Los gérmenes de la violencia con “los otros”
Patricia Hill Collins
Intersecciones
letales
Barcelona, Paidós, 2025
Partiendo del hecho comprobado por todos
nosotros de que la violencia personal, social y política, es una lacra que,
extendida por todas partes, arruina e impide la vida individual y colectiva, Patricia
Hill Collins nos explica con detalle, claridad y rigor la estrecha relación que
vincula la violencia con los poderes. Su análisis histórico le permite llegar a
la conclusión de que los distintos sistemas de poder se entrelazan y de que el
racismo cobra significado a través del sexismo, del capitalismo y del
nacionalismo. Sus conclusiones
responden a las preguntas fundamentales planteadas al comienzo de su estudio:
qué entendemos por violencia, porqué existe la violencia, cómo está organizada
y qué podemos hacer para frenarla.
Demuestra cómo estos sistemas de poder
convergen de manera especial, por ejemplo, en los negros, en los pueblos
nativos, en las mujeres, en los jóvenes, en los pobres, en los inmigrantes y en
las personas LGTBQ, y cómo la raza y el género, la clase y la nación dan forma
a las desigualdades sociales y están apoyados en la violencia. Ejemplos claros
de estas intersecciones son el racismo sistémico, la violencia sufrida por las
mujeres de color en los Estado Unidos y en el resto del mundo, el esclavismo,
los genocidios y las políticas restrictivas de inmigración.
Partiendo del supuesto de que constituye un
problema social provocado por acciones humanas, plantea una visión amplia de la
violencia como fenómeno que cala en las normas y en los códigos de la sociedad,
fomenta las desigualdades sociales y económicas, y origina sufrimientos y muertes
prematuras. Tras sus detallados análisis sobre la relación determinante de la
violencia y de las ideas, de la identidad nacional y de la violencia invisible
encerrada en el capitalismo y en colonialismo, llega a la conclusión de que las
relaciones de poder se apoyan en la violencia como mecanismo fundamental para
administrar la desigualdad social y en ideas y en prácticas que es imprescindible
frenar.
A mi juicio la violencia constituye una de las
cuestiones que deberían ser tratadas en las diferentes ciencias humanas y
explicada en los análisis críticos de los medios de comunicación. Estoy
convencido de que la gravedad de la aceptación pasiva de estos comportamientos
tan generalizados es moralmente inadmisible. La claridad y solidez con la que
Patricia Hill Collins constata, demuestra y denuncia este grave problema planteado
en las comunidades pequeñas y en la geopolítica mundial contemporánea debería
hacernos pensar a todos los ciudadanos de buena voluntad.
José Antonio Hernández
Guerrero
Catedrático de Teoría
de la Literatura
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