año 1949, aunque ya antes habían existido unos
estatutos en el año 1910. Actualmente son más de 1500 los hermanos que la
componen y la dirige durante cuatro años una Junta de Gobierno formada por 12
miembros y presidida por el Hermano Mayor.
El trabajo de la Hermandad es intenso, pues son muchos
los frentes que hay que atender. Pero todo lo hacemos por amor a María de los
Santos.
Quiero aprovechar este momento del pregón para
agradecer el esfuerzo y la dedicación de mis actuales compañeros de Junta, aquí
presentes. Sin su apasionada entrega, nada de lo que hacemos tendría sentido. ¡Muchas
gracias compañeros!
Pero esta organización no ha sido siempre igual.
Durante siglos, las salidas procesionales las han organizado siempre el
Ayuntamiento y el clero eclesiástico de Alcalá.
E innumerables veces a lo largo de la historia estas dos Instituciones han
chocado por la organización de las mismas.
Ahora he de decir que desde hace muchísimos años las
relaciones entre el Ayuntamiento y la Hermandad son extraordinarias y la
colaboración siempre es continua y fluida. Y esa relación es otra prueba
evidente de que la Virgen de los Santos une a todos los alcalaínos.
Y por eso, todos los que somos de esta bendita tierra,
estemos donde estemos, siempre suspiramos por ella. Cuando pasamos muchos días
sin ir al Santuario es como si nos faltase algo. Necesitamos ir a verla.
Porque si una cosa tengo clara, es que la Virgen de
los Santos, no es de nadie. Bueno sí, es de la gente, de sus fieles y
creyentes. De los alcalaínos y de los peregrinos.
Es de TODOS, con mayúsculas.
La Virgen es Alcalá y Alcalá es de su Virgen¡¡¡
Y emocionado, les trasmití a mis invitados la
esperanza en que todas las familias de Alcalá leguen de generación en
generación esa Fe en la Virgen de los Santos, como mis padres me lo transmitieron
a mí y a mis hermanos y a su vez yo se lo intento transmitir a mis hijos.
Cuando me di cuenta era tardísimo… Tenía que volver a
Alcalá, ducharme y ponerme el traje para dar pregón de la Feria. Los cuatro
visitantes se volvieron conmigo y se quedaron en el paseo. Me dieron las
gracias y me transmitieron su intención de comprarse una casa y quedarse a
vivir en nuestro pueblo. Allí al fondo están, como unos alcalaínos más,
dispuestos a disfrutar con nosotros de la Fiesta.
Y ya termino este pregón para que comience la Feria.
Por ello, quiero desearos que lo paséis muy bien. Que disfrutéis de la
celebración de la alegría. Y que viváis intensamente este mes de fiesta
continuada que suponen la Feria y la Romería.
Y que siempre, allí donde estéis os acordéis de este rincón
del sur, del mejor lugar del mundo para vivir, y penséis en la suerte que
tuvisteis de nacer aquí. Y de la suerte de tener una patrona que nos quiere y
de pertenecer a un pueblo maravilloso.
Por todo ello, gritad conmigo ¡! Viva la Virgen de los
Santos!! ¡!Viva Alcalá de los
Gazules¡¡
Arsenio J. Cordero Domínguez
Jueves, 24 de Agosto de 2017
Alcalá de los Gazules
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