Soñé
una noche embrujada,
que
enamorada la luna,
con
Alcalá se casaba…
sobre
las tejas morunas,
los
suspiros se abrazaban…
Pero
a los pocos minutos,
el Picacho me alumbró
con
luceros diminutos,
y
mi sueño terminó.
Un
gallo cantó lejano
desde
la higuera del
huerto,
y
la brisa del
solano
me
encontró ya bien
despierto.
Por
eso vi la
llegada
de
una preciosa cigüeña
a
la fuente La
Salada.
Venía
volando risueña
y
en un canasto
llevaba,
una
criatura pequeña
con
la carita rosada.
Una
familia esperaba
en
la Virgen de
los Santos
impaciente, su arribada.
Aun no es hora
de la siesta
y
ya le cantan
la nana,
y
comenzó una gran
fiesta
con
piñonate y chiclana,
que
disfrutaron los Cuesta
a
compás con los
Arana.
Todo
el mundo está
contento.
En
el patio una
guitarra
desborda su
sentimiento
a
la sombra de
la parra.
“Jesús le
pondré de nombre,
igual
que nuestro Señor,
y
es seguro que
de hombre
el
niño será escultor“.
Fueron pasando
los años;
la profecía
se cumplió;
no
hubo el menor
desengaño.
Y
de escultor a
pintor;
hasta
que de pronto
un día,
quiso
ser el matador
que
aplaudiera Andalucía...
Pero
el capote guardó,
el
estoque y la
gorrilla;
y
el gusanillo sació
plasmando una
maravilla
que
hasta a Belmonte
pasmó.
Como
muchos de Alcalá,
una
mañana temprano,
con
sus deseos de
triunfar,
bailando el
duende en sus
manos,
puso
el alma a
caminar
por
territorios lejanos.
Vio
pintar a otros
pintores,
conoció el Arte
mundial
y
a los artistas
mejores;
y
decidió regresar
al pueblo
de sus amores.
Y
sobre los lienzos
blancos
bordó perfecto
ese azul
de la Virgen
de los Santos;
ese añil del rey Gazul
brillando sobre
sus campos.
Resucitó para
siempre
a
Juan Rarro y
Nicolás,
a
Potoco y a Vicente,
y a unos cuantos santos más
que
bullían en su
mente.
Llegaron los
años buenos
de disfrutar
de amistades,
pasando ratos amenos
con gentes de todas clases.
El pueblo
de Alcalá entero,
por
tu arte hoy te ofrece,
este homenaje sincero
que
sin duda te
mereces.
¡Pintor Jesús
Cuesta Arana,
no
sientas no ser torero,
que
vestido de oro y grana
has vencido
al toro fiero,
y has conquistado
la fama!
¡¡Que repiquen las campanas,
felicidades sinceras
desde tierras
catalanas;
recibe todo
mi afecto
y el de
mi familia entera
por
ser hijo predilecto
de Alcalá
de los Gazules.
Pueblo donde
yo naciera
bajo
sus cielos azules;
cielo
que añoro de veras ! !
Poema
dedicado a mi
amigo
Jesús
Cuesta Arana, felicitándole
por su nombramiento
como
"Hijo
Predilecto de Alcalá de Alcalá de los Gazules".
Francisco Teodoro Sánchez Vera
1 comentarios:
Precioso, sin duda alguna Francisco Teodoro es un gran poeta y amante de su pueblo
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