miércoles, 23 de enero de 2013

ENCUENTRO EN EL SANTUARIO - ALCALÁ DE LOS GAZULES




                                            
El próximo sábado, 26 de los corrientes, se celebra en el Santuario de la Virgen de los Santos de Alcalá de los Gazules, un encuentro de un grupo de jerezanos para orar, para alimentarse de la palabra y  del pan de la Eucaristía, para comer juntos y hacer una transacción de ideas por medio del diálogo. El provincial de los PP. Carmelitas, P. Rafael Leiva, celebrará la Eucaristía y dirigirá la palabra al grupo.

Alguien nos dejó dicho: “Cuando dos o más os reunís en mi nombre, yo estoy  presente en medio de vosotros.” Así lo dijo Jesús cuando estaba a punto de irse a la casa del Padre. Y eso es, precisamente, lo que este grupo de feligreses, de la parroquia de San Juan de Ávila, de la zona de San Joaquín de Jerez, vienen haciendo desde el año pasado en el Santuario de Alcalá.

Los cristianos sabemos hoy, que tenemos muchas ligaduras que nos impiden elevarnos sobre las dificultades. Y soñamos que hemos perdido las alas para poder volar. No se trata de escaparse en solitario, sino de ir con otros hermanos a convivir y compartir. Si quieres encontrar la liberación para cada hombre, comienza por ayudarles a liberarse de la preocupación, de los prejuicios, de los miedos.

Sin percatarnos de ello, la vida nos va creando a diario nuevas cadenas. Y cuando somos adultos, nos pasa lo que al ave atada desde su niñez; aunque nos suelten las amarras, nos olvidamos de volar, porque hemos crecido  y nos hemos habituado a las ataduras. Llega un momento en que no podemos volar, como prisioneros de nuestro propio cuerpo. Si lo maduramos en nuestro interior, nada puede esclavizarnos, ni siquiera nuestro soporte humano.

El cuerpo es un cerebro que se ha creado órganos para vivir libre, no para aprisionarnos. ¿Qué ave ha nacido que se tienda sus propias redes? Los alcalaínos hemos nacido y vivido al pie de Los Alcornocales, plagado de aves de todas las especies. Cada mañana las vemos atravesar en bandadas los cielos de Alcalá, perfectamente organizadas, con el deseo de volar alto. También nosotros llevamos en el alma el deseo de volar, como los hombres que nacieron junto al mar, que añoran atravesar las aguas para buscar nuevos horizontes.

Los mismos gusanos y las orugas se fabrican una prisión para poder tener alas y cruzar la naturaleza en busca del néctar de las flores. ¿Quién se atreve a hacernos creer que el alma no vuela por estar encarnada? El alma no está encarnada, es libre y pertenece a los seres que Dios ha creado sin ataduras. El Santuario es un lugar ideal para orar, para solazarse y para compartir la comida y las ideas. A los visitantes, ¡Bienvenidos y feliz estancia!.

                                                                                                              

JUAN LEIVA





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