El nombre de “Casa del Cabildo”
tiene muchos sinónimos. Se diría que cada pueblo le ha puesto el nombre a su
antojo. Algunos le llaman Casa del Concejo;
otros, Casa Ayuntamiento; también,
Cámara Municipal; algunos, Casa Consistorial o Consistorio; no faltan quienes
la nombran Casa del Pleno. Alcalá utiliza dos nombres: al Viejo
Ayuntamiento de la Plaza Alta, se le llama Casa del Cabildo; y, al de la Plaza
de la Cruz, El Ayuntamiento, simplemente. Este es, sin duda, el más
utilizado en toda España, aunque Ayuntamiento es la denominación del edificio
material, donde reside la autoridad administrativa del pueblo, aunque no
conviene confundir las dos instituciones.
Todos los ayuntamientos, sin
embargo, coinciden en ser el edificio más destacado de las ciudades y de los
pueblos. En realidad, “Ayuntamiento” es el edificio acogedor, mientras que los
otros nombres indican las instituciones que acogen. Generalmente, todos se
sitúan en la plaza principal y suele ser el edificio más destacado por ostentar
las banderas del país, de la región y de
la localidad. Sus símbolos son las
banderas y el escudo.
Alcalá tiene dos edificios
distinguidos con dos nombres: La Casa Antigua del Cabildo, del siglo XVI, que se sitúa junto a la parroquia de San Jorge
en La Plaza Alta, y El Ayuntamiento o edificio de las actividades
administrativas, situado en la Plaza de la Cruz, cerca del antiguo convento de
la Victoria, de época mucho más
reciente. Pero el viejo Cabildo cerró sus puertas y permanece inactivo.
Los historiadores del arte lo han venido
definiendo como “un interesante edificio del siglo XVI, perteneciente al
período purista del Renacimiento Español. Destaca tanto por el contraste de
colores, como por la superposición de órdenes arquitectónicos en su fachada y
por su austeridad. Un frontón triangular ocupa la cúspide del edificio sobre
una bóveda apoyada en seis arcadas y sus correspondientes pilastras peraltadas,
semejando un
claustro cercado por un pódium.
La fachada baja hasta dos
balcones con suelos blancos y rojos, que vienen a descansar sobre el arco de entrada al edificio, formando con
el muro de la parroquia de San Jorge un rincón adosado. La bocana de la plaza
forma un cañón sobre el que, antiguamente, había una capilla con una imagen de
la Virgen de los Santos, que ha desaparecido.
Alcalá siempre ha tenido un
carácter fronterizo, por su ubicación entre dos reinos árabes: Algeciras y
Jerez de la Frontera. Suponía, además, un punto clave para la posterior
ocupación de las cuencas de los ríos Guadalete y Barbate. De ahí que Alcalá
pase por un continuo trasiego de ocupantes. El Rey Fernando III, en 1248,
conquista Sevilla, y Alfonso X el Sabio, se hará de Jerez, El Puerto, Alcalá de
los Gazules y otras ciudades. En 1282, fue donada a Alfonso Pérez de
Guzmán,(“El Bueno”); en 1289, quedó de nuevo bajo el control de la Corona y, en
1285 fue cedida a Alfonso Fernández de Córdoba, para terminar cedida en, 1441,
a Per Afán de Ribera.
Juan Leiva
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