El matador de toros José Ortega
Cano desde el Centro Penitenciario de Zuera (Zaragoza), ha remitido una carta a
la redacción de Aplausos, de la que entresacamos algunos párrafos, que merecen
una reflexión. Como figura del toreo, empresario, apoderado y ganadero, está
más que capacitado y autorizado para dar “un puñetazo en la mesa” y decir ¡Basta
ya¡, que equivale a decir “ya está bien de tanta prudencia, estamos obligados a
defender lo nuestro”. Señala sentirse triste porque reciba el sector taurino,
tan escasa atención. Tiene toda la razón. Está en juego no sólo la
supervivencia de la Fiesta, con más de tres centurias de Historia, la crianza
del toro bravo, que tanto contribuye al ecosistema, además de la mano de obra
que genera, más de 300.000 puestos de trabajo.
El maestro padeciendo los duros
golpes de la vida, aunque lleno de sencillez, inteligencia, serenidad y
espíritu de sacrificio, está al día del desenvolvimiento de la Fiesta, entre
otros motivos porque mantiene el ideal y el pensamiento de su profesión, a la
que ama desde niño. Por ello con tristeza lamenta que la Administración mantenga esa presión fiscal del 21% en
concepto de IVA, a pesar de que la
Tauromaquia dependa del Ministerio de Cultura, sin tener en cuenta los miles de
trabajadores que viven de ella.
Las cifras que se han barajado
hace unos días de los mas de 28,4 millones de euros aportados por IVA el pasado
año, aparte de la contribución a la seguridad social, demuestran que es el
segundo espectáculo de masa en nuestro país. La industria del celuloide es otro
cantar, aunque andan descontentos. Con motivo de la última entrega de los Goya,
Pedro Almodóvar dejó caer unas perlas dirigidas al cuestionado ministro de
Cultura. Con voz potente y clara al dirigirse al auditorio comentó, “amigos de
la cultura y del cine español, Señor Wert, usted no está incluído”. Por cierto
personalmente ignoro si el señor Wert, es aficionado a los toros o al
contrario, pero desde luego en dar “capotazos”, es un fenómeno. Un estudio
reciente afirma que la cultura es el tercer sector de UE con mas empleo directo,
generando siete millones de puestos de trabajo. El toreo también es cultura,
sin subvenciones. El Rey Felipe VI declaró con motivo de la entrega de las
Medallas de Oro en las BBAA. “si no hay progreso, no hay cultura“.
Los empresarios coinciden en
sentirse impotente ante el futuro de los espectáculos. En el caso de Simón
Casas declara “estoy agotado, sin dinero, ya que con este IVA, las altas cuotas
de la seguridad social y los pliegos irresponsables no puedo subsistir, estoy
dispuesto a presentar con toda transparencia la realidad de mis producciones”. Ángel Bernal señala “la plaza
de Murcia es privada y llevo cuatro años perdiendo dinero, a pesar de haber
reducido el número de festejos de once a cuatro”.
El cierre de las plazas de toros de
Barcelona y San Sebastián es una prueba de la desprotección del Estado hacia un
espectáculo que forma parte de las raíces y la tradición del pueblo. Han pasado
cinco años y todavía el Tribunal Constitucional no se ha pronunciado sobre el
recurso a la prohibición de los toros en Cataluña. En cambio la corte
Constitucional de Colombia, ratificó la vuelta de los espectáculos taurinos a
la Santamaría de Bogotá. El fallo Constitucional: “solicita a las autoridades
de Bogotá, disponer lo necesario para la reanudación de los festejos”. Tomen
nota. Y si nos referimos a Francia, nos ganan por goleada. Un ejemplo que
sonroja.
En estos tiempos donde tanto
puestos de trabajo se destruyen con numerosas empresas en quiebra, no debe
permitirse el lujo que el toreo camine hacia el precipicio. Cada torero que se
viste de luces es una empresa. Cuenta con tres banderilleros, dos picadores, mozo
de espadas, ayuda, conductores, apoderado, veedores. Algunos matadores tienen
ya su encargado o jefe de prensa. A este personal hay que aumentar seguros
sociales, hospedajes, comidas, combustibles, amortización o alquiler de
furgoneta. Aparte de este personal directo de cuadrilla, existe otras empresas al servicio
del toreo, como equipo médico, personal veterinario y servicio de plaza,
cuadras de caballos, transportes de animales, sastrerías, zapaterías, talleres de utensilios, emisoras de radio,
televisiones privadas, porque la estatal está “vetada” para retransmitir
festejos, revistas especializadas,
periódicos. En el campo, los ganaderos sufridores de estos tiempos,
tienen unos gastos fijos que asustan, desde mayorales, veterinarios, cabestreros,
piensos, arriendos de fincas, cargas fiscales, transportes y para qué seguir,
con el agravante si sufre la camada alguna pérdida, un coste añadido que
soportar.
El maestro Ortega Cano ha alzado
la voz y pide con contundencia y sobrado de motivos, la “unión” todos los
sectores del toreo. Los antitaurinos, que ignoran la crianza del toro, único
animal de su especie y la liturgia de la lidia, se ponen en las puertas de las
plazas a gritar desaforadamente. De ahí no pasan y son pocos. Los verdaderos “antitaurinos”, se encuentran en
los despachos con guante blanco. Eso son los peligrosos. Que no se destruyan más puestos de trabajo, es un reto a corto plazo. Para ello hay que caminar juntos, abandonando
en la cuneta intereses personales y dejando
de mirar para otro lado.
Luis Rivas
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