domingo, 27 de febrero de 2011

JÓVENES DE BLANCAZUL - ALCALÁ DE LOS GAZULES





Jóvenes de la Asociación Blancazul, de Alcalá de los Gazules, han llevado a cabo una campaña para recaudar fondos para ayudar a Haití.

Una vez más nuestros jóvenes se vuelcan con los más necesitados. Toda una lección. ¡Enhorabuena!


Jaime Guerra Martínez

DÍA DE ANDALUCÍA - ALCALÁ DE LOS GAZULES






La comunidad educativa alcalaína ha celebrado el Día de Andalucía. El acto ha consistido en el izado de bandera, interpretación del himno de Andalucía y la lectura de varios textos de poesías propias y de autores andaluces. El acto presidido por el Sr. Alcalde, ha contado con la participación de la concejala de Educación, varios concejales del PSOE e IU, así como responsable de la Guardia Civil y Policía Municipal, los directores de los centros educativos, profesorado, representación de numerosas asociaciones alcalaínas y público en general que ha llenado la Plaza de la Cruz alcalaína en una mañana festiva y reivindicativa.

¡VIVA ANDALUCÍA!


Jaime Guerra Martínez

viernes, 25 de febrero de 2011

ENCUENTRO DE MAESTR@S EN ALCALÁ DE LOS GAZULES









El 24 de febrero, la comunidad educativa alcalaína (Guardería Municipal, Colegio Público "Juan Armario", Beaterio de Jesús, María y José, Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia "SAFA", Centro de Adultos e IES Sáinz de Andino), ha realizado una convivencia pedagógica en el Centro Cultural Santo Domingo, con motivo del día de Andalucía.

El acto ha consistido en un aperitivo y un monólogo sobre supuestos reales que vivimos los enseñantes en nuestro quehacer diario. Pero sobre todo, ha servido para que la comunidad educativa comparta un rato de ocio y reflexión sobre aspectos de nuestro común quehacer.

Al acto ha asistido el alcalde de nuestra localidad don Arsenio Cordero Domínguez y la concejala de Educación doña Fuensanta Guerrero, así como una amplia representación de la comunidad educativa alcalaína.

Jaime Guerra Martínez
Director Instituto Sáinz de Andino

jueves, 24 de febrero de 2011

VISTAS DE ALCALÁ DE LOS GAZULES


He aquí dos vistas de Alcalá de los Gazules, que observadas detenidamente, podemos apreciar que falta algo importante. ¿Sabías decirnos que és?

jueves, 10 de febrero de 2011

EVOCACIONES ALCALAÍNAS

64.- ALCALÁ DE LOS MOLINOS

El martes me fui con Andrés Moreno Camacho a evocar los molinos en la ruta de Patrite. El cielo estaba azul y el valle del Montero era una acuarela rodeado de colinas verdes y de vacas pastando por los prados. Los becerrillos nos miraban curiosos, como intrigados de que rompiéramos su sosiego. En la Venta de Patrite, Catalina Herrera ripiaba las tagarninas más hermosas del mundo. Y el horno estaba ya cargado de leña para recibir las teleras de pan del fin de semana. Su hijo, su nuera y su nieta son tres estampas imbuidas de naturaleza. Frente, siguiendo el curso de la carretera hacia Jimena, el Tajo Amarillo espera ya la acampada de montañeros jóvenes. Una inglesa en chándal se pierde camino de los bosques de los Alcornocales. Y los viejos molinos descansan para siempre de las formidables moliendas con una paz infinita.

Muy cerca está el Camping “Los Gazules”. Es un espacio privilegiado para los amigos de la naturaleza. Los bungalows de casitas prefabricadas de madera y las caravanas lo ocupan con avaricia. Contrasta su cuidado y urbanismo con la carretera y las casas de campo que se extienden por todo el valle. Los ingleses y los gibraltareños lo ocupan durante todo el año y tienen servicios de todo tipo: bar, tienda, lavandería, aseos, piscina, jardines y personal para mantener la limpieza y el confort. Y, sobre todo, tienen a su alcance rutas y senderismo a mansalva.

Alguien ha denominado a nuestra ciudad “Alcalá de los Molinos”. Y no ha sido por capricho, ni por acumular apelativos, ni por ingeniosidad. En mi niñez -década de los 40- los molinos eran una de las industrias más populares de Alcalá. Una buena parte de la población activa trabajaba para ellos. Y las recuas de mulos transportando trigo a los molinos eran una estampa integrada en el paisaje. Sánchez del Arco enumera nada menos que 19 molinos harineros extendidos a través del municipio. La mayoría de ellos se encontraban en fincas privadas. Como complemento del molino, estaba el horno. El horno era un espacio dedicado a cocer la masa. El de las panaderías solía ser amplio para grandes cantidades de pan. En Alcalá había varios y algunos aún perduran. El de las viviendas era pequeño, suficiente para varias familias o para una de aquellas familias numerosa como la mía. El pan de horno de leña duraba toda la semana sin que perdiera su blandura para ser comido.

En aquella posguerra, la población subsistía gracias a las plantas silvestres comestibles de los montes, a la carne que propiciaban los furtivos de los Alcornocales y, sobre todo, a la harina y aceite que producían los molinos. Había molinos por todo el término de Alcalá, pero los más famosos eran los que se encontraban en la ruta de Patrite, -Patriste o Pan Triste-, en el camino de Jimena. En estos molinos, se obtenía la harina que usaban los carboneros de la sierra del Aljibe y la población alcalaína, para hacer el insuperable pan de Alcalá. Actualmente, sólo quedan sus ruinas invadidas por la maleza y las alimañas y algún molino romántico. Aquella abundancia de molinos garantizaba la excelente calidad del pan de Alcalá. Pero los hornos eléctricos han acabado con la calidad en aras de la rapidez.

A mi hermano Pepe y a mí, cada sábado nos mandaba mi padre al molino del Prado para recoger una saca de harina. Estaba frente a la Tenería y era de los hermanos Romero. Los molineros y las molineras aparecían purificados por el blanco polvo del molino. Julio Romero era compadre de mi padre, porque había bautizado a mi hermano Salvador. Hacía este favor a mi padre como un auténtico privilegio, ya que la “maquila”, impuesta por el régimen de Franco, controlaba la producción de los trigales y la harina de los molinos. La harina era el alimento fundamental para todos y no podía faltar. Mi madre la utilizaba no sólo para hacer roscos de anís para el desayuno, sino para cocinar las “gachas” o “poleás” con aceite y azúcar que comíamos con apetito.

Los molinos solían tener dos edificios: uno, para vivienda; el otro, para almacén protector del grano y de la máquina de la molienda. Según el tipo de molino que fuera, los había para moler el trigo o para triturar la aceituna. Los de Alcalá casi todos eran harineros, para moler. El origen fue una muela móvil llamada volandera, una solera fija y un mecanismo para producir y regularizar el movimiento producido por la fuerza motriz. Según esa fuerza, recibía el nombre de molino de agua, de viento, de vapor, de electricidad y de sangre o de tracción animal. Y, según el producto que fabricaba, se llamaba molino de aceite, de harina, de papel, de café, arrocero, salinero...

Los más antiguos se movían con unas aspas en cuyos brazos se extendía un lienzo, a modo de vela, que impulsaba el viento. Entrando por San Antonio, a la izquierda, apartado de la población, se levanta una formidable torre de piedra, antiguo molino de viento que ha quedado inserto en la panorámica de la ciudad. Pero la mayoría de los molinos seguían el curso del río Montero, que se une después al del Rocinejo y acoge a los molinos de Castro Arriba, Castro Abajo y los Espartiores (Repartidores).

En la Cañada Real del Puerto se encuentran los molinos Perdido, Nuevo, Halcón y Cárdenas. Y a la derecha del camping “Los Gazules”, el Acebuchal, el Nogal y el Olivar. Río arriba de Patrite, se encuentran los de la Pasada del Canto, la Chiva, la Menacha, la Llave, San Jorge, San Francisco, El Prado y la Molineta. Otros tantos molinos han desaparecido o están sin identificar: El Arenal, a 1.300 metros de Alcalá; Arrebatacapas, a 2 kilómetros; Aurora, a 3.200 metros; la Dehesilla, a un kilómetro de la ciudad, con dos edificios y dos albergues; Los Hoyos de Gregorio, a 8.300 metros de la ciudad; las Majadas de Hijuelo, con dos edificios a seis kilómetros; La Pasada de las Huertas a 5.500 metros con dos edificios, y San Jorge a 9 kilómetros de la población con un edificio de dos pisos. La mayoría eran molinos de agua y algunos de viento. Había tres clases de molinos de agua: los de torrenteras de mucha agua, los instalados en el cauce normal de un río y los hidráulicos movidos por el aire.

En los pueblos marítimos, como San Fernando y El Puerto de Santa María, había molinos, llamados de marea, cuyas muelas se movían con la fuerza motriz del flujo y reflujo de las mareas. Cuando el mar subía (marea ascendente), llenaba una cuenca de reserva para el molino, quedando el agua retenida hasta bajar (marea descendente). Todavía se conserva el molino de marea de El Puerto, frente a la estación de ferrocarriles. Es un noble edificio de piedras ostionadas, que conserva su estructura externa perfectamente.

Gabriel Almagro, Arsenio Cordero y Jaime Guerra, en la obra “Alcalá de los Gazules, un siglo en imágenes” (2001), dicen: “De unos 10.000 habitantes que tenía Alcalá en los años 30, se calcula que unos 3.000 vivían en el campo; unos diseminados individualmente por doquier y otros en pequeños grupos de vecinos como La Pelea, Las Cabezuelas, Ventas de Rocinejo, Chaparro del Cordero...y en todos lados eran frecuentes los hornos para cocer el pan de aquellas familias.”

JUAN LEIVA

viernes, 4 de febrero de 2011

CUADRO DIA DE LA PROVINCIA DE CADIZ. 2008


                                    

Obra de Jesús Cuesta Arana para representar el Día de la Provincia de Cádiz,2008, merecido honor compartido con grandes artistas en ediciones anteriores como Guillermo Pérez Villalta, Hernán Cortés, Hassan Bensiamar, Asencio Salas, Chema Cobo, Gonzalo Torné , Diego Gadir,Lita Mora, Alfonso Guerra Calle, Carmen Bustamante, Ricardo Galán Uréjola, J.Angel González de la Calle,  Mp & Mp Rosado Garcés,  Ana Lorente.
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Texto publicado en DIARIO DE CADIZ (19 de marzo,2008).

JULIA ALARCÓN


Este artista gaditano nace E y se hace. localidad jandeña que lo vio crecer y dar sus primeras pinceladas de inspiración. Y se hace en París, Roma, Oslo, Marruecos, Suiza, Alemania, Holanda, Bélgica o Dinamarca, entre otros; todos ellos, países donde perfeccionó su formación artística. Es un hombre de alma universal que, sin olvidar sus orígenes, ha encontrado en el arte la esencia de su vida, aunque confiesa una incertidumbre existencial: "no sé si he vivido para pintar o pinto para vivir". Jesús Cuesta Arana ha sido el encargado de dar forma a la imagen oficial del Día de la Provincia. Y lo ha hecho a través de un impresionante cuadro repleto de color Y de simbolismo.

"La elaboración de esta obra ha sido un gran reto tanto personal como profesional, ya que plasmar la provincia, tu provincia, no es tarea fácil. Es una doble satisfacción y también una doble responsabilidad". Pero Cuesta ha defendido este desafío con creces a través de "una alegoría que gira en torno a una idea clave: aunar la provincia y la Constitución".

Tomando como referencia la escuela holandesa, el artista alcalaíno ha pintado un cuadro dentro de otro cuadro, dejándose impregnar, al mismo tiempo, por el realismo mágico. "He llevado la fantasía a la vida cotidiana". Así, la mujer que es sostenida en hombros sujetando un libro simboliza la Constitución. Junto a ella aparecen dos palomas -una de ellas de Alberti- representando la paz. Por otra parte, la mujer que se encuentra a la derecha de la imagen encarna a la provincia. De ahí que sostenga su escudo y lleve un collar con 44 perlas, una por cada municipio gaditano. Al otro lado, una niña pinta otro cuadro en el que se puede leer '¡Viva la Pepa!'.

Las piezas simbólicas de la obra son prácticamente infinitas pues, tal y como defiende su autor, "cada uno es libre de hacer su propia interpretación".

Ahora bien, no cabe duda de que Cuesta no ha pasado por alto ningún elemento representativo de la provincia dentro de este óleo de 1,62 por 1,20 metros. "Fuego, tierra, agua y aire están presentes a través del yunque, el trigo, el cántaro y el viento; la barcaza varada es un guiño al 1812; el niño con el antifaz es un homenaje a Cádiz capital; el alcornoque es el árbol más significativo de la provincia; el forjador canta flamenco; y además, el cuadro interior está sostenido por un agricultor y un ganadero".

Contemplar la imagen oficial del Día de la Provincia 2008 implica aventurarse en un viaje "en el que hay que dejarse llevar por los sentimientos y por los pensamientos".

Cuando Jesús Cuesta se pone manos a la obra, echa mano "de la memoria lejana o cercana, de la retentiva". Aclara que se sirve del natural "para alimentar la fantasía. Pero nunca utilizo modelos. Mi obra es puramente mental. La escuela de mi vida siempre ha sido la mirada".

Este a1calaÍno, además de pintar, realiza esculturas, grabados, ilustraciones, carteles y murales; es escritor y ha colaborado en prensa, radio y televisión. Está claro. Este polifacético maestro convierte en arte todo aquello que pasa por su cabeza. sea~ de una forma u otra.






El tiempo que hará...