La tarde del viernes 9 de septiembre,
en la Iglesia de la Victoria de Alcalá de
los Gazules, se celebró un encuentro, auspiciado por el párroco de la ciudad,
Tomás Díaz Artola, y el sacerdote alcalaíno, de la Orden del Carmelo, Padre
Rafael Leiva Sánchez, miembro de la Comunidad de PADRES CARMELITAS DE OSUNA (SEVILLA)
Y EMIGRANTE ALCALAÍNO desde 1942. Asimismo, un nutrido grupo de emigrantes llegaron a la
ciudad.
A las 6 de la tarde en la Estación de Ferrocarriles de Jerez de la Frontera,
recogimos al Padre carmelitano, Rafael Leiva, para trasladarnos a la Ciudad gaditana de
Alcalá de los Gazules. Inmediatamente, tomamos la autovía de Jerez-Los Barrios,
bajo un cielo azul-marino de un cielo
cuajado de aspas eólicas y brillantes
estrellas. Nos trasladamos a una de las
ciudades más bellas de la provincia gaditana, Alcalá de los Gazules.
Al llegar a la curva del
Puerto de Levante, los ojos se iluminaron, como tanta veces, al aparecer en el
escenario de la arquitectura alcalaína. Esa imagen la llevamos grabada en el
alma todos los alcalaínos y, al verla, revive nuestra historia. La Alameda de
la Cruz se fue cuajando de alcalaínos y, en poco tiempo, abarrotando la Iglesia de la ciudad y de alcalaínos de la ciudad y “de
alcalaínos de la Diáspora, invadiéndolo
todo.
La bella iglesia de La
Victoria se llenó hasta rebozar y los ojos de los presentes se humedecían
recordando los años de la niñez, las primeras comuniones y muchas de las bodas
celebradas en al iglesia. El mismo Padre Rafael estaba emocionado y nos recordó
algunas anécdotas de su infancia.
El colofón del encuentro
lo marcó un precioso himno dedicado a Alcalá y desgranado de bellos aspergios, que armonizarían las celebraciones
de la Virgen de los Santos y la del patrón San Jorge.
La Alameda recordaba las
celebraciones clásicas de la ciudad y, al llegar a la Playa y la cuesta de Sto.
Domingo, destacan dos edificios, el cine y la antigua plaza de toros.
Juan Leiva
0 comentarios:
Publicar un comentario