Hervé Roullet
La esclava indomable
Madrid,
Rialp, 2019
Como todos sabemos, la palabra más
persuasiva es la que pronunciamos con la vida: nuestros comportamientos son más
claros, más interesantes y más convincentes que los sonidos. El lenguaje oral y
el escrito sirven, si acaso, para explicar los mensajes que dictamos con
nuestras conductas. Este principio básico de la educación es aplicable en las
relaciones familiares, docentes y pastorales. Esta es la razón por la que
afirmo que el libro titulado La esclava indomable es un
instrumento singularmente eficaz no sólo para preparar las homilías, las
catequesis y las demás tareas pastorales, sino también para aprender y para
disfrutar en nuestros ratos de ocio. ¿Por qué? Porque posee dos ingredientes
que lo hacen especialmente valioso y atractivo. En primer lugar, por la
apasionante historia que cuenta, y, en segundo lugar, por la manera bella de
narrarla.
Bakhita
es una santa sudanesa que, durante su infancia, fue secuestrada, vendida y
torturada. Posteriormente fue acogida y adoptada en Italia, y, tras un regreso
temporal a África, se incorporó como un miembro más en la familia de Iluminalo
Chechini. Ingresó posteriormente en el Instituto de los catecúmenos de Venecia
y, tras su fallecimiento, fue canonizada por San Juan Pablo II en el año 2.000.
En
segundo lugar, en mi opinión, el valor de este libro estriba en la belleza de
su lenguaje. Con su manera sencilla, clara y hermosa de contarnos esta vida
ejemplar, pone de manifiesto cómo la literatura -la buena literatura- nos
proporciona una nueva visión de las cosas y, por lo tanto puede cambiar la vida
de los escritores y la de los lectores, haciéndonos sentir distintas
sensaciones y emociones, y proporcionándonos unas ideas diferentes: podemos
afirmar que nos puede ayudar a crecer, a mejorar como personas y a ser más
humanos y más buenos. La lectura de este libro puede ser un estímulo contra la
apatía y un recurso contra el aburrimiento, una defensa contra el miedo que nos
produce el paso irrevocable del tiempo y una invitación para que vivamos
plenamente cada uno de los intensos segundos que componen nuestra existencia.
Ya verán -estimados amigos- cómo nos sirve para vincular el tiempo a la
eternidad, a la fe, a la esperanza de una vida que, alimentada por el amor, nos
redime de la tiranía del tiempo: creer, esperar y amar es empezar a vivir otra
vida o, mejor, adelantar la otra vida.
La lectura de la vida heroica de La
esclava indomable, además de hacernos más conscientes de la importancia
trascendental de nuestra existencia y del significado hondo de cada una de
nuestras acciones nos puede arrancar, al menos, unos gratificantes sentimientos
de alegría y de gratitud que suavice, alivie y, a lo mejor, cure los
ineludibles sufrimientos y dolores que, a veces, comporta la vida. Obras
como estas nos estimulan para que pensemos, para que leamos, para que
interpretemos y para que vivamos de una manera plena la vida. Este libro -auténtico,
transparente y luminoso- nos estimula para para que nos recreemos en el doble
sentido de esta palabra, y, sobre todo, para que, entregándonos al Amor,
vivamos la vida de una manera más lúcida y más honda. Tengo la seguridad de
que, a los que lean detenida y plácidamente estos relatos bellos, amenos y
sencillos, les proporcionará una intensa luz capaz de iluminar sus propias
vidas.
José Antonio Hernández
Guerrero
Catedrático de Teoría
de la Literatura
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