Los
ritos y las ceremonias de nuestra Semana Santa
Nuestra Santa -una manifestación de
religiosidad popular en la que participan activamente ciudadanos de diferentes
edades, de distintos niveles culturales e, incluso, de diversas convicciones
ideológicas- posee unos valores importantes que contribuyen a nuestro bienestar
individual, familiar y social como, por ejemplo, la paciencia, la humildad, el
perdón, la misericordia, la paz, el amor, la compasión, la esperanza, el silencio,
la palabra o el amor. Los ritos de las ceremonias del culto son lenguajes que poseen
significados y claves para interpretar y para mejorar nuestra realidad
cotidiana. Los símbolos religiosos –como los científicos, estéticos y literarios-
nos sirven para interpretar el mundo real y para crear unos mundos posibles y
más habitables.
Son procedimientos que estimulan la
imaginación, iluminan la inteligencia, conmueven los sentimientos, espolean la
voluntad para realizar acciones nobles humanas y humanitarias. Son muestras de
belleza, productos de la inspiración y de las habilidades de artistas y de
artesanos como, por ejemplo, la imaginería, los bordados, los ornamentos, la
orfebrería, las marchas fúnebres, las saetas, el toque de clarines y el sonido
de los tambores. Las luces, los colores, los sonidos, las melodías, los ritmos
y los silencios transmiten sensaciones que se asocian a los sentimientos y
conectan con los pensamientos que orientan y estimulan nuestras conductas.
Todos nos envían mensajes cargados de
esperanzas de una vida mejor. Sus contenidos valen mientras están vigentes en
nuestros sentimientos, mientras que los evocamos siempre que sean más que
vocalizaciones vacías. Las imágenes de la escritura, pintura, literatura o música
son figuras reconocibles en nuestro mundo real que siguen vivas y que, por eso,
despiertan nuestro respeto, admiración, deseos, esperanzas y amor: son formas
bellas de introducir unas gotas de felicidad en nuestro mundo preocupado,
triste y desesperanzado.
Sería erróneo y peligroso, sin embargo,
que las interpretáramos literalmente sin descubrir sus hondos significados. Por
eso es necesario que los mensajes simbólicos de los ritos y de las ceremonias
nos los expliquen con claridad y en un lenguaje actual para que, además de
comprender sus significados, podamos vivirlos de manera coherente. La lectura
literal de los ritos y de los símbolos a veces es un síntoma claro de
ignorancia, de torpeza o de voluntad sectaria.
José Antonio Hernández
Guerrero
Catedrático de Teoría
de la Literatura
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