EMIGRANTES
Treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta años. Tanto tiempo hace que nosotros
mismos, o nuestros padres, tomamos la dolorosa decisión de abandonar Alcalá,
para buscar el sustento en otras tierras. Pero nos llevamos el pueblo en nuestro
corazón. Y lo hemos recordado con nostalgia, cada día.
Así como una madre es capaz de reunir a todos sus hijos y nietos para una
celebración, del mismo modo Nuestra Señora de los Santos tiene la fuerza de
juntarnos a todos, dispersos por España y el mundo, para estar en los días de
su fiesta.
Nuestros orígenes están aquí y sus
raíces son muy profundas, la pasión por Alcalá es muy grande. Por ello,
nuestros descendientes, establecidos ya en otros lugares, respetarán y
valorarán esta ciudad, y proclamaran con orgullo su ascendencia alcalaína por donde vayan.
Como dice el paisano poeta Francisco
Teodoro en su obra:
Mi pueblo no es cualquier
pueblo.
Tiene unas cosas mi pueblo
que muy pocos pueblos tienen,
cosas que no vende nadie,
y que solo Dios concede.
Que la Virgen de los Santos nos ilumine en todas partes.
Gracias a toda la gente de Alcalá de los Gazules, un año más, por su fraternal
acogida.
Ana Delgado del Valle
Leído en misa por los Emigrantes
10 de Septiembre de 2018
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