sábado, 6 de julio de 2019

LOS HERMANOS DOMÍNGUEZ SÁNCHEZ "LOS MASCONES"






                              LOS  HERMANOS DOMÍNGUEZ  SÁNCHEZ


        “Nadie sabe desde cuándo
         ni tampoco las razones
         pero todos le llamamos
         con cariño “Los Mascones”.

Uno tras otro van        
caminando los hermanos
pasito a pasito lento
porque le pesan los años.

Allá en la sierra nacieron,
allá en la sierra se criaron
y casi todos sus años
en esa sierra pasaron.

En la Cañada de Jota,
en Los Hoyuelos más tarde,
y por fin en Buenas Noches
diez hermanos se reparten.

Entre alcornoques y brezos,
entre abulagas y espinos,
entre acebuches y helechos,
entre jaras  y lentiscos.

Entre ovejas y cabras,
entre vacas y cochinos,
entre zorros y conejos,
entre jilgueros  y mirlos.

Un día “marcharon” sus padres,
otro, los primos o hermanos,
pero a ellos les tenemos
por suerte a nuestro lado .

Fue una vida muy difícil
donde todo escaseaba
y tan sólo la penuria
era lo que sobraba.

Conocieron el candil,
el carburo y el quinqué,
y que el camino se hacía
mejor en bestia que  a pie.

En cuanto a ropa y calzado,
sólo una muda y lo puesto
y con poco se bastaban
para sentirse contentos.

Utilizaron las lonas
pa protegerse del monte
y para el frío y la lluvia
la solapa y el capote.

Se cubrían la cabeza
con gorra, boina o mascota
y para adherirse al terreno
llevan tachuelas sus botas.

El hacha y el calabozo,
el pico, pala y zoleta
eran las herramientas
que con porrino y serrote
usaban con más frecuencia.

Con la yesca y  con carbón
 el fuego solían hacer
y fumaban  de cuarterón
con el librito de papel,
siendo de mecha o martillo
el mechero de encender.

Pero allí fueron felices
cuidando a sus animales
o cosechando en el huerto
los productos naturales.

El pan en horno de leña
amasaron y cocieron
y con leche de sus cabras
fabricaron el buen queso.

Y aprovecharon la miel
de las mejores colmenas,
mientras puchero y café
hervían en la candela.

Su vivienda, muy modesta,
los perros, cerca de ella,
el gato en el fogarín,
en la tinaja, agua fresca,
y en la jaula una perdiz
cantando junto a la puerta.

Y por compaña una radio
que da “el parte” y que canta
por Farina  o Valderrama,
y que en la noche Pirenaica
las libertades proclama.

Y ocuparon su descanso,
a la fresca o a la lumbre,
haciendo pleita o toniza
porque así era costumbre.

Carecieron casi siempre
de una dieta equilibrada
que compensaron a cambio
con las comidas más sanas
y el esforzado trabajo
que calorías quemaba.

La comida era especial
en contadas ocasiones
pues como dice el refrán:
“El Sol sale para todos”…
aunque menos para el pobre.

Con la matanza de un cerdo,
ese conejo en un lazo,
aquel  gallo tomatero
o una perdiz del reclamo
eran ya buenos motivos
para el festejo de algo.

Y trataban la salud
con cataplasmas y ungüentos
o plantas medicinales
que sanaban las heridas
y remediaban sus males.

Las visitas hasta el pueblo
raras veces sucedían
pues era largo el camino
y sus dificultades tenía.

Aunque se autoabastecían
de productos perecederos,
recibían complacientes
la visita del recovero.

A él  compraban o vendían
y otras veces le cambiaban
lo que ellos no tenían
o aquello que les sobraba.

Y tan felices vivieron,
allá por aquellos lares,
que una vez jubilados
no atendían los consejos
que les daban sus familiares.

Y era tan fuerte el arraigo,
y tantos los sentimientos,
que para venirse a Alcalá
no encontraban el momento.

Dando su brazo a torcer
y dejando su sierra amada,
hoy se merecen la vida
que tienen más que ganada.

Y pasean por Alcalá
llevando a sus espaldas
una mochila de años
y la sonrisa  en la cara.

Y de noche,  en la cama,
dulces sueños les despiertan
que les alegran el alma,
sin saber dónde se encuentran
ni por qué el sueño se acaba.

Y sueñan con que las calles
son veredas ahoyadas,
que las plazas son bujeos
y las farolas estrellas
que se tocan con los dedos.

Que el tañer de las campanas
son cencerros o esquilas
de reses que en la majada
pastan libres y tranquilas.

Que un callejón es arroyo
que arrastra las aguas bravas
embistiendo como un toro
en buscan de nuestra Playa.

Y soñando ya despiertos
escuchan a la chicharra,
al cuco y al arrendajo,
al cárabo o la zumaya.

Y en lo alto de la loma
a un cabritillo que llama
a una madre que berrea,
el bramido de una vaca
o al venado en su  pelea.

Doscientos setenta años
suman los tres hermanos
que por su tiempo en la sierra,
como a los buenos jamones,
podemos llamarles “serranos”.

No encontraron el amor,
como a muchos suele ocurrir,
pues por esos “mundos de Dios”
pocas  mujeres había
y no “encartó” la ocasión.

Y es que los años pasaron
y no llegaron a ennoviar
pues la distancia hasta el pueblo
era un obstáculo más.

El que sigan todos aún
en estado de soltería
para nada es un misterio,
es que entonces no existía…
¡el Programa de Juan y Medio!

Y les vemos en la calle,
sin prisas, sin sofocones,
limpios y entrañables
y con menos obligaciones.

Para arriba, para abajo,
por La Playa, por la acera…
como tres adolescentes
viviendo la primavera.

Y al pasar junto a Las Peñas
se paran a descansar
y aunque no sueltan palabra
les oímos susurrar:
¡¡Qué buen sitio pa las cabras!!

Educados, sonrientes,
sin salirse de la “verea”,
uno detrás de otro van
caminando hacia la “meta”.

Al no tener descendencia
su familia cuida de ellos,
les prepara la comida,
la ropita y  el aseo.

Les controlan el azúcar
o les toman la tensión
 y les dan las medicinas
que les receta el doctor.

Antonio, Francisco y Manuel
son los hermanos que digo,
que son personas de bien
y de ello somos testigos.

Antonio es el más locuaz
y es el mayor de los tres,
el más pequeño es Francisco
que con su hermano Manuel
sólo hablan  lo preciso.

Uno tras otro van,
juntitos los tres hermanos,
disfrutando de Alcalá
con su pelo ya nevado.

Y nos muestran su nobleza,
el cayado en una mano
y “la sierra en la cabeza”…
aunque vayan destocados.

Son sencillos y prudentes,
educados  y  entrañables,
y el rango de Buena Gente…
ese no se lo quita nadie.                                  


Con cariño y respeto.   

Francisco Gil García 2019.
                                                            


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