sábado, 22 de marzo de 2025

INTERSECCIONES LETALES

 Los gérmenes de la violencia con “los otros”

Patricia Hill Collins

Intersecciones letales

Barcelona, Paidós, 2025                                             

 

Partiendo del hecho comprobado por todos nosotros de que la violencia personal, social y política, es una lacra que, extendida por todas partes, arruina e impide la vida individual y colectiva, Patricia Hill Collins nos explica con detalle, claridad y rigor la estrecha relación que vincula la violencia con los poderes. Su análisis histórico le permite llegar a la conclusión de que los distintos sistemas de poder se entrelazan y de que el racismo cobra significado a través del sexismo, del capitalismo y del nacionalismo. Sus conclusiones responden a las preguntas fundamentales planteadas al comienzo de su estudio: qué entendemos por violencia, porqué existe la violencia, cómo está organizada y qué podemos hacer para frenarla.

Demuestra cómo estos sistemas de poder convergen de manera especial, por ejemplo, en los negros, en los pueblos nativos, en las mujeres, en los jóvenes, en los pobres, en los inmigrantes y en las personas LGTBQ, y cómo la raza y el género, la clase y la nación dan forma a las desigualdades sociales y están apoyados en la violencia. Ejemplos claros de estas intersecciones son el racismo sistémico, la violencia sufrida por las mujeres de color en los Estado Unidos y en el resto del mundo, el esclavismo, los genocidios y las políticas restrictivas de inmigración.

Partiendo del supuesto de que constituye un problema social provocado por acciones humanas, plantea una visión amplia de la violencia como fenómeno que cala en las normas y en los códigos de la sociedad, fomenta las desigualdades sociales y económicas, y origina sufrimientos y muertes prematuras. Tras sus detallados análisis sobre la relación determinante de la violencia y de las ideas, de la identidad nacional y de la violencia invisible encerrada en el capitalismo y en colonialismo, llega a la conclusión de que las relaciones de poder se apoyan en la violencia como mecanismo fundamental para administrar la desigualdad social y en ideas y en prácticas que es imprescindible frenar.  

A mi juicio la violencia constituye una de las cuestiones que deberían ser tratadas en las diferentes ciencias humanas y explicada en los análisis críticos de los medios de comunicación. Estoy convencido de que la gravedad de la aceptación pasiva de estos comportamientos tan generalizados es moralmente inadmisible. La claridad y solidez con la que Patricia Hill Collins constata, demuestra y denuncia este grave problema planteado en las comunidades pequeñas y en la geopolítica mundial contemporánea debería hacernos pensar a todos los ciudadanos de buena voluntad.

 

José Antonio Hernández Guerrero

Catedrático de Teoría de la Literatura

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