jueves, 6 de diciembre de 2018

LA INMACULADA CONCEPCIÓN



El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David: el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia antes Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco varón?". El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, "porque para Dios nada hay imposible". María contestó: "He aquí la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra". Y el ángel se retiró.
Cada 8 de diciembre la Iglesia celebra la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. El dogma de fe según el cual la Madre de Jesús fue preservada del pecado desde el momento de su concepción. Es decir, desde el instante en que comenzó su vida humana.
A mediados del siglo XIX, el Papa Pío IX, después de recibir numerosos pedidos de obispos y fieles de todo el mundo, ante más de 200 cardenales, obispos, embajadores y miles de fieles católicos, declaró con su bula “Ineffabilis Deus”:









En Roma se envió una gran cantidad de palomas mensajeras en todas las direcciones llevando la gran noticia. Y en los 400 mil templos católicos del mundo se celebraron grandes fiestas en honor de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
Poco más de tres años después, en una de sus apariciones en Lourdes, la Virgen María se presentó ante la humilde pastorcita Santa Bernardita Soubirous con estas palabras: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.
Actualmente son miles las iglesias dedicadas a esta advocación en todo el mundo y millones de fieles le tienen una particular devoción. La Inmaculada Concepción es patrona de España, es conocida como “La Purísima” en Nicaragua, a través de la imagen de Nuestra Señora de “El Viejo”, y venerada como la “Virgen de Caacupé” en Paraguay.

0 comentarios:

El tiempo que hará...