La
noche del viernes se ha convertido en la hora de los eventos. En realidad, es
la que nos brinda el mejor tiempo para disfrutar de los acontecimientos a los
que queremos asistir con plena libertad. Esta noche es una de esas, porque
vamos a vivir el nombramiento de Jesús Cuesta Arana, como hijo predilecto de
Alcalá; una fiesta anunciada y esperada.
Predilecto es lo que en una familia se llama preferido.
Para
un alcalaíno, llegar a Alcalá es un rito: salir de la autopista, atravesar el
puentecillo bajo, enfilar el ascenso del puerto de Levante, descubrir en la
última curva el impresionante marco del pueblo, recorrer el camino de San
Antonio y aterrizar en la playa. Ahí se quedan los automóviles, porque la
subida a la Alameda o a la plaza Alta hay que hacerla a pie, para no perderse
los vericuetos, las esquinas, los rincones, las casas caprichosas, los azulejos
de las calles… Esta noche, la playa está abarrotada de automóviles y, en la
Alameda, han levantado un podium para la música. Nada menos que los Rangers han
venido a armonizar la noche de Jesús. Allí lo encontramos. Jesús no se recata
de abrazar a todos los que vamos llegando y añadir cualquier proloquio suyo.
Para
mí el Ayuntamiento de Alcalá era, en los años 40, un recinto cercano, íntimo, familiar. Hasta los 11 años, yo
entraba sin miedo, porque Camachito, el conserje, me decía si estaba mi padre.
Subía las escaleras hasta la primera planta y le daba un beso. Mi padre siempre
estaba tecleando sobre una vieja máquina Remington como secretario del
Ayuntamiento. Me miraba y me daba cinco céntimos para una barrita de regalí.
Después, me iba corriendo al Patio de Campanas,
para no llegar tarde a la clase de don Manuel Marchante.
El
Ayuntamiento ha cambiado mucho para mejor, pero sigue siendo modesto si lo
comparamos con el de la Plaza Alta. Hoy, a las ocho, el salón del Pleno está
hasta la bandera. El alcalde, la secretaria y la delegada de Cultura ocupan el
estrado de presidencia. La mayoría del público tiene que estar de pie, porque
todavía los plenos lo componen los concejales, pero el pueblo no tiene asiento,
porque no participa directamente en la democracia como hacían los griegos.
A
los pocos minutos, el alcalde anuncia los motivos que hoy nos han reunido:
Nombrar hijo predilecto de Alcalá a un paisano, comunicarlo públicamente al
interesado y al pueblo, y hacerlo constar en el libro oficial de Registro.
Inmediatamente, la secretaria toma la palabra y lo hace oficialmente al interesado
y al pueblo presente. La delegada de Cultura habla del alcalaíno, del artista,
del escritor, del taurómaco, del escultor…
El
profesor emérito de SAFA, José Arjona, recitó un emotivo poema, donde dibujó
con toda clase de detalles, jovialidad y afecto, la vida de nuestro paisano,
Jesús Cuesta Arana, como hijo predilecto de Alcalá de los Gazules. Jesús
agradeció la designación y tomó la palabra. Nos hizo un diseño sencillo y
atractivo, con todas las vivencias que ha tenido como alcalaíno, como artista y
como escritor. Finalmente, invitó a todos a visitar la magna exposición que
había preparado en el centro cultural de Santo Domingo. Y allí nos fuimos
todos, a la exposición que lo explica todo, y al concierto que ambientó el
salón de actos. Jesús, no dejes el
camino emprendido, porque es tu sino y, a eso, nunca se debe renunciar. Santo
Domingo inició la fiesta, pero ésta continúa.
JUAN
LEIVA
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