Una vacuna para combatir la epidemia de la superficialidad
Cal Newpot
Céntrate (DEEP WORK)
Barcelona,
Península 2022
Tengo la impresión de que, en el
ámbito la laboral, en el de la cultura, en el de las relaciones políticas e,
incluso, en el de la convivencia social y familiar, se está extendiendo de
forma progresiva el surfing, ese
deporte marítimo que practican muchos jóvenes y que consiste en deslizarse por
encima del mar sorteando las crestas de las olas. Es posible que en esta moda
influyan las estrategias publicitarias y las condiciones de vida, pero, sin
duda alguna, uno de los factores decisivos es el avance invasivo de esos ruidos
ensordecedores, de esa agitación frenética y de esas llamadas delirantes que
nos distraen e impiden la concentración.
El hecho cierto es que las
herramientas que, en principio, deberían servirnos para mejorar la calidad de
nuestras tareas y, en general, para vivir la vida de una manera más intensa
navegando, nadando e, incluso, buceando en las actividades más valiosas y más
provechosas, nos están distrayendo y alejando del bienestar personal y del
éxito profesional que exigen entrar y “concentrarse” en el interior de nosotros
mismos.
En este libro, titulado Céntrate (Deep work) el profesor de
Ciencia Computacional, Cal Newpot, nos explica con detalle, con
sencillez y con rigor la importancia de la concentración para las tareas profesionales
que exigen pensar, y analiza minuciosamente las crecientes dificultades con las
que tropezamos precisamente con las tecnologías digítales cuya finalidad
debería ser facilitar nuestros trabajos. Señala cómo, mientras las tecnologías
avanzan a una endiablada velocidad, nuestras habilidades mentales se
ralentizan: “las máquinas son cada vez más inteligentes y nosotros cada vez más
torpes”.
Nos explica de manera clara -muy
clara- los valores, la escasez y la eficiencia del “trabajo a fondo”, y la
necesidad de que nos entrenemos para desarrollar destrezas y para llegar al
máximo de aprovechamiento de las capacidades mentales y, en palabras textuales,
“para fortalecer el músculo mental”. Ese es el camino directo e inevitable para
lograr que nuestras tareas sean más eficientes, más gratificantes e, incluso,
más rápidas. Nos proporciona unas pautas concretas y sencillas como, por
ejemplo, meditar, memorizar, planificar, cuantificar las actividades, aislarse,
fijar horarios y ritmos de trabajo o abandonar las redes sociales. A mi juicio,
además de sus análisis minuciosos, de sus razonamientos coherentes y de sus
explicaciones claras, son de agradecer sus amenos relatos de comportamientos
que ilustran sus teorías. Su conclusión es terminante: “Comprometerse con el
trabajo profundo no implica una postura moral ni es una aclaración filosófica.
Es, eso sí, un reconocimiento pragmático de que la capacidad para concentrarnos,
es una destreza que nos permite hacer cosas valiosas”.
José Antonio
Hernández Guerrero
Catedrático de
Teoría de la Literatura
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