No
llores por él,
Granada,
que
Federico no ha
muerto.
Un
caballo verde y
blanco
con
un galopar despierto
y
gitano aire de
zambra,
lo
va cantando a
los vientos
por
los patios de
la Alhambra . . .
esta
mañana de agosto
que
nace sin sentimientos,
tocada de
odio y de
llanto
en
un maldito concierto.
Pegaso de
alas doradas,
va
cumpliendo los encargos
que
el granadino ordenaba;
y
dice que se
fue lejos
de
su tierra ensangrentada;
pero
el color de
su cara
de
oro viejo con
reflejos,
aparece entre
luceros
las
noches de luna
clara;
que
su pluma de
romero
está
escribiendo contenta
en
hojas de plata
y jara,
versos de amores sureños
oliendo a
limón y a
menta,
mezclados en
la almazara.
Que
está cumpliendo sus
sueños
y
navega placentero,
bogando un
barco de ensueño
que
le fabricó un
platero
con
perlas del mar
del cielo.
Que
está delante de
Dios,
enseñando a
santos cultos
a
escribir un romancero,
con
letras de sol
y fuego
rebozadas de
bondad;
sin
ningún rencor oculto;
pues
con el quiere
donar,
perdón a
los que intentaron
en
un gesto de
maldad;
matando a un simple
jilguero;
que
el aire impida
su vuelo,
y
que se borre
del tiempo
para
siempre en un
momento,
el
genio para expresar
sus
mejores sentimientos
al
poeta universal.
Los
juncos frescos del
río,
a
compás con la guitarra,
bailan para
Federico . . .
y
que no llore
Granada
porque el
mas grande está
vivo . . .
un
caballo blanco y
verde
lo
canta por los olivos.
Francisco Teodoro Sánchez Vera
MI HOMENAJE
AL POETA ANDALUZ, FEDERICO GARCIA
LORCA, EN EL
77 ANIVERSARIO DE
SU ASESINATO EN
GRANADA.
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