En el "Diario de Cádiz" de hoy martes 13 de Enero de 2015, en su página 3, aparece un artículo firmado por F.M. Cádiz, titulado:
"La repercusión de una donación multiorgánica en la provincia"
Jesús Melero Mora, vecino de San Fernando, falleció repentinamente el pasado 5 de junio con casi 58 años a causa de una hemorragia cerebral masiva. Su generosidad y la de su esposa, Mari Paz Sebastián Clavaín, fue clave para que donara sus órganos con el fin de que otros pudieran seguir viviendo.
Así, Jesús, médico de profesión, aportó vida a siete donantes tras las extracciones de sus riñones, hígados, córneas y pulmones. Su esposa recuerda que no le fue fácil dar la autorización para que se procediera a la donación. "Todo fue muy complicado, era una decisión difícil", recuerda. No obstante, mostró su convencimiento de que su marido era partidario de este tipo de acciones, sobre todo cuando rememoró una historia que un día le contó Jesús sobre un paciente que estaba a la espera de una donación. "Cuando mi esposo se enteró de que por fin había llegado el órgano que esperaba esa persona, se alegró muchísimo y hablamos sobre la gran generosidad de algunas personas en un momento de enorme dolor. Aquello le llenó de satisfacción".
Por ello, Mari Paz echó mano de sus recuerdos en mitad de un mar de angustias. De esta manera, optó por decidir que los órganos de su marido tenían que ir a parar a otros enfermos en lista de espera. "Gracias a él pueden vivir otras siete personas", dijo.
De hecho, al mes del fallecimiento de Jesús, recibió una carta de la unidad de trasplantes en la que le comunicaba que todos los receptores evolucionaban bien. Jesús Melero trabajó en centros médicos de San Fernando, Cádiz y Alcalá de los Gazules, población ésta última en la que falleció en la misma clínica mientras atendía a sus pacientes, una muerte que reactivó la esperanza en donantes a la espera de un órgano para poder seguir adelante.
0 comentarios:
Publicar un comentario