El amor nos libera de los inevitables problemas personales
Simone Weil
El
amor
Madrid, Hermida Editores 2023 Edición y
prólogo de Mónica Mesa Fernández. Traducción de José Luis Piquero
A
los lectores que piensen que los espacios adecuados para tratar los asuntos del
amor son las páginas de las revistas del corazón, los suplementos literarios o los
púlpitos religiosos, les recuerdo que, desde los mitos y desde la Antigüedad
Clásica el amor ha sido uno de los temas fundamentales de la Filosofía. Fueron
objeto de los análisis de Platón o de Aristóteles, y la Historia de la
Filosofía nos muestra que, como afirma Freud en su obra El malestar de la cultura, el amor constituye uno de los fundamentos
de la vida civilizada. Él llega a la conclusión de que, si nos adentramos en la
hondura de nuestras conciencias, descubrimos que las experiencias más gratificantes
han sido las que, realizadas de manera gratuita, han nacido por un generoso
impulso de amor.
En
esta selección de pensamientos de Simone Weil, filósofa definida por Albert
Camus como “el único gran espíritu de nuestro tiempo”, encontramos los agudos,
claros y estimulantes análisis que la escritora francesa hace partiendo de sus
propias experiencias y de las lecturas críticas de autores clásicos y
contemporáneos, de su interpretación personal de los textos evangélicos y,
sobre todo, de su compromiso con el mundo y con la vida: “Amad como brilla el
sol. Hay que llevar el amor a uno mismo para esparcirlo sobre todas las cosas”.
Para ella el amor constituye la fuerza liberadora de los inevitables problemas
personales porque “el que ama se muestra indiferente a sus miserias, a su
sufrimiento, a su indignidad, en tanto sepa que aquello que ama es feliz”. Su personal interpretación del mensaje
cristiano del “amor al prójimo”, por ejemplo, está apoyada en su convicción de
que “amar al prójimo como a uno mismo no es otra cosa que contemplar la miseria
humana en uno mismo y en los demás”.
El
mensaje fundamental de esta honda reflexión es, a mi juicio, la conclusión de
que mediante el amor alcanzamos la dimensión de seres humanos en la medida en
que nos despojamos de la coraza de los instintos “naturales”, nos libramos de
las trabas biológicas impuestas por nuestra condición de “animales” y nos
constituimos en unos seres superiores. Ésta es la razón por la que el amor es
capaz de desafiar a todos los instintos que están determinados por la
naturaleza e, incluso, ésta es la explicación de cómo su fuerza llega a
superar, a veces, nuestra natural inclinación a la supervivencia temporal. Por
amor, efectivamente, podemos poner en peligro nuestros bienes materiales e,
incluso, perder nuestras vidas. Como indica agudamente en el imprescindible y
luminoso prólogo la profesora Mónica Mesa Fernández, “el valor del libro reside
en que ofrece una visión singular del ser humano dotada de una sutil moralidad
y pergeñada con fina sensibilidad, hondura, ingenio y, por supuesto, riqueza
expresiva”.
José Antonio Hernández Guerrero
Catedrático de Teoría de la Literatura
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