lunes, 13 de mayo de 2019

A LA MEMORIA DE CARLOS PERALES PIZARRO, AMIGO


Querido Carlos

A la memoria de Carlos Perales Pizarro, amigo

«Nadie es una isla por completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de un continente, una parte de la Tierra. Por eso la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por tanto, nunca preguntes por quién doblan las campanas, porque están doblando por ti». John Donne

Querido Carlos, se me hace algo cuesta arriba escribir sobre ti y sobre tu muerte tan prematura, pero a la vez también me resulta muy fácil dejar constancia de tu humanidad y nobleza.

Te has ido repentinamente y como precisa el poeta John Donne, tu pérdida también nos disminuye y me disminuye porque tú formabas parte de mi entorno más cercano y porque desde siempre, te he considerado un buen amigo.

Te recordaré y te recordaremos como una persona noble, tolerante, cultivado, paciente, demócrata y socialista comprometido, amigo de tus amigos y respetuoso con tus adversarios políticos. También recordaré con una sonrisa, ese temperamento tuyo desenfadado y guasón, que me figuro heredaste por vena y sangre de tu madre María Pizarro a la que tuve el gusto de conocer.

Tu compromiso y pasión por el asociacionismo y tu talante negociador, impulsaron y dieron vida a los consejos de participación ciudadana local, al objeto de propiciar una administración más participativa y abierta a los ciudadanos, incorporando sus opiniones y haciéndonos ver que la democracia está en manos de todos. Era esta una asignatura pendiente a la que dedicaste tiempo y pasión, para hacer de la participación de la ciudadanía uno de los ejes de actividad de nuestros ayuntamientos. Los consejos de participación ciudadana que ayudaste a crear, pueden dar fe de tu dedicación. 

Amigo Carlos, fuiste una persona valiente y consecuente en tu faceta de historiador, pues dedicaste muchas horas de lectura e investigación a nuestra Guerra Incivil y así poder aflorar la triste Memoria de los fusilados y de los enterrados en las cunetas. Hace algunos años, no era este un tema que se prestara a muchos apoyos personales ni institucionales y del que hablábamos en voz baja, en conversaciones y en comentarios de mesa camilla por miedo a desvelar y a nombrar en voz alta, quiénes fueron los verdugos y quiénes las víctimas.

Fuiste muy valiente para poner negro sobre blanco relatos de nuestra historia local y provincial más trágica sobre aquellos años oscuros y que seguro te habrán dado muchas satisfacciones, aunque también me constan algunos sinsabores por algunas críticas e incomprensiones. Echaremos de menos tu presencia y colaboración sobre este y sobre otros asuntos, en los Apuntes Históricos y de nuestro Patrimonio.

Mi relación contigo, además de la conexión familiar que nos une y de la coincidencia de muchas ideas, es de hace bastante tiempo y desde los tiempos en que volvía de vacaciones por Alcalá y nos saludábamos con aprecio al vernos de nuevo. Tiempo después nuestra relación de amistad se convirtió en algo fijo y continuado y me atrevo a afirmar sin equivocarme, que por la teoría de los círculos concéntricos algo tuvisteis que ver Fini y tú en los orígenes de mi relación con Isabel.

Tengo muchos y muy buenos recuerdos compartidos y entre ellos, el de hace bastantes años relacionado con el viaje a un concierto, no recuerdo bien si de Serrat o de Paco de Lucia, apretujados con varios amigos en la parte de atrás de una destartalada furgoneta y en aquel entonces sin cinturones de seguridad por la carretera de Paterna.

Y otro posterior bajando por Río Verde, en el que me encontré contigo y con los otros dos “mosqueteros”; tus amigos de juventud Paco Ardila y Narciso Romero con los que formabas un trío muy bien avenido y recibir la invitación, para que os acompañara en el “seita” que conducías a una de las ferias de la provincia.

Recordaré siempre en las visitas de fin de semana a nuestro querido Alcalá, los encuentros en la Alameda, en lo de Dominguito, en el estanco de Francisco o en el Pizarro, leyendo y comentando las noticias de prensa, especialmente las políticas y las viñetas de nuestro común admirado Forges.

Querido Carlos, te echaré de menos por las charlas y comentarios dominicales que manteníamos acerca de los artículos de opinión de Antonio Muñoz Molina, de Almudena Grande o de Javier Marías entre otros; por los intercambios de opinión sobre la crisis catalana y su influencia en la política española y especialmente por las conversaciones sobre asuntos banales, mundanos, familiares y domésticos, que se intercambian dos amigos desde la cotidianidad.
Pero te recordaré mucho más, por tu forma de ser y porque nunca te vi un mal gesto, una mala cara, ni te escuché nunca una crítica corrosiva contra nadie.
Termino el recuerdo a tu memoria con unos versos de Antonio Machado, que reflejan una buena parte de tu personalidad.
….
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno
….
Recibe un fuerte y eterno abrazo allí donde te encuentres, de tu amigo Tomy


En Alcalá de los Gazules, a 1 de enero de 2019
Tomás Acedo Alberto

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