viernes, 8 de noviembre de 2013

PREGÓN DE LA FERIA 2013 - ALCALÁ DE LOS GAZULES


Romera Mayor juvenil, Romera Mayor infantil, Romeras de Honor, dignísimas autoridades, amigos y amigas de Alcalá y de fuera de ella, buenas noches a todos.
Mi más sincero agradecimiento a nuestro alcalde, mi amigo Julio Toscano y a la corporación municipal, por el honor y la responsabilidad que han depositado en mí y a cuya confianza espero ser capaz de corresponder.
Muchas gracias José Antonio, por tus amables palabras y por tu presencia aquí esta noche, como alcalaíno que eres y pregonero de esta fiesta, estoy seguro de que no hay mejor maestro de ceremonias para este acto.
Quiero que mis primeras palabras sean de recuerdo para todos aquellos familiares y amigos con los que en su día echamos ratos de feria inolvidables y hoy no están entre nosotros, y mi admiración y apoyo a los que estando entre nosotros no pueden venir a la feria con sus paisanos porque les va en ello el pan de sus hijos.
No es fácil para mí pregonar nuestra feria, carezco de muchas de las cualidades que han tenido mis antecesores, mis conocimientos históricos son bastante generales y mis dotes literarios y poéticos prácticamente nulos, por eso  espero que mis paisanos sean benévolos conmigo y perciban este pregón como el de  un alcalaíno más que os va a pregonar su feria, la feria que él ha vivido, y como todo buen alcalaíno pregonamos las maravillas de nuestro pueblo pisemos la tierra que pisemos, porque soy  de los que piensa que allí donde hay un alcalaíno hay un pregonero de su tierra.
Alcalá de los Gazules, siempre me ha parecido un nombre bellísimo  para un pueblo,  su estampa blanca y escalonada, la mires desde donde la mires por los cuatro puntos cardinales, no en vano, ha sido reclamo publicitario de grandes cadenas de distribución y nombre elegido por una conocida firma de y textil para el hogar a nivel nacional, cuyo propietario al pasar por nuestro pueblo y contemplar su nombre se quedó prendado de el. Como también le ocurrió al poeta Federico García Lorca en su visita a Alcalá en 1924 cuando dice en su poema:
Yo que soy andaluz y requeteandaluz, suspiro por Málaga, por Córdoba, por Sanlúcar la Mayor, por Algeciras por Cádiz, autentico y entonado, por ALCALA DE LOS GAZULES, por lo que es íntimamente Andaluz.
Dicen que no hay nada como predicar con el ejemplo  y ciertamente, perdonad la falsa modestia, eso es lo que hago día a día desde mi condición de empresario, las dos empresas que dirijo han llevado siempre por delante  el nombre de nuestro pueblo, porque siempre he considerado que ser de Alcalá y llevarlo a gala es  una fortaleza y no  una debilidad, porque confío plenamente en mi tierra y en su gente, porque estoy convencido del potencial de nuestro pueblo, por eso jamás he querido desligarme de él.
Aún a día de hoy no tengo claro las cualidades que han visto en mi los que pensaron en que fuese yo el pregonero, pero quizás tenga algo que ver el estrecho paralelismo que siempre a unido al mundo de la empresa y las ferias, no en vano cuando la Reina Isabel II, allá por agosto de 1851 concedió a Alcalá su feria, esta consistía en la reunión de comerciantes, industriales, agricultores y ganaderos, que utilizaban durante unos días un entorno concreto del pueblo para llevar a cabo sus transacciones, sus compras, ventas y cambalaches.
Poco a poco con la aparición del transporte, las comunicaciones, la telefonía y para que decir las nuevas tecnologías, las ferias han ido perdiendo ese romanticismo, ese olor a tratante antiguo, a trueques, a movimientos de ganado por cañadas y veredas, para dar paso a convertirse en un espacio lúdico y de diversión, en el que por supuesto no deja de existir el mundo de la empresa, cuando nos acercamos a una barra a pedir una copa o llevamos a nuestros hijos a montar en las atracciones, sigue existiendo la transacción, el intercambio, el tu me das y yo te doy, ahora en definitiva unos vamos a divertirnos y otros a ganar dinero, que también es muy respetable.
Pero tanto unos como otros, no lo olvidéis, los que nos divertimos y los que trabajan, ayudamos a levantar el país, que bastante falta le hace.
Llegado a este punto de mi pregón no  quiero dejar pasar la oportunidad sin  destacar mi reconocimiento y admiración a todos los tratantes de feria de hoy en día, pero fundamentalmente a los comerciantes de nuestro pueblo, a esos autónomos silenciosos, que abrís cada día vuestros negocios, ya sean bares, restaurantes o tiendas de desavíos, panaderías, kioscos, fruterías a todos los que con vuestra ilusión con vuestro esfuerzo y a veces poniendo de vuestro dinero, levantáis poco a poco este pueblo y por supuesto le proporcionáis un futuro a vuestros hijos.
Mi admiración también a todos aquellos que confiamos un día en nuestro polígono industrial, y poco a poco con mucho esfuerzo y trabajo estamos consiguiendo que sea un polígono con vida propia, aunque le falte mucho camino por recorrer, desde los chavales de embutidos el Gazul, Jorge Puerto, a Aluminios Albel, los hijos de Gonzalo, los Corzos o la venta la Parada, y muchos más entre todos contribuyen, contribuimos a dar trabajo a muchas familias y creo que nos merecemos el apoyo y respaldo de nuestras administraciones, si de esas que estoy seguro que con buena fe, pero con muy poca vista, se dejaron embaucar por las falacias, las mentiras y el engaño de  los que iban a llegar al nuevo polígono de la Palmosilla a descubrir las América y finalmente nos enteramos que solo venían a llevarse el dinero de todos nosotros.
Por eso, hoy me siento en la obligación y con la oportunidad  de pedir a las administraciones, a todas, en nombre de todos los empresarios, autónomos, comerciantes y trabajadores de nuestro pueblo, apoyo y confianza en los que somos de aquí, se que a veces nos dejamos llevar por cantos de sirenas, pero tenemos que creer en lo nuestro y entre todos haremos que el tan ansiado desarrollo económico de Alcalá sea una realidad.
Pero en definitiva yo he venido aquí  para pregonar nuestra  feria y hablaros de ella y para ello he necesitado trabajar la memoria y no sé porque, cuando intentamos recordar buenos momentos, muchos de esos recuerdos me transportan a mi infancia, no es que yo sea de los que piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero  es así.
Algunos no lo creeréis, pero no fui feriante desde joven.
Como muchos de los aquí presentes sabéis, mi mundo discurría entre las Cuatro Esquinas y Santo domingo, al menos hasta que 14 o 15 añillos, no hacíamos otra cosa más que jugar a la pelota hora tras hora, entonces no existían móviles, ni sms, ni siquiera los whatsapp por extraño que os parezca a algunos, pero solo nos bastaba un silbido, un grito bajo un balcón para que todos apareciéramos rápidamente a darle patadas a un balón, no existía el tiempo, ni los miedos, ni el peligro o al menos nosotros nunca lo percibíamos, nuestro único temor era la aparición por la cuesta del cine, o por el callejón de Bigonia, del fura de los municipales, ¡ah eso si que nos hacia temblar!, o que se nos metiera la pelota en lo de Maria “La Taquillera” y le partiésemos algo de la tienda, por cierto que la tienda aquella, nunca entendí como se podían hacer tantas cosas en un lugar tan pequeño, allí se comía, se estudiaba, se veía la televisión,  se dormía y por supuesto se despachaba a los clientes, vaya con estas palabras mi pequeño homenaje al trabajo y a la abnegación  de Maria  y su esposo Antonio para sacar adelante a una familia, como lo hicieron ellos.
En aquel mundo apenas había coches más allá de la furgoneta del Sevillano, algún camión de la plaza de abastos o el LandRover que nos traía la leche de Pepe Reyes.
Solo se nos fastidiaban los partidos los sábados por la mañana cuando unos señores desde lo de Curro Reyes hasta el paseo la playa, se empeñaban en vender calzoncillos, pantalones, camisas, medias y zapatos coreanos, y todo vociferando, en fin un rollazo que menos mal se terminaba a las tres de la tarde y vuelta a jugar y  el eterno 2 caballos de Paco Gil, mi entrañable profesor de la SAFA,  porque sí, también fui un niño de babi azul y ribetes blancos, y todas las mañanas subía a la plaza alta con la alegría en la cara, me encantaba, mi clase, mis compañeros e incluso mis profesores, a los que a veces aprendemos a valorar y apreciar, cuando la vida nos va  proporcionando años y algunas canas, pero no es menos cierto que nunca es tarde para agradecer a mis profesores de la SAFA todo lo que hicieron por mi y como no a su eterno Director a mi tío Jaime Cordero, allá donde este.
Fueron mis padres quienes decidieron que hiciera el bachiller en el Puerto de Santa María y eso nunca me alejó de mis amistades, más aún me ayudó a hacer otras,  de las que hoy me siento muy orgulloso, tanto es así, que algunos de esos amigos han decidido acompañarme en este pregón y no sabéis cuanto os lo agradezco.
Mis estudios de bachiller, los estudios superiores y finalmente lo mejor que he hecho en mi vida, mi familia, hicieron que me  alejase un poco de Alcalá pero solo un poco, llevo a gala a mi pueblo donde quiera que voy, e intentaré transmitirle a mis hijos todas y cada una de las costumbres alcalaínas, de las buenas costumbres, porque que seria de nosotros si la gente joven no mantiene nuestras tradiciones, lo hemos visto esta noche en todas y cada una de las romeras la ilusión en sus caras, la colaboración de sus familias. Necesitamos muchas de vosotras de las que hoy estáis ahí para que generaciones venideras sigan disfrutando de nuestras fiestas y costumbres.
Pero yo os estaba hablando de la feria de mi infancia.
Y es que, la feria de mi infancia está íntimamente ligada a este parque municipal, atracciones, casetas, bares, todo  giraba alrededor de este maravilloso recinto, escenario de grandes actuaciones, de bailes hasta la madrugada, de risas de confidencias de amores cautivos y algunos furtivos. Centro neurálgico del disfrute y diversión de todos los chiquillos de mi época, centro de encuentro, testigo mudo de nuestros primeros besos, recuerdo a la salida cuando Angelito, tocaba el silbato apagaba las luces  y un  revuelo de niñas salían despavoridas por el exceso de hormonas que desprendían nuestros quince años.
Recuerdo en aquellas ferias:
-Como pasaba  por aquí con trece o catorce añillos, de jugar los maratones de futbito que organizaba Bartolo en el pabellón, bueno en el poli, que es como le llamábamos antes, y miraba hacia el escenario pensando lo que pensaran ahora muchos de los chavalillo de esa edad, que estarán haciendo estos ahí.
-Y recuerdo como luego a la noche se agolpaban los mayores en la puerta para entrar pagando la tan controvertida entrada y mientras otros intentaban  burlar a los porteros y saltar por encima de la verja.
-Recuerdo las actuaciones de las primeras figuras de la canción aquí en este parque, Mari Trini, Jairo, Los Romeros de la Puebla  y hasta Massiel, todo los cantantes que estaban en el palito ese año venían a la feria, en fin es como si ahora nuestro Alcalde Julio, a Pablo Alborán o a Malú.
Para nosotros la feria no consistía solo en  los tres o cuatro días que duraba la fiesta, era el preámbulo, la llegada de las atracciones, el montaje de los cacharros, ese ambientillo previo que hacia que no pudiésemos dormir desde días antes pensando, como encontraríamos el coche de choque que más corriese o como le íbamos a quitar la escoba a la bruja del tren, o hasta donde nos llegaría el dinero para montarnos en la noria y los caballitos.
Recuerdo como frente a la plaza de toros colocaban los caballitos y las cunitas, aquellas cunitas imposibles que empujaba un señor el mismo las frenaba pisando un pedal  por el rozamiento de las maderas, ríanse hoy de las medidas de seguridad de aquellos años.
Por entonces la única Caseta era la municipal, esta en la que hoy nos encontramos y la feria transcurría en  el paseo la playa en sus bares y restaurantes todos con sus terrazas engalanadas para la ocasión, sillas y mesas plegables, camareros de refuerzo y como si de afluentes humanos se tratara un reguero de gente inundaba las calles que desembocaban en nuestra Playa, Río Verde, Santo Domingo, Sánchez Flores, Las Peñas, todo era una marea humana, de sueños, de risas  y diversión.
Luego con el tiempo y la creación de las peñas se fue ampliando poco a poco la oferta de casetas, por cierto, que sería de nuestra feria sin las peñas, nuestras dos señoras Peñas la de Amigos del Camino y la Peña Taurina.
Escenario de tantos y tantos buenos ratos, motores de nuestra feria satélites alrededor de los cuales discurren el resto de las casetas, punto de encuentro de todos los alcalaínos, porque atrás quedaron los tiempos en los que los partidos políticos nos enfrentábamos por tener la mejor caseta o la que más diversión proporcionara, en definitiva muchas veces por dividir a los alcalaínos, que ilusos, con lo bonito que es lo de ahora,  que no te señales por entrar en tal o en cual caseta, con lo bonito que es tratarse con todo el mundo y compartir tu caseta y que  compartan contigo  la suya.
Por eso yo hoy desde aquí quiero tener un reconocimiento publico con las directivas de nuestras dos peñas con sus presidentes a la cabeza José Maria Gómez y con Jaime Guerra, por su esfuerzo y tesón por su entrega desinteresada, pero también quiero tener un recuerdo a los promotores de todo esto, a Manuel Caro impulsor la caseta Amigos del Camino , por su inquietud, siempre la a tenido y a todos lo que le acompañaron en los comienzos de esta caseta.
Y como no, a mi amigo, José Reyes Candelera, Presidente fundador de la Peña Taurina, aquí justo al lado en el local de los Barea  fue la primera sede de la taurina, Pepe Reyes el barbero le decía mi padre, porque fue barbero ahora que se le va a hacer tan merecido homenaje a Juan Caballero y los barberos de nuestro pueblo, pues el también lo fue, además de arbitro de fútbol, policía municipal, y en los últimos años de su vida se atrevió incluso con el oficio de reportero, pero sobre todo era una bellísima persona, un beso  fuerte Pepe.
Cuantos alcalaínos como Manolo y como Pepe necesitamos en nuestro pueblo, gente que quiera tirar del carro, gente con ilusión, trabajadores y entregados con su pueblo y sus costumbres, por eso estas palabras van para la juventud alcalaína de hoy, esto es un SOS, porque os necesitamos, porque vuestras fiestas necesitan de gente que se involucre en ellas desde la responsabilidad, pero con iniciativas y  sabia nueva, tan necesaria para todo en esta vida.
Mi etapa como concejal del ayuntamiento también me ayudo a vivir la feria, pero a vivirla desde otro punto de vista y a constatar que las cosas no ocurren solas que no salen porque si, que detrás de toda esta explosión de alegría y disfrute hay trabajo, mucho trabajo, de gente que se encarga día a día  de que no falte nada en el recinto, de que podamos presumir como lo hacemos de feria y entorno, personal de limpieza, operarios de mantenimiento, fuerzas de seguridad, empleados todos ellos de nuestro Ayuntamiento, desde aquí mi agradecimiento   por vuestro trabajo y compromiso.
Y vamos para la feria, hacemos el cortejo a las Romeras entre eucaliptos, chaparros y pinos, y  como si se tratara de una magia, de una extraña atracción, todos con alegría a disfrutar de estos días entre amigos, cante, baile y vino.
Y los pequeños con los ojos encendidos y la ilusión en la cara, viendo y escuchado desde el polideportivo los haces de luces, los sonidos de los cacharros arrancando su motores, volaores, caballitos, trenecitos, norias y coches de choques esperando que llegue la marea de la ilusión a disfrutar de la feria. Porque hay algo más bonito en la vida que ver feliz a un hijo, cuando no eres padre no se entiende y cuando lo eres no se puede explicar.
Por eso Alcalde en esta feria tenemos que conseguir que esta maldita crisis no juegue con los sentimientos y las ilusiones de los más pequeños, que no haya un solo niño que no disfrute un ratito de feria porque sus padres no pueden traerlos a ella, tenemos que conseguir que esto no ocurra.
Y llegaremos al Monte Ortega  a nuestro coqueto  recinto ferial con el pantano del Barbate saludándonos a lo lejos y el cielo cubierto de estrellas y rodeado de alcornoques, acebuches y lentiscos, vamos a inaugurar nuestra feria, pero yo os pediría que intentemos hacer de esta feria una feria especial, vamos a pedirle a nuestra Madre a La Virgen de los Santos en cuyo honor son estas fiestas, que esta noche cada una de las bombillas, de los farolillos que encendamos, encienda también nuestro corazón, que cada farol  sea un trabajo para un alcalaíno que lo necesita, sea salud para el familiar enfermo, sea solución a los problemas familiares, a los maltratos en  los hogares, que sea cada bombilla el amparo que todos pedimos a nuestra Virgen  en nuestro día a día. En definitiva que se hagan realidad los mejores de vuestros deseos.
Y mañana a medio día todos para la feria  la hora da igual, cada uno tiene la suya y todas son buenas, es medio día en la feria, luz, color, calor y sol, es medio día en la feria y las calores invitan a la primera copita, que mal entra la primera, nos acordamos de anoche y que difícil es llegar a la penúltima a fuerza de empalmar el día y la noche.
Es momento de casetas, si pueden ser fresquitas mejor que mejor, es el momento de reencuentros del ¿a que hora acabaste anoche?, y ¿como llegaste?, ¡ni me acuerdo!,  es la hora del pescadito, de la tapita de arroz, del Tío Pepe helado o de una cervecita fresca que se te caigan dos lagrimones.
Es momento de cómo estás que bien te veo, me enteré que te casaste, bueno a ti te lo han contao…
Empezamos  a calentarnos el pico, y como dice un buen amigo mío ¡!y no es bonito eso….!!., las casetas se convierten en nuestros hogares durante más de tres días, o al menos hasta que el cuerpo o la cartera aguante, que de todo hay en la viña.
Los chavales con sus mejores galas, la mujeres guapísimas, que sería de una feria sin mujeres, porque los hombres, si no vamos tampoco va a pasar na, pero ese color de los trajes de faralaes, la gracia del movimiento, ese pelo enroetao, esos volantes, mantoncillos, abanicos que no falten, esos peinetas, esos zarcillos, y esas flores coronando sus peinados.
Comienzan la música en vivo, volantes al aire y con ellos el cante y la alegría, que no falte de na…, casetas de feria, hogares de amistad, fluyen las conversaciones, reencuentros de viejos amigos, José Mari  roneando, otros  bailando por sevillanas, todo tiene cabida, todo hasta el cansancio, ese que va llegando cuando cae la tarde  y con ella las primeras camballás, pero no hay problema  aquí no ha pasao na, se da una vueltecita por el albero toma el fresco, se hace otra pará, ve usted señor alcalde si tuviéramos toros descansábamos  un ratito, auque aquí nos dividimos en dos grupos los prudentes y los ¡jartibles!, este pregonero se tiene en el segundo grupo, los prudentes se van a su casa descansan un ratito y bajan luego a las 11 o las 12 de la noche duchaitos y oliendo a limpio, los ¡jartibles! no paramos, reponemos  fuerzas, copa larga y vámonos que nos vamos y entre cante, baile, sevillanas y rumbas se va  consumiendo la noche y  nos vamos dando cuenta de que se va haciendo tarde y el camino de vuelta es largo, difícil y tortuoso,  nos quedan por sortear, los perritos calientes, las patatas asás y el chocolate con churros que hay a quien le queda cuerpo pa eso.
Que mañana será otro día y volveremos de nuevo, como si nada hubiera pasado, volveremos a llenar casetas y cacharritos de niños y volverán los prudentes, después los ¡jartibles! los noctámbulos y hasta los del  botellón, porque para todos hay sitio en la feria.
Hablar de la Feria de Alcalá es hablar de la Romería de Nuestra Sra. María de los Santos, no en vano en honor de ella se hace esta fiesta, es difícil encontrar un solo alcalaíno que no esté orgulloso de su Virgen y su Romería, lo llevamos a gala disfrutamos como niños y sabemos combinar religión y diversión como nadie, pero llegados a este punto os remito a Pepe Sánchez que será el pregonero de la Romería este año y seguro que lo hace mejor que yo.
Por todo lo narrado y muchísimo más que se me queda en el tintero, que os puedo decir más para que vengáis a la feria, como pregonar a Paterna, Benalup y  Medina que esta feria es la mejor.
No hay excusas, la fecha perfecta, los que estáis de vacaciones, enhorabuena, doble enhorabuena, por las vacaciones y por vuestro trabajo, es el momento ideal para disfrutar en vuestro pueblo vuestras amistades y vuestra feria, los chavales apurando sus últimas semanas sin colegios, y las madres rezando para que lleguen pronto.
Los que vivís del campo tampoco tenéis excusas, si ya está todo hecho, el lunes será otro día, (bueno esto es para los del campo los que trabajan conmigo mañana a las 8.30h).
Las labores del campo ya están terminá.
Los trigos ya están segaos, los garbanzos se trillaron, los girasoles cabeceando porque les llega su hora, los olivos madurando, los alcornoques pelaos y la corcha esperando ya en le patio a convertirse en tapón de buen vino, el heno recogido y el ganao en los agostaeros esperando las primeras lluvias y con ellas la tan ansiada toñá, y la graná, la graná a punto de reventar.
Todo está consumado, todo será un repicar de campanas que desde la Plaza Alta anuncie la feria  de  Alcalá, que se enteren desde Fraja hasta Alberite, que el Rocinejo le de la buena nueva al Barbate, que ya estamos de feria.

Y a disfrutar de ella, jóvenes y mayores, porque a unos y otros nos corre por  las venas la misma forma de entender esta fiesta, porque la mejor forma de honrarnos a nosotros mismos, es llenar de alegría, nuestras calles y plazuelas, nuestro recinto ferial, que el cante nos inunde como un caudal inagotable de arte puro y aromas a romeros y tomillos.

Porque para mi Alcalá es:
mi razón y mi sentido
mi única primavera
mi Alcalá que siempre espera, al terminar el camino.
¡Como amante prometido,
aquí me encuentro entregado
como un potro desbocado
lleno de amor y alegría
a tu plantas vida mía
de mi pueblo enamorado…..!

Viva Alcalá y viva su feria.

Muchas gracias.
                                                   Pedro Benítez Ortega.
Alcalá de los Gazules, 22 de Agosto de 2013

                                     

         


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