viernes, 8 de abril de 2022

PREGÓN DE LA SEMANA SANTA 2022 -- ALCALÁ DE LOS GAZULES

 


PREGON DE SEMANA SANTA 2020

ALCALA DE LOS GAZULES  (CADIZ)

                                                               

                                                                              Señor abre mis labios

                                                                      y mi boca proclamará tu alabanza

 

         Sr. Cura Párroco, Tomás Diaz Artola.

         Sr. Alcalde, Javier Pizarro Ruiz.

   Sr. Presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías y mi hoy mi presentador, querido Pepe Sánchez Romero.

         Hermana Mayor y Congregación del Beaterio de Jesús, María y José.

   Hermanos Mayores de las Hermandades y Cofradías de Alcalá de los Gazules.

         Hermanos cofrades y amigos todos.

   Quiero agradecer, ante todo, vuestra presencia en este acto para escuchar lo que vaya a decir este pregonero que se presenta aquí con la misma ilusión que se presentó en Alcalá hace 58 años a darle parte de su vida y a encontrarse con la mujer que Dios le había preparado desde el principio de la eternidad para que le acompañara el resto de su vida y fuera madre de sus hijos.

   En segundo lugar, quiero mostrar mi profundo agradecimiento a la Junta de Hermandades y Cofradías, personificadas especialmente en este acto por mis amigos entrañables P. Tomás y Antonio Mansilla, por su encargo, enormemente honroso de pregonar la Semana Santa de mi pueblo de adopción, Alcalá de los Gazules.

   Y por último, para no hacer excesivamente largo este capítulo de agradecimientos, a mi amigo Pepe Sánchez, Presentador, creyente, alumno en las primeras letras y maestro en la Fé y en la Vida, que en su presentación se ha pasado en el tono elogioso, explicable sólo por el cariño que nos profesamos...

   Pero le ha faltado algún dato biográfico que aquí me parece adecuado resaltar: Me bautizaron a los cuatro días de nacer, recibí la Primera Comunión con seis años, la Confirmación, con nueve... y he tenido la suerte, únicamente por la gracia de Dios, de ser católico y creyente toda la vida, lo que me ha permitido ser feliz, y superar con confianza y paz todos los trances de mi ya larga existencia.

   Ahora, que he rebasado holgadamente la madurez, me sigo sintiendo totalmente en las manos de Dios, Jesús y de su Madre, la Virgen.

   Decía Aristóteles, padre de nuestra cultura occidental, hace más de 2350 años, que el hombre es "Zoom Politicom", animal social, animal de relación. Esa necesidad de relación, esa sociabilidad es la que impulsa nuestro deseo universal de saber, nuestra curiosidad por conocer la realidad, lo que ocurre, lo que le pasa a los demás. Y esa es la razón profunda de que yo me presente hoy ante Ustedes para informar, contar y pregonar los hechos importantísimos que van a ocurrir en Alcalá de los Gazules del 10 al 17 de Abril de 2022.

   Ahora las noticias se difunden con las modernas tecnologías: televisión, radio, periódicos, redes sociales, etc. Pero los mayores recordamos que no siempre ha sido así, y que muchas veces la mejor transmisión es el "boca a boca". Yo recuerdo que, cuando pequeño, las bodas, las defunciones, los entierros, los incendios, y hasta la presencia en el pueblo de posibles ladrones.... se pregonaban con las campanas de la iglesia, que era el medio de comunicación que llegaba a todos los vecinos, y todos conocían los distintos toques y al oírlos preguntaban: "¿quién se casa? ¿de quién es el entierro? ¿quién se ha muerto? ¿dónde es el fuego?...".

   Hubo épocas, no demasiado lejanas, en que existía la profesión de pregonero y quien tenía que comunicar algo a los demás (bando del Ayuntamiento, auto del Juzgado, defunción, boda. Misa por un familiar...) a cambio de un estipendio concertado, el pregonero iba informando de viva voz a los interesados de las nuevas, y estos a su vez, a los familiares y vecinos que no lo habían oido; organizandose así una verdadera red social, antecedente remoto de las actuales twiter, facebook, messenger, instagram..etc.

   Hay en nuestra provincia un pueblo, El Gastor, donde existe una plaza dedicada a Isidro el Pregonero, hombre que sin saber leer ni escribir, se ganó el cariño de todos los vecinos gracias a su oficio de pregonero, y que todos los días recorría largas distancias para transmitir los recados que le quisieran encargar, desplazandose, incluso a municipios alejados del pueblo para cumplir con su misión.

   Pues hoy quiero que todos los aquí presentes nos ganemos también el cariño de nuestros vecinos comunicándoles y animándolos a participar y disfrutar de los eventos que vamos a conmemorar en nuestro pueblo en las próximas fechas.

   ¿Qué vamos a comunicar, a pregonar?, ¿qué voy a pregonaros a vosotros para que vosotros lo pregonéis a vuestros amigos, a vuestros familiares, a vuestros vecinos, a todo Alcalá?

   Que en Alcalá de los Gazules, del 10 al 17 de abril del 2022 vamos a celebrar la conmemoración de la semana más importante del año. Que  vamos a rememorar que un hombre de 33 años, Jesús de Nazareth, VERDADERO HOMBRE como cada uno de nosotros y VERDADERO DIOS, como el Padre, creador de todo lo que existe, se ofreció voluntariamente y dió su vida para salvarnos, para abrir para ti y para mí las puertas de la eternidad.

   Vamos a pregonar que un 15 de Nisan, en Jerusalen se nos dio la lección de Amor más importante que se puede imaginar: un Dios hecho hombre ofrece su vida en holocausto a cambio de la nuestra. Y  nosotros, como gente agradecida, vamos a acompañarlo por las calles de nuestro pueblo, como pequeño Jerusalén, a sobrellevar su Pasión y compartir con El, su Madre y sus discípulos, la alegría de su Resurrección.

   La Semana Santa, en sentido estricto, comienza el Domingo de Ramos y termina el Domingo de Resurrección, pero en realidad, en Alcalá "huele" a Semana Santa mucho antes. Apenas pasadas las Navidades, todos los años se intensifica la actividad cofrade. Actividad cofrade que se manifiesta en multitud de actividades: conferencias, meditaciones, Vía Crucis Safa-Beaterio, del Perdón, jueves eucarísticos, quinario cofrade, Vía Matris.

   El quinario cofrade se anima  con los ensayos nocturnos de las cuadrillas de cargadores en la Plaza Alta y alrededores de la Iglesia de la Victoria.

    Para mí, de verdad, el sentimiento de estar en la rememoración de la Pasión de Jesús comienza el próximo Viernes de Dolores, antes del Domingo de Ramos, con el Via Crucis, que saliendo de la Victoria vuelve a la misma pasando por la calle La Salá, la Veredilla y la Calle de los Pozos.

    El silencio, el respeto, los cantos, el acompañamiento, el acicalamiento por los vecinos de sus fachadas y las reflexiones propias de las catorce estaciones, me meten de lleno en el Misterio, que vamos a vivir luego más espaciadamente, en la semana siguiente, Misterio de un Dios hecho hombre sufriendo para mi salvación.

   Dicen los especialistas en Relaciones Humanas que las notificaciones negativas, para que sean más eficaces, menos dolorosas y más educativas para quien las recibe, deben hacerse con el método "sandwich" (el mensaje pricipal negativo enmarcado entre dos positivos). Pues algo así ocurre con el mensaje que se nos transmite a los cristianos en la Semana Santa:  Hay una primera parte GOZOSA, el Domingo de Ramos, en que los judios (la Humanidad) reciben a Jesús como el que va a redimir a Israel y se recibe con muestras de homenaje, reconocimiento y aleluyas entre palmas y olivos.

   Una segunda parte es DOLOROSA, la Pasión, donde se produce el gran sacrificio de Cristo para nuestra redención. Es vejado, azotado, escupido, tratado como el peor de los criminales y finalmente crucificado.

   Y una tercera parte, la GLORIOSA en que Jesucristo, cumplida la misión que trajo a la tierra de enseñarnos a la Humanidad el Camino, la Verdad y la Vida y consumado el sacrificio de Sí mismo en la Cruz, RESUCITA, demostrando una vez más su divinidad, y nos deja su presencia para la eternidad. Es tan importante esta tercera parte que San Pablo se atreve a decir: "Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fé".

   El Domingo de Ramos en Alcalá es un día de verdadero GOZO. Los niños, protagonistas ese día en la procesión de La Borriquita, nos dan a los adultos una lección de alegría, simbolizando el júbilo y el reconocimiento del pueblo de Jerusalen a Jesús de Nazaret. La bendición en el Beaterio de las palmas y los ramos de olivo son el pistoletazo de salida para todos los actos populares y litúrgicos de la Semana.

   Aquí me atrevo a hacer mío lo que decía mi hoy presentador en su magnífico Pregón:

     Es Jesús Nazareno, el rey bendito,

     que se acerca en nombre del Señor.

     Salgamos a su encuentro con amor,

     que viene manso y humilde en un burrito.

     Y hasta las mismas piedras dan hoy gritos,

     porque es el día del triunfo salvador.

   Este pregonero ha tenido la inmensa fortuna de hacer en Tierra Santa, un Domingo de Ramos, la procesión real del camino que siguió Jesús, desde Betania hasta el centro de la Ciudad Santa, unido a cientos de peregrinos de todas las naciones, a todos los franciscanos de La Custodia, que ese día se reunen en Jerusalen, y a grupos de árabes cristianos de todos los Territorios de Palestina.

   Con Hosannas y cánticos parecidos a los que se debieron entonar hace casi  dos mil años, formando un grupo de hermanos que no distingue de razas ni procedencias, aclaman la llegada de El Salvador. No se me olvidadará mientras viva la mirada y la expresión de cariño y hermandad con que una joven cristiana árabe de Ramala y su marido nos regalaron a mi mujer y a mí una cruz preciosa hecha con una hoja de palma, entre canciones latinas, árabes y hebreas.

   Ya en el templo del Santo Sepulcro, en la misa del Domingo de Ramos hay una ceremonia muy bonita presidida por el Patriarca de Jerusalen y acompañado por  el Custodio de Tierra Santa, Obispos procedentes de todo el mundo y miembros de las Ordenes principales (Templarios, Cister, Caballeros de Malta...) con sus vistosos uniformes; con palmas en las manos dan, en procesión, unas cuantas vueltas alrededor del Templete del Santo Sepulcro.

   En la última vuelta, mi mujer, alcalaina atrevida, por gestos, le  pidió a uno de ellos una hoja de su palma, y para sorpresa nuestra, aquel señor, con total elegancia, generosidad y cariño le entregó su palma entera, haciendo el resto de la procesión sin ella.

   Ni que decir tiene que esa palma bendecida en el Santo Sepulcro, un Domingo de Ramos, por el Patriarca de Jerusalen Monseñor Sabah, después de mil peripecias para traerla en los distintos vuelos, está en nuestra casa de Patrite en Alcalá de los Gazules, con las dos cruces de hoja de palma hechas y regaladas, como recuerdo, por el matrimonio joven de árabes cristianos de Ramala.

   No hace mucho tiempo, la jornada del Domingo de Ramos culminaba con el  Vía Crucis del Cristo del Perdón que saliendo de la Parroquia de San Jorge, recorría la parte antigua de Alcalá con una devoción, un silencio, y un sentimiento y recogimiento ejemplares. Via Crucis, este del Perdón, que junto a los anteriormente mencionados, ahora protagoniza uno de los Viernes de Cuaresma.

   La segunda parte de la Semana Santa de Alcalá que tenéis que pregonar a vuestros amigos, familiares y vecinos es la que se conmemora el Martes, Miercoles, Jueves y Viernes Santos. Es la dura, la DOLOROSA, pero también la más provechosa para la Humanidad. Es la Semana Santa en que los andaluces demostramos saber unir la belleza de los Pasos y el cante flamenco de la saeta, con la oración  sincera y profunda.

   Decidle a nuestra gente que nos acompañen el Martes con La Columna, el Miércoles con el Perdón, el Jueves con el Nazareno y el Viernes con el Santo Entierro.

   Las imágenes de esas procesiones no son simples obras de arte de mucho mérito, que lo son, sino representaciones de la Divinidad para incitar nuesta devoción.

   Si alguien os dice que no asiste porque no tiene fe, contadle la anécdota de aquel que se quejaba de que no le tocaba nunca la lotería y su amigo le replicó: !pero cómo te va a tocar, si no metes!. A lo mejor esta  Semana Santa en alguna procesión, en algún gesto de sacrificio de un costalero, en alguna letra de una saeta de Inmaculada Torres o de José María Sánchez, en alguna reflexión o ratito de silencio ante el Monumento.... puede estar el boleto de la fe que te permita la mejor lotería: vivir en paz, confiado en las manos de Dios y despues la felicidad eterna compartida con los que quieres y que ya se fueron.

   El Martes Santo, por la tarde, sale de la Parroquia la cofradía de Nuestro Padre Atado a la Columna y Flagelado. Sus pasos de Jesús Atado a la Columna y María Santísima de las Lágrimas con su manto azul y su adorno de flores blancas, son la expresión pedagógica del inicio del sacrificio que termina en la Cruz.

   El Miercoles Santo, ya de noche, procesiona el Cristo del Perdón. Una cofradía de más de sesenta años de antigüedad. Transcurre toda la procesión, que baja hasta la Victoria y vuelve a la Parroquia ya de madrugada, en una completa oscuridad y silencio que ayudan a una religiosidad intensa, profunda y en algunos pasajes, sobrecogedora.

    Decía Don Giussani que "el silencio no es un vacío, es una oración, es la conciencia de estar ante Dios, es una petición".

   Tiene un momento culminante en su recorrido, cuando se acerca a la ventana enrejada del Beaterio para que las monjas y algunas ancianas tengan la posibilidad de adorar la figura imponente de Cristo desde su Convento.

   El Jueves Santo hace su recorrido, en sentido contrario, saliendo desde la Iglesia de la Victoria, una de las cofradías de más arraigo: La cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. Van acompañados los pasos por dos  magníficas bandas de música, y los cargadores,   al compás de sus sones, se sienten aliviados de la pesada carga que llevan sobre sus hombros.

Cuando pasa el Nazareno

de la túnica morada,

con la frente ensangrentada,

la mirada del Dios bueno

y la soga al cuello echada,

el pecado me tortura,

las entrañas se me anegan

en torrentes de amargura

y las lágrimas me ciegan

y me hiere la ternura.

   Finalmente, el Viernes Santo y desde la Parroquia, una vez terminados los Oficios, hace su salida procesional la cofradía del Santo Entierro con los pasos de Nuestro Señor Jesucristo muerto en el Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad, cuya imagen me transporta a un Himno de Laudes que he rezado muchas mañanas:    

                                 Dame tu mano, María,

                                 la de las tocas moradas;

                                 clávame tus siete espadas

                                 en esta carne baldía.

                                 Quiero ir contigo en la impía,

                                 tarde negra y amarilla.

                                 Aquí, en mi torpe mejilla,

                                quiero ver si se retrata

                                esa lividez de plata,

                                esa lágrima que brilla.

                             ¿Dónde está ya el mediodía

                              luminoso en que Gabriel,

                              desde el marco del dintel

                              te saludó: "Ave María"?

                              Virgen ya de la Agonía,

                              tu Hijo es el que cruza ahí.

                              Déjame hacer junto a tí

                              ese augusto itinerario.

                              Para ir al monte Calvario

                              cítame en Getsemaní.

   Este pregonero que tiene el atrevimiento de hablaros, ha vivido muchas semanas santas y en diversos sitios, y tiene muchas vivencias que ha recibido como un regalo para acrecentar su fé.  Permitidme que os cuente algunas de las sentidas en Alcalá.

   Una de ellas fué escuchar, con ese torrente de voz preciosa que tiene Inmaculada Torres, en el silencio de la noche, decirle a la Virgen de los Dolores el Jueves Santo:               

La Virgen de los Dolores

tiene el corazón partío

por ver a su Hijo amado

en el sepulcro metío.

Por debajo de tu manto

se te adivinan las penas,

y se derraman tus lágrimas

por tu carita morena.

   Y esa Virgen de los Dolores, a la que canta su saeta Inmaculada, es la misma que la Virgen de las Angustias de mi infancia granadina y la misma que nuestra  Patrona, la Virgen de los Santos, a la que tanto debo; pero en el momento en que me está dando la lección magistral de serenidad y sacrificio ante la pérdida de un hijo.

   Otro regalazo para mi fé en nuestra Semana Santa es el momento en que el Crucificado pasa por San José, con el fondo de las casas a un lado y los campos del río Barbate y La Loma al otro; veo avanzar su imagen proyectada al cielo y me brota del corazón, no sólo de los labios, aquella oración, atribuida a muchas autores y publicada por Antonio de Rojas en 1.629, y que me hicieron aprender de niño:

                                             No me mueve, mi Dios, para quererte

                                             el Cielo que me tienes prometido;

                                             ni me mueve el Infierno tan temido

                                             para dejar por ello de ofenderte.

                                             Tú me mueves, Señor, mueveme el verte

                                             clavado en esa cruz y escarnecido;

                                             muéveme ver tu cuerpo tan herido,

                                             muéveme tus afrentas y tu muerte.

   Y para no hacer interminable este recuento de mis aldabonazos de fé en la Semana Santa de Alcalá, os cuento sólo otra de las innumerables que vivo: Ocurre cada año el Miércoles Santo en la procesión del Perdón, que es la que sale más tarde y se recoge ya de madrugada. Cuando esos cargadores, casi exhaustos, en la subida, antes de emprender la agotadora cuesta de San Vicente hasta la Parroquia, el capataz, lentamente, va colocando el Paso mirando hacia el Cementerio y hace la última parada, pero no para descansar y reponer energías, sino para que el Hermano Mayor, agachado y a través de la tronera del paso, les diga unas palabras que llegan al alma: les recuerda qué es lo que llevan en sus hombros y por qué, y termina pidiendo un Padrenuestro por los cargadores que ya están "allí abajo" y por los cofrades fallecidos y que en ese momento los unos y los otros los acompañan desde el Cielo. Surge de debajo del Paso un Padrenuestro, al unísono, de treinta o cuarenta gargantas de hombres casi agotados por el esfuerzo y quebradas por la emoción, pero con un chute de fe y amor que ayuda a subir casi solo el Paso hasta lo alto de la Parroquia. Es uno de los padrenuestros más hondo y más sentido en que suelo participar.

   Aparte de las procesiones hay una gran cantidad de actos litúrgicos y de devoción popular en estos días, pero quiero resaltar sólo dos: El Sermón de las Siete Palabras, enla mañana del Viernes Santo, que en Alcalá no es propiamente un sermón sino un acto comunitario, con unas reflexiones breves pero profundísimas sobre las últimas lecciones de humildad, humanidad, sacrificio y amor que nos dejó Jesús antes de abandonar su vida humana.

   El otro es el acto central de la liturgia de la Semana Santa: Los Oficios del Jueves Santo, la misa "In coena domini" cuando Jesús, sabiendo que iba a ser entregado e iba a sufrir su Pasión y Muerte en la Cruz, instituyó el sacramento de la Eucaristía por el que se quedaba PRESENTE y REAL con todos los hombres. Es, con su muerte, la muestra más importante de su amor hacia cada uno de nosotros.

   Sin olvidar la lección de humildad del Lavatorio de los pies, que se sigue repitiendo desde hace casi veinte siglos de forma ininterrumpida.

   El final de la Semana Santa, su tercera parte, es la GLORIOSA: La Vigilia Pascual, el Domingo de Resurrección. Conmemoramos los cristianos que ya hemos sido salvados, que Cristo, después de cumplir la misión que vino a hacer como Hombre, resucita y se queda definitivamente con nosotros sin las limitaciones del cuerpo.

   Cuando yo era pequeño la liturgia de la Vigilia Pascual era distinta de la de ahora y muy expresiva: En el momento del Gloria, que simbolizaba el acto de la Resurrección, se descorrían las cortinas que habian estado tapando el retablo y todas las imágenes, la gente aplaudía, los acólitos tocaban estruendosamente las campanillas metálicas, que habían sido sustituidas por la carraca de madera, se volteaban las campanas de la torre y en algunos pueblos los cazadores disparaban con sus escopetas tiros al aire en señal de JÚBILO Y GLORIA.

   En la liturgia actual dividida en cuatro partes perfectamente diferenciadas, a mí me llama mucho la atención por su vistosidad y simbolismo la ceremonia de la Luz, con la que se inicia, fuera de la iglesia, la Vigilia y la de la bendición  del Agua, cuando se bendice el agua para todos los bautizos del año. Es el momento litúrgico oportuno para bautizar a todos los catecúmenos preparados para recibir el Primer Sacramento, el de entrada a la Iglesia, a la Comunión de los Santos.

   Igualmente, y ya fuera de la liturgia, tengo un recuerdo entrañable de la salida de la Iglesia de San Jorge, en que todos los asistentes nos felicitamos y nos deseamos Felices Pascuas de Resurrección, acompañados por el refrigerio que con tanto cariño preparan todos los años las monjas de nuestro amadísimo Beaterio. Refrigerio que entona el cuerpo después de haber entonado el alma la Misa de Resurrección.

   ¿Por qué nos felicitamos?: Porque ha resucitado y se ha quedado ya por siempre con nosotros un hombre, llamado Jesús, de Nazaret, hijo de María, que una vez en Nain, al ver a una madre viuda que acompañaba al sepulcro el féretro de su hijo muerto, se habá sentido atrapado por la emoción y acercándose a ella le había puesto una mano en el hombro diciendole "Mujer, no llores" con una extraña incongruencia, y que luego resucitó a su hijo. Pero, ¿cómo se puede decir a una madre cuyo hijo ha muerto "No llores"? . Porque ese Hombre es la fuente de la vida. El mismo lo había dicho"Yo soy la Resurreción y la Vida" (Jn. 11,25). Sí, ese Hombre es el Camino, la Verdad y la Vida. Por eso nos felicitamos, porque ha resucitado y se ha quedado con nosotros y está presente aquí y ahora.

   Esto ha sido un resumen de nuestra Semana Santa de Alcalá que sólo pretende ser un guión para cada uno de vosotros, para el pregón que os invito a hacer esta próxima semana con vuestros familiares, amigos, vecinos y conocidos.

   ¿Por qué me atrevo a pediros que cada uno seais pregoneros en vuestro ambiente?: Por las mismas cuatro razones que me movieron a aceptar la propuesta que me hizo a mí la Junta de Hermandades y Cofradías:

   1º)  Porque Alcalá, nuestro pueblo, y su gente, nuestra gente, se merece el esfuerzo de hacerlo.

  2º)   Porque es justo que la fé y confianza en Dios que nosotros tenemos, ayude a que otros también puedan disfrutarla. Decía el Papa Benedicto XVI: "Evangelización es dar testimonio de Jesucristo muerto y resucitado. El es quien atrae. Y por eso la Iglesia crece por atracción y no por proselitismo".

  3º)   Porque parodiando el mensaje evangélico podemos decir que "la mies es mucha y los pregoneros pocos".

Y

4º) Porque, ¿os imagináis una Semana Santa de Alcalá participada por todos los vecinos del Prado, El Lario, Blancazul, Santo Domingo, Los Pozos, San Antonio....? Sería una participación comunitaria, que además de espectacular, nos pondría a todos en disposición de recibir la gracia de la Salvación, de la Fé en Dios, nuestro Padre y de la Caridad entre nosotros.

     Que Dios nos bendiga, nos libre de todo mal y nos lleve a la vida eterna

     AMEN

 

                  Alcalá de los Gazules, 3 de abril de 2022

                  Francisco Peláez Torres.


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El tiempo que hará...