Principios, criterios y pautas para gestionar los mensajes del cuerpo y de la mente.
Raúl Ravelo
Vivir con
alegría
Barcelona, Ediciones Luciérnaga
¿Cómo
podemos lograr el bienestar imprescindible para seguir viviendo de la manera
más humana y más grata posible? La respuesta rápida y elemental podría ser, por
ejemplo: cultivando el equilibro personal corporal y emocional, la armonía
familiar, el trabajo profesional y el servicio a la sociedad. Como todos
sabemos por propia experiencia, estas respuestas generales son fórmulas
teóricas fáciles de comprender y de aceptar, pero inútiles a la hora de
aplicarlas. Deberíamos empezar asumiendo que la meta irrenunciable del bienestar
es difícil de alcanzar porque exige poseer unas ideas claras, comprender
nociones pertenecientes a diferentes ciencias humanas y dominar algunos
conceptos fundamentales con el fin de aplicarlos de forma correcta y eficiente.
Tendríamos
que aprender, por ejemplo, a escuchar las llamadas de nuestro cuerpo con el fin
de interpretar correctamente sus avisos sobre la vida y la muerte, sobre la
salud y la enfermedad, sobre el miedo y la esperanza, sobre la soledad y la
compañía o sobre el trabajo y el descanso. Pero, para todo esto, es útil y
quizás imprescindible que tengamos a mano un libro de instrucciones bien
fundamentado, claro, concreto y, sobre todo, práctico. Vivir con alegría que, a mi juicio, es algo más que una obra de
autoayuda, nos proporciona unos principios claros y unas pautas adecuadamente
cimentadas para que interpretemos y gestionemos los mensajes que nos envían
nuestras diferentes sensaciones y nuestras a veces opuestas emociones.
El
autor parte del supuesto de que, para aprender a tomar las riendas de nuestro
mundo interior es indispensable que descubramos y superemos las contradicciones
en las que frecuentemente caemos. Tras constatar el analfabetismo emocional que
sufrimos muchos adultos, nos dicta unos criterios psicológicos actuales y nos
formula unas propuestas concretas apoyadas en los dictámenes de especialistas
que nos ayuden a analizar las emociones, a expresarlas con el fin de orientar y
de aumentar nuestras ganas de vivir, de crecer y de evolucionar. Nos muestra y
nos demuestra, por ejemplo, cómo el juego y la risa son dos elementos importantes, aunque sus
efectos individuales y colectivos no gocen en la actualidad de una valoración
generalizada en los procesos de crecimiento del bienestar psicológico, de la
armonía familiar y de la eficiencia laboral.
Si sus
propuestas teóricas y sus aplicaciones prácticas sobre la inteligencia
emocional y sobre el desarrollo personal son útiles, lo más interesante, a mi
juicio, es su consejo de que recopilemos nuestros propios recursos y
comprobemos los que realmente funcionan. En resumen, Vivir con alegría es un libro claro y práctico adecuadamente
fundamentado en teorías humanas actuales.
José Antonio Hernández Guerrero
Catedrático de Teoría de la Literatura
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