N O M E L L A M E S F O R A S T E R O
A Manolo Fernández
Puerto,
mi fiel
apóstol, mi buen amigo.
Si
me sientes forastero
sabiéndome alcalaíno,
con
un puñal traicionero,
asesino y
de frío acero,
estás
matando mi sino.
La
luna que ví
primero
alumbraba y protegía;
un
catorce de febrero;
la
vía Galán Caballero
donde
mi gente vivía.
Por
eso no quiero
amigo
que
me veas como
a un extraño
y
escucha bien lo
que digo:
será
siempre mi enemigo
el
que a Alcalá
le hace daño.
El
día que me
marchaba
lloraba con
desconsuelo,
el
corazón me sangraba,
quedaba aquí
lo que amaba…
y
llorando besé el
suelo.
A
nuestro pueblo querido
lo
tengo siempre presente,
y
en los sitios
que he vivido
con
la Patrona ha
tenido
el
lugar más preferente.
Y
ahora que vuelvo
mayor
al
saludarme, paisano,
no
me trates de
señor,
vengo
con todo mi
amor…
trátame como
a un hermano.
Así
que paisano mío
no
me llames forastero
que
sufro un escalofrío…
el
pueblo es mi
desvarío
y
por mi pueblo
yo muero.
Francisco
Teodoro Sánchez Vera
29 de abril
de 2013
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