La poesía como tabla de salvación
David
Pujante
Guía
de Perplejos
(Poesía
reunida, 1978-2023)
Ediciones Universidad de
Valladolid 2025
Si
asumimos que la poesía es el reinado de la palabra, de la verdad y del amor, y
que, por lo tanto, posee el poder de transfigurar al ser humano hecho de cuerpo
y de alma, de tierra y cielo, podemos afirmar que poeta es quien posee la capacidad
de alumbrar una nueva existencia a las experiencias elementales de una vida
aparentemente sencilla. ¿Cómo? Haciendo que broten esas resonancias profundas
transmutadas en la tabla de salvación que el ser humano forja como partícipe
del poder creador.
En
esta Guía
de perplejos, compendio de la
poesía publicada entre los años 1978 y 2023, David Pujante nos ofrece los hitos
del discurrir –de sus “discursos”- de sus tiempos personales, de sus inquietantes
perplejidades, de sus preguntas y de sus respuestas personales. En todas ellas
pone de manifiesto que, como lingüista, humanista y poeta –como artista
pluridiscipliar-, conoce los valores gnoseológicos, éticos y estéticos de esas
palabras que, adecuadamente utilizadas, son portadoras de conocimientos, de
comportamientos y de goces sensoriales, imaginativos y emotivos, creadoras de
belleza y de esperanza.
Ante
los permanentes cambios que él advierte durante las dilatadas pausas en las que
siente, reflexiona, imagina, ama y teme, expresa las perplejidades que,
soterradas o explícitas, han movido desde su niñez sus pensamientos, sus temores
y, sobre todo, sus afectos. En esta obra, densa y estimulante, entona aquellas
vivencias que “De otro tiempo y de ahora. / Si alguna novedad se encuentra en
mi reducto / soñado a compartir, su novedad radica / en ser todo tan nuevo
porque es / inevitablemente lo de siempre.
Sus
versos expresan el mundo sentido y vivido, esas experiencias hondas de su
peculiar forma de amar, de disfrutar y de vivir humanamente. Concibe la
creación literaria como una lectura profunda de la vida, y la vida como una
manera intensa -más consciente, más plena y más humana- de escribir y de leer
la literatura. La poesía es para él un diálogo íntimo, una conversación
intransferible consigo mismo y una oración secreta: sus versos sólo se pueden
recitar en un ámbito de soledad y de profundo silencio.
Su
poesía, más que para recitarla, es para sentirla en lo más hondo de nuestras
entrañas. Me atrevo a afirmar, además, que muchos de sus poemas identifican
nuestras maneras ocultas o patentes de desear o de temer, de amar o de odiar,
de disfrutar o de sufrir, y que su lenguaje, claro y estimulante, nos muestra
cómo una palabra, un gesto o una actitud poseen capacidad para alimentar toda
una vida.
José Antonio Hernández Guerrero
Catedrático de Teoría de la Literatura
0 comentarios:
Publicar un comentario