Los seres humanos estamos dotados de tres
fuerzas extraordinariamente poderosas y, por lo tanto, notablemente peligrosas:
la imaginación,
los deseos y los temores. Si las empleamos de forma correcta, nos proporcionan
beneficios y satisfacciones; si perdemos su control, nos hacen daño y nos causan
disgustos. La imaginación es una facultad
humana con la que nos representamos mentalmente sucesos, historias o imágenes
de objetos que no existen en la realidad o que son o fueron reales pero no
están presentes. Si la dirigimos y la controlamos adecuadamente, la imaginación
nos sirve para concebir proyectos, para construir modelos de objetos y de
actividades modificando y mejorando las ya existentes y, sobre todo,
organizando sus componentes de formas distintas.
También podemos
utilizarla para corregir defectos, para enmendar fallos y para perfeccionar
comportamientos. Proponiéndonos metas ilusionantes y mundos utópicos, orienta y
alienta actividades innovadoras. La
imaginación es la principal impulsora, por ejemplo, de las obras de arte
originales, es el origen de los inventos científicos y, en general, es la alentadora
del progreso económico, para el crecimiento humano individual y social. La
imaginación es una fuerza necesaria para sobrevivir, para seguir recorriendo
ese camino, ese viaje, esa aventura, esa peregrinación de la vida humana.
Pero, debido
precisamente a su extraordinaria fuerza, su empleo comporta múltiples peligros
de desbordamiento, de descontrol y de frustración. Nos puede elevar a alturas
tan desorbitadas que nos haga perder pie, nos ahogue y nos aleje peligrosamente
de la realidad. Por eso hemos de aprender a orientarla y a controlarla.
Es comprensible que frente a las
realidades dolorosas, aburridas, pesadas o monótonas -excesivamente realistas-,
a veces sucumbamos a la tentación de escaparnos hacia unos mundos ideales,
hacia unos tiempos remotos pasados o futuros y hacia unos espacios distantes
reales o imaginarios.
José Antonio Hernández Guerrero
Catedrático de Teoría de la Literatura
Universidad de Cádiz
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