jueves, 14 de agosto de 2014

SÍMBOLOS ALCALAÍNOS - SOLIDARIDAD HOSPITALARIA EN EL SIGLO XVI


En la zona más alta  de Alcalá de los Gazules, entre la Coracha y el Lario, se conservan los edificios históricos de mayor interés de la ciudad: el Castillo, la Parroquia de San Jorge, la Casa del Cabildo, el Convento de las Clarisas, la Casa Rectoral y el Beaterio. Entre ellos se encuentra uno que suele pasar desapercibido, pero que es un auténtico símbolo de  solidaridad y caridad, el antiguo hospital de la Misericordia.
En sus orígenes, los hospitales ejercían un servicio de beneficencia con las personas más desprotegidas, recogiéndolas de las calles, de los caminos, de los campos y de los desastres naturales. Hospital es una palabra que se deriva de hospedaje, es decir, de personas que no tenían un alojamiento, ni una cama, ni un sustento para sobrevivir, de manera que eran alojadas en el hospital, donde podían tener una cama y un plato de comida por caridad o solidaridad que diríamos hoy.
En el siglo XVI, comienzan a construirse hospitales en las grandes ciudades, donde una mujer se encargaba de atender a los necesitados, ofrecerle una cama y darle un sustento como primeros auxilios. Parece que Alcalá ya contó con hospital a partir de ese siglo, gracias a la presencia del Señorío de los Enríquez de Ribera, Duques de Alcalá. Pero no es  hasta el siglo XIX cuando se concibe añadir a la palabra hospital el de centro de cuidados técnicos y científicos.
Según Ismael Almagro Montes de Oca, “junto a la Puerta del Sol de la plaza Alta, se encuentra el antiguo hospital de la Misericordia con su correspondiente capilla. Este hospital ocupaba también la parte inicial de la calle principal o de la Carrera. Partía de la esquina de la Plaza, en la que se unían los lados sur y oeste. Se abrió frente a la puerta principal de la Iglesia, mientras que al oeste, todo el espacio que quedó frente a la  calle Carrera y la actual de las Monjas, a la que entonces se llamaba  “de los Toros”, fue ocupada por la fachada de la Casa Palacio de los entonces señores de la Villa, los Enríquez de Ribera. Con todo, un pequeño trozo de este lado Oeste, en su confluencia con el Norte, sería ocupado por el edificio conocido como Casa Rectoral o de los curas”.
 A finales del siglo XIX, hubo avances científicos y profesionales de extraordinaria importancia: quirúrgicos, anestesia, asepsia, especialistas, enfermeras, diagnósticos, quirófanos, y pabellones para ancianos y  sala de primeros auxilios.
Actualmente, en el siglo XXI se anuncian ya nuevos avances, como “hospitales sin camas”, sólo para casos muy especiales. En Alcalá se cerró el hospital hace muchos años, pero el Centro de Salud y el Beaterio han suplido los servicios más necesarios. Por otro lado, la distancia a nuevos centros hospitalarios se ha acortado con la apertura de nuevos hospitales. Sólo en la provincia de Cádiz tenemos 16 hospitales, con 4.223 camas, para 1.155.724 habitantes. Pero el  edificio del antiguo hospital sigue en pie -aunque sin actividad hospitalaria- como testigo de una ciudad que contó con un hospital de beneficencia y solidaridad desde hace siglos.

                                                                                                                             JUAN LEIVA

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