Procedimientos narrativos para descifrar la complejidad de la vida actual
Franz Kafka
El proceso. Edición de Isabel Hernández
Madrid,
Cátedra 2023
Gracias a que su mejor amigo, Max Brod,
no cumplió sus disposiciones testamentarias, cuando se cumple el centenario del
fallecimiento de Franz Kafka (1883-1924), uno de los escritores determinantes
del siglo XX, podemos leer las obras de este escritor que, sumido en un
profundo mar de contradicciones familiares, ideológicas, religiosas y
profesionales, a pesar de que durante su vida su obra fue escasamente leída y él
expresara sus deseos de que la Historia lo olvidara, en la actualidad es uno de
los escritores más recordados, más leídos y más influyentes. Esta nueva edición
es, a mi juicio, imprescindible gracias al oportuno y necesario análisis
introductorio de la especialista, profesora Isabel Hernández.
El proceso, novela publicada póstumamente en 1925
por Max Brod, cuenta cómo Josef K., un oficinista bancario con una excelente
carrera en un importante banco de la ciudad, tras ser detenido sin razones, se
siente obligado a sufrir una serie de pesadillas y de alucinaciones sin lograr
identificar el origen del “proceso jurídico” al que es sometido, y las razones
de una situación anímica que le resulta física y mentalmente irrespirable. Si el
interrogatorio al que es sometido, incluso por los funcionarios que desean
ayudarle, pone de manifiesto las contradicciones lacerantes de aquel sistema
judicial, la vida de K. refleja la existencia superflua del hombre moderno que,
solitario, se siente obligado a luchar para simplemente sobrevivir. El proceso al
que es sometido descubre la irritante vaciedad de una vida cotidiana rutinaria
y angustiosa debido a los complejos y oscuros trámites de esa maquinaria
burocrática que contagia toda la actividad profesional y social.
El proceso nos proporciona pistas novedosas de un
tipo de narrativa actual que pretende descifrar la complejidad de la vida
social y nos ofrece una amplia variedad de recursos técnicos adecuados para la
novela contemporánea. Fíjense, por ejemplo, en sus fórmulas de narración, en
sus procedimientos para dibujar los personajes y en los análisis psicológicos
de comportamientos aparentemente contradictorios. A mi juicio, su lectura puede
resultar especialmente atractiva para los escritores que buscan la renovación y
la libertad de sus creaciones originales, para quienes se sienten, impulsados
por unos deseos irreprimibles de innovar y de experimentar asuntos y lenguajes,
para quienes se oponen a la mera reproducción de la realidad y para quienes tratan
de ensayar nuevas fórmulas que, además de sorprender, transmitan mensajes
originales alejados de las pautas lógicas y de las convenciones sentimentalistas.
José Antonio Hernández
Guerrero
Catedrático de Teoría
de la Literatura
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