jueves, 20 de marzo de 2014

ANÁLISIS DEL DOMINGO - SÍNDROME DE AMOR


Cuando ella quedó embarazada, ambos se llenaron de gozo porque los dos deseaban tener un hijo o una hija. Era el primer fruto del matrimonio y no les importaba que fuera niño o niña. El sentimiento de maternidad y paternidad  es el más puro que hay, porque es fruto del amor de dos personas que se quieren y han ido al matrimonio sin otros intereses que conseguir el fruto del amor. Para la mujer,  es colaborar con Dios en la obra más importante de la creación. Para el hombre, es garantizar la especie y colaborar con su mujer en el milagro de la vida.

Aquellos nueve meses de embarazo fueron nueve meses de luna de miel y sus conversaciones se saciaban con la esperanza del hijo que ella llevaba en su seno. Cuando se cumplió la cuenta y aumentaron los síntomas del bebé que quería salir a la luz, volaron al hospital. Ella se llenó de felicidad al verlo en sus brazos. Él contempló a los dos pletóricos de vida y de alegría. Y, sin más, se acercó al médico para preguntarle: “Doctor, ¿cómo viene nuestro hijo?”. El médico les dijo que saldría adelante, pero les dio a entender que venía con un cuidado especial que podrían superar..

El padre quedó desconcertado y no encontraba palabras para  comunicarle a su mujer lo que le dijo el médico. ¿Qué tenía que decirle? ¿Cómo se lo diría?¿Cómo aceptaría que su hijo venía con  una  discapacidad para toda la vida?. Se acercó de nuevo al médico y le dijo: “Doctor, ¿cómo le puedo decir a mi mujer lo que trae nuestro hijo? El médico, le contestó: “Dile que viene con un síndrome que hoy se puede superar con ayuda de los pedagogos, del médico y del cuidado de sus padres. Es más, se puede llegar a adaptar y conseguir una vida normal, como la de sus compañeros y amigos. Debéis hablar con unos padres que hayan pasado por el mismo caso.”

Llamó a unos amigos que se habían encontrado en el mismo trance,  le contó lo del hijo y le preguntó:.”¿Qué le digo a mi mujer? El amigo, cargado de ternura, con un hijo “con síndrome de down”, le contestó:  Dile a tu mujer: “Nuestro hijo viene con un síndrome de amor. Necesita amar desde que se levanta hasta que se acuesta. Y necesita que los demás le amemos. Los hijos nos quieren, pero éste nos querrá mucho más durante toda su vida, porque nos necesita. Hay que ayudarle, y protegerlo con todos sus derechos: comida, desarrollo, salud, educación, una profesión, deporte, cultura, bienestar, amigos, amigas, distracciones...

La Asamblea General de las Naciones Unidas ha reconocido el derecho de las personas con discapacidad, un trabajo como los demás, oportunidades para que pueda ganarse la vida mediante una profesión elegida libremente y aceptada en el mercado de trabajo. Y ha declarado el 21 de marzo, “Día Mundial del síndrome de down” Podríamos añadir: “Día Mundial del síndrome de amor.”
                                                                              

                                                                                                          JUAN LEIVA 

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El tiempo que hará...