CUMPLEAÑOS ADELANTADO
En una ocasión oí decir que en algún
país nórdico hay personas que celebran la despedida de soltero/a, tengan o no
tengan novio, se vayan a casar o no tengan ni pensamiento. ¡Que no terminan uniéndose
en pareja, pues no pasa nada por celebrar dicha despedida! ¡Que se casan, pues una cosa que ya tienen
hecha y que no ocupa lugar, como el saber!
Bueno, también hay otras personas que
piensan, quizás con mucha razón, que “no debemos dejar para mañana lo que
podemos hacer hoy”. Incluso se llega a decir que “dejar las cosas para más
tarde, sin causa justificada, es cosa de flojos”. Eso mismo debió pensar este
alcalaíno que en los mejores momentos de su preciada juventud, tras su paso
educativo por la S.A.F.A. y dejando parte de su familia y amigos en el pueblo
que le vio nacer quiso, casi como una obligación, marchar hasta tierras
catalanas en busca de un futuro mejor y dónde, por cierto, se estableció hasta
este momento, fue muy bien acogido, ha logrado integrarse y tener muy buenos
lazos de amistad.
El protagonista de nuestra historia
era hijo único de Antonio Lozano y Bárbara Casas, un matrimonio que vivió en la
calle Sainz de Andino (Carril Ato), rodeado del cariño, respeto y amistad de
familiares, vecinos amigos y conocidos. El padre era recovero e iba por los
campos del término municipal de Alcalá vendiendo, comprando o intercambiando
productos (haciendo trueque). Su medio de transporte y carga era una bestia
(caballo, mulo o burro) y se desplazaba por las numerosas casas, chozas,
cortijos que se encontraban por aquella época diseminados en los campos. Los
recoveros salían de Alcalá y, a veces, tardaban varios días en hacer su
recorrido, pudiendo dormir cada noche en un lugar distinto y donde le solían
ofrecer hospedaje. Normalmente eran personas amistosas y agradables que eran
esperadas por las familias campesinas con ilusión (especialmente por los
chiquillos/as) ya que esperaban todos de estos comerciantes ambulantes algunas cosillas
del pueblo de las que se carecían en el medio rural.
La madre, como casi todas las madres y
mujeres de la época, se dedicaba a “sus labores” o “ama de casa”, no haciéndolo
por voluntad propia sino porque eran tiempos en que la mujer apenas se había
incorporado al trabajo fuera del hogar y no le quedaba otra opción que cuidar
de la casa, de su marido, de los hijos y, en ocasiones, de algún familiar mayor
cercano a ella o a su esposo. Además de todo ello también era preciso que en
los campos colaboraran en otras faenas como ordeñar, amasar, elaborar quesos,
atender animales, acarrear el agua, ir al río o a la fuente a lavar… mientras
que el marido realizaba su trabajo diario y también otros que también fuesen
menester.
Nuestro amigo emigrante suele venir una
o dos veces al año hasta Alcalá. Hubo un tiempo en que estas visitas no eran
tan frecuentes, pero el paso de los años y con él la nostalgia y el recuerdo,
hicieron que en los últimos años no falte a la cita con algunas de las fiestas
más celebradas de nuestro pueblo.
Ahora se encuentra entre nosotros
acompañado de sus primos Diego Puerto Lozano y Pepe Vázquez Lozano, también
emigrantes que llevan toda una vida en la misma Comunidad y dónde han echado ya
raíces.
Este pequeño, pero gran hombre, noble
y fiel escudero de su primo Diego Puerto, cumple los años el mismo día del
Santo de nuestra Patrona. En estos días hay un grupo de alcalaínos que residen
en Cataluña pero que pasan las vacaciones entre nosotros. Diego, que así se
llama nuestro paisano, ha querido aprovechar esta estancia y celebrar su 74 cumpleaños
todos juntos. Como no estarían todos el día 12, ha preferido adelantar el
acontecimiento a la noche de ayer, día 6. Sí, sí como hacen en esos países
lejanos, con mucha lógica, con las despedidas de solteros/as.
Y dicho y hecho. Lo ha querido hacer un
lunes, por aquello de haber menos gente en la calle y en los bares y así mejor
protegerse del maldito virus. La noche no ha querido implicarse demasiado en la
celebración y nos trajo un viento revoltoso, racheado y desapacible. Tuvimos
que estar en el interior y no en la terraza donde, de acompañar la climatología,
hubiésemos estado más frescos. De cualquier forma, lo importante era estar
juntos un grupo de alcalaínos (de dentro y de fuera), comer y estar a la verita
de Diego en esta su septuagésimo cuarta vuelta al sol.
Diego Lozano Casas, “Dieguito”, como
también cariñosamente le llamamos muchos de nosotros, estaba contento, en su
pueblo, con sus primos, sus amigos, su gente. Asistió el Presidente de la
Asociación de Los Antiguos Alumnos SAFA, “Embajador”, “Representante”, y “Encargado
de Comunicación” de casi todos los alcalaínos que están fuera de Alcalá,
nuestro nunca bien reconocido Andrés Moreno Camacho y su esposa Inés Guerra
Martínez.
Tras la cena, se le hizo entrega a
Diego Lozano de varios regalos, se le leyeron unos cariñosos versos y se
compartió la exquisita tarta, una vez que escuchó emocionado y contento el
“Feliz cumpleaños” de rigor.
Echamos en falta a muchos de los
emigrantes que venían en años anteriores pero que, motivado por la actual
pandemia, no pudieron hacerlo ni el pasado año ni éste.
Muy contentos y agradecidos con la
familia Cardenete-García, Luis Miguel y Rocío que regentan el Bar Jamón (sugestivo
y apetitoso el nombre), que nos atendieron de maravilla y disponen de una rica
y elaborada cocina y un esmerado servicio.
Finalmente,
recodar al cumpleañero que, cambie o no de estado civil, en cualquier momento
que él considere oportuno puede también celebrar su despedida de soltero y
que para ello puede contar con nuestra compañía. Al fin y al cabo, es una cosa
que ya tendría hecha y que, como el saber, no ocupa lugar.
Un
fuerte abrazo, amigo Diego, y que cumplas muchísimos más.
Paco Gil García
6//9/21
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