La filosofía bien explicada puede seguir ayudando a vivir la vida
Fabián C.
Barrio
Usted se encuentra aquí
Barcelona,
Ediciones Deusto, 2024
Tras la primera lectura de esta obra,
caracterizada como de divulgación, llegué a la conclusión de que era apropiada
para los lectores que podrían estar interesados en conocer los orígenes y los
significados de unas palabras del lenguaje filosófico que seguimos usando en la
actualidad para referirnos a los asuntos de nuestra vida cotidiana y, sobre
todo, a nuestras relaciones sociales y a nuestras vivencias de los deseos
íntimos, de los miedos ancestrales y de las experiencias placenteras. Después
de una segunda lectura, estoy convencido de que también será útil para los
profesores de Filosofía porque les ayudará a explicar esos conceptos que ellos
conocen muy bien, pero que, a veces, no son fáciles de “contar” ni de “aplicar”
mediante ejemplos claros, amenos, divertidos y ocurrentes.
Fabián C. Barrio, más que explicar, nos
cuenta cómo los filósofos griegos cuestionaban asuntos tan antiguos y tan
actuales como el buen vivir, el origen y el sentido de la vida, la belleza, el
gobierno de las ciudades o la moralidad de los comportamientos ciudadanos.
Muestra cómo la filosofía ayudó a vertebrar el concepto de la democracia y cómo
los filósofos participaban en los debates públicos aportando ideas que
fundamentaran y guiaran las vidas de los ciudadanos. Quizás lo más importante de
esta obra sea la constatación de que la filosofía ayudaba –y puede seguir
ayudando- a encontrar consuelo en medio de un mundo que era –que es- hostil e
incomprensible para la mayoría de las personas.
Explica con claridad, por ejemplo, cómo
la palabra griega “ataraxia” expresa la “ausencia de turbación” y sirve para
describir la fortaleza del alma frente a la adversidad, la calma y la serenidad
resultados de la disminución de la intensidad de nuestras pasiones y deseos.
Sus dibujos de la diosa Fortuna, esa compañera de viaje que ha amargando nuestra
historia y que, caprichosa, cambia sus favores de un momento a otro, y la
manera amena de definir el concepto “kairós” que expresa las mejores
experiencias de nuestras vidas, y la noción de “eudaimonía” el bienestar que se
alcanza a través de las actividades virtuosas centrado en la paz interna y en
la ausencia de turbación, en una vida “bien vivida” gracias a unos hábitos
saludables. O la invitación amable de la
“epoché para que contemplemos el mundo sin los filtros de nuestras ideas
preconcebidas, de esos prejuicios que determinan nuestros juicios, nuestras
actitudes y nuestros comportamientos.
José Antonio Hernández
Guerrero
Catedrático de Teoría
de la Literatura
0 comentarios:
Publicar un comentario