martes, 7 de septiembre de 2021

CUMPLEAÑOS DE DIEGO LOZANO CASAS

 





              CUMPLEAÑOS ADELANTADO

 

         En una ocasión oí decir que en algún país nórdico hay personas que celebran la despedida de soltero/a, tengan o no tengan novio, se vayan a casar o no tengan ni pensamiento. ¡Que no terminan uniéndose en pareja, pues no pasa nada por celebrar dicha despedida!  ¡Que se casan, pues una cosa que ya tienen hecha y que no ocupa lugar, como el saber!

Bueno, también hay otras personas que piensan, quizás con mucha razón, que “no debemos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy”. Incluso se llega a decir que “dejar las cosas para más tarde, sin causa justificada, es cosa de flojos”. Eso mismo debió pensar este alcalaíno que en los mejores momentos de su preciada juventud, tras su paso educativo por la S.A.F.A. y dejando parte de su familia y amigos en el pueblo que le vio nacer quiso, casi como una obligación, marchar hasta tierras catalanas en busca de un futuro mejor y dónde, por cierto, se estableció hasta este momento, fue muy bien acogido, ha logrado integrarse y tener muy buenos lazos de amistad.

         El protagonista de nuestra historia era hijo único de Antonio Lozano y Bárbara Casas, un matrimonio que vivió en la calle Sainz de Andino (Carril Ato), rodeado del cariño, respeto y amistad de familiares, vecinos amigos y conocidos. El padre era recovero e iba por los campos del término municipal de Alcalá vendiendo, comprando o intercambiando productos (haciendo trueque). Su medio de transporte y carga era una bestia (caballo, mulo o burro) y se desplazaba por las numerosas casas, chozas, cortijos que se encontraban por aquella época diseminados en los campos. Los recoveros salían de Alcalá y, a veces, tardaban varios días en hacer su recorrido, pudiendo dormir cada noche en un lugar distinto y donde le solían ofrecer hospedaje. Normalmente eran personas amistosas y agradables que eran esperadas por las familias campesinas con ilusión (especialmente por los chiquillos/as) ya que esperaban todos de estos comerciantes ambulantes algunas cosillas del pueblo de las que se carecían en el medio rural.

        La madre, como casi todas las madres y mujeres de la época, se dedicaba a “sus labores” o “ama de casa”, no haciéndolo por voluntad propia sino porque eran tiempos en que la mujer apenas se había incorporado al trabajo fuera del hogar y no le quedaba otra opción que cuidar de la casa, de su marido, de los hijos y, en ocasiones, de algún familiar mayor cercano a ella o a su esposo. Además de todo ello también era preciso que en los campos colaboraran en otras faenas como ordeñar, amasar, elaborar quesos, atender animales, acarrear el agua, ir al río o a la fuente a lavar… mientras que el marido realizaba su trabajo diario y también otros que también fuesen menester.

        Nuestro amigo emigrante suele venir una o dos veces al año hasta Alcalá. Hubo un tiempo en que estas visitas no eran tan frecuentes, pero el paso de los años y con él la nostalgia y el recuerdo, hicieron que en los últimos años no falte a la cita con algunas de las fiestas más celebradas de nuestro pueblo.

Ahora se encuentra entre nosotros acompañado de sus primos Diego Puerto Lozano y Pepe Vázquez Lozano, también emigrantes que llevan toda una vida en la misma Comunidad y dónde han echado ya raíces.

          Este pequeño, pero gran hombre, noble y fiel escudero de su primo Diego Puerto, cumple los años el mismo día del Santo de nuestra Patrona. En estos días hay un grupo de alcalaínos que residen en Cataluña pero que pasan las vacaciones entre nosotros. Diego, que así se llama nuestro paisano, ha querido aprovechar esta estancia y celebrar su 74 cumpleaños todos juntos. Como no estarían todos el día 12, ha preferido adelantar el acontecimiento a la noche de ayer, día 6. Sí, sí como hacen en esos países lejanos, con mucha lógica, con las despedidas de solteros/as. 

        Y dicho y hecho. Lo ha querido hacer un lunes, por aquello de haber menos gente en la calle y en los bares y así mejor protegerse del maldito virus. La noche no ha querido implicarse demasiado en la celebración y nos trajo un viento revoltoso, racheado y desapacible. Tuvimos que estar en el interior y no en la terraza donde, de acompañar la climatología, hubiésemos estado más frescos. De cualquier forma, lo importante era estar juntos un grupo de alcalaínos (de dentro y de fuera), comer y estar a la verita de Diego en esta su septuagésimo cuarta vuelta al sol.

        Diego Lozano Casas, “Dieguito”, como también cariñosamente le llamamos muchos de nosotros, estaba contento, en su pueblo, con sus primos, sus amigos, su gente. Asistió el Presidente de la Asociación de Los Antiguos Alumnos SAFA, “Embajador”, “Representante”, y “Encargado de Comunicación” de casi todos los alcalaínos que están fuera de Alcalá, nuestro nunca bien reconocido Andrés Moreno Camacho y su esposa Inés Guerra Martínez.

        Tras la cena, se le hizo entrega a Diego Lozano de varios regalos, se le leyeron unos cariñosos versos y se compartió la exquisita tarta, una vez que escuchó emocionado y contento el “Feliz cumpleaños” de rigor.

        Echamos en falta a muchos de los emigrantes que venían en años anteriores pero que, motivado por la actual pandemia, no pudieron hacerlo ni el pasado año ni éste.

        Muy contentos y agradecidos con la familia Cardenete-García, Luis Miguel y Rocío que regentan el Bar Jamón (sugestivo y apetitoso el nombre), que nos atendieron de maravilla y disponen de una rica y elaborada cocina y un esmerado servicio.

Finalmente, recodar al cumpleañero que, cambie o no de estado civil, en cualquier momento que él considere oportuno puede también celebrar su despedida de soltero y que para ello puede contar con nuestra compañía. Al fin y al cabo, es una cosa que ya tendría hecha y que, como el saber, no ocupa lugar.    

Un fuerte abrazo, amigo Diego, y que cumplas muchísimos más.        

 

Paco Gil García

6//9/21

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