sábado, 25 de mayo de 2013

DOMINGO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Santoral: San Felipe Neri, Sacerdote Fundador.

PRIMERA LECTURA: Proverbios 8, 22-31

"Antes de comenzar la tierra. la sabiduría fue engendrada"


Así dice la sabiduría de Dios: "El Señor me estableció al principio de sus tareas, al comienzo de sus obras antiquísimas. En un tiempo remotísimo fui formada, antes de comenzar la tierra. Antes de los abismos fui engendrada, antes de los manantiales de las aguas. Todavía no estaban aplomados los montes, antes de las montañas fui engendrada. No había hecho aún la tierra y la hierba, ni los primeros terrones del orbe. Cuando colocaba los cielos, allí estaba yo, cuando trazaba la bóveda sobre la faz del abismo; cuando sujetaba el cielo en la altura, y fijaba las fuentes abismales. Cuando ponía un límite al mar, cuyas aguas no traspasan su mandato; cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo estaba junto a él, como aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su presencia: jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos de los hombres."

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL:

"Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!"

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder? R

Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos. R

Todo lo sometiste bajo sus pies, rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el mar. R

SEGUNDA LECTURA: Romanos 5, 1-5

"A Dios, por medio de Cristo, en el amor derramado con el Espíritu"

Hermanos: Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Más aún, hasta nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce constancia, la constancia, virtud probada, la virtud, esperanza, y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.

Palabra de Dios.

EVANGELIO: Juan 16, 12-15

"Todo lo que tiene el Padre es mío, el Espíritu tomará de lo mío y os lo anunciará"

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mi lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará lo mío y os lo anunciará."

Palabra del Señor.

MISTERIO DE AMOR

La Fiesta de la Trinidad es un grito, un anhelo de la Iglesia y de todos nosotros en busca del rostro verdadero de nuestro Padre Dios. La historia de la humanidad es un largo proceso de esta búsqueda y lo hemos confundido con montes y ríos que hasta hoy se llamaba sagrados. Hemos querido verlo en el sol que trae la alegría de la luz y el calor de la tierra. Lo hemos plasmado en estatuas o lo hemos endosado al hombre. Recordemos que hasta el final de la Segunda Guerra Mundial hubo hombres dioses. En todo este buscar al fin no hemos encontrado más que el rostro distorsionado de nuestro Padre Dios. Y es sólo Jesucristo que es igual que el Padre hasta ser uno con Él y que envía al Espíritu Santo que conoce y posee todo lo que el Padre y Él poseen para que nos vaya llevando a la plena verdad. Es sólo Jesucristo el que en la luminosa oscuridad de la fe nos da unos rasgos inequívocos del rostro del Buen Padre Dios. Ese Dios, que está sobre todo y sobre todos, no es un ser frío, lejano o solitario. Es amigo y entrañable por esencia. Es familiar y familia por esencia. Es uno sin soltería, múltiple sin división. El misterio no debe ni asustarnos ni avergonzarnos. El misterio nos rodea, nos envuelve y hasta lo llevamos dentro y siempre nos atrae.

José María Maruri, S.J.

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