Acabo de preguntar a varios amigos
“hospedados” en la Residencia de San Juan de Dios si, a pesar de los achaques
de la cuarta edad, no obstante a esa limitación de las capacidades de
movimientos y, por lo tanto, reconociendo de esas trabas para la libertad de
acción, es posible mantener e, incluso, aumentar el bienestar.
Las diferentes respuestas de los que se
muestran contentos y, también, de los que están algo tristes o enfadados
coinciden en que, aunque, a veces pasan por “momentos malos”, reclaman el
derecho a sentirse felices asumiendo dichas limitaciones. Me explican que lo pasan muy
bien, por ejemplo, cuando, con las visitas, comprueban que no están solos, y, cuando,
en las conversaciones, recuerdan y reviven las experiencias importantes de sus
vidas. Les asustan, me dicen textualmente, “la soledad, las ausencias, el silencio,
el aburrimiento, el olvido o el desprecio”.
Todos han comprobado que la vida humana, por muy completa que sea o
parezca, tiene inevitables carencias y múltiples problemas que es inútil que
los ocultemos. Pero también coinciden en que hemos de evitar el veneno de los permanentes
recuerdos de hechos malos del pasado, el exagerado énfasis de los aspectos
negativos del presente y la continua advertencia sobre los graves peligros del
futuro. Temen a los individuos, dolientes y afligidos, para quienes “todo
tiempo pasado fue peor”, si no fuera porque el presente les parece todavía más
horrible que el pasado y porque están convencidos de que caminamos veloz e
irremisiblemente hacia el caos fatal y hacia la catástrofe más aniquiladora.
Por eso tratan de evitar a esos compañeros inconsolables que sólo nos
recuerdan las calamidades desoladoras, a esos “aguafiestas” para quienes el mundo
es un sórdido museo de penalidades, un infierno de padecimientos y un antro de
vergonzosas perversidades: “por favor –me piden- ayúdanos a defendernos y a
evitar que nos estropeen la función y nos amarguen la existencia”.
José Antonio Hernández Guerrero
Catedrático de Teoría de la Literatura
Universidad de Cádiz
1 comentarios:
La existencia en la vida, para las personas de la cuarta edad, podia ser mucho mejor, su existencia, desvalidos y solos aunque esten acompanados de sus seres queridos. En la actualidad, viven feliz..., relativamente, en las carencias; una gran mayoria, con graves problemas de salud y, en listas de esperas, para visitar a sus especialistas. El copago de las medicinas, les hacen mas desvalidos, pues hay personas con una salud de un roble y, otros que viven dependiendo de un completo botiquin, de medicinas. Todo ello unido a la precaria salud y, dependiendo de la Ley de Dependencia; aprobada en el 2011 y, que no llega para estas personas dependientes y, de la cuarta edad, que la vida no les sonrie, pues requieren, unos cuidados "Medicos", mas asiduos y, no estar en "Listas de esperas", mas las Ayudas Sociales o la "Ley de la Dependencia", ya que dependen una gran mayoria de cuidados especiales y, muchos familiares, segun testimonios, de personas que lo viven y, lo sufren; se vieron obligados a dejar sus trabajos, para cuidar a padres o a personas dependientes de la cuarta edad . Todo estos graves problemas, en el siglo veintiuno, ya tendrian que estar resueltos. Tal vez el estar en "lista de esperas", por la SS, para reconocimientos "Medicos" sea al igual que las ayudas de la Ley de la Dependencia, por la insolidaridad de la SS o tal vez de Politicos en la Junta de Andalucia, que viven en su mundo y, son totalmente..., insolidarios..., mas, como dice el dicho popular: arrieritos seremos y, en el camino nos encontraremos... Todas estas personas de la cuarta edad..., podian tener mas atenciones y prestaciones dignas de la SS , sin tener que estar en Listas de Esperas...y, una Ley de Dependencia, que les cubran, todas sus carencias medicinas, cuidados etc. Para vivir con todas las prestaciones y, cuidados dignos de todo ser humano y, maxime, perteneciendo, a un Pais de la CE. a la que pertenece Espana. En otros Paises de la CE estos graves problemas, en las personas de la cuarta edad; no existen, el respeto y el cuidado a nuestros mayores; hace tiempo que son Derechos Humanos... reconocidos y aprobados y, no han quedado en un cajon como en Espana, sino que fueron ejercidos y, respetados . Nuestros mayores, la cuarta edad..., podia vivir y ser mas Felices y, con mas cuidados y mas atenciones...de las que carecen, o en Andalucia y en toda Espana, no tienen. Cordiales saludos . Un mundo mejor y mas justo; para nuestros abuelos . Los que trabajaron y lucharon, levantaron y dieron todo su sudor...por nuestra Espana . Atte. Juana Maria Heras Sevillano Casas Mansillas .
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