La Gran Regata: otro
argumento para infundir entusiasmo
El éxito de público y de
crítica que, según este mismo periódico, ha alcanzado la parada naval de la
Gran Regata 2012, además de evidenciar cómo, cuando un proyecto posee
suficientes alicientes para aunar diversas voluntades y, sobre todo, cuando es
liderado por quienes son capaces de infundir entusiasmo, Cádiz, también en la
situación actual, puede ser un centro de atracción. Como me comentaban ayer
algunos de mis amigos venidos desde diferentes ciudades, estos espacios
privilegiados “a poca imaginación, entusiasmo y trabajos que se les eche, constituyen
unos reclamos capaces de atraer a mucha gente dispuesta a disfrutar y a
convivir con nosotros.
Tienen razón -opino- cuando
estos amigos, sorprendidos, se preguntan por qué aquí no se organizan más
fiestas náuticas. El espectáculo de esos vistosos veleros atracados en los
muelles y el panorama del recinto portuario, con el alumbrado extraordinario,
con las instalaciones del parque temático, con las tiendas comerciales, con las
terrazas de bares, con los conciertos de grupos musicales, con las emisoras de
radio y de televisión, y, sobre todo, con esa la afluencia multitudinaria de
visitantes “encantados” nos están mostrado las notables posibilidades de
nuestra Bahía para la celebración de "regatas", de competiciones
deportivo-marinas y de manifestaciones náuticas-festivas.
¿Saben ustedes que la palabra
"regata" posee un significado cercano al de la palabra
"feria"? y ¿saben que las "regatas", igual que las "ferias", tuvieron un origen y
una finalidad comercial: eran días y lugares dedicados a la comunicación, al
intercambio, al trato y al mercado. "Regata" es la operación de
"regatear", de revender y de volver a comprar. En el diccionario de
Covarrubias "regatear" significa procurar bajar el precio de la cosa
que se compra. De esta significación primera derivó la de "disputar"
y, posteriormente, la de "competir con dos o más embarcaciones".
Algunos autores, por el contrario,
defienden que esta palabra -"regata"-, tiene la misma raíz que
"regar"; afirman que es de origen italiano y que, en castellano,
quiere decir "canalillo", debido a que en los canales de Venecia,
eran muy frecuentes las carreras de góndolas. Posteriormente se generalizó este
nombre para designar las competiciones de cualquier tipo de embarcaciones, no
sólo las de remo, sino también las de vela. Otros autores opinan que sólo
recibían este nombre cuando la competición se celebraba para festejar la llegada
de algún miembro de la Casa Real y, en consecuencia, significa "festa
regale", fiesta real.
En total, según me confirman, durante estos
días se reunirá un total serán 2.500 tripulantes de 20 nacionalidades
diferentes a bordo de casi medio centenar de veleros, entre ellos 15 de la
clase A, los que se congregarán en esta Gran Regata. De ellos, 17 estarán
colocados en la dársena comercial y el resto en la pesquera. Entre ellos se
encuentra el 'Americo Vespucci', el buque escuela de la marina italiana que, según
me dicen, "ha renunciado a
participar en una parada en el Támesis, con motivo de los Juegos Olímpicos de
Londres, porque hace dos años comprometió su presencia con
nosotros". En nuestra opinión, la contemplación de estas reliquias,
el estudio de nuestro patrimonio cultural y, sobre todo, la singular situación
geográfica de nuestra Ciudad constituyen argumentos sólidos para defender que,
de la misma manera que ocurrió en el pasado, nuestro futuro depende del
establecimiento de esos vínculos que nos unen, no sólo con el resto de
Andalucía y de España, sino también con los demás países europeos y con las
naciones hermanas de Hispanoamérica.
José Antonio Hernández Guerrero
Catedrático de Teoría de la
Literatura
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