ENCUENTRO EN LAS
ALTURAS
El día 20 de marzo comenzó la
primavera. La Semana Santa estaba en puertas. A la hora tercia, en algún lugar
del Universo tuvo lugar un encuentro apremiante de seres especiales y
bondadosos. La situación era difícil en algunos lugares de la Tierra, aunque nunca
tan grave como otras que también aterran, como: hambre, epidemias, odios,
guerras…
“NO HAY
MAL QUE POR BIEN NO VENGA”
Convocaron
Asamblea
todos
los Santos del cielo
por
ver en Semana Santa
cuál
era el mejor tiempo
que
allí, abajo, hacía falta.
Se
sentaron a la mesa
con
voluntad de consenso,
sensatez
en la cabeza,
sin
rencores ni aspavientos,
con
decisión y nobleza.
Asistieron
en nombre de ellos:
Pedro,
Santiago y José,
Simón,
Tomás y Mateo,
Andrés,
Juan y Bartolomé,
Felipe
y Judas Tadeo.
Y
en representación de ellas:
Isabel,
las dos Teresas
(luciendo
vestido blanco),
Ana,
Ángela, Catalina
y
María la de Los Santos.
El
Señor que presidía
a
los presentes habló:
-“¿Qué
tiempo en Semana Santa,
os
parece que es el mejor
después
de seca tan larga?
Tras
un intenso debate
con
orden y empatía,
se
analizó la situación,
como
mejor procedía
y
nadie el respeto faltó.
Las
Santas, como es costumbre,
en
un tono dulce de voz,
comentaron
que ellas, por fin,
tenían
también su razón
para
opinar y decidir.
La
discusión prosiguió
con
generosa actitud,
siempre
en buena armonía,
sin
la menor acritud
y
¿por qué no? ... con alegría.
Al
final de la sesión
se
pudo lograr un acuerdo
que
en Acta se recogía
y
todo lo que fue expuesto
se
aprobó por mayoría.
“Reunidos
los Presentes,
y
vistas las circunstancias,
acordamos
que es lo mejor
que
llegue agua en abundancia
en
la Semana de Pasión.
Que
ante la falta de lluvias,
los
Santos desde los cielos,
sabemos
mejor que nadie
que
éstas son más consuelo
que
Nosotros en la calle.
Y
si tenemos en cuenta
que
igual sufrimos los Santos
los
daños por lluvia y viento,
preferimos
mientras tanto
quedarnos
en nuestros templos.
Que
aunque nunca suele llover
a
gusto de todo el mundo,
en
los templos estaremos
todos
los días del año
por
si alguien quisiera vernos.
Y
aunque somos conscientes
del
perjuicio que causarán
al
ocio y hostelería,
dichas
lluvias alegrarán
a
una inmensa mayoría.
Y,
sin más asuntos que tratar,
siendo
la hora sexta
del
día señalado
se
levanta la sesión
felices
por lo acordado”.
Que
ya en el año que viene,
si
Dios y Santos lo estiman,
tendremos
un tiempo mejor,
pero
el agua da la vida
y
damos las gracias a Dios.
Paco Gil García
31/03/2024
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