miércoles, 15 de septiembre de 2010

PREGÓN DE LA ROMERÍA 2010 - ALCALÁ DE LOS GAZULES


El COMIENZO:

“Vamos, despertaos, arriba, que nos vamos a la Romería”. La voz dulce y a la vez insistente de mi madre, hacía que nos vistiésemos rápido, pues había que desayunar y pronto vendrían a recogernos. A esas alturas de la mañana, en mi casa hay una infinidad de olores que parten de la cocina, destacando como no podía ser de otra manera la tortilla de patatas y la carne empanada; pero resaltando sobre todos el inconfundible olor al rollo de carne que desde tiempo inmemorial se ha hecho en la familia de mi madre y que aún hoy mis hermanas y tías siguen haciendo. Ese rollo causará luego furor, a partir del mediodía en el 7, cuando comiencen a llegar los invitados. Por otro lado, mi padre ya hacía tiempo que se había marchado hacía el Santuario para ultimar los preparativos de la Romería junto a sus inseparables amigos Manolo Mansilla, y Juanito Narciso, Secretario y Hermano Mayor respectivamente de la Hermandad. Y Yo, que me había pasado algunas semanas anteriores ayudando en lo que podía, encartando sobres, repartiendo los carteles, arrimando sillas para el pregón, escuchando y viendo la subasta, estaba ansioso de que llegase el gran día. El día en el que todo Alcalaíno sueña con que llegue cada año. Había llegado el día de la Romería.

Sr. Cura Párroco

Hermana Mayor y Hermanas del Beaterio

Sr. 1er Teniente de Alcalde

Sr. Miembro de la Mesa del Parlamento Andaluz

Sr. Delegado del Gobierno Andaluz en Cádiz

Sres. Concejales

Sr. Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Hermandad

Sres. Antiguos Hermanos Mayores y Hermanos Mayores de las Cofradías

Sr. Presidente del GDR

Sr. Comandante del EVA 11

Sras. Camaristas y Sr. Capataz

Sr. Presidente de la Peña Amigos del Camino

Sra. Presidenta de la Peña La Canastera

Sres. Pregoneros y Pregoneras

Queridos familiares

Amigos y amigas

Hoy, treintaitantos años después, me encuentro en este altar mayor de nuestro Santuario, dispuesto a contaros qué es para mí la Romería de mi pueblo, y su punto de atención, nuestra patrona la Virgen de los Santos. Hoy soy el trigésimo sexto pregonero de su Romería y tal como reflexionaba el día que lo anunciaron en la parroquia, me siento enormemente privilegiado y agradecido. Privilegiado por tener la prerrogativa única de ser pregonero de la Virgen de los Santos, estando en el año especial de Gracia, siendo Alcalde de la localidad y habiéndolo sido también de las fiestas de nuestro Patrón San Jorge. Y agradecido, humilde y emocionadamente agradecido en primer lugar a la Junta de Gobierno que de manera unánime se acordó de mí para pregonar este año las fiestas; en segundo lugar al Párroco, el Padre Marco Antonio, que ante mis dudas por aquello de ocupar un cargo público, me animó en todo momento. En tercer lugar a vosotros y a vosotras que me habéis hecho llegar vuestra felicitación, vuestro apoyo y vuestro ánimo y que hoy estáis aquí para oírme.

En este apartado de agradecimientos, debo expresar mi más sincero y profundo a la Hermana Mayor del Beaterio de Jesús, María y José, Hermana Ana María Cordón, por sus palabras de presentación. Aceptaste ser mi presentadora cuando te lo dije casi a traición, pero estaba seguro de que lo ibas a hacer con el cariño que lo has hecho. Ana Mari tuvo la fuerza y el coraje necesario, para con su juventud, tomar la dirección de esta Centenaria Institución, en unos momentos particularmente delicados. Los que te conocemos, confiábamos en ti y sabíamos que lo ibas a hacer bien. Y poco a poco con mucho trabajo y la ayuda de Dios y la Virgen de los Santos vais tirando hacia delante. Vosotras, las monjas del Beaterio, siempre estáis allí para lo que os necesiten. Y aún hoy, con los momentos de dificultad que están pasando muchas familias, vuestra figura se agiganta y seguís realizando una impresionante labor social en los campos de la educación, la atención a la Tercera Edad, la asistencia social, etc, Siempre digo de lo difícil que es alcanzar una opinión unánime sobre cualquier cosa, pero si preguntáis a alguien de Alcalá por el Beaterio, veréis que es la Institución local más respetada y querida. Y eso no se consigue fácilmente. Si os dáis cuenta es la tercera institución viva más antigua de nuestro pueblo, tras la Parroquia y el Cabildo o Ayuntamiento. Y creo que puedo decir al igual que otra mucha gente, que en mi casa desde pequeñito me enseñaron a amar, y a querer al Beaterio. Y eso cada vez que puedo, lo intento.

Ana María, quiero que veas en mis palabras el profundo agradecimiento de un pueblo hacia vosotras, y quiero que sepáis que al igual que canta el himno de un famoso equipo de fútbol inglés, “nunca caminaréis solas”.

Y por último quiero cerrar el capítulo de agradecimientos, acordándome de mi mujer y mis hijos. Ellos son los que me sufren y me soportan. Y sin ellos nada de esto sería posible. Gracias por aguantarme tal como soy. Gracias por vuestra generosidad al entender mi vocación de servicio en la vida política y más aún ahora con lo denostada que está y los momentos difíciles que por la crisis económica nos ha tocado vivir. Gracias a ti, María, gracias por tu paciencia, y por ser esa mujer que me aconseja en los momentos difíciles, que te desvelas cuando yo me desvelo y que me apoyas en mis decisiones, en las acertadas y en las erróneas. Nunca sabré agradecerte tanta comprensión ante el egoísmo que tenemos los que estamos en la cosa pública. Y gracias a mis hijos que me llenan de orgullo y que también sufren como pocos el que su padre sea un hombre público. Fijaos que les había prometido un viaje por ahí pero las circunstancias personales y políticas no lo han hecho posible, y en los breves días que hemos estado, me he dedicado a escribir el Pregón, más que a estar con ellos. Pero en eso reside el amor y el cariño; en dar y en recibir. Yo como padre, aspiro a que amen a Alcalá y a sus cosas con todas sus fuerzas, que quieran a la Virgen de los Santos y a que sean gente preparada y sobre todo que tengan claro que tienen que intentar llevar a la práctica conceptos como solidaridad, libertad, justicia social, luchar por un mundo mejor, entre otros, que son también principios básicos del cristianismo. Gracias por estar siempre ahí.

Y ahora comienza en sí mi Pregón. Anteriormente han pasado por este altar, pregoneros que han dado pregones de todo tipo, innovadores, clásicos, literarios, históricos, líricos, teológicos ... El mío será especialmente festivo y alcalaíno. Basado en las emociones y en los sentimientos. Porque a la hora de sentarme delante del ordenador y pensar que tipo de pregón daba, pensé en esas características para el mío. Porque, ¿Que rasgos si no caracterizan a nuestra Romería? Pensadlo. Se mezclan la tradición con la modernidad, la alegría con la tristeza; y las emociones, el cante y el baile con la tranquilidad de la oración. Toda esa amalgama de propiedades hace que, casi sin darnos cuenta tengamos una fiesta única que gira también ante una imagen única, la de nuestra patrona la Virgen de los Santos. Hablaré de mi pueblo y de mis gentes. Diré cosas que estáis hartos de vivir y escuchar, pero que me parecen esenciales recordarlas y analizarlas. E intentaré acercaos mis vivencias sobre tan singular fiesta.

Alcalá de los Gazules, mi pueblo

Es en Alcalá de los Gazules donde se desarrollan todos los acontecimientos que vamos a relatar. Estratégicamente situada en el centro de la provincia de Cádiz, con un clima suave y benigno que raramente se complica cundo nuestro levante se enfada y sopla más de la cuenta, en nuestro extenso término se encuentran las montañas de la sierra del Aljibe, destacando entre ella nuestro monte más emblemático, El Picacho, atalaya que cuando los alcalaínos la divisamos desde la distancia nos indica la cercanía con nuestro pueblo. Son espectaculares los valles y sus ríos, con nombres tan sonoros y evocadores como Barbate, Rocinejo, Fraja, Alberite,… Mencionarlos nos hace imaginar canutos milenarios con una jungla impenetrable de quejigos, alisos, laurel, ojaranzo, lianas y zarzas y en donde el agua fría y limpia de nuestros montes discurren con violencia hasta encontrar la paz del pantano. En sus bosques encontramos una fauna a la vez única y variada. Y afortunadamente todavía contamos con miles y miles de hectáreas del bosque mediterráneo mejor conservado de Europa, donde nuestros alcornoques y chaparros luchan por sobrevivir ante la enfermedad de la seca y donde todos, ciudadanos y administraciones, debemos de seguir luchando para que el árbol y su producto el corcho, sigan estando vivos entre nosotros proporcionándonos al mismo tiempo calidad de vida y riqueza y empleo para todos.

De esta manera, en un paraíso rodeado de agua, bosques, prados y bellísimas montañas no es de sorprender que ya hubiese alcalaínos viviendo desde la prehistoria. Nuestro casco urbano y el paisaje que le rodea, y por tanto el lugar donde vivimos, es fruto de la presencia a lo largo de miles de años de diferentes civilizaciones y culturas, destacando la época romana con fuentes, calzadas, puentes y fortificaciones, la llegada del primer cristianismo con los visigodos, y la presencia musulmana donde se define el marcado carácter defensivo de nuestro caserío, de ahí el nombre de AL-Kalat Yazula, Alcalá de los Gazules. Es sin embargo a partir de la conquista cristiana y la pacificación posterior cuando se produce el singular desarrollo urbano de nuestro pueblo. Una población que se sale de una línea defensiva de murallas que pierde su sentido y que necesita espacio para crecer. Y crece salvando los desniveles de la montaña en un ejercicio de diseño urbanístico espectacular que da lugar a un modelo de pueblo andaluz bellísimo con calles estrechas y entrelazadas, pequeñas plazas para pasear, andar y vivir y casas montadas unas encima de otras donde parece que no hay calles para transitar. Así no es de extrañar que nuestro casco antiguo esté declarado Conjunto Histórico Artístico.

Un paisaje así, con una gente así, tenían que dar como fruto monumentos y edificios impresionantes, tales como la Parroquia del mártir San Jorge, declarada BIC por la Junta de Andalucía y que es un espléndido edificio en cuyo interior guarda numerosísimos tesoros materiales tales como retablos, esculturas, pinturas, orfebrería, etc. y también es nuestro gran tesoro espiritual pues allí comenzamos nuestra vida, allí tenemos nuestros principales actos y allí también un día diremos adiós, todo ello bajo la atenta mirada de nuestro patrón el Señor San Jorge; también destaca la antigua casa del Cabildo, raro ejemplo renacentista andaluz; el antiguo Convento de las monjas Clarisas hoy colegio SAFA donde resalta su patio y su torre de recuerdos moriscos; el Castillo, primero romano, luego musulmán y finalmente cristiano, ahora en su última fase de rehabilitación; los restos romanos de la fuente de la salada, 2000 años después funcionando perfectamente; la iglesia de Santo Domingo, gran edifico que nos queda de aquel lugar de cultura y saber que fue el convento dominico, hoy felizmente restaurado como centro cultural; la Iglesia y claustro de la Victoria, sede de la muy humilde orden mínima, cuya principal joya es la talla del Nazareno de Alcalá, y por supuesto sus calles, casas señoriales, sus patios, etc.

Pero los pueblos y las ciudades lo conforman seres humanos que vivimos en ellos, habitantes que les dan el carácter y la particularidad que tienen.

Y es aquí donde debo de hablar de lo que caracteriza al Alcalaíno, su manera de ser. Como ya dije en mi pregón de las fiestas patronales de San Jorge, el alcalaíno es una persona abierta, solidaria y trabajadora, con un gran sentido del humor y de la alegría. Seres entrañables que enseguida dan calor y confianza al que viene de fuera, al que inmediatamente invitamos a vivir nuestras cosas, nuestras costumbres, nuestras alegrías y nuestras fiestas.

Ese carácter solidario y participativo da lugar a que Alcalá destaque por sus asociaciones y entidades, como los Clubes Deportivos, las Hermandades y Cofradías, las Peñas tanto Marianas como de Cazadores y Flamenca, la Peña Taurina, las Asociaciones de Padres y Madres, Asociación de Mujeres, Asociaciones Parroquiales, Asociaciones de Antiguos Alumnos, Asociaciones de Vecinos, etc. De todas permitidme que me acuerde especialmente de una ya desaparecida, pero que vive porque está en la memoria de muchos de los que hoy nos encontramos en este santuario, os estoy hablando de la Asociación Juvenil Cristo Vive. A mi entender Cristo Vive fue el vivero más importante del asociacionismo alcalaíno. Todas aquellas actividades, todo ese alud de actos bajo la dirección y también porque no decirlo, la paciencia del recordado padre Hermida, marcaron la manera de ser de toda una generación de alcalaínos. Allí adquirimos conceptos y valores tan esenciales como responsabilidad, solidaridad, compromiso, entrega… Nunca le estaremos suficientemente agradecidos y creo que los cientos de jóvenes que por allí pasaron, 30 años después, presumimos con orgullo de haber formado parte de aquel sueño.

El último gran rasgo de los alcalaínos es nuestra afición por las fiestas y a pasarlo bien, y por eso tenemos todas las posibles y más a saber: Navidad, Carnavales, San Jorge, San Juan, La Feria, y la Romería. En ellas nos expresamos, en ellas nos volcamos y a través de ellas participamos y nos damos a conocer, con un marcado sabor local que las diferencia de otras poblaciones y que las hace singulares y únicas.

Así somos y esa es nuestra manera de ser. Ese es nuestro código genético, nuestro ADN transmitido de generación en generación, que nos hace ser así. Este ha sido nuestro pasado, es nuestro presente y confío en que siga siendo nuestro futuro.

Porque después cuando llega alguien de fuera como por ejemplo un inglés, bueno ya casi alcalaíno de Londres, llamado Mathew Coman, y le preguntas por qué había elegido precisamente Alcalá de los Gazules para vivir, precisamente él que ha viajado y conocido todo el mundo con su orquesta, me contestó con un mezcla de sorpresa y de ingenuidad: “Porque este es el mejor lugar del mundo, y vosotros no lo sabéis”.

2010 Año de Gracia

Al cumplirse en este 2010, el centenario de la fundación de la hermandad y coincidir con la venida cuatrienal de nuestra señora a Alcalá, el obispo de la diócesis de Cádiz- Ceuta, D. Antonio Ceballos, declaró el presente año de 2010, año de gracia, y para ello el Santuario ha sido lugar de peregrinación de miles de personas llegadas no solo de la Provincia de Cádiz, sino de toda Andalucía. Lo primero que habría que destacar ha sido la numerosísima afluencia de peregrinos al santuario, principalmente coincidiendo con las misas de los sábados y domingos. Ha sido espectacular vivir la devoción con la que la gente bien a través de los diferentes grupos o a nivel particular han asistido a este lugar santo y han ganado el jubileo. Por eso, me atrevo a lanzar a la Junta de gobierno y a los hermanos aquí presentes el reto de modernizar y ampliar las instalaciones que hay en el santuario. Creo que debemos adaptarnos al siglo XXI, y entre todos conseguir un complejo que englobe un museo, un lugar de celebraciones, una pequeña hospedería… Lanzo esa idea y me pongo a disposición de todos para poder sacar adelante ese proyecto, pues supondría una magnífica fuente de riqueza, desarrollo y empleo y contribuiría a aumentar la fama y el conocimiento del lugar.

Pero es que, como ya dije antes, este año “tocaba” como se dice en Alcalá, que la Virgen de los Santos volviese a su pueblo. Y creo que la de este año ha sido espectacular. Ya, desde el mismo momento de la salida, cuando nosotros, los miembros del cabildo, cargamos a hombros a nuestra patrona en su nuevo paso, tal como se viene haciendo desde cientos de años atrás, la emoción invadió a los allí presentes. La Virgen venía a su ritmo, venía al ritmo de sus cargadores y sobre todo de sus cargadoras, pues estos nuevos tiempos nos traen la maravillosa presencia y abrumadora mayoría de las mujeres bajo el paso. Tras la breve parada en el cortijo Barbate, (demasiado breve, hermano mayor), y con las refrescantes bebidas y los manjares alimenticios tomados a trompicones, retomamos la marcha, porque teníamos que ser puntuales en el encuentro con el Nazareno en el Prao. Pero antes, el gran momento emotivo de la jornada. El paso del río. Miles de personas agolpadas para ver ese momento único, esa fotografía mágica que supone ver a la Virgen sobre las aguas del Barbate. Es la tradición de una sociedad que al ser originariamente agrícola y ganadera, necesitaba el agua para vivir y para prosperar. Y ese paso viene a insistir en lo mismo, la necesidad de agua para la vida. La emoción al pasar, la ropa mojada, las lágrimas, el recuerdo a los que ya no están, los aplausos, los vivas a la Virgen, hacen que la llegada al Prao sea un suspiro y entonces sí, todo el pueblo acompaña al Señor de Alcalá, al Nazareno, para darle la bienvenida a su madre. Las reverencias entre ambas imágenes, el abrazo entre las Juntas de Gobierno, y sobre todo ese momento a la vez muy público pero también muy íntimo que supone ponerle a la Señora el Bastón de Mando de Alcaldesa destacan sobre todo. Ese momento es especial, y yo que he tenido el privilegio de hacerlo 2 veces, lo tengo como algo inolvidable y único. Muchos os preguntaréis si pienso o le digo algo. Y la verdad es que sí. Le digo “Bienvenida a tu pueblo y ayúdanos ahora y siempre”.

A la altura del campo de fútbol, alguien de fuera se acerca y me pregunta: ¿Por ahí, por esa cuesta tan grande van subir las imágenes? Por ahí señora. Y suben a gran velocidad, a tanta que la Virgen parece que no pesa. Y sin darnos cuenta, estamos en la salada, donde aprovecho para cargar un poco al Nazareno, como cada cuatro años. Luego cantamos la Salve en la capilla de la Salada y me hago una foto con los Pastores mas pequeñitos y pienso en lo orgulloso que estaría su bisabuelo Andrés de verlos tan pendientes de la Virgen. Anochece, y en una Alameda completamente abarrotada de gente, despedimos al Nazareno y continuamos para la Parroquia. Aquí ya ni importa si es de noche, si estamos cansados, ya no importa nada. Lo impresionante es ver al pueblo disfrutando de su Virgen y a la Virgen disfrutando de su pueblo. Y llegamos a la Plaza Alta. Y que queréis que os diga. ¡Qué punto y final! ¡Qué recibimiento! ¡Qué escenario! ¡Qué decoración! y sobre todo ¡cuánto amor y cuánto cariño a la patrona! Creo que vivimos sin género de dudas, el mejor recibimiento que la Virgen ha tenido nunca. Y eso hay que agradecérselo a los vecinos y vecinas de la Plaza Alta, que comandados por Antonio Salcedo, consiguieron hacernos llorar de emoción. Por fin en Casa. Y por fin en la Parroquia. Y nadie se acordó de mirar la hora. Todos eran rostros cansados pero alegres y felices por la jornada que acabábamos de vivir.

Después, durante el mes y medio que nuestra patrona estuvo en el pueblo se sucedieron los actos, destacando sobremanera la Novena que inauguró de manera inolvidable el Cardenal de Sevilla y clausuró nuestro Obispo, con una gran participación de fieles. También las procesiones como el Corpus, o la Magna Mariana que nos proporcionó imágenes imborrables y únicas en nuestra historia. Aunque yo destacaría especialmente la muestra sobre la Virgen realizada en Santo Domingo. Celebrada en un marco incomparable, toda la exposición fue un acierto y así lo demuestran las miles de personas que se pasaron a verla. Mis felicidades a los organizadores.

La vuelta también fue especial. Por todo, incluida la lluvia. Ya desde la salida fueron miles las personas que acompañaron a la Virgen por las calles de su pueblo. Precioso fue el paso por la calle Constitución donde los niños le tiraron pétalos de flores y le cantaron a su paso. En el San Antonio, los que no pudieron ir a los Santos la despidieron, con la íntima esperanza de volverla a ver dentro de 4 años. Y volví a tener el bastón en mis manos, con el deseo de un Alcalá mejor y más próspero. Ver y acompañar a la Virgen en la Carreta fue toda una novedad que también fue todo un acierto. Y llegamos a los Santos al tiempo de descargar una tormenta impresionante, como de alegría por la llegada de la Virgen a su casa.

!!A los Santos de Alcalá!!

Y en Septiembre, el fin de semana anterior al de la romería comienzan los actos en honor de nuestra patrona. En esos días previos, nos vamos preparando para la fiesta con el pregón y la subasta de cuartos y puestos. Del acto del pregón debo decir que con los años y gracias a las diferentes juntas de gobierno, ha ido ganando en elegancia y solemnidad y ya está ubicado entre los grandes actos oficiales anuales de Alcalá. La subasta de cuartos y puestos es otra cosa y por sí merece una reflexión. Es como una mini romería antes de la romería. Es el momento en donde familias, grupos de amigos, jóvenes, etc, planifican lo que será su romería: si se puede, coger un cuarto y si no…. ¡al olivar! Es también el momento de los primeros saludos a la gente que hace tiempo que no vemos, y el momento de algo curioso y único pues para eso es una subasta: La estrategia. Siempre en cada grupo de optantes hay un líder o estratega que aconseja qué cantidad meter en el sobre para intentar quedarse con un cuarto. Eso mismo se repite con los puestos exteriores.

La subasta comenzará por el comedor, que es el único cuarto que se adjudica por el procedimiento de la puja a la llana y cuyo importe es cedido al Beaterio. Con la subasta ayudamos a la Hermandad y sobre todo nos encontramos ya en predisposición de celebrar nuestra romería.

Llegado el domingo por la mañana, al amanecer, nos ponemos en marcha con la Peña Amigos del Camino y su Simpecado, que como viene haciendo desde hace 24 años es la antorcha que nos guía hasta el Santuario. A la salida desde la Victoria y con el canto de la Salve por el Párroco, comenzamos el camino con alegría de saber que vamos a encontrarnos con nuestra Madre, que nos está esperando para sacarla en procesión. Pasamos el río casi seco, y tomamos el reparador desayuno en el Cortijo Barbate que nos da las fuerzas necesarias para llegar al Santuario donde la Junta de Gobierno nos está esperando para darnos la bienvenida. Quiero aprovechar este momento del pregón para felicitar a los miembros de esta señera Peña alcalaína por sus innumerables actividades, por su caseta de feria, por su intensa vida social y por lo que han hecho y hacen para que el nombre de Alcalá de los Gazules sea conocido y apreciado más allá del puerto levante. Y quiero animaros a celebrar el año próximo el 25 aniversario de vuestra fundación con una programación de actividades especiales que vengan a resaltar dicho aniversario.

Con un Santuario cada vez más lleno de gente y aumentando la temperatura y el ambiente, celebramos la solemne función principal de la Romería. Allí, en una iglesia repleta de gente, nuestro párroco nos dice misa. Una misa corta en la emoción y una misa larga por la impaciencia por ver a la Virgen en procesión. Sentimiento y emociones que se ven aumentadas escuchando las voces de los componentes del coro de la Peña Amigos del Camino. Qué lujo para Alcalá!!! Yo creo que sus miembros no son conscientes de lo que suponen para nuestro pueblo, y no son conscientes que ciertos temas, (La Salve, Por el San José, Qué bonita te veo…) forman parte ya para siempre de la historia musical y antropológica de nuestro pueblo. Por eso, Manolo, Juan, Inma, Antonia y todos los demás componentes, a pesar de los años, y de los lógicos problemillas, tenéis que seguir cantándole a vuestra Virgen y a vuestro pueblo.

Cuando el Padre Marcos nos da le bendición, todo es prisa…Los miembros de la Hermandad cada uno a su sitio, los devotos alrededor de la escalera de salida, los encargados de bajar a la Virgen echan el telón y en la soledad del Camarín se repite el centenario y a la vez mágico ritual de descender a la bendita imagen de su pedestal para bajarla por los escalones hacia el pueblo. Desde pequeño, que lo vivía acompañado de mi padre, ese momento me parecía único y siempre tenía y tengo la envidia de los cuatro portadores y el capataz que durante un ratito la tienen tan cerca….

Cuando se abren las puertas, es la explosión de júbilo, la felicidad en las caras, también las lágrimas de emoción, los recuerdos, los saludos, los aplausos, los vivas, las canciones, las peleas por llevarla, la música de la Agrupación Musical Nazarena, la algarabía, el maravilloso desorden, el calor, el sudor…. Por el olivar avanza mi Virgen a los hombros de su pueblo; contenta, hermosa, bonita, feliz, guapa, guapa y guapa. Ese pueblo es heterogéneo, y esta formado por jóvenes y ancianos, niños y mayores, alcalaínos y foráneos, ricos y pobres, e incluso creyentes y no creyentes. Porque, ¿Cuántas veces hemos escuchado aquello de yo no creo en Dios ni en la Iglesia, pero creo en la Virgen? ¿O cuántas veces hemos visto a gente que precisamente no destaca por su religiosidad en los actos de la Romería? Alguien me podría decir que su asistencia es producto de la atracción que le puede producir la fiesta, olvidando el lado religioso. Pero yo creo que hay algo más. Y es que la bendita Imagen de la Virgen de los Santos, tiene desde tiempo inmemorial, esa capacidad de unir, de juntar diferentes ideas, pensamientos y actitudes en la vida. Por tanto todos somos Iglesia, y como gran familia de Dios que es, tenemos nuestras disputas, nuestras diferencias, nuestros problemas. Pero ello no nos debe llevar a la excusión. Y sí desde luego a un respeto al que piensa diferente a nosotros. Porque no debemos olvidar, que el cristianismo es una religión basada en la tolerancia, y en la solidaridad con los demás.

Al llegar a la Cruz, tiene lugar otro imprescindible ritual, el paso de los caballos y caballistas por delante de la imagen. Los jinetes, con magníficos caballos y humildes mulos, todos como digo, presentan sus respetos y su admiración a nuestra Señora. En el momento de la recogida, le decimos adiós, y en lo más profundo de nuestro corazón le pedimos a la Virgen Salud para todos y el poder estar allí el año próximo para acompañarla.

Una vez acabada la procesión y por tanto le fiesta religiosa, comienza la fiesta civil. Se abren los cuartos y nos metemos en la vorágine de la celebración. Porque no se si os habéis parado a pensar que los cuartos de la Romería de Alcalá son algo único. Y nosotros, los alcalaínos no nos damos cuenta de ello. Pero preguntad a cualquier invitado o visitante de fuera y ya veréis lo que os dice. ¿En qué sitio hay una fiesta en donde para todos al menos se invita a una copa y a una tapita? Y ese gusto por estar en cuartos minúsculos atestados de gente, y con un calor insoportable… Y la rotación de la visita de cuarto en cuarto…. Y como no aparezcas por uno en el que te estén esperando, prepárate para la bronca segura. Y te encontrarás ejemplos de todos los guisos, comidas, tapas y detalles gastronómicos posibles. Y seréis invitados a todo tipo de bebidas. Porque es una fiesta de alegría y yo la defiendo así, a pesar de algún purista que no entiende la unión romería – fiesta. Yo la defiendo porque la alegría, la hospitalidad, el compartir con los demás son aspectos fundamentales del cristianismo que debemos practicar cada vez que podamos. Y también la defiendo porque casa perfectamente con el carácter del alcalaíno, abierto, solidario, integrador y hospitalario. Por tanto nunca debemos de renunciar a nuestras señas de identidad, y ésta, es una de las principales. Somos así y estamos orgullosos de serlo.

Quiero también acordarme de todas aquellas familias y grupos de amigos que de manera ininterrumpida a través de los años y de generación en generación, siguen cogiendo el mismo cuarto y siguen viviendo allí romería tras romería. Los amigos y la familia son por tanto los ejes en donde se organiza todo. Familias que hacen juntas el camino. Familias que por distancia y por otros impedimentos sólo se ven al año en la Romería…. Porque la familia es el espejo en donde uno se mira desde chico, y uno tiende a imitar lo que ve. Cuando uno oye expresiones como “es que lo ha mamado en su casa desde pequeñito”, no hace sino reafirmarse en lo que estamos diciendo Y eso vale para todas las familias. Y para cualquier tipo. Así se repetirá de generación en generación y por tanto así no solo no se perderá, sino que aumentará la devoción por esta maravillosa manifestación festiva. Y toda esta reflexión la hago porque todo eso lo he vivido en mi casa. Y he tenido los dos ejemplos. El ejemplo desde lo público y desde lo privado. He crecido viendo a mis padres amar, querer y compartir devoción por la Virgen de los Santos. He visto a mi padre luchar por Ella en la hermandad, tanto en la Junta de Gobierno como hermano raso. Siempre nos ha trasmitido conceptos tan valiosos como responsabilidad, honestidad, sacrifico y el trabajar por conseguir la justicia social. Su doble condición de hombre público al servicio de los demás y ahora su incasable condición de hombre de Iglesia, nos hace a toda la familia tener delante el espejo donde mirarnos. El espíritu de lucha que siempre te ha distinguido, es el que más falta te hace ahora. Gracias Papá. Y siéntete orgulloso porque tu ejemplo se perpetuará con tus hijos y nietos. Y a mi madre la he visto siempre, inculcarnos el amor a María desde la devoción más personal y escondida del día a día. Ella, con sus virtudes, con su infinita paciencia, con su bondad innata, con su saber escuchar, con su tolerancia, con el amor y el cariño hacia todos, nos ha trasmitido esos conceptos tan marianos desde pequeñitos. Gracias Mamá, porque para nosotros eres también un maravilloso ejemplo de vida. Después, todos mis hijos, mis hermanos, mis tíos, mis primos, mis sobrinos, todos han seguido esa senda que nos lleva a este Santuario. Fijaos bien, pues hasta mi madre, mi mujer y mi hija se llaman María de los Santos. Y hablando de familia quiero acordarme también, de quien fue su más longevo capataz, mi suegro Miguel de la Cruz Lamela, Miguelón, al que siempre ha visto luchar y vivir alrededor de María de los Santos. El pueblo que viene a la Romería, las gentes, los amigos y las familias, todos tienen como punto de unión esta bendita imagen de María de Los Santos.

Esa es la mejor garantía de supervivencia de nuestra devoción.

A eso de las 3 de la tarde, hay formada una cola enorme en la cerca del Santuario. Se va a empezar a repartir de forma gratuita, el tradicional rancho o guiso de patatas con carne que como cada año regalan el Ayuntamiento y la Hermandad. El guiso se reparte entre dos enormes calderas, donde reposan los más de 500 kg. de patatas y carne para ser repartidos. Esta obra maestra de la gastronomía multitudinaria popular, es obra de nuestro amigo Paco Peneca y su equipo. El rancho, que nació como una oportunidad para dar de comer a los más pobres, ha devenido en una fiesta gastronómica insustituible en nuestra Romería.

A medida que cae la tarde y aumenta el cansancio, muchos van abandonando el Santuario. Es el momento de la despedida. Quizás sea el instante más íntimo del día. Es el lugar para el recogimiento y para la oración más personal. A esas horas se acompaña a la Virgen y se dialoga en la intimidad con ella. Y es una sensación extraña. Porque al silencio de la iglesia se contrapone el bullicio que llega del patio, porque al olor del sudor del calor se contrapone el olor de las miles de flores que los romeros le han llevado a la señora, porque el recogimiento y la oración se contrapone con la fiesta y la celebración. Son sentimientos encontrados, pensando en el día vivido.

Quiero acordarme de aquellos y aquellas que hacen posible que la romería se pueda celebrar sin problemas. Ellos son los miembros de la Junta de Gobierno, la Policía Municipal y Guardia Civil, Servicios de Seguridad Privada, Protección Civil, Servicios Sanitarios, Bomberos, Servicio de limpieza, Rancho, etc. ,etc. A todos les tenemos que estar enormemente agradecidos pues son una parte fundamental de la fiesta.

Pero no todo acaba con la Romería. Posteriormente celebramos el día de la Virgen y luego la Octava. La onomástica de nuestra patrona la celebramos de una manera más íntima y local. La jornada comienza desde hace años con el camino que hacen las componentes de la peña La Canastera. El Canasto que lleváis ese día y que os representa esta hecho de unos mimbres muy especiales: mimbres de alegría y de amistad, mimbres de compañerismo y de verdadero amor a la Virgen. El canastito que lleváis al cuello, es el recipiente donde metéis vuestra alegría, vuestros rezos, vuestro cariño y vuestra manera de ser. Y, por todo ello, os animo a seguir por ese camino que lleváis realizando desde hace tanto tiempo, porque sois también una parte esencial de algo tan maravilloso como es ser de Alcalá de los Gazules.

Ese día de la Virgen es un día para celebrar entre nosotros, pues no hay casi nadie de fuera, y todo se desarrolla con tranquilidad y se centra en la misa, que con los años ha ido equiparándose en importancia con la de nuestro patrón San Jorge. Y es que la celebración de nuestra fiesta local así lo merece. El resto de la jornada transcurre con la apacible familiaridad de lo local.

La Octava, es un pequeña Romería que también comienza temprano con las sucesivas misas y cuyo rasgo más característico es la presentación de los niños nacidos durante el año a la Santísima Virgen. Este ritual, que desde hace algunos años también se celebra en el santo de nuestra señora, supone la conmovida plegaria de los padres y madres por la salud y el futuro en la vida de la nueva criatura. Cuando los padres del niño pasan por debajo del manto de la Virgen, es como si se le pusiese un paraguas protector para toda la vida. Ese día no tenemos reparto del rancho, pero sí de Gazpacho caliente, que tan cariñosamente hacen las mujeres del centro municipal de adultos. El centro municipal de adultos es otra institución que merece todo nuestro cariño por las innumerables actividades en las que participan y de las que son partícipes. Cuando los dornillos llegan al patio del aljibe, toda una muchedumbre los está esperando. Es el momento del reparto y de la cucharada y paso atrás. Es el instante culminante de la celebración comunitaria de la fiesta. Todos participamos a la vez del mismo ritual. Conforme cae la tarde, la tristeza y la melancolía se va apoderando del santuario, porque ya nos vamos dando cuenta que la alegría se acaba…

En estas breves líneas os he contado lo que es la Romería de mi pueblo. Con sus aciertos y errores, con sus tradiciones y sus innovaciones, con sus gentes, con sus costumbres, pero sobre todo como la expresión más grande que pueda darse de la unión de un pueblo con su virgen.

LA VIRGEN

En este precioso y blanco santuario situado en una encrucijada de caminos, tiene su morada nuestra patrona la Virgen de los Santos. Con innumerables restos arqueológicos que atestiguan que la zona estaba habitada desde tiempo inmemorial, es a partir de la batalla del Salado cuando el lugar empieza a tener verdadera importancia pues desde la inicial capillita erigida en acción de gracias, se produce un progresivo proceso de ampliación hasta llegar a nuestros días, donde nos encontramos este monumental complejo de edificios con apariencia de grandioso cortijo andaluz, que se articula alrededor de la Iglesia y los patios que la rodean. En el interior de la Iglesia donde nos encontramos podéis ver la colección de exvotos pintados más importante de Andalucía. En sus paredes podéis observar esta magnífica colección, fruto de la confianza ciega y de la Fe de tantos peregrinos y devotos a los largo de los siglos en María de los Santos. En los cuadros tenéis un completo paseo antropológico por la historia, las costumbres, las modas, el urbanismo, las aficiones, la evolución en la forma de vivir (agrícola hace siglos, urbana actualmente), y también tenemos un muestrario de por lo que la gente venía y viene a dar gracias a la Virgen: Accidentes, caídas de caballo, enfermedades, operaciones, vivencias de guerras, fusilamientos y hasta innumerables escenas relacionadas con algo tan nuestro, que llevamos en la sangre y que hay que defender como es la fiesta de los toros; pero sobre todo tenéis un formidable ejemplo de religiosidad y testimonio de fe a lo largo de los siglos. Porque yo me pregunto ¿cuántas miles y miles de criaturas se habrán postrado ante la venerada imagen de nuestra señora implorando ayuda o dando gracias? Una vez alguien, a solas en el interior de la iglesia, me dijo: “Este lugar tiene algo mágico” Y pensándolo bien, yo creo que lo que tiene es el poso y la esencia de tantas peticiones emocionadas, tanto cariño, tanto amor y tanta fe derramada a lo largo de la historia. Estamos pues en un lugar clave, en un lugar de encuentro de todos y todas que se ha convertido en el centro espiritual de la provincia.

Y en el punto más recogido y a la vez más enigmático de este santuario, se encuentra el precioso camarín realizado en la primera mitad del S. XIX, y restaurado en 1982 por Ricardo Llamas. Ahí sobre el pedestal, y el enmarque que le proporciona su extraordinario templete de plata, que con gran barroquismo se hiciese en 1675, y sobre las andas nuevas hechas tras el robo de las anteriores en 1896, ahí digo, se encuentra la bendita imagen de la Virgen de los Santos. Una imagen de talla pequeña pero de corazón grande. Y con una cara preciosa que denota su alegría por estar entre sus hijos. Entre sus brazos nos muestra a Jesucristo Niño, que tiene toda la dulzura del mundo, La bendita imagen la visten las manos amorosas de sus camaristas y son ellas las que le van poniendo los mantos y todos sus adornos y joyas… entre ellas las que la identifican como Alcaldesa Perpetua de Alcalá.

Ahora bien, yo os hago varias preguntas. ¿Cuál es vuestra Virgen? ¿Cómo es vuestra Virgen? ¿Cómo veis vosotros a la Virgen? Para mí la Virgen de los Santos es ante todo una madre. Una madre que te comprende, que te escucha, que te intenta ayudar y que te sirve de consuelo. Es la que siempre estará ahí porque aunque tú le falles, ella te estará esperando con los brazos abiertos. Estará pendiente a escucharte, a entenderte y se sentirá contenta si vienes a verla. Es una madre que se alegra de que tú estés alegre por Ella. Es una madre que adora la vida y que se entristece si las cosa van mal.

Es María de los Santos el ejemplo y la guía de mi cristianismo, el que intento llevar a cabo en mi vida. Es solidaria, sin atender a clases sociales y que busca la justicia entre todos sus hijos. La que no entiende de riquezas ni de diferencias. La que cree en el trabajo y en el amor verdadero por los demás. La que tiene innumerables virtudes.

Y ¿sabéis donde la veo? La veo en Cáritas Parroquial, la veo en las monjas del Beaterio cuidando amorosamente de sus ancianas, la veo en la bolsa solidaria de las hermandades y cofradías de Alcalá, la veo en las familias que acogen a los niños saharauis, etc.

María de los Santos es también María de las Lágrimas, es María de los Dolores y es María de la Soledad, como reflejos y ejemplos que son de otra manera muy importante de vivir el cristianismo como es nuestro mundo cofrade.

Y por eso, ella está presente en cualquier rincón de nuestro pueblo, en cualquier rincón de nuestras casas y en cualquier rincón de nuestro corazón.

Ella nos acompaña siempre, con una estampa en nuestra cartera, en nuestro coche, en la maleta del emigrante, en la habitación del hospital, en la capillita de los toreros, y en cualquier momento difícil de nuestra vida.

Por ello, por que hay quien se escandaliza por nuestra fiesta en tu honor. ¿No es legítimo declararte de esta forma nuestro agradecimiento y nuestra alegría por tenerte? Porque sin el pueblo, (que lo formamos todos), sin la gente en definitiva, nada de esto existiría ni sería posible. Y esto me lleva a otra reflexión. ¿De quién es la Virgen? Pues la respuesta es muy sencilla: Es de nadie y de todos al mismo tiempo. De nadie es y a todos pertenece. Y esta reflexión que os propongo la deberíamos de tener muy presente todos los que la queremos. Ese sentido de la propiedad compartida obliga a ciertas responsabilidades que no debemos de evitar. Como buenos hijos, tenemos el deber de luchar por ella, de engrandecer su nombre, de acompañarla en sus actos, de conservar y mejorar el patrimonio que le rodea y por tanto de comprometernos plenamente con ella.

DESPEDIDA

Y con este mensaje acaba mi pregón. En él como os dije anteriormente, os he contado lo que para mí es este milagro de unión entre un pueblo, Alcalá de los Gazules y su Patrona, la Virgen de Los Santos. Aquí acaban mis reflexiones y como un alcalaíno y un romero más os invito a celebrar y a disfrutar por todo lo alto las fiestas en honor de nuestra Madre. Y que esa historia centenaria de este santo lugar, que ha servido de acogida a tantos cientos de miles de peregrinos, no se acabe nunca. Sobre todo para que un domingo de septiembre las madres de mi pueblo sigan despertando a sus hijos con la frase: “Niños, arriba, levantaos que nos vamos para la Romería”.

He dicho.

¡!!VIVA LA VIRGEN DE LOS SANTOS!!!

¡!!.VIVA ALCALA DE LOS GAZULES ¡!!



Arsenio J. Cordero Domínguez

Santuario de Nuestra Señora de los Santos

Viernes, 3 de Septiembre de 2010

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